El Continente Abrupto situado al Oeste de Vergeliae, era un lugar de enormes cordilleras, abundantes ríos y gozaba de una gran diversidad de flora y fauna. Era un sitio en su mayoría rural, por lo que en general estaba poco desarrollado.
Habían algunas Ciudades importantes y varias Villas, pero sobre todo estaba lleno de Poblados y Aldeas. En la zona suroeste de este continente, había una pequeña Villa dentro del hermoso Valle Fortaleza, conocida como la Villa Fortaleza.
El valle era muy boscoso, había un extenso rio que lo cruzaba, un enorme lago prácticamente en todo el centro del valle y sin contar las zonas acantiladas que daban al Océano Thunnus, estaba completamente rodeada por montañas, siendo las más grandes las Montañas de Astabria. Por lo que el acceso a esta zona era algo complicado para los mercaderes o viajeros.
No obstante, los habitantes del Valle Fortaleza en verdad tenían todo lo necesario para vivir dentro de sus fronteras. Pues era una gran fortaleza llena de recursos y los únicos peligros, solían encontrarse en las bestias que pueblan los alrededores de la villa y las aldeas o en los bandidos que acechan a los desafortunados y a los incautos.
La Villa Fortaleza era el motor económico del valle y estaba habitada por familias que en su mayoría, se dedicaban a la agricultura, la caza, la pesca y la minería. La Villa era sencilla pero próspera.
Siete familias fundaron la villa, pero de ellas, actualmente eran dos las Familias que rivalizaban por el control y la gestión de toda la zona del Valle Fortaleza.
La Familia Noble Cienfuegos, que actualmente era quien regía la Villa Fortaleza. El Líder o Cabeza de Familia, era un Espiritualista Inquisidor Maestro Etapa 4 que en su día trabajó en la Institución Cultivo del Poder de Inum, en la Ciudad de Mármol, en el Gremio de Forjadores, llegando a Calidad de Instruido Grado 3. El mayor de sus hijos, era un Inquisidor Maestro Etapa 1 que era el Teniente de la Guardia Fortaleza, otro de sus hijos era un Inquisidor Experto Etapa 10, que era Rector en la Institución Cultivo del Poder de la Villa Fortaleza. Además de tener otros grandes Espiritualistas en la familia, sin olvidarse de los jóvenes que aún se estaban formando.
Tenían varias hectáreas de terreno, en las que trabajaban los cultivos y tenían grandes cotos de caza, pero lo que realmente impulsaba su economía, eran un par de minas donde extraían todo tipo de materiales.
Por otro lado estaba la Familia Noble Cieloazul. El Líder de esta familia trabajó en la Institución Cultivo de Poder de Inum como Inscriptor Profesional Grado1. Pero debido a una devastadora guerra que hubo décadas atrás en el Continente Abrupto, estaba infectado con una fatal enfermedad llamada 'Alma Fragmentada' que bloqueaba su Poder Espiritual con 'Escarcha Oscura' y legó su puesto y todas sus responsabilidades como Cabeza de Familia, a su hijo mayor, un Inquisidor Élite Etapa 9 que tenía una gran posición como Magistrado de la Asamblea de Villa Fortaleza. Su mano derecha era su hermano, un Inquisidor Experto Etapa 6 y su hermana, una Inquisidora Avanzada Etapa 8. Ambos se encargaban de todos los negocios de la familia.
La Familia Noble Cieloazul, tenía una gran cantidad de tierras dentro del valle, con sus cultivos, sus zonas de caza, sus comercios y también tenían una flota de unas cincuenta embarcaciones mercantes y cientos de pesqueros.
Una familia, podía tener varios Espiritualistas sin ser Familia Noble. Ya que un Espiritualista no era valorado, si no era un Inquisidor.
Para alcanzar el estatus de Familia Noble, la familia debía tener un Espiritualista Inquisidor Maestro Etapa 1 o formar cinco Espiritualistas con el Rango Inquisidor Etapa 1 y que al menos uno de ellos, fuera Rango Inquisidor Élite Etapa 1.
También había dos Familias Fundadoras que actualmente se hallaban bastante cerca de alcanzar el estatus de Familia Noble, o más bien, recuperarlo.
Una era la Familia Vientofurioso, que su Líder era un Espiritualista Inquisidor Experto Etapa 5 que era Sargento de la Guardia Fortaleza, Una Inquisidora Avanzada Etapa 9, una Inquisidora Etapa 8 y otro Inquisidor Etapa 5.
Y la otra era la Familia Baluarte Rojo, Con un Espiritualista Inquisidor Experto Etapa 3 que trabajaba como Instructor en la Institución Cultivo de Poder de Villa Fortaleza, una Inquisidora Avanzada Etapa 10, un Inquisidor Etapa 6 y un Espiritualista que acababa de regresar del Templo Sagrado del Cultivo de Poder, alcanzando el estatus de Inquisidor.
Algunas otras Familias de la villa también estaban relativamente cerca de alcanzar el estatus de Familia Noble, dado que tenían varios Inquisidores de alto nivel, pero la mayoría de familias contaba con un Inquisidor o ninguno. Por lo que los jóvenes Espiritualistas, eran formados en la Institución Cultivo de Poder de Villa Fortaleza con la esperanza de ser Inquisidores e impulsar a sus familias.
Algunos de los más prometedores, eran mandados por sus familias, a probar suerte en inscribirse en la Institución Cultivo de Poder de Inum. Aunque muy pocos eran los jóvenes que sus familias podían permitirse el lujo de costeárselo y tener el privilegio de ser aceptados. Por lo que la Institución Cultivo de Poder de Villa Fortaleza, al no tener ese renombre, era mucho más asequible y era un sitio al que todos los jóvenes, de la villa y de las aldeas vecinas querían inscribirse.
Algo separadas de la villa, algunas a más distancia que otras, hay cerca de cincuenta poblados y aldeas que estaban dentro de las amuralladas montañas que rodeaban todo el Valle Fortaleza. En la parte oeste del valle, estaba una de esas pequeñas aldeas, llamada Aldea del Acantilado. Su nombre se debe al enorme acantilado, de más de un centenar de metros, que daba al vasto Océano Thunnus.
En la Aldea del Acantilado, los pocos niños que habían iban a la escuela común, en la que aprendían, lenguaje, matemáticas, ciencia, geografía y varias asignaturas más.
Los jóvenes que en sus estudios eran bastante aplicados, seguían estudiando si su economía familiar lo permitía.
Sin embargo, a partir de los dieciséis años, quitando los buenos estudiantes, los muchachos eran puestos a trabajar en el oficio familiar o buscaban trabajar para una familia adinerada en otros oficios. Preferiblemente buscaban trabajo en la Villa Fortaleza para una Familia Noble o Fundadora, ya que normalmente eran las que más empleos ofrecían y mejor pagaban.
Pero si alguno mostraba aptitudes Espirituales o Psíquicas y su economía se lo permitía, eran enviados a la Institución Cultivo de Poder de Villa Fortaleza, para intentar formar al joven o la joven y tener posibilidades de adquirir un mejor estatus. Los pocos que parecían ser prodigios, solían ser apadrinados por la Institución con becas, que podían renovarse anualmente.
Centrándonos en la Aldea del Acantilado, en una casita al noroeste de esta pequeña y aislada aldea, vivía con su padre un joven de quince años de edad, de una humilde Familia Pobladora, llamado Arin. Este era un chico de un metro y sesenta y un centímetros, pelo largo castaño claro y ojos verdes.
Arin era un buen chico, que era muy aplicado en la escuela y cuando acaba las clases, ayudaba en el hogar haciendo las tareas de la casa, hasta que su padre volvía de cazar.
La madre de Arin, murió cuando le dio a luz, por lo que padre e hijo, lidiaban con todo juntos y tenían un vínculo muy especial. Entre ellos no había ni mentiras ni secretos.
Arin, siempre andaba leyendo libros, le encantaba leer, pero en la aldea no había biblioteca o librerías por lo que siempre solía viajar a la villa a gastarse sus ahorrillos en algún libro o intentaba intercambiar algún libro que ya había leído varias veces, por otro que no hubiese leído y le atrajese. Algo muy común en los puestos comerciales de la plaza del Mercado de Villa Fortaleza.
Un día, después de las clases, Arin llegó a casa y se puso a hacer tareas del hogar mientras preparaba algo de comida.
Justo cuando se sentó a comer, sintió que algo no iba bien. No era la primera vez que tenía este tipo de sentimiento extraño. Un par de años atrás, estando con su padre buscando un venado que cazar, Arin sintió vagamente como algo les acechaba.
Esa vaga sensación fue dilatándose, hasta que incluso notó una intención asesina sedienta de sangre que se precipitaría hacia él en cualquier momento.
Fuera de sí, Arin gritó a su padre que corriera mientras tiraba de su brazo y ambos se pusieron a correr sin parar.
Mientras corrían su padre le preguntaba que ocurría, cuando un enorme lobo salió de entre la maleza y se lanzó a por ellos.
Tuvieron suerte de salir corriendo antes de que saltara a ellos, pero el lobo era muy rápido y les estaba alcanzando.
Su padre se paró y gritó a su hijo que corriera y no mirara atrás hasta llegar a la aldea. Este, que tenía arco en mano, rápidamente sacó una flecha y casi sin apuntar disparó al lobo que estaba a poco más de un metro.
Le clavó la flecha pero no fue suficiente para hacerle una herida letal y el enorme lobo atacó al padre de Arin.
Al ver que su padre iba a morir, Arin gritó horrorizado, liberando en su desesperación un 'Pulso Kinético' hacia todas direcciones que golpeó al enorme lobo y a su padre, aturdiéndoles a ambos con la onda expansiva.
No fue un Poder enorme, pero fue suficiente para que el lobo, que no sabía que ocurría, huyera despavorido. Arin fue corriendo hasta su padre, que lo miraba atónito. Le ayudó a levantarse y ambos volvieron a la aldea.
Allí buscaron ayuda del Médico de la Aldea. Su padre, que tenía algunos profundos desgarros logró salvarse, pero necesitó de un buen tiempo para recuperarse completamente.
Padre e hijo hablaron de lo sucedido. Siempre pensaron que Arin era un chico común, inteligente, pero común y corriente. Sin embargo, el Poder Psíquico había aparecido en él y por partida doble.
El Poder de la Telepatía, que le hizo sentir la presencia del lobo, el peligro al que estaban expuestos e incluso su instinto asesino. También el Poder de la Telequinesis, con el que liberó un invisible Poder que repelió todo lo que había a su alrededor en forma de área. Poderes poco comunes y tan poderosos que eran considerados de los mejores Poderes Psíquicos.
Su padre le animó a ir a la Institución Cultivo del Poder de Villa Fortaleza, pero Arin sonrió y le contestó que no pensara en ello, que él era feliz viviendo como vivían. Realmente, él sólo quería estar con su padre.
Arin siguió su vida con normalidad y el tiempo pasó. Cuando dos años después, volvía a tener esa misma sensación de peligro. Pero no sentía que él estuviera en peligro, algo le decía que era su padre el que estaba en peligro, podía sentirlo. De nuevo su Poder Telépata le avisaba de un gran peligro.
Arin salió corriendo, lo más deprisa que pudo. Sentía la presencia de su padre y podía saber su ubicación, no estaba lejos.
Corrió muy rápido y cuando llegó, su padre yacía tendido en el suelo, en un reguero de sangre y encima de él había un gran oso pardo.
Arin, corrió hacía su padre gritando aterrado. El oso se lanzó a por él al verlo, embistiéndolo con fuerza y tirándolo al suelo sin dificultad. Cuando el oso le tenía a su merced, Arin alzó su mano derecha para protegerse y el oso salió volando varios metros estampándose contra el suelo.
Arin se levantó dolorido, mirando la palma de su mano, asombrado de sentir de nuevo ese extraño pero increíble Poder.
El oso, que había sido aturdido por el 'Golpe Kinético' se incorporaba sin saber que había ocurrido. Iba a huir, pero miró hacia los lados y al ver que no había nadie más, volvió a la carga enfurecido.
Con rostro solemne, Arin volvió a alzar su mano. Esta vez, lo hizo muy seguro de sí mismo y con un pensamiento volvió a lanzar un 'Golpe Kinético' al feroz oso que cargaba hacia él. Esta vez, el oso voló bastante más distancia y varios de sus huesos estaban destrozados. El joven Arin, corrió hasta su padre que yacía muerto en el suelo, en un charco de sangre.
Lloró desconsolado por un buen rato. Al final, cogió el cuerpo de su padre y lo llevó a su aldea.
Hubo una gran conmoción en la Aldea del Acantilado. Todos en el pueblo, lamentaban profundamente la muerte del padre del chico. Sabían que su padre era un buen hombre. Incluso su madre, a pesar de ser extranjera, rebosaba tanta bondad y amor, que fue acogida con bastante cariño en la aldea y su hijo, no fue menos.
Era un chico bastante amable con los demás, buen estudiante y era un muy buen hijo que ayudaba en las labores del hogar. Pero ahora estaba solo.
El destino era cruel con él. No conoció a su madre y su padre, que era su mundo, acababa de fallecer.
Arin, estuvo un tiempo sin salir de casa y sin ver a nadie. Quitando las veces que iba en busca de frutos, pescaba o cazaba algo. Aunque muchas veces encontraba algo de comida en su puerta, dejada por algún vecino de la aldea.
Dejó de ir a la escuela. Ahora, debía mantenerse solo y recortar al máximo los gastos. Era momento de conseguirse el pan trabajando. Gracias a su padre, sabía cazar y desollar animales con destreza. Por lo que trabajó como Cazador, pulió el oficio de la Peletería y desarrolló el gusto por la elaboración de medicamentos con plantas.
Ya no hacía nada de lo que solía hacer, su vida era totalmente diferente. Pero conservó su hábito de leer y aprender de los libros, nunca dejó de leer. De vez en cuando se dejaba caer por el Mercado de Villa Fortaleza, para intercambiar o comprar algún libro.
Aprovechaba sus viajes a la villa, para vender algunas pieles de los animales que cazaba, aunque también se movía por las Aldeas cercanas.
Vendía especialmente, pieles de oso y de lobo. Que eran las bestias que más abundaban por esa zona y que causaban la mayoría de muertes en todo el Valle. Incluyendo la muerte de su padre. Él, se alimentaba de ellos, sacaba Oro de sus pieles y reducía el número de depredadores en la zona.
Contiguo a su casita, construyó un pequeño Almacén para las pieles y una Peletería donde trabajar dichas pieles.
Viajaba todos los domingos a la Villa Fortaleza para venderlas y fue algo con lo que ganó un dinero. También, dado su interés en la elaboración de medicamentos y los múltiples usos de las plantas, extendió su pequeño campo de cultivo y en el extremo del terreno, construyó un muy simple Laboratorio de Alquimia.
En sus tierras, además de alimentos, plantó algunas semillas de plantas muy útiles para elaborar tratamientos médicos, tales como antibióticos, antisépticos, antinflamatorios o relajantes musculares, entre otras cosas.
Pero aparte de eso, quería alojar en su huerto algunas semillas de plantas que, según un antiguo y poco cuidado libro de Alquimia, que adquirió por un muy alto precio a un más que sospechoso individuo en el Mercado de Villa Fortaleza, eran utilizadas frecuentemente, por un gran Botánico y Alquimista.
Arin llevaba bastante tiempo, leyendo todo tipo de libros de plantas y sus propiedades. Estudió un libro tras otro, hasta que dio con este libro. Que más que un libro, era un antiguo Grimorio de un Alquimista y databa cosas muy específicas y extrañas, que despertaron su curiosidad.
Después de devorar toda la información posible referente a la refinación y elaboración de hierbas y plantas, se sintió preparado para hacer sus propias Fórmulas. Practicó formulas con hierbas y plantas del valle, pero necesitaba de otras plantas que no encontraba en la zona.
Para ello, debía comprar seguramente a un muy alto precio, semillas de varios tipos en el Mercado de Villa Fortaleza. Y allí se dirigió...