Hace dos días que me remitía a solo decirle si y no papá, desde la visita a la academia de la mucama de nuestra tía.
El parece tan triste al no saber el porqué de mi comportamiento me parte el corazón el ver a papá así. Sigue preguntándonos como estamos, que nos pasa, porque nos comportamos así. Pero solo podemos decirle "estamos bien" "no te preocupes"
- ¿Pasa algo?
- No.
- ¿Te pasa algo cariño?
- No
- ¿Necesitas hablar?
- No.
- ¿Por qué no me dicen nada?
- No te preocupes, estamos bien.
Solo puedo responder eso.
Mis hermanas casi no hablan.
- ¿Por qué luego de un año tenía que aparecer ella?
¿Cuántas veces en mi vida he visto a la tía Velvet? Creo que unas 6 o 7 veces y siempre que aparece es para mal.
Siempre peleando con mamá. Luego de que mamá murió, creyó que enviándonos dinero (que no he tocado) ganaría nuestro cariño.
Ese miércoles la joven mucama de cabellos dorados y mirada seria se presentó como Astrea, la joven toma un pequeño asiento y se me acerca, luego con permiso del rector de la academia crea un círculo mágico sobre las dos, con el fin de que solo nosotras hablemos sin que nadie nos escuche.
- Joven ama Mackenzie, la ama Velvet ha decidido adoptarlas formalmente, en una semana ella misma las visitara.
Hice mala cara -No necesito que ella me adopte, yo tengo un padre que me ama, si quieres dile que rechazamos cualquier cosa de ella y si necesita el dinero que nos envió lo tengo guardado y listo para devolverlo.
- De acuerdo con palabras directas de la ama Velvet, ellas sienten apego por el humano ya que piensan que es una mascota la cual pueden cuidar.
- ¡Pero que mierda dice! quien carajos cree que eres para soltar tanta basura- exclamo tan irritada y molesta que se me abre la herida del hombro.
La joven sirvienta utiliza magia y cierra mi herida.
- Soy una bruja blanca joven ama Mackenzie, la ama me envió a informarle a su sobrina mayor que en unos días se realizara el papeleo correspondiente del cambio de escuela de sus hermanas.
- ¡Sácame de este puto circulo mágico! Le digo molesta.
- No puedo hacerlo, hasta que escuche lo que debo decirle.
- ¡Maldición abre esta mierda!
- Se me prohibió usar la fuerza para retenerla, pero si advertirla, si no aceptan lo que mi ama propone el humano lo pagara.
Siento que mi cuerpo se congela, el miedo recorre mi cuerpo.
Tengo miedo, no es el mismo miedo que crea el hada oscura de Isabel, lo que siento es terror, impotencia, me siento débil, ella siempre busca las debilidades de las personas, no se compadece ni siquiera con sus sobrinas.
- El-ella no sería capaz de eso.
La joven bruja no responde.
- Se le asignara una guardiana de su misma edad.
- No necesito nada de ella y mucho menos una guardiana, luego de una amenazar con dañar a papá.
- Joven ama no vine a negociar, es una orden directa de la ama Velvet- exclama la bruja blanca sin mostrar emoción alguna.
- ¡Al carajo con esta mierda!
Isabel solo puede ver, pero no escuchar lo que dice su amiga.
Su amiga se encuentra molesta y discute con la desconocida, quien no cambia de expresión sin importar lo que estén diciendo.
(Es sobre su tía)
La sirvienta le da una rápida mirada a Isabel, luego mira a su joven ama.
(Que mujer tan extraña) piensa Isabel.
- Joven ama usted seguirá estudiando en la academia, solo sus hermanas serán transferidas a la escuela del distrito especial- la joven mucama rompe el circulo mágico y se levanta -en una semana la ama Velvet vendrá por ustedes le guste o no, ya fueron adoptadas por mi ama.
La mucama me hace una reverencia -usted es la viva imagen de ella, joven ama Mackenzie-se despide y sale tranquilamente por la puerta.
Era viernes en la mañana.
Estaba en clase de alquimia mi clase preferida, la maestra estaba explicando sobre apoyo de componentes, pero mi mente estaba en otra parte.
Una de las amigas de Natalia también asistía a la misma clase, ella seguía al pie de la letra las fórmulas, algunas veces me pide ayuda ya que sabe que soy la mejor en ello, normalmente le digo que no siga las instrucciones tal como están escritas ya que se pierde todo el encanto de la alquimia.
La maestra me llama la atención varias veces, para ella es algo raro verme distraída en su clase ya que sabe que me encanta su clase.
También tengo algo en la mente y esa extraña planta que acompaña a papá, ¿eso es un ser invocado? ¿o es un pacto? Además, esa cosa es extremadamente celosa ayer casi me muerde.
Aun no se quien lanzo el conjuro ilusorio, he estado observando a los de clases superiores, pero ninguno muestra alguna herida y no he hablado con Isabel sobre ello.
En la tarde hablo con mis amigas.
- ¿Oye Maki los tontos se alejan de ti también?
- Si, me gusta ver como se asustan.
Desde que nos atacaron, los demás estudiantes piensan que traemos mala suerte, (creería que sí) van dos veces que nos atacan, lo tomo en broma y me les acerco a esos tontos, quienes salen corriendo.
- Las hechiceras que traen desgracias- exclama Isabel.
- Fuimos tan patéticas que caímos en una ilusión- recalco para las dos.
- Vamos, vamos flacuchas anímense- Juliana intenta reconfortarnos.
Yo no estoy triste por ello y dudo que Isabel piense en ello.
- Isabel la próxima vez que coloques un seguro en tu cabeza, procura no dejar a Morgana como el seguro.
- ¿Acaso se asustaron? Pregunta ella maliciosamente.
- ¿Aun lo preguntas? Reclama Juliana. -La última vez casi mata a media escuela.
- Eso fue hace mucho, he platicado con ella.
- Enserio, como fue posible que Morgana hiciera un pacto contigo.
- Ella ha estado conmigo desde los 5 años, la quiero mucho.
Suelto una carcajada -esas hadas están enamoradas de ti, ¿dudas que alguna rompa su pacto contigo?
- ¡No están enamoradas de mí, solo me quieren mucho! - Responde ella, luego abre una bolsa de papel y le da una mordida a un pan dulce.
- Te quieren tanto que una de tus hadas me disloco un brazo en la escuela- reclama Juliana.
- Y a mí una pierna solo por hacerte zancadilla cuando jugábamos futbol- le digo.
- Éramos unas niñas, mejor ¿Qué sucedió con esa mucama?
Me tiro al pasto cruzo las piernas, luego busco en mi bolsa de papel que tiene pintada una cara feliz (la dibujo papá, quien no sabe dibujar) y saco un pequeño portable con fruta picada -no quiero hablar de eso.
- Lo entiendo Maki, disculpa.
- Tranquila, son problemas familiares.
- Espero que todo mejore.
- Yo espero lo mismo, pero cuando se trate de ella, dudo que mejore.
Seguimos charlando un rato de varios temas y cómo íbamos en cada una de las clases, a Isabel le encanta la historia antigua algo que nos gustaba a las dos, su especialización en la academia es precisamente eso, la clase arqueología y escritura, parte de sus hechizos también fueron perfeccionados por ello, si había alguien que pudiera descifrar un código o romper sellos es ella, de hecho, fue estúpido que ella cayera en una ilusión. Isabel es muy parecida a su fallecido abuelo.
Juliana se especializaba en combate cuerpo a cuerpo, pero en la academia ella asistía a la clase especial de estrategia. Puede que no lo parezca, pero si alguien es capaz de crear una salida en una situación desesperada seria ella, la estratega por experiencia posee el cerebro de su padre y el físico de su madre.
¿Y yo? Bueno al pasar los años me parezco cada vez menos a mamá y mucho más a mi tía, si nos vieran a las dos todo el mundo diría que somos madre e hija. Desearía que solo fuera físicamente, pero nuestro parecido va más allá.
Finalizando el día me encontraba realizando el aseo del aula junto a otros compañeros a quienes les daba miedo acercárseme.
Mientras barría recordé algo.
- Oye Alex gracias por curar mi herida.
- ¡Hee! haa no fue nada Mackenzie, solo hice lo que cualquiera haría en una situación así.
- Te lo agradezco- le dije y luego moví un poco mi hombro -gracias a ti ya estoy un poco mejor, también puedes decirme Maki si quieres.
- Claro… ¡Maki! Sus mejillas se tornan rojas.
- ¡Heee! ¿acaso estas enfermo? Le digo y coloco mi frente contra la de él. Alex se torna muy rojo y deja caer su escoba. -Veo que estas bien, bueno como sea gracias.
Termino mis deberes y guardo la escoba, los demás estudiantes ya se habían ido, solo quedábamos Alex y yo.
- Oye Maki te quería decir algo.
- Si claro ¿Qué es?" no le presto mucha atención, estaba pensando en otra cosa, quizá papá se había resfriado.
- Si era posible tal vez, si pudiera, quiza una-unaaa.
Lo que quería decirme Alex se ve interrumpido por Isabel quien me jala sacándome del aula.
- ¡Porque demoras tanto! Me reclama.
- Estaba guardando la escoba-respondo, luego miro a Alex - ¿y bien que querías decirme?
Él se rasca la mejilla -No,no era nada, solo que te ves bien.
- ¿A sí, pues gracias? entonces nos vemos.
Alex mueve su mano de lado a lado despidiéndose.
Me voy con Isabel quien me comenta que alguien de un grado mayor la empujo y ella le devolvió el golpe o en realidad una de sus hadas le rompió la nariz al sujeto.
- ¡Van a llamar a mamá! Dice ella mientras se jala su cabello plateado ¡me va a dar una paliza.
- Dudo que la llamen por algo tan insignificante, de hecho, creo que es por lo que nos pasó hace dos días.
- ¿Estas segura? Pregunta ella dudosa.
- Si, los muy bastardos llamaron a mi tía en lugar de a papá- digo levantando el puño.
- ¿Cómo quieres que llamen a tu padre, si no lo has colocado en los registros familiares?
Coloco mi palma izquierda en mi rostro -Que idiota soy.
- Bastante diría yo- apunta Isabel, -era obvio que llamarían a tu tía.
- La seguridad de esta academia apesta- exclamo, -ya son dos veces que intentan matarnos y no pasa nada.
- En eso tienes razón, me imagino que ellos creen que tal cosa no pasaría y mira.
Me rasco la cabeza decepcionada e Isabel suelta un suspiro lastimero.
- ¿Oye Maki sabes algo sobre el culto? Me pregunta curiosa Isabel.
- Tal parece que son esos imbéciles los que han intentado matarnos.
Alguien nos jala del cuello de la camisa.
- ¡Que hacen flacuchentas! ¿me iban a dejar?
Era Juliana quien acababa de salir de sus clases extras.
- ¡No interrumpas idiota!
- ¿Y bien de que hablaban? ¿Qué es eso del culto?
- Sobre eso, son esos sujetos, el hijo de perra con el cual luche en la ilusión era uno de ellos, desgraciadamente mi pulso oscuro no lo alcanzo.
Isabel hace una mueca -a mí también se me escapo, por poco lo aplasto.
- Y por poco nos matas idiota- le dice Juliana mientras la aprieta contra su pecho.
- ¡Suéltame maldita sea! Isabel se separa -no tienes que recordármelo.
- Dejemos eso, como iba diciendo esos sujetos al parecer saben dónde vivo y donde estudian mis hermanas, por suerte papá es amigo de un guardia imperial elfo y pues el despacho a los del culto y luego otra guardia imperial u oficial como ella misma se reconoce en el camino mato a los que planeaban ir por mis hermanas.
- Jojo, entonces tu padre tiene buenas influencias- exclama Juliana colocándose una mano en la barbilla.
- No, de hecho, le enseña a cocinar al elfo y bueno una cosa llevo a la otra y ahora son amigos, algunas veces el prepara la comida y otras veces el desgraciado se lo lleva a beber.
Mis dos amigas se ríen.
- ¡jja,jaja, Maki eres tan celosa con tu padre! Ríe Isabel.
- Santa Selena, Maki tú y tus historias, pareces una mamá preocupara por su hijo- Juliana se limpia las lágrimas.
Cuando me despedí de mis amigas y fui a recoger a mis hermanas, ellas estaban un poco inquietas.
Por algo que desconozco Anna estaba extremadamente feliz y ¿Por qué?
La oficial Victoria en persona me estaba esperando, ella me hace un saludo militar mientras carga a Anna quien se estruja contra el pecho de la oficial, Antonia parece molesta.
- ¿Por qué tardaste tanto? Me reprocha -estoy cansada de ver a Anna y a la oficial abrazándose y riendo.
- ¿A si? desde cuando son tan "cercanas" exclamo.
- Desde que ella le dio un beso en la mejilla a papi.
- ¡Que hizooo que! Digo molesta ¡Porque diablos hizo eso!
- Anna la chantajeo, le dijo que la dejaría cargarla si le daba un beso a papi.
- Maldita mocosa se las verá conmigo cuando lleguemos.
Al llegar a casa efectivamente papá estaba enfermo.
Le había dado gripa, pero aun así nos esperaba, estornudaba, quizá se debía a que se quedó toda la noche afuera.
Y efectivamente le di un golpe en la cabeza a Anna quien lloro y se escondió detrás de papá.
Era raro no ver a los amigos de papá, habitualmente siempre estaban, pero el señor K´vool tuvo que viajar por negocios y al parecer Enrs estaba ocupado, lo que dejaba solo a la elfa.
Gracias al cielo no demostraba algún interés en papá, solo que me molestaba constantemente que lo llamara señor amo de casa y en una ocasión se le salió "princesa de ojos dorados" iba a decir algo, pero papá respondió.
- Cosas así no se deben tomar enserio cariño, si me preocupara por apodos o como me ven las personas jamás hubiera terminado la universidad y jamás hubiera conseguido una maestría y dos doctorados en menos de 5 años.
Algo si se, papá es extremadamente listo, pero nunca lo demuestra parece que no le interesa demostrarle nada a nadie, solo vive su vida tranquilamente. Se que es muy listo porque cuando viajamos al lago nos explicó cientos de cosas sobre las plantas, el lago, los peces y sus morfologías, los insectos y otras cuantas cosas de las cuales ni conocía en verdad parecía una enciclopedia.
Quizá crea que no necesita ese conocimiento.
Me disculpe con papá por mi comportamiento distante, también lo hicieron mis hermanas.
La oficial o guardia imperial se colocó sus manos en las mejillas y dejo salir un suspiro.
- Que lindas niñas, me encantaría abrazarlas.
- A mí no me intentes tocar. dijo molesta Antonia.
- Yo estoy muy grande para que me den abrazos en especial desconocidos- me uno.
- Heeee, pero si la señorita Victoria es muy amable y suave- nos responde Anna.
Ella le pide bajarse a la oficial quien le hace caso, luego nos dice en casi susurro.
- Piénsenlo bien quizá sea la futura novia de papi.
- Por si te has dado cuenta, a papá no le agrada mucho.
- No te creo hermanita, además la oficial me conto que se quedara a cuidarnos hoy y mañana.
- ¡QUEEEEE!
La oficial Victoria se acerca a papá -Se me ha ordenado proteger a las tres hijas de la difunta Alexia, la orden viene directo de arriba así que no se puede negar- ella saca un documento oficial y papá lo lee, luego me lo entrega.
- Bueno, té preparare el sillón- dice papá tranquilamente.
Dormimos tranquilas esa noche, levemente se escuchaban sonidos parecidos a disparos.
Cuando pregunte al otro día la oficial Victoria dijo que estaba practicando.
Faltaba poco para la separación de nuestra familia.