Tentación:
No puedo creer que estés aquí, que hayas utilizado diferentes estrategias, que golpees más fuerte que antes porque viste que no me rendiría ante ti, que si llegaba a caer volvía a ponerme en pie más y más fuerte... Veo que no puedes soportar que alguien te supere, que alguien te haga frente y no caiga ante ti suplicando felicidad, suplicando piedad, suplicando paz y "cosas buenas".
Esta semana jugaste conmigo más que en toda mi vida. Has puesto rocas en mi camino, bellos dulces, rostros familiares del pasado, lugares en donde me sentía cómodo, tranquilo y como en casa. Has utilizado tus cartas más duras, has intentado, de cualquier forma posible, que me cayera suplicante a tus pies, que, con recordar el pasado y el dolor, me rompería en mil pedazos y ya no seguiría con mí vida.
Si una cosa he aprendido a lo largo de todos estos años de juego contigo, de luchas y vivencias es a no confiar en ti ni en nada que venga de tu mano. Me has compartido todos tus grandes y más ocultos secretos, creyendo que sería tuyo en un parpadear, pero en cambio, sigo aquí, sigo de pie, observándote ya casi arruinada creyendo que triunfaras, pero se cómo vencerte, cómo acabarte en caso de que sigas presionándome.
A ti, Muerte, que todo lo arrebatas, que todo lo quieres y todo lo tienes, a ti, Miedo del hombre, con frente en alto y paso firme te digo: "¡No más mentiras! No más tristes mentiras, si vuelves te irás con las manos vacías".
A ti, Tentación, debilidad del hombre, araña de la vida, que eres amiga de la Muerte y que con ella eres una, resistí, te resistí, y a tus tormentas también, salí herido, destrozado, pero vivo y más fuerte que nunca, te vencí, costo, pero lo logré y se que lo volveré a hacer cada vez que te presentes, y más en forma de pasado, ya eso está perdido...
Resistí toda mí vida a tus tentaciones, en algunas no tanto como debía y en otra más, pero pude resistir, pude vencerte y ahora solo me queda esperarte sentado, cómo al esperar a un amigo, al final de mí camino. Cuando llegues pasa, la puerta está abierta, y te estaré esperando para charlar, pero hasta entonces, espero que no nos volvamos a ver en ningún lado más.
Un Joven Roto.