Luego de lo sucedido con ese hombre Laura no paraba de decir que éramos compatibles, mientras suspiraba y le comentaba que eso eran ideas de ella y que debía centrarse en lo su esposo y la exposición para el Miércoles, ella sólo podía reír y a modo gracioso dijo
Laura: como ordene mi capitana. -ríe-
Yo: venga, ya deja eso y terminemos de montar estos tres últimos y de allí vamos por algo de tomar.
Efectivamente acomodados todo y cubrimos el vidrio para que nadie viera o quisiera robar los cuadros, así que guardamos todo y yo cerré con las llaves la puerta y la reja.
Mientras caminábamos a una dirección opuesta al café ya que Laura quería ir a una librería para comprar unas cosas, al llegar allí opte por esperar la afuera y ver los libros de exhibición y había uno que prácticamente había picado mi curiosidad "conexiones telepáticas", lo que no conté es con que Laura al salir me dijera
Laura: tengo el libro por si te interesa, podemos ir lo a buscar luego del café y te lo llevas a casa; realmente mi curiosidad podía más así que accedí a dicho trato, como ya se hacía tarde para irme casa le dije a Laura que los cafés serían para llevar, ya que luego llegaría muy tarde a casa, esta accedió sin mucho pedir y luego de los cafés la deje cerca de casa y de allí agarre un atajo a la carretera que siempre tomo para ir a casa.
Llegué rápido a pesar de todo, aunque ya eran las 9:30 pm, no me gustaba llegar muy tarde a casa o en su defecto estar en una tranca por mucho rato, así que mientras me relajaba preparaba de cenar una rica pasta con carne molida y salsa bechamel, de bebida un té de durazno, luego de servirme me fui a la mesa y encendí el televisor y oía las noticias, pero decidí cambiarlo y ver una serie que pasaban llamada "La venganza del Espadachín", eran con actores coréanos y su trama era muy buena.
Luego de la rica cena y la excelente serie decidí tomar un baño y relajarme, pero sin antes copiarle a Gabriel preguntándole por su día y cuando venía, luego de copiarle esas líneas me fui a la ducha y tome un baño de agua fresca ya que el día no había sido muy frío.
Luego de salir y mientras secaba mi largo y enredado cabello me llamo Gabriel por vídeo conferencia y lo puse al tanto de la situación que ocurría con mi antiguo trabajo, como era lógico estaba hecho una furia y que debía agradecer mi ex jefe de que no estuviera aquí sino le daría su paliza; luego de calmar su huracán de enojo me dijo
Gabriel: discúlpame hermana, aún no tengo fecha para volver, se presentó un pequeño contratiempo, yo de igual manera te voy a avisar de cuando voy a volver, no desesperes.
Yo: Gabo, eso suena fácil pero no lo es, aunque prometo que tratare de mantenerme calmada.
Gabriel: trato.
Yo: trato. -sonriendo-
Luego de la llamada colgué mientras iba al cuarto para terminar de secar mi cabello y leer un rato el libro, ya ceca de la hora de dormir decidí marcar donde me había quedado y coloque el libro en la mesa de noche, de allí encendí el celular y active la alarma para despertarme temprano.
Ya a la mañana me desperté temprano como de costumbre y tome un desayuno algo rápido, ya que hoy tenía la agenda libre y decidí descansar y quedarme en casa, así que me vestí y baje para no agarrar tráfico y llame a John para avisarle que ya iba para allá y que si necesitaba llevar algo más, luego de decirme que no encendí el auto y salí, no hubo nada de tráfico, así que pude llegar rápido al edificio y subir al piso 10.
Al llegar allí vi a un hombre vestido de manera jovial pero aún así se veía elegante, mientras lo observaba me hacía sentir que lo conocía, lo mire hasta que la secretaria saliera con John y le digo
Yo: vine temprano como me pidió, espero y le halla causado molestias en sacar de nuevo los papeles.
John: tranquila, no fue culpa tuya sino de ese tonto que no se percata de nada. -incomodo-
Yo: eh! Siento que está enojado. -confusa-
John: no me hagas caso, sabes que siempre te ayudare, si necesitas algo más no dudes en decirme.
Ya cuando iba a despedirme sonó mi celular y en tono alto dije mi ex jefe, John al oírme pide que atienda pero con alta voz, y luego de decir
Yo: aló, buenos días.
Voz desconocida: muy buenos días señorita Katyana, mi nombre es Darío Álvarez y soy el abogado de Germán, quiero hablar con su abogado.
vJohn: Darío cuanto tiempo, quien diría que nuestro reencuentro sería con nuestros clientes, ¿Has leído el contrato de empleados?.
Darío: Caray, que cosas de la vida y para responder a tu pregunta es lógico que lo he leído, y lo que reclama mi cliente no es nada ni abusivo ni ilegal, además según tengo entendido ella empezó un trabajo antes de renunciar.
John: -sonríe- deberías buscar mejor informantes, ella actualmente no está trabajando ya que está ayudando a su amigo de escuela que estudio arte y quiere vender sus cuadros y darse a conocer, ya que ella no tiene ningún contrato de trabajo con ellos, pero recibirá un pequeño pago por sus servicios.
Darío: -ríe- si es que le pagan, porque sin contrato firmado y sellado nada vale.
John: otra vez te equivocas, ya que he hablado con el pintor y me mostró un contrato que tiene para ella y le dará a firmar en los próximos días.
Darío sólo se quedó callado y yo me quedé con cara de un enorme ¿Qué?, al ver Darío que no podía reclamar a eso dijo que ya habían hablado para hacer el juicio dentro de 6 días a las 8: 30 am. También dio una leve amenaza de ser puntuales y no hacerles perder el tiempo ni a el ni a su cliente.
Luego de eso John me dijo que no me preocupara y que luego me explicaría con calma todo, de allí se disculpó y se fue con el hombre. Yo luego de un ratito decidí irme y le agradecí a la secretaria de John por toda la paciencia. De allí llame el ascensor y estuve atenta al entrar y salir del ascensor para evitar un futuro accidente.
Luego de salir del edificio entre al carro y cerré la puerta para acomodar todo y de allí volver a casa, otra ves sin nada de tráfico y eso me fue más que excelente; llegue a casa y al entrar al estacionamiento vi un ave lastimado y decidí acercarme y ver que le ocurría, al verla que no se podía enderezar la agarre con cuidado y note que su ala estaba rota.
Con cuidado agarre todo y cerré bien el carro, de allí subí al elevador y marque el piso 5 y de allí abrí la puerta de la casa, coloque los papeles en la mesa y busque un paño para poner al ave, me quite el abrigo porque ya no tenía frío y luego tome el paño donde estaba la ave y me la lleve al veterinario.