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Chapter 2 - familia

Aaron se miró fijamente al espejo y aunque se negó en innumerables ocaciones, tenía que aceptar que hacía trasmigrado ¿o era reencarnado? La verdad es que no entendía ni quería saberlo.

Lo único que sabía y por lo que estaba feliz, era que tenía una oportunidad. Otra oportunidad de vivir la vida como quisiera, de todos modos. ¿Quien no quieres poder vivir más?

Tenía un rostro que podía considerarse guapo y un poco alargado. Ojos color azul profundo, nariz delgada y de longitud media, sus labios no eran ni demasiado finos, ni demasiado gruesos. Además de todo eso, contaba con un cabello un poco ondulado de color castaño oscuro, tan oscuro que parecía rojizo.

Su corte de cabello era un undercut peinado a medio lado que iba muy bien con su cabello. Una pequeña cicatriz se podía ver cruzando su ceja derecha, lo que le daba un look algo rebelde.

¡No podía quejarse de su nueva apariencia!

De hecho estaba extremadamente feliz con su nueva apariencia.

El doctor lo diagnóstico con amnesia global postraumática. Lo que quería decir que perdió todos sus recuerdos después de un fuerte golpe en la cabeza.

"Vamos hijo, tenemos que irnos." Wall se asomó un poco y le dijo a Aaron.

"Ya voy." Aaron se colocó un jean y zapatos sencillos, en la parte superior una camiseta con una camisa de cuadros desgastada y sin abotonar.

Al salir se encontró con 'sus padres' pagando la factura del hospital con una expresión de preocupación.

"¿Ya nos vamos?" Preguntó Aaron.

"Solo un momento."

Aaron solo asintió y aprovechó que lo perdieron de vista, para lanzarse en la exploración del hospital.

¿La razón? Era muy simple en realidad. Podía hablar y entender un idioma que nunca había conocido.

¿Que tiene eso?

Pues que el idioma que podía hablar y entender por instinto, no era ningún idioma de la tierra.

Lo que lo llevo a la teoría de que no había reencarnado en otro cuerpo de la tierra.

Si no, en el de otro mundo o dimensión.

¿Es una locura?

¡Literalmente ha reencarnado en otro cuerpo!

Estaba dispuesto aceptar esa teoría y se emocionó al pensarlo.

Para su total decepción el hospital donde se encontraba era totalmente normal y no encontró nada que lo hiciera sospechar.

Después de que 'sus padres' terminaran de pagar la factura lo tomaron y lo llevaron.

Cuando los tres estaban a punto de salir del hospital, Aaron divisó un pasillo diferente de los demás.

Sus paredes estaban pintadas de negro, luces azules la iluminaban. Además de una gran puerta metálica con una cerradura bastante tecnológica.

Aaron se safo del agarré de wall y camino en su dirección. Pero cuando wall y Luisa se percataron, lo agarraron con gran fuerza y se lo llevaron a rastras.

"¿Que están haciendo? ¡¡Solo quiero saber que hay ahí!!" Gritó Aaron en pánico al ver la fuerza con la que lo arrastraban.

"¡¡No puedes ver qué ahí allí!! ¡Ya deberías saberlo!" Luisa gritó, pero luego recordó la amnesia de Aaron y solamente lo arrastró juntó a wall.

Las personas que entraban y salían se encontraron con la extraña escena de dos padres arrastrando a un joven que gritaba y parecía querer volver al hospital.

Por mucho que Aaron luchó, sus padre no lo soltaron hasta meterlo en el auto. El carro era de un modelo muy viejo y de hecho amenazó en numerosas ocasiones con apagarse.

Al llegar a 'su casa' lo primero que le llamo la atención fue un árbol con un color azul rey, que se encontraba frente a su casa.

Ya sean las raíces, el tronco o las hojas, todas eran de un color azul rey.

Casi como un reflejo condicionado, miró a las otras casas a los alrededores, que de igual forma contaban con un árbol como este.

Mientras que Luisa y wall entraban a la casa, Aaron se dirigió al árbol. Lo tocó, olió, golpeó y saboreó con inmensa curiosidad.

Prácticamente estaba seguro de que estaba en otro mundo, lo que lo emocionó y excitó.

Todo a su alrededor era completamente nuevo para el y su curiosidad no pudo evitar desbordarse, incluso un simple árbol podía emocionarlo de tal manera.

Luisa y wall lo observaban todo desde la ventana con preocupación.

"Cariño. ¿crees que estará bien?" Preguntó Luisa mientras se apoyaba en su hombro.

"Oh, claro que estará bien cariño." Respondió wall de inmediato.

"¡¡WOW!! ¡Por fin se volvió loco!" Exclamó un niño de 8 años que se asomaba detrás de ellos, con una sonrisa de felicidad en el rostro.

"¡David! ¿Como puedes estar feliz con la desgracia de tu hermano?" Reprendió Luisa con enfado al ver el rostro de felicidad del niño.

"¡Lo siento, mamá!" El pequeño David bajo la cabeza desanimado.

"Nada de lo siento, estás castigado sin videojuegos por una semana." Gritó totalmente histérica Luisa.

"Si." Respondió David, cabizbajo. Pero en el fondo estaba brincando de alegría, al pensar en que Aaron se volvió loco y no lo volvería a molestar.

"Vamos cariño, no seas tan dura con el. Yo mismo lo castigaré en persona." Wall acarició suavemente a Luisa mientras le guiñaba un ojo a el pequeño David, que se fue con una sonrisa.

Cuando Aaron termino de analizar el árbol por un rato, dejo de conciderarlo interesante, dió media vuelta y caminó a la casa.

Era una casa promedio de una sola planta, de hecho parecía vieja y sin buen mantenimiento.

Al entrar en la casa Aaron se sorprendió. Ropa tirada por los suelos, diferentes tipos de manchas adornaban las paredes, Aaron incluso vió unos panqueques pegados en el techo.

"¡¿Que pasó aquí?!" Preguntó totalmente desconcertado.

"Tu." Un chico de unos 14 años salió de una de las habitaciones y se apoyó en la pared mientras lo miraba.

Su apariencia compartía muchas similitudes con el mismo Aaron, así que asumió que era su hermano en este mundo.

"¿Yo?" Aaron levantó una ceja en duda.

"Si, tú. ¡Genio!" El chico lo miró con burla. "No hay nadie en esta casa, que pueda llegar a crear tanta destrucción como tú. ¡¿Que?! ¿ya no te acuerdas?"

"¿En serio?" Aaron abrió los ojos sorprendido.

Pero antes de que el chico pudiera responder, sonó el timbre de la casa. A lo que wall abrió.

Al otro lado estaba un hombre con un uniforme azul oscuro, con varias placas en su pecho y un arma de dotación en la cintura.

"Oímos las noticias." El hombre miró con seriedad a wall. "¿Es verdad wall? Por favor dime qué es verdad....." El hombre se quitó la gorra de plató de su cabeza y prácticamente le rogó a wall.

Wall tenía una expresión inquieta, pero asintió: "si Roger, es verdad. Aaron ha perdido la memoria y no es el mismo que antes."

Roger no podía creerlo, comenzó a temblar visiblemente y como si recordara algo, se dió la vuelta y gritó con alegría: "¡Ya lo oyeron muchachos! ¡¡¡EL DEMONIO SE HA IDO!!!"

Poco después se escuchó una gran algarabía de personas celebrando. Cuando wall abrió completamente la puerta, se dió cuenta de que su jardín estaba lleno de autos de policía por todas partes, con uniformados celebrando alegremente.

La alegría se podía ver claramente en sus rostros, muchos tomaron sus gorras y las lanzaron al cielo en celebración, mientras otros lloraban de felicidad, en especial un gordo calvo que no paraba de repetir entre lágrimas 'al fin'.

Aaron se asustó por completo al ver esta escena, pero el chico de 14 años solo veía la escena con interés y murmuró: "Ya lo veía venir."