La nave tardo un par de docenas de minutos en llegar a la fortaleza de los Blancofilo.
Durante este trayecto, la mayoria de tiempo se uso en conversaciones superfluas, preguntando sobre todo, como obtuvo la pequeña hidra y como fue su experiencia en la nave de Toriel.
Sobre Toriel, el principal cuestionador fue el propio Arso.
Dariel no tenia nada sobre lo que quejarse, realmente todo el viaje fue cómodo y adoraba la casa tranquila que a su parecer, no había cabida en una nave.
Cuando esta parte llego a los oidos de los demás pasajeros, no dudaron en reir.
Para la Teocracia, su religion tenia mas peso que sus finanzas, mas cuando al ser un superestado, la parte económica no fue tan importante, su gestion fue muy estrecha, junto al uso de los investigadores por parte de los Vere y los mas exhaustivos Autumnis, la cantidad de corrupción fue mínima.
Uno de los puntos fuertes de una sociedad teocratica, era que bajo la cobertura de su fe y divinidad, sus gentes no tenian grandes disputas internas y codicia extrema.
Siendo el caso, las naves de la Teocracia, siempre portaban extrictamente, todos los requisitos religiosos para sus tripulantes.
Tambien habia que decir que el costo de una nave de la Teocracia fue exasperante para cualquiera que no estuviera supencionado por el Gobierno o las Grandes Familias. Los demas usaban nave mucho mas sencillas, por un coste minusculo en comparacion.
La nave paso por varios controles de seguridad durante su acceso a la fortaleza, incluso siendo Arso el administrador de todo el complejo, no pudo evitar estos chequeos.
Siendo verificada su identidad verdadera.
Cuando fue correctamente confirmada, uso sus derechos para dejar que Dariel y la pequeña Hidra pasasen sin problemas.
- Como puedes ver Sanctus Dariel, a nuestra familia nos importa mucho la seguridad, al contrario que otros, somos conscientes que los pequeños fallos son los principales causantes de las catastrofes - Angela comento, mientras mostraba su orgullo por su familia.
Dariel asintió, podía decir que la nave habia pasado por suficientes controles como para perder una hora entera.
Al final, la nave descendió en un hangar, donde varios soldados con su armadura pesada, esperaron la llegada del grupo.
- Sanctus Dariel, debo disculparme con usted, desde este momento, hasta que estemos en una ambiente realmente discreto, tendremos que llamarle sin su titulo, espero no nos culpe - Arso se disculpo con Dariel, pero a el no le importo en absoluto, solo asintió, mientras despertaba a la perezosa Hidra.
Al ver que Dariel no lo tomo como una afrenta, Arso asintió y bajo de la nave.
- Saludamos al Administrador Arso - Los soldados saludaron a la vez, mientras formaban un pequeño pasillo.
Arso asintió, mientras les pedía que rompieran filas, no necesitaba una escolta.
Bajo su orden, los soldados volvieron a sus puestos, a excepción de un soldado sin casco.
Este era muy delgado, parecía de la edad de Trisio, miro a Arso y tras una reverencia saco dos collares, ambos con una tarjeta.
Miro a Dariel se fue hacia el.
- Joven, usa esto durante tu estancia en la fortaleza y recuerda devolverlo cuando te marches, es un pase personal. El otro es para tu mascota, es una placa que muestra que es un peligro publico, mientras la tenga, se le permitirá acceder a la fortaleza, pero será vigilada y se eliminara si vemos que hace algo que ponga en peligro a los miembros de esta - Sin mucho mas, el hombre le dio los dos collares a Dariel y se marcho.
Arso tenia una gota de sudor fria en las espalda, cuando su subordinado hablo de eliminar la mascota de Dariel, pero no pudo decirle nada al soldado por hacer bien su trabajo.
- No te lo tomes a mal, Sanc... Dariel, solo es que somos muy extrictos con la seguridad - Angela dijo apresuradamente.
- Lo entiendo, pero si alguien vuelve a amenazarme, lo matare - Dariel parecía tranquilo, pero al final sus ojos brillaron con sus marcas, por suerte, su nueva ropa fue capaz de contener su marca mas peligrosa.
La pequeña Hidra también parecía ofendida y comenzó a cantar, pero esto le hizo gracia a Dariel, que la vio adorable y su malestar se fue como si nada.
Lo que no sabia fue, que los tres se miraron por un momento.
Tanto Trisio, Angela y indudablemente Arso, eran soldados y sus manos ya estaban manchadas de sangre, por lo que notaron que las palabras del joven no fue una amenaza vacía, realmente iría a matar, algo que los sorprendió, sobre todo para bien.
En su familia había un dicho "Uno no es un verdadero soldado, hasta que sus manos no se mancharon con la sangre de sus enemigos", habiendo notado la sed de sangre de Dariel, se sintieron mas cercanos a el.
Dariel miro la fortaleza mientras era guiado por el trio.
Si dejase sola a Desdel aquí, estaba seguro que necesitaría un mes, para que ella hiciera un agujero desde el exterior al interior de la fortaleza, así de gruesos eran sus muros y blindados.
El interior era del típico color metal grisáceo, las luces formaban parte del techo y el suelo, todas de brillo blanco, el pasillo lo suficientemente alto y ancho, como para que ocho personas entrasen a la vez sin molestarse.
Realmente enorme.