Me levanté con un dolor insoportable por todo mi cuerpo. Ni en mis peores resacas, había tenido un dolor de cabeza tan grande, me dolía absolutamente todo, cada célula de mi cuerpo sintió un dolor igual de fuerte que una patada en las pelotas. Daba la sensación de que mi sangre estaba hirviendo en mi interior.
- ¿Qué cojones...me...pasa? - dije en voz alta mientras aguantaba el dolor-
Si tuviese que expresar lo que estoy sintiendo ahora mismo en una escala de dolor Estoy seguro de que seria 8'5 o un 9 sobre 10. No se podía ver nada, no podía oír nada, no sentía que estuviese tocando nada. Hasta que poco a poco el dolor empezó ha desaparecer muy poco a poco y mis sentidos empezaron ha volver, seguía hecho mierda pero estaba bien. Lo único que aún no había vuelto en sí era la visión de mi ojo derecho.
Me eche la mano a las chapas de mi cuello mientras miraba a mis alrededores y me hablaba a mi mismo en voz alta para intentar tranquilizarme.
- Me llamo Dai, veterano de guerra, código de identificación AH-PS-7312, te has roto a lo largo de tu vida 8 costillas, cuatro de ellas, muchas veces en el costado derecho, has perdido tres extremidades y un ojo, además de haber sufrido daños graves en órganos internos durante tu tiempo de servicio. Ahora estas en mitad de un bosque completamente desconocido para ti, ¿No se puede ser un bosque como este algo serio para ti? A pesar de que se supone que estas en Groenlandia a treinta y cinco grados bajo cero.
Aunque aún estaba recuperando mis sentidos, y estaba volviéndome paranoico, conseguí escuchar unas ramas moviéndose detrás de mí. Desenfundé mi pistola y apunte en la dirección del sonido solo para ver una ardilla sosteniendo una bellota algo rara de color rojo sangre en su boca. La ardilla me miraba curiosamente mientras disfrutaba de su comida.
Me frote los ojos lo mas fuerte que pude después de ver a la ardilla. ¿Desde cuando las ardillas tiene dos colas? Me levanté del suelo aún tambaleándome y me dispuse a explorar los alrededores, esa ardilla era muy rara, y estoy seguro de que no estaba alucinando cuando la vi.
Miré a mi alrededor intentando averiguar donde estaba, Parecía que estaba en una fortaleza o un castillo, aunque no quedaba apenas nada en pie de los muros del castillo y el bosque había devorado las ruinas.
Decidí comprobar como estaba mi coche y las cosas que llevaba, todo parecía estar tal y como lo deje pero de todos modos me aseguré de revisarlo todo de nuevo, todo estaba igual menos una cosa. El cristal que había sacado del oso estaba brillando.
Era una luz pálida que cambiaba de azul claro a violeta muy claro. Este cristal me daba cada vez más mal royo y ahora el cristal que estaba hecho con figuras geométricas tenía las letras C+. No se que coño significaría pero era mejor mantenerlo lejos de mi por si acaso.
Salí de los muros de la vieja fortaleza para explorar, era un bosque verde, el más verde que he visto en mi vida. Mientras seguía explorando me encontré un par de ardillas y confirmé que no estaba alucinando. ¿Quién sería el científico chiflado que las creado?
Mientras caminaba por el bosque encontré un claro. Era un pequeño prado que estaba cerca de un precipicio. Me acerque para ver por donde estaba, pero lo que vi me hizo caer de rodillas.
No conocía donde estaba, estaba en mitad de unas montañas enormes y lo más importante que hizo que un escalofrió recorriese mi columna vertebral. Vi un puto dragón como el de las películas.
-En serio... ¡Un puto dragón donde cojones estoy!-dije asombrado.
El dragón era bastante grande, era más grande que mi coche. Tenía un par de alas y dos patas, parecía que llevaba algo en la boca bastante grande, pero estaba volando demasiado lejos como para identificarlo.
Mientras secaba el sudor frio de mi frente con mi brazo, intente calmarme, aún no había recuperado la visión de mi ojo derecho, no sabía donde estaba ni si había gente cerca. Decidí ver hacia donde se dirigía el dragón y buscar gente, sabía que no estaba en mi mundo solo con ver a ese bicho y a las ardillas.
Estaba en mitad de un valle en una cadena montañosa. El castillo estaba situado estratégicamente para vigilar el valle y un pequeño camino de las montañas. Las montañas eran altas y las cumbres estaban nevadas, si querías bajar al valle o cruzar las montañas tendrías que pasar por debajo de este precipicio.
El dragón se posó en una cueva cercana al camino de la montaña, seguramente fuera su nido. En medio del valle había un pequeño pueblo, había un par de casas, unos campos y un molino. Me dirigí armado hacia el pueblo para investigar.
Si los animales eran raros aquí, no me quiero imaginar la gente. Bajé por un viejo camino que conectaba la fortaleza hasta el fondo del valle, no tenía muchos arboles, por lo que podría bajar el coche sin problemas en el futuro.
Iba muy lento y vigilando mis alrededores todo el tiempo. De repente escuche las hojas moverse de un montón de maleza. Apareció un ciervo gigante, era igual de alto que yo si contar sus cuernos, y tan rápido como me vio dio media vuelta huyendo.
Parece que se asusto de mí, dejé que el ciervo gigante se marchara y continúe por el viejo camino, de pronto me llego un olor a comida. No se exactamente lo que era pero olía bastante bien.
De pronto escuche varios gritos. Estaban bastante lejos pero los escuchaba perfectamente, decían: "socorro" ,"por favor que alguien nos ayude".
Aceleré el ritmo para ver que era lo que estaba pasando, mientras me acercaba el olor a comida se hacía más fuerte y las voces se hacían más claras.