Planicie Patnali Meridional.
Siguiendo las instrucciones del Dios Rhoncus, el Égida Itatum construyó un puerto espacial al sur de la Planicie Patnali. En los dominios del Custodio del Vacío, Vaacum, el Guardián de Patnali. El cual, por supuesto, tomaría el mando de este inmenso puerto espacial. El Égida Itatum, nombró este puerto espacial como la Puerta de Patnali.
Para llevar a cabo la construcción de la Puerta de Patnali, el Égida Itatum, contó con la inestimable colaboración del Custodio de la Tierra, Terra y el Custodio del Metal, Mellus. Además de la ardua colaboración de los Seres Espirituales conocidos como los Entes.
Este puerto espacial llamado Puerta de Patnali, de este a oeste, era una magnífica construcción, llena de detalles y acabados exquisitos, hecha de Piedra y Metal. Tenía enormes espacios numerados, desde el cero hasta el ochenta y cuatro, para embarque y desembarque. Cada zona, llevaba esculpida en la roca el nombre de la Raza a la que perteneciera ese espacio y se talló un relieve de su valiente representante en el Evento Universal.
La Égida Tebris, construyó una gran flota de naves espaciales nombradas como la Flota Errante y para llevar a cabo las labores de construcción de la Flota Errante, la Égida Tebris, contó con la colaboración del Custodio del Metal, Mellus. El Custodio de la Gravedad, Graas y el Custodio del Electro-Magnetismo, Magae. Además de la mano de obra de los útiles Entes.
La Flota Errante, tenía ochenta y cuatro Naves Errantes. La forma de las Naves Errantes, era similar a las de un barco o submarino, dependiendo de la Raza a la que pertenecía y eran todas de un brillante color negro.
Dentro de sus detalles, que hacían que todas ellas fueran similares pero únicas, tenían ciertas distinciones que representaban las distintas Razas. Como su número asignado a su Raza Vasdal a cada lado de la Nave Errante o como el tallado del representante de esa Raza en el Evento Universal tanto en la proa.
Las Naves Errantes, eran espectaculares. Su tallado no solo era de una asombrosa y formidable belleza llena de todo lujo de detalles. Además, su tamaño era kilométrico y eran extremadamente veloces. Además, estas naves, serían el único medio con el que se podría cruzar el Vacío Absoluto creado por el Custodio del Vacío, Vaacum.
Estas Naves Errantes, serían absolutamente necesarias para poder cruzar por el Vacío Absoluto, que hay en el Universo Superior. Exactamente en la zona donde se encuentra la Planicie Patnali, que la separa del propio Universo Superior, del Universo Medio y del Universo Inferior.
Cualquier otro material que intentase cruzar por el Vacío Absoluto, quedaría desintegrado en segundos. Por lo que estas naves, obsequiadas por la Égida Tebris para los Vasdal, serían un tesoro de incalculable valor.
Un mes pasó y tal y como se acordó, todos los Vasdal fueron llamados a reunirse al sur de Patnali, en el puerto espacial de la Planicie Patnali, llamado Puerta de Patnali.
Las ochenta y cuatro Razas de Vasdal, así como todos los miembros, de cada una de esas Razas, fueron apareciendo en interminables grupos.
Pasarían varios días, hasta que absolutamente todos los seres de todas las Razas accedieran a la Puerta de Patnali, pero merecía la pena ver esa incontable afluencia de seres vivos de distintas Razas accediendo de forma pacífica y ordenadamente al enorme puerto espacial, Era simplemente algo increíblemente espectacular y fue un evento irrepetible.
En la zona norte de Puerta de Patnali, había una construcción hecha en piedra, que hacía la labor de Estancia de Expedición. En ella se datarían, todos los registros de todo aquel, que tras el Éxodo entre y salga de la Planicie Patnali, así como la fecha, el nombre, la especie y el motivo de su visita. A estos futuros visitantes a los que se les concediera el pertinente permiso para viajar a Patnali, se le prestaría un brazal que acreditaría su derecho a la visita a la Planicie, así como la duración de la misma y nadie bajo ningún concepto, podría permanecer en Patnali sin ese brazal y tampoco nadie podría permanecer allí, fuera del tiempo preestablecido.
El Égida Serusec, informó de los resultados obtenidos por participar en el Evento Universal, en un cartel en esa gran Estancia de Expedición.
Todos los Grandes Patriarcas o Emperadores de las distintas Razas, se apresuraron a entrar en la Estancia de Expedición para ver su informe. Una vez conocidos los resultados, los Grandes Patriarcas de cada Raza, en concilio con sus Sabios, analizaron sus opciones y comenzaron a rellenar los formularios de destino, con cierto orden preestablecido.
Poco a poco, todos iban entregando sus formularios y permanecían a la espera de más instrucciones. No pasó mucho tiempo hasta que los Vasdal tuvieran asignadas sus naves y sus destinos de colonización.
Una vez esclarecido este punto, los Vasdal fueron llegando a sus correspondientes Naves Errantes y comenzaban a cargar todas sus pertenencias y alojándose en ellas.
Los ochenta y cuatro Grandes Patriarcas, de todas las Razas de Vasdal, estuvieron reuniéndose con el Égida Serusec, para resolver ciertos asuntos.
Entre estos asuntos, estaban el cómo manejar sus naves, o cómo se iban a alimentar en el viaje y también cómo se alimentarían, una vez llegaran allí.
También algunos Grandes Patriarcas estaban inquietos por la idea de marcharse de la Planicie Patnali a un mundo desconocido. Querían saber si se podían quedar, o si podían volver de vez en cuando.
Para todas estas cuestiones y algunas más, el Égida Serusec, se mantuvo paciente y fue ayudando, a calmar sus inquietudes y solventar todas sus dudas y problemas.
Para el asunto del manejo de las Naves Errantes, se asignaría a un miembro de cada Raza, a elección de cada Patriarca, en deliberación con sus respectivos Sabios. Estos Vasdal, recibirían el apodo o sobrenombre de Auriga de Nave Errante, o simplemente Auriga.
Los Aurigas de las Naves Errantes, serían elegidos para hacer una conexión mental con la Nave Errante de su Raza. Una vez que se estableciera una conexión con la Nave Errante, el Auriga de la Nave Errante, tendría un vínculo con la nave. Este vínculo haría que el Auriga, pudiera controlar la Nave Errante, con el pensamiento. Este vínculo, sería exclusivo del Auriga y nadie podría tener un vínculo mental con la Nave Errante, excepto el Auriga.
La posición de Auriga de Nave Errante, sólo podría ser legada voluntariamente de buena fe, a un miembro de su familia y con el que compartiera Línea de Sangre.
En el caso de que no fuese legada voluntariamente antes de que la vida del Auriga vinculado a la Nave Errante hubiese expirado, cualquiera miembro de la misma Raza podría reclamar la posición de Auriga de Nave Errante y vincularse a ella.
No obstante, esto podría suceder siempre y cuando cualquiera que comparta la Línea de Sangre del Auriga, no reclame la posición de Auriga de Nave Errante.
Si alguien que comparta Línea de Sangre con el Auriga reclamaba su derecho a ser Auriga, la propia Nave Errante, como si de un ser vivo se tratara, reconocería ese derecho y le daría prioridad sobre cualquier otro ser de su Raza que fuese a reclamar la Nave Errante, incluso aún cuando ya estuviese en su posesión. Otorgándole el control total de la misma. Sobre todo, cuanto más puro y directo sea su Linaje, mayor derecho tendrá para reclamar su posición como Auriga de Nave Errante.
Esto podría ocurrir, siempre y cuando, la existencia del Auriga haya expirado o no haya sido legada legítimamente. Dándose cualquiera de estas dos circunstancias, no se podría hacer nada por reclamar la posición de Auriga de Nave Errante.
Además, solo miembros de la Raza a la que le fue asignada la Nave Errante, podría reclamar la posición de Auriga de la Nave Errante. Una Raza diferente, no podría obtener el control de la Nave Errante de otra Raza, a no ser que dicha Raza haya sido completamente erradicada del Universo.
Por supuesto, Los Grandes Patriarcas, sólo confiarían la posición de Auriga a un familiar, alguien de muchísima confianza, como alguno de sus Sabios o incluso, la intención de muchos Patriarcas era nombrarse a sí mismos, Auriga de Nave Errante.
A los propios Grandes Patriarcas Vasdal, a todos y cada uno de ellos, les fue otorgado por medio del Égida Serusec, un medallón. Este medallón, era conocido como el Medallón Llave de Patnali.
El Medallón Llave de Patnali, estaba hecho de Aurum Purissimum (Oro Puro) y venía acompañado de un cordón también de Aurum Purissimum a juego y básicamente era un libre pase de entrada hacia la Planicie Patnali.
El poseedor del Medallón Llave de Patnali, podría ir a la Planicie Patnali libremente aunque no se requiera su presencia, o no se tenga un permiso especial con tiempo determinado.
El portador del medallón no tendría fecha límite de estancia, aunque debería reportar el motivo de su visita y sus actividades comúnmente. Y por supuesto, también debería respetar ciertas normas y atenerse a alguna que otra de las directrices establecidas en la Planicie Patnali para los invitados.
El Medallón Llave de Patnali, también tenía ciertas cualidades especiales. Llevar el medallón en contacto con el cuerpo, hace que se detenga el envejecimiento y su portador, tampoco podrá caer enfermo o envenenado. Un Gran Tesoro de un valor incalculable, al igual que la Nave Errante.
A parte de las ventajas asociadas al Medallón Llave de Patnali con el Gran Patriarca de una Raza, sería requisito fundamental, en cualquier visita a Patnali, presentar el Medallón Llave de Patnali para Estacionar la Nave Errante en el puerto espacial de la Puerta de Patnali.
No cualquiera por su cuenta, podría ir a la Planicie Patnali, por mucho que tuviera la Nave Errante. El representante de cada Raza, llamado Gran Patriarca o Emperador, es el único que puede representar a su pueblo y sin el Gran Patriarca, que es el portador del Medallón Llave de Patnali, una Raza no puede desembarcar, bajo ningún pretexto.
Una vez desembarcasen, el Gran Patriarca tendría que llevar a la Estancia de Expedición a sus representados, e inscribirlos en los registros de visita a Patnali. Una vez concedido el permiso, se dictamina el tiempo que puede permanecer ahí, mediante su brazal. Por supuesto, uno no puede viajar a Patnali de turismo. Los motivos por el que un Gran Patriarca pueda llevar miembros de su misma Raza consigo, son muy especiales.
El Medallón Llave de Patnali, se vincula al Gran Patriarca, como el Auriga de Nave Errante, se vincularía a la Nave Errante.
Y las mismas reglas asociadas para reclamar la posición de Auriga de Nave Errante, son las empleadas para la posición de portador del Medallón Llave de Patnali, o lo que es lo mismo Gran Patriarca Vasdal.
El tercer y último obsequio, fue entregado por el Égida Itatum, era un Anillo Obsis de Espacio, comúnmente llamado también Anillo Espacial. Pero este no era un Anillo Espacial común. En el interior del Anillo Espacial, se hallaba un pequeño mundo de unos pocos miles Kilómetros, que poseía su propio y pequeño ecosistema, algo así como un planeta.
En este preciado ecosistema, había océanos, montañas, ríos de agua pura, centenares y miles de cultivos y árboles frutales excepcionalmente nutritivos para todos los Vasdal, así como grandes pastos, glaciares y lagos. Incluso tenía su propia estrella, un satélite que lo orbitaba y un precioso cielo nuboso y repleto de luminarias al anochecer.
Los pastos dentro del Anillo Espacial, tenían varios tipos de criaturas menores, que serían útiles para los Vasdal que iban al Universo Medio.
A cada Gran Patriarca, les fue concedido miles de diferentes tipos de esas criaturas que fueron algunas pruebas fallidas de Vasdal, desde la Cuarta Generación hasta la Sexta Generación. Podrían ser considerados de la Séptima Generación.
Carecían de inteligencia suficiente, como para comprender bien las cosas, incluso las más básicas. Pero podrían ser bastante útiles para los Vasdal y se debían esparcir en su planeta de destino al llegar. Para alimentarse, para ayudar a labrar esos nuevos planetas y también para dejarlos desarrollarse en ellos. Pues también se pretendía esclarecer si podrían llegar a evolucionar alguna vez y de ser así, ver hasta qué punto podrían desarrollarse.
Los Grandes Patriarcas, estaban asombrados e incluso conmocionados al ver que un pequeño anillo, podía contener un minúsculo mundo con su propio ecosistema dentro de él. Realmente había muchas cosas que desconocían. Debían ponerse al día y aprender todo lo que pudieran, para no quedarse atrás respecto a otras Razas de Vasdal...