La zona de llegada dio una vision aun mas extraña para los jovenes pretendientes.
Una alta cupula de tamaño medio, cerca de la capital, esta es propiedad de la emperatriz del bosque Denetria, aqui vivian muchas especies de animales y plantas en un microclima de bosque pluvial.
Niviro miro a los retoños y luego su vista paso a otros vehículos que llegaban tras ellos.
Los jovenes tambien los notaron y los simbolos en ellos fue otro ejemplo de la importancia de esta mision.
Las grandes familias de los Magnus Dominus, habian llegado, incluso la familia Blancofilo, la cual no ejercia mucho peso en la capital, pero que ostentaban la mayor fuerza militar de la faccion, habian llegado.
Niviro nego con la cabeza y espero la llegada de los invitados.
Los vehiculos parecian estar sincronizados, pues llegaron justo a la vez.
El primero en descender fue el Summus Sacerdos Heleolo, el anciano con su tunica ceremonial, parecia algo molesto, pero no tardo en ocultarlo cuando la presencia de Niviro recayo en el.
Trajo consigo a dos jovenes Lectors, un joven de veintipocos, tenia la aparecian de un bibliotecario, gafas incluidas, de corta melena y una larga trenza rubia que entonaba con sus ojos azules.
La Joven al contrario que los presentes, tenia una edad mas joven, solo doce o trece, pero no habia que subestimarla por su joven edad, era la joven promesa en las salas medicas, su estigma curativo fue de los mas fuertes en la Teocracia.
Ella dejo su pelo largo y liso cayendo en cascada por los costados, mientras que la capucha blanca ceremonial le daba un toque inmaculado y misterioso, pero su rostro no fue tapado, ella como el joven era rubia pero de ojos dorados.
- Vaya viejo, no esperaba que intentases formar lazos - El viejo miro a Niviro con ojos cansados y dando un ligero suspiro.
- Aunque no este a favor, no es algo que mis huesos puedan tolerar, sus hermanas me han puesto contra la pared, por lo que intentare mitigar la primera mala impresion - Aunque parecia haberse rendido, Niviro sabia que Heleolo no se doblegaria con facilidad, ya tenia algunos de sus hombres preparando una exaustiva investigacion para que el pequeño Sanctus no tenga que preocuparse por nada,
Los siguientes en llegar fueron los Blancofilo en este caso, quien guiaba al grupo fue un hombre fuerte y grande, con barba perfilada y melena recogida en una coleta corta, las marcas blancas en el pelo denoto su edad poco aparente.
Este era uno de los altos cargos de Darcaloun y el representante de su familia en la Capital.
- Este Saluda a los Statuarii - Niviro y Heleolos miraron y asintieron al hombre.
- Arso, hace mucho que no te veo, puedo decir que el cambio como administrador no te favorece, el Titan Sangriento no deberia quedarse entre bambalinas - A Niviro le agradaba este hombre, un clase S con un poder aterrador, no habia base terrestre que el no pudiera conquistar, jamas fallo una mision, pero ahora era un administrador.
- Mi patriarca me quiere en casa en caso de emergencia, ademas de esta manera tambien ejerzo de tutor para las nuevas semillas - El hombre no parecia ofendido por su puesto calmado.
Detras de el otro par de jovenes, ambos con armadura pesada.
Un par de hombre y mujer, ambos de pelo y ojos marrones.
Aguerridos y firmes, ambos parecian dispuestos a lanzarse a la batalla.
El joven portaba un aire de comando, frio y directo. En cambio la joven, parecia mas vivaz, miraba con ojos abiertos a todos los presentes.
Los siguientes fueron los Thornlake, guiados por Rosefield.
Miro y saludo a los presentes pero ante la mirada ambrienta de Niviro, no se atrevio a decir nada. Sus contables y administradores habian recibido la visita de mucho inquisidores estos dias, lo que le trajo mas de una pesadilla.
Tras el tres jovenes promesas dos hombres y una mujer.
Los hombres eran gemelos con estigmas compartidos, ambos con ropa de diario y un largo tatuaje desde un ojo hacia la cintura, ambos lo portaban en un ojo diferente. Ambos parecian pequeños dandis, pero la presion que emanaban denotaba poder que ocultaba su temperamento de tercera generacion.
La mujer, tenia ropa de baile, parecia la encarnacion de la sofisma y el lujo, pero como todos los presentes, tenia el poder para aparentarlo. Todos los jovenes tenian estigmas de clase S- como minimo.
Los ultimos en llegar fueron los Pidranegra, obviamente guiados por Brunilda.
A su llegada la tenson desaparecio, esta mujer tenia un alto peso en el consejo y siempre terminaba como mediadora, ademas, debido a que ella gobernaba los recursos de la faccion, siempre terminaba amenazando con reducir el presupuesto o alargar el tiempo de espera en la fabricacion de cualquier mercancia que los demas necesitase.
Detras de ella unas trillizas, estas fueron sus ultimas hijas y fueron muy mimadas por su todopoderosa madre.