Maxwell camino por las calles de la zona 23 del subdistrito 5. Feliz por lo que había logrado y contento por un trabajo bien hecho.
No había pasado mucho tiempo desde su anuncio, pero la gran mayoría de mujeres ya tenías sus faldas modificadas a una minifalda. Por supuesto esto no era del todo agradable, pues no era cómodo observar a señoras de edad utilizando está prenda de vestir.
Maxwell tuvo sus razones para imponer de repente está ley como por ejemplo:
Número 1: su perversión.
Esto no tenía ni merecía explicación. Sea en el mundo que sea, a Maxwell lo volvía loco las mujeres con minifaldas. Mostraban lo necesario y hacia volar tu imaginación hacia lo que había debajo.
Número 2: maxwell se estaba cansando de levantar las largas faldas de las mujeres para cogerselas. En ocasiones incluso rompió sus vestidos en su afán.
Número 3: el coronel Roy Mustang, uno de sus personajes favoritos de un anime una vez dijo que no quería el poder para gobernar si no para obligar a todas las oficiales a usar minifalda. Por supuesto fue en broma pero en ese momento maxwell no pudo evitar estar de acuerdo con el.
¡¡Coronel, he cumplido su sueño!!
Cuando maxwell pasó al lado de una frutería, la señora del puesto se agachó para recoger una manzana. Debido a su corta falda, su gran culo y braga blanca quedó a la vista de todos.
¡¡Ufffff!!
La expresión de maxwell cambio de inmediato y con una larga inhalación, apreció la hermosa vista que se le presentaba en frente.
Estaba seguro que sin su nueva regla de la minifalda, jamás se habría dado cuenta del gran y hermoso culo de la frutera.
Mirando la señora a través de sus nuevas gafas, maxwell asíntio antes de acercarse a ella y agarrarle el culo.
"¡Huppp!" La señora saltó sorprendida y miró hacia atrás para encontrarse a maxwell que aún tenía la mano en su culo.
"¿Puedo ayudarlo en algo señor?" Preguntó la señora.
"Si. Creo que puedes ayudarme con algo." Le respondió maxwell con una sonrisa al mover su mano y con sus dedos acariciar la vagina de la señora.
....
El un callejón oscuro, fuera de la vista de chismosos, dos sombras de juntaron con pasión y deleite.
"¡¡Ahhhhh!!"
Con las manos contra la pared y las piernas bien abiertas, la frutera recibió con deleite las rápidas y fuertes embestidas de maxwell.
"¡¡Ohhhh si!!"
Maxwell agarró las nalgas de la mujer y con tres fuertes empujes, se corrió en su interior.
Sacando la verga de la vagina de la señora, maxwell observó como ambos agujeros chorreaban con un líquido viscoso blanquecino.
¡Había profanado de arriba abajo ambos agujeros!
Con una sonrisa satisfecha en su rostro maxwell salió del callejón y siguió con su caminata.
Pocos segundos después de observar a las mujeres a su alrededor, maxwell sintió un pequeño golpe en su parte delantera, antes de encontrarse a un chico desconcertado en el suelo.
Cabellos castaño corto y ojos negros. Nada en este chico era particularmente atractivo o distintivo. Era un chico cualquiera que podía encontrar en la calle.
"¡¡Auch!!" El chico se sobó el rostro muy adolorido.
Cuando se levantó del suelo, maxwell descubrió que solo era tan alto como su pecho.
"¿Estás bien?" Le pregunto un poco preocupado. Su cuerpo no era normal y estrellarse con el podía fácilmente equipararse a chocar contra una pared.
"Si, Estoy bien." Le respondió Diego.
"¿En serio? No deberías de correr así por la calle." Maxwell lo regaño un poco antes que la curiosidad lo pícara. "Estabas corriendo con mucha prisa ¿A dónde te diriges?"
"No me dirijo a ningún lado." Diego sacudió la cabeza. "Solo huyó."
"¿Huir?" Un ceño fruncido apareció inmediatamente en el rostro de maxwell. Pensó que el chico estaba huyendo de unos matones o una cosa similar por lo que pregunto con mucha seriedad. "¿De quién huyes?"
Está pregunta dejo en completo silencio al chico que miró al suelo sin saber que hacer.
"¿Que pasá? ¿Te tienen amenazado?" Maxwell sostuvo al chico por los hombros y lo sacudió apresuradamente. Aunque era alguien muy despreocupado con su labor en la zona 23, no quería que su gente fuera dañada de algún modo.
"No, no, no, no." Diego movió la cabeza en pánico. Sabía que estaba creando un malentendido con el chico que se acababa de encontrar, pero no quería decirle a un desconocido todos sus problemas. Tampoco podía ignorarlo porque este podría avisar al caballero de esta zona sobre algo que en realidad no sucedió.
Encontrándose entre la espada y la pared, Diego no vio más alternativa que contarle al desconocido su particular situación.
"¿Hablas en serio?" Maxwell preguntó sorprendido.
"Si." Diego asíntio. "No quiero volver por miedo a lo que puedan hacer."
"¿Acaso eres gay?" Maxwell no pudo evitar al mirar a Diego como a un bicho raro.
"¿Gay?" Preguntó Diego con curiosidad.
Maxwell se palmeo la frente al recordar que estaba en otro mundo y en ocasiones palabras a las que estaba acostumbrado, no existían en este mundo.
"¿Te gustan los hombres?" Maxwell reformuló su pregunta.
"¡¡¿Que?!! ¡¡No!!" Diego fue muy tajante en su respuesta.
"¡Entonces no veo ninguna razón por la que digas que no!" Maxwell se encogió de hombros. "Solo di que sí. ¡¡Creeme!!¡te va a gustar!" Maxwell hizo un movimiento de adelante hacia atrás con su cintura con una sonrisa en el rostro.
Diego no entendió lo que quiso decir con sus movimientos por lo que se lo pregunto.
"¡Vamos a ver!" Maxwell colocó un brazo en los hombros de Diego mientras se tomaba la barbilla con la otra mano. "¡Hoy voy a compartir mi valiosa sabiduría contigo!"
Maxwell y Diego caminaron por las calles mientras maxwell le explicaba muy lentamente al chico, el maravilloso y espectacular mundo llamado: sexo.
"¿Entonces dices que mi tía y primas quieren tener sexo conmigo por placer y para tener un bebé?" Diego le pregunto con una expresión perturbada.
"Pues sí, básicamente es así." Maxwell asintió. "Pero te doy mi palabra, lo vas a disfrutar."
"¡¡No puedo!!" Diego se negó con vehemencia.
"¿Porque?" Preguntó maxwell.
Diego bajo la cabeza con el rostro sonrojado y murmuró por lo bajo."Ya tengo alguien que me gusta."
Maxwell dejo de caminar y miró al chico como a un estúpido. "¿Y por eso vas a desaprovechar esta oportunidad?"
"No lo entiendes. Ella y yo nos prometimos casarnos de adultos." Diego sacudió la cabeza. "Si hago eso con mi tía, sentiré que la estoy traicionando. Además si tengo sexo y las dejo embarazada, ya no podré casarme con Elaine."
"¡¡Haaaaaaaaa!!" Maxwell suspiro exasperado. "De verdad que dios le da pan a quien no tiene dientes."
Si fuera el no dudaría en abrir las piernas de esas tres mujeres. El que fueran su tía y primas solo lo hacía más morboso y excitante.
"Espera..." Maxwell miró a Diego de forma diabólica. "Creo que tengo una solución para tu problema."
"¿En serio?" Diego preguntó esperanzado.
"Si." Maxwell asíntio. "Pero no puedes quejarte y echarte para atrás de repente."
"Ok."
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Faltan 9
¡¡Vaya!! Con ustedes no se puede bromear ni un poco.
Jamás cambiará de protagonista de repente así sin más. Además maxwell es una joya irremplazable.
Por eso les dije que soy re-troll.
Lo que quería hacer era mostrarles lo afortunados que son al tener un protagonista como maxwell y no un protagonista genérico que hay en todas las novelas de esta plataforma.
Diego no quiere hacer snu snu con su familia por lo que todos ya deberían de imaginar lo que viene ¿verdad?
Maxwell el héroe de los princesos se acerca.
Lamentablemente eso no pasará en el siguiente capítulo.
Hay que mostrar un poco más de la trama.
cómo les he dicho antes, no todo es snu snu.