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Chapter 11 - La cita que no es cita

Al verla irse intuía que algo no andaba bien, así que decidí observar la, hasta notar como su mano izquierda estaba toda roja, mire el piso por donde nos caímos y no mi sangre, así que mientras cruzaba con cautela y llegaba al apartamento, decidí hacer memoria al estar ya dentro al elevador para llegar al piso 5, debo admitir que ella realmente no pesaba, de hecho puedo asegurar que ella trataba de no hacer su peso sobre mi, y fue cuando me dije "ya veo, con que eso fue lo que paso", claramente al llegar al Gabo ver mi aspecto dijo

Gabriel: que rayos te paso, estas como si te hubieras chocado con algo.

Yo: no es nada, sólo que no vi por donde iba.

Gabriel: ¿Estas bien?, es que notó que te ríes por algo.

Yo: no, son sólo ideas tuyas…. Deja de preocuparte.

Decidí ir al cuarto y cambiar mi ropa por algo más cómodo y de allí llevar la ropa sucia al cesto de ropa para pagar la mañana, la ventaja de mi departamento era que había comprado toda la pieza, parecía casi una casa, tenía aislante de ruido porque yo mismo remodele el apartamento, pero no me quejo de los gastos hechos, ya que acá aparte de mi casa es mi otra oficina.

Miércoles

Ya era Miércoles y el fin de semana había sido más que relajante, no le quise decir a Gabo que ocurría hoy, aunque ya su hermana el domingo le había llamado y dicho de la exposición se arte, Gabo me pidió que fuera y grabará, así que le dije que yo ya tenía invitación desde antes, este sólo pudo reír y decirme que invitará a los chicos.

En parte me pareció buena idea, no sólo para ver los cuadros sino ver que esa chica era toda una rebelde, pero luego me dije "no porque con ellos se portara como princesa… además, arruinaran mis planes", como podía llegar algo tarde decidí escoger la ropa con calma para el trabajo y la noche.

Así que luego de vestirme y comer me fui para el trabajo, para ver como iba el proyecto de un balneario, que se debía modificar, si se necesitaría más o nos sobraría para otras obras futuras.

Toda mi mañana se fue en la reunión de donde debíamos ampliar y porque, ya luego de la reunión que terminó a la 1:00 pm, los chicos me fueron a buscar para comer; como me pareció raro dicho encuentro decidí ir al grano y preguntar

Yo: ¿Qué ocurre?.

Ellos: nada…. Sólo vamos a comer.

Yo: los conozco, traman algo, díganme ya que es.

Lucas: prometes no enojarte.

Héctor: te lo diremos allá, vamos a comer.

Efectivamente como intuía tramaban algo y la mente maestra de dicho plan era Gabo, les dijo a los chicos para que fueran conmigo a dicha exposición y me mostraron sus invitaciones impresas; en parte estaba incomodó pero luego les dije

Yo: hagan lo que quieran.

Ellos: Bravo tenemos permiso.

Yo: parecen unos niños.

Luego de allí volví al trabajo y ya a las 4:00 pm, decidí irme a la casa para darme un baño y prepararme para la noche, luego de llegar los chicos ya estaban en la casa y hablaban de la comida de Australia y más, al apenas yo entrar John y Gabo me miran de una manera curiosa y yo otra vez para cortar esa espina digo

Yo: puedo saber, ¿Por qué me ven así?.

Lucas: oye Cesarc cuanto tiempo ha pasado ya, los chicos y yo nos preocupamos, consideramos que ya deberías volver a darle una oportunidad al amor.

Yo: ni loco, eso no lo repito ni loco.

Gabriel: porque no tienes una cita con mi hermana, ella también está igual o peor que tu.

Yo: Ja, ¿Acaso su pareja le robó dinero y se fue?, luego de una relación de tres años.

Gabriel: -mirada algo enojada y triste- ese tipo la dejo el día de la boda, horas antes de la boda según le dio un ataque de pánico y se fue, dejando a mi hermana esperando en la iglesia.

John: no creo que halla sido por una relación apurada.

Gabriel niega con la cabeza y comenta que fue una relación de 5 años, donde llegaron a vivir juntos un tiempo para estar seguros de ese paso; yo sólo me quedé pensativo y decidí dar por terminada la charla.

Mientras me daba una ducha no entendí a porque la imaginaba llorando, no entendía como podía verlo tan nítido ya que jamás la he visto así, era cierto que mi relación al lado de la de ella era una tontería, pero aún así era una herida que tardaba en sanar a pesar se haber pasado ya 2 años.

No podía dejar de pensar en ello y decidí sólo olvidarlo y vestirme para salir, cuando estaba listo Ya no les pidió grabar la exposición para no sentirse solo y apoyarla de una manera discreta.

Nos fuimos a pie ya que no era muy lejos, sólo 5 cuadras desde mi casa al lugar de exposición, al pasar por la librería volví a ver el libro, me detuve y tube el impulso de comprarlo, así que pedí que lo envolviera para que ella no viera el libro, de allí seguimos hasta ver una pequeña fila y preguntamos que ocurría.

Señora: oh! Las chicas tuvieron un contratiempo con las luces y nos pidieron salir por seguridad.

Me acerqué sin decirle a los chicos y al estar justo en frente vi que las luces ya encendían y al verla ella note su muñeca y mano izquierda con una venda, eso me había dado la razón de que ella llevo todo su peso a esa mano y perdió luego el equilibrio al quitarse encima de mí. Por un momento me sentí culpable, pero tenía que idear una disculpa.

Al verla venir hacía la puerta vi como sonrió y al abrirla salió y dijo

Kat: muchas gracias y discúlpenme el retraso, la luz está algo más tenue, pero podrán ver los cuadros igual, el problema no era grave, pero prefiero prevenir que lamentar.

Al ver que me miraba sólo me sonrió y entró; Al entrar ella salió un chico quien hacía entrar de nuevo a la gente y daba la bienvenida, al llegar nuestro turno dimos nuestros boletos y entramos, la buscaba con la mirada mientras los chicos grababan y tomaban fotos, luego de unos 20 minutos volvió donde nosotros y dijo

Kat: Bienvenidos y gracias por poder tomarse un tiempo para ver estos hermoso a cuadros.

Héctor: disculpe señorita, no le incomoda si grabamos y tomamos fotos.

Kat: para nada, por favor adelante, pero recuerde comentar que el Pintor el Ricardo Constantine.

Lucas: muchas gracias señorita.

Kat: es un placer…. Me alegra volver a verlo, espero y le gusten los cuadros.

Voz misteriosa: Katyana…. Katyana.

Katyana: discúlpenme, Laura me llama.

Ver esa faceta elegante y humilde me hizo querer admirar la más y más olvidando que los chicos grababan todo.