Capítulo 16: Terror en la oscuridad.
8:11:05 PM:
En ese momento, José y Claudia se encontraban escondidos detrás de una tumba. No sabía cómo, pero por lo visto parecía que sus oponentes tenían la capacidad, no solo de rastrearles, sino también de ubicar específicamente a Claudia como objetivo prioritario, y aunque no estaba seguro de cuál era el método que usaban pensó que a lo mejor en el cementerio, con tantos cadáveres y tumbas para ocultarse detrás, podrían planear una contraofensiva sin arriesgarse a involucrar a civiles. Aprovechando la tumba tras la cual se ocultaban en ese instante, José le hizo una señal a Claudia para que se detuvieran así podría escudriñar la zona para comprobar si aún les estaban siguiendo y a que distancia se encontraban. Por ahora no había moros en la costa, así que José se permitió sentarse en la tierra y soltar un suspiro por la nariz.
José: (De pinga el Almendrares con esta situación. José, amigo mío, creo que tus racha de suerte ha terminado.)-Pensó con pesar.
Cuando aún era un niño pequeño, José se dio cuenta de que poseía una habilidad sobrenatural. Sabía que era diferente a los demás, y de una buena manera. Nunca dejó que el poder corrompiera sus principios, pero si permitió que nublara su percepción. Hasta ese momento, él se había considerado a sí mismo como alguien extremadamente afortunado, un elegido de dios. Llegados a este punto, es difícil decir si su habilidad surgió de su obsesión de ser un líder o viceversa, pero cualquiera que fuera el caso, lo cierto es que él estaba convencido de que si alguien merecía liderar a la humanidad ese era él, no porque tuviera más inteligencia, bondad o carisma que cualquier otro líder, todo lo contrario, fue porque su habilidad volvía inútiles todos estos factores. Solo Él podía unir a la totalidad de las masas en un mismo objetivo; solo Él podía convencer a la humanidad de guiarse a sí misma hacia un mejor mañana y dejar atrás todos los conflictos del ayer. Y entonces, conoció a Jaime. Desde que entró en su vida todo había ido vuelta abajo. Se dio cuenta de varias cosas de sí mismo: era fuerte, pero no invencible; era hábil, pero no el mejor; se preocupaba de sí mismo tanto como de los demás manteniendo un equilibrio entre solidaridad y auto-preservación, ¿pero era eso suficiente para ser merecedor del cargo que hasta ahora nunca había dudado que merecía ocupar? Por primera vez en su vida, se sentía verdaderamente desafortunado indefenso. Pero algo tenía claro: Claudia estaba en peligro, también sufría por ser una usuaria de stand (quizás no de la misma manera que él, pero lo hacía), y aún así era capaz de preocuparse más por los demás que por sí misma sin dejarse nunca corromper por la vanidad de su poder. Detestaba su ingenuidad, pero en cierto modo la admiraba como un ejemplo a seguir. Como líder, como ciudadano y como compañero era su deber protegerla, y aunque no fuera así, los oponentes que les perseguían eran personas capaces de afectar a personas inocentes sin preocuparles si salían lastimadas, en otras palabras, amenazas para la sociedad que debían ser detenidas a toda costa. En ese momento, Claudia al verlo más relajado después de comprobar si aún los perseguían o no, le habló:
Claudia: Abre la boca.
Y José la abrió, no porque fuera a obedecer todo lo que ella le dijera sin rechistar, ni mucho menos, fue porque en ese momento la pregunta le tomó desprevenido y olvidándose del hecho de que le faltaba la lengua quiso preguntar '' ¿Qué? ´´. Sin perder un segundo, Heal The World le insertó algo rosa en su boca y una pequeña luz verde apareció en el lugar, más justo cuando iba a rechistar por esto se dio cuenta de que dicho objeto era su lengua que le habían cortado antes.
José: (Ya veo, cuando me la cortaron me quedé estupefacto por un momento, ella debió recogerla para reimplantármela y yo no me di cuenta.)
Sin embargo, aun cuando estaba agradecido de poder recuperar su lengua, había que le preocupaba enormemente: la luz que producía el proceso de curación. Claudia notó que se fijaba de manera seria en dicha luz y le dijo:
Claudia: Lo siento, no puedo hacer nada al respecto con la luz, así es como funciona mi stand. No te preocupes, esto debería terminar en menos de dos minutos.-Dijo en voz baja para no alertar a sus perseguidores más de lo necesario.
José no respondió (en parte porque aún no podía) y se limitó a mirar hacia los lados, como si quisiera asegurarse de que no había nadie cerca para ver esa luz. Después de los dos minutos, finalmente terminó su curación.
Claudia: Ves, como nuevo.-Dijo tratando de animarle, pues la tensión en su cara por sus perseguidores no desaparecía.
José: Muchas gracias, te lo agradezco enormemente, pero temo decirte que aún no estamos fuera de peligro, ni mucho menos.
Claudia: Lo sé, aún nos persiguen dos usuarios de stand.
José: Si fuera todo solo sería un miércoles cualquiera, lo peor es que no conocemos sus habilidades. De Simón sabemos que posee hipnotismo y regeneración, pero en vista de que esas habilidades no tienen nada en común lo más probable es que tenga una única habilidad que abarca esas dos y puede que otras más. También está el gato, no se con que me atacó, pero se que su ataque fue rápido y fuerte.
Claudia: Fue con sangre.
José: … ¿Qué?
Claudia: Como doctora me he acostumbrado lo suficiente a la sangre como para reconocerla por su olor, y sus ataques estaban impregnados con ese olor a un nivel absurdo, por lo que deduzco que estaban completamente compuestos de esta.
José: Espera, ¿me estás diciendo que ese gato me cortó la lengua CON SANGRE?-Dijo dudando de la efectividad como arma del líquido rojo.
Claudia: Tengo entendido que el agua a presión puede incluso cortar el acero, si su habilidad le permite manipular la sangre no sería de extrañar que pueda dispararla con suficiente velocidad como para cortar el cuerpo humano.
José: Si, tiene sentido. (No estoy seguro de porqué, pero esa habilidad con sangre me parece sospechosa, como si fuera la clave de todo esto. Tengo la corazonada de que en ella reside la razón de que pudieran encontrarnos en un primer lugar.) Aquí hay gato encerrado.
Claudia: Pft.-Dijo conteniendo la risa que le dio ese comentario.
José: Lo digo en serio.-Dijo con un cierto aire de enojo.
Claudia: Perdón, es que me pareció gracioso en el momento.
José: …Odio admitirlo pero tienes algo de razón. (¿Qué demonios, se me estará contagiando la estupidez de Jaime?-Pensó mientras se palmeaba la cara.- Volviendo al tema, aún hay un tema más que resolver: tú.
Claudia: ¿Yo?-Preguntó con duda y sorpresa.
José: Ellos dijeron que estaban tras de ti. No les conozco, pero por lo que he visto, el tipo no parece ser un violador y dudo que a un gato le interesen los humanos de esa manera, por lo que debes tener algo que ellos quieran, algo que les permitió localizarte y rastrearte en un primer lugar. ¿Te viene algo a la mente?
Claudia: No realmente.-En ese momento Claudia recordó a Air Supply y como la atacó para obtener los tesoros que le legó su padre.- (No, no puede ser. Cada persona es única y en consecuencia también lo son los stands. Desconozco si Simón tiene otras habilidades, pero por lo que he visto no debería tener ninguna que se parezca a la habilidad de robar de Air Supply, por lo que no deben estar tras el tesoro. Pero si es así, ¿entonces qué quieren de mí que llegarían a estos extremos?)
Mientras ella pensaba en esto, una idea pasó por la mente de José:
José: Claudia, ¿cuál es tu tipo de sangre.
Claudia: ¿A qué viene esto de repente?
José: Solo una corazonada.
Claudia: A decir verdad no lo sé, nunca me había visto en la necesidad de donarle sangre a alguien o de ser donada, por lo que nunca me molesté en averiguarlo.
José: Permíteme. Analizar sangre.-Dijo activando su habilidad.
Ante esta orden, el cuerpo de Claudia fue cubierto por un momento por la palabra ''Analizar´´, y después de dos segundos, apareció por encima de su cabeza ''Rh nulo´´.
José: ¿Rh nulo? ¿Qué tipo de sangre es esa?
Claudia: N-no puede ser. E-esta realmente es mi sangre.-Dijo con cara de sorpresa.
José: Si mi habilidad lo dice es que lo es. ¿Por qué, que hay con ella?
Claudia: E-es algo difícil de explicar. Básicamente existen los tipos de sangre que todos conocen, A, B, AB y O. Cada una presenta un tipo de antígeno específico: las de A solo tienen antígenos A, las de B de B, las de AB de ambos y las de O de ninguna. Esto es importante a la hora de hacer transfusiones porque los de tipos de sangre distintos entran en conflicto sus antígenos. Sin embargo, los glóbulos rojos tienen otro tipo de antígeno llamado RhD, conformado por una familia de 61 tipos de antígenos tipo Rh. Si la sangre tiene RhD es de tipo positivo y si no es de tipo negativo. Así es como se forman los subconjuntos A+ A-, B+ B-, AB+ AB- y O+ O-. Al igual que los antígenos de diferentes tipos se contrarrestan también lo hacen los positivos con los negativos. Por esto es que las personas de tipo O son conocidos como donantes universales, porque al no presentar antígenos A, B ni RhD no entran en conflicto con ningún tipo de sangre por llevar agentes externos. Pero existe una incluso más rara que esta llamada Rh nulo, cuyos glóbulos rojos no tiene ningún tipo de antígeno Rh, positivo ni negativo, lo que la hace verdaderamente universal al punto en que los médicos la llaman ''Sangre Dorada´´. Esta sangre se detectó por primera vez en 1961 en una mujer aborigen australiana, y desde entonces solo se han documentado 43 casos más en todo el mundo.
José: Vaya, suena muy importante.
Claudia: Lo es, pero dependiendo de cómo se mire puede ser un tesoro o un riesgo latente. Por un lado es universal: incluso si solo puede administrar en casos muy específicos tiene una alta capacidad de salvar vidas. Por otro lado, los que poseen este tipo de sangre sufren de una anemia leve y solo pueden recibir transfusiones del mismo tipo de sangre, la cual extremadamente escasa en el mundo. Es tan escasa de hecho, que aun cuando las donaciones son anónimas los médicos rastrean a quienes la poseen para convencerles de volverse donantes, y dada su escasez y rareza, en vez de ofrecer un precio por esta le dan al donante la opción de elegir a qué precio venderla.
José: Con un tipo de sangre tan rara, ¿cómo es que nunca te diste cuenta de que la tenías.
Claudia: A decir verdad, de pequeña hubo momentos en los que sufrí por la anemia, pero siempre fueron casos leves y después de obtener mi stand a una edad temprana nunca volví a presentar los mismos síntomas, suena idiota pero realmente no tuve motivos para darme cuenta hasta ahora. De hecho, ¿Por qué lo preguntaste en un primer lugar? ¿Crees que estén detrás de mi sangre?
José: Eso pensé al principio, pero pensándolo mejor no tiene sentido, sabemos que Simón posee poderes curativos y su compañero posee control sobre la sangre, ellos de entre todos no deberían necesitar ayuda con una transfusión.
Claudia: ¿Y si no son ellos quienes necesitan ayuda?-Dijo Claudia al pasar la idea por su mente.- ¿Y si necesitan mi sangre para ayudar a alguien cuyos poderes solos no pueden salvar?
Tan pronto como dijo esto Claudia salió del escondite corriendo.
José: ¡Claudia espera!-Dijo en un intento de detenerla antes de empezar a perseguirla también.- (¡Maldita sea! ¡¿En qué está pensando esa idiota?!)
Al poco tiempo Claudia finalmente los encontró.
Simón: Vaya, no esperaba que te presentaras tú misma.-Dijo algo sorprendido- ¿Te diste cuenta de que no podías esconderte por siempre y decidiste arriesgarte a un enfrentamiento directo?
Claudia: Se porque me buscas, ¿es por mi sangre no? La necesitas para ayudar a alguien, ¿no es así? Si ese es al caso entonces con gusto la daré.
Simón: … Vaya, no esperaba que descubrieras nuestras intenciones. Pero por desgracia para los dos, no es tan sencillo.
Claudia y José al unísono: ¿Qué quieres decir?-Dijeron, volteándose al instante Claudia al ver que José la había alcanzado en ese momento.
Simón: Imagino que ya saben que soy un usuario de stand. E imagino que sabrán que convertirse en un usuario de stand es algo hereditario, es decir que puede presentarse entre miembros de la misma familia. Siendo sincero, no me convertí en un usuario sino hasta hace un mes, y cuando me convertí en uno, también lo hizo mi madre Julia.
José: ¿Qué hay con eso?
Simón: ¿Sabían que existen usuarios que son matados por su stand? Esto sucede debido a que los stands representan el espíritu de lucha de su usuario y aquellos que son muy débiles de voluntad son abrumados por este espíritu. Por supuesto, esto no significa que todos los stands tengan subconscientes autodestructivos, incluso si su usuario es débil la mayoría suele no presentar ningún conflicto de este calibre. La única excepción en estos casos es cuando no despierten su stand por sí mismos, sino que alguien más de su familia lo hizo, alguien con espíritu tan fuerte que subconscientemente obligan a los espíritus del resto de su familia viva a sufrir un despertar e intentar igualarle en fortaleza, incluso si para ello deben destrozar a su usuario. Ante la vista de los doctores, quienes no pueden ver a los stands, esto se manifiesta como una enfermedad incurable, una fiebre misteriosa que va aumentando por 50 días hasta que finalmente te mata. Este, es el caso de mi madre.-Dijo con un obvio tono de pesar en su voz.- Para nuestra desgracia, mi stand es demasiado fuerte, tanto que estoy provocando su muerte solo por existir. Es insoportable esta culpa que me carcome.
Garfunkel: ''No es tu culpa Simón, lo sabes, es solo por la maldición de los stands, no pienses en ti como alguien que merece la muerte.-Escribió en el aire con sangre mientras mostraba un rostro mezcla de preocupación y de pena, como si no fuera la primera vez que su amigo caía en esta depresión.
Simón: Tranquilo Garfunkel, estoy bien, ¿y cómo no voy a estarlo? Al fin y al cabo, descubrí un método para salvarle la vida.
Claudia: Ahora que lo dices, Jotaro nos contó acerca de esto. ¿Pero acaso ese método no es-Pausó un momento para tragar saliva.- acabar con la vida del que forzó al espíritu a despertar en un primer lugar?
Simón: Ese ciertamente es UN método, el más efectivo conocido hasta el momento, pero por suerte, me las arreglé para encontrar un segundo, uno que me permitirá vivir junto con mi madre.
Claudia: Que bueno,-Dijo con auténtica sinceridad y una sonrisa de alivio- ¿cuál es?
Simón: Matarte.
Claudia: … ¿Eh?
Simón: Permíteme explicarme. Lo que está causando este problema a mi madre es que compartimos un lazo consanguíneo, de no ser así, que yo despertase un stand no tendría ningún efecto en ella. Por ello, mi plan es, no realizar una simple transfusión de sangre, sino sustituir por completo toda su sangre por la de otra persona, proceso que llevaría al fallecimiento de esta durante el proceso, de ese modo, la maldición de los stands ya no la alcanzará. Es posible, combinado mi habilidad y la de Garfunkel, el único problema es que su tipo de sangre es increíblemente cara y escasa, imposible de conseguir en un país del tercer mundo como Cuba, y no tengo suficiente tiempo para entrar de polizón en un avión, viajar a otro país, INTENTAR encontrar a alguien con su mismo tipo de sangre y volver a tiempo para salvarla mientras me aseguro de que nadie se dé cuenta de que traigo a una persona para llevarla a su muerte segura. Por suerte, tengo que me garantizó en el país encontraría a alguien con el mismo tipo de sangre con tiempo de sobra para salvar a mi madre. Ahora que sabes todo, ¿aún te ofreces voluntaria?
En ese instante Claudia estaba indecisa. Su primer instinto era salvar a esa pobre mujer de su cruel destino. Sin embargo, una parte de ella aún se aferraba a la vida. Uno creería que se debía a que no quería morir, pero en ese momento esa era la única preocupación que no la asediaba. Por un lado estaban todos los amigos que había conocido en los últimos días y de los que no quería despedirse. Por otro lado, su instinto de doctora le decía que era mucho más útil dedicándose a salvar miles de vidas en el futuro que sacrificándose por una sola. Sin embargo, la razón que más peso generó en su conciencia fue la de que en ese preciso momento había alguien cuya vida dependía enteramente de ella: no José, en ese momento ella se había olvidado de él, sino alguien más, alguien cercano a ella, más específicamente, el ''cadáver´´ intacto dentro del espacio que le había legado su padre. AL final, como doctora que era, solía había una decisión que podía tomar.
Claudia: Tienes razón, no puedo sacrificarme. Sin embargo, curaré a tu madre. Independientemente de si es una maldición provocada por los stands o no, si es algún tipo de enfermedad estoy segura que Heal The World podrá curarla. Te doy mi palabra de doctora que no permitiré que tu madre muera.-Dijo con una mirada de total convicción.
Simón: …Vaya, no me esperaba ese discurso. Puedo notar que no estás mintiendo. Incluso si no sabes si puedes curarla, lo intentarás todo y más hasta lograrlo. Realmente eres buena persona. Ahora me voy a sentir un poco culpable,-Dijo mientras se rascaba la parte de atrás de la cabeza y apartaba un poco la vista hacia el lado.- porque verás,-Dijo mientras volvía a mirarla con una mirada fría y seria- esto nunca fue tu decisión.
En ese instante se manifestó su stand. Su apariencia, simplificándolo en una palabra, era un ''monstruo´´. Su cabeza parecía una fusión entre un murciélago y un demonio, y su piel se agrupaba de tal forma que parecía una túnica hecha de músculos y ojos, y sus grandes garras en las manos y pies solo complementaba más está apariencia.
Ese monstruo miró a Claudia a los ojos y al hacerlo, José notó que algo cambió en ella. Su stand, hasta ese momento afuera, se desvaneció de repente y su cuerpo parecía firme en el lugar, pero de una forma distinta a cuando mostró su resolución, era más bien como si estuviese clavada en el lugar.
José: ¿C-claudia?-No hubo respuesta.- ¡Claudia!-Dijo empezando a sacudirla por los hombros.
Al hacerlo se dio cuenta que era inútil, Claudia la misma mirada perdida y sin vida que la personas en el parque.
José: (Mierda, fuimos descuidados y se nos olvidó que podía hipnotizarnos en cualquier momento.) ¡Singado maricón hijo de puta, porque hiciste eso cuando ella se ofreció a ayudarte! ¡No había necesidad!-Dijo con una extrema cantidad de ira que lo llevó a pronunciar palabrotas que normalmente evitaba.
La habilidad de José le permitía ejercer su control sobre los demás, pero esto provenía de su creencia de que la humanidad era demasiado estúpida para tomar decisiones razonables por su cuenta, pero no significaba que detestase el libre albedrío, ni mucho menos. Si la humanidad demostraba que era capaz de tomar por su cuenta decisiones que no la llevasen a su autodestrucción, que podía dar el paso al frente por el bien común, nada lo haría más feliz, y Claudia era una de las pocas persona a las que podía confiar con ese criterio. Por eso, que la esclavizasen sin darle la oportunidad de pelear, que conviertan toda su voluntad y esfuerzo en algo inútil sin darle la oportunidad de probarse lo enojaba más que nada.
Simón: Lo siento, pero a mi madre no le queda suficiente tiempo como para que pueda permitirme probar un plan b que ni siquiera creo que funcione. No obstante, debo disculparme contigo. Tú eres alguien que no debería haberse metido en este lío en un primer lugar y como agradecimiento, no solo te perdonaré la vida, sino que te explicaré la habilidad de mi stand Nosferatu. Su poder es uno solo, y es bastante simple, lo llamo ''esencia vampírica´´. Puede infundir a cualquier ser vivo, incluyéndonos a mi stand y a mí, con cualquier cantidad de esta esencia. Mientras más esencia posea uno, más capacidades y habilidades de vampiro tendrán. Una de estas es el hipnotismo, bastante útil considerando que solo necesito su sangre, no que ella esté consciente.
José: ¿Realmente crees que te permitiré sacrificarla después de ignorar su voluntad? No lo creo. ¡BARRERA REFLECTORA DE EN FORMA DE CUBO!- Dijo activando su habilidad, apareciendo en el aire las palabras ''Reflejar´´ a su alrededor.
Simón: Ah, ¿no podías simplemente abandonarla a su suerte, verdad?-Dijo con una ligera expresión de lástima.
Su stand se lanzó y rompió la barrera frente a José con un puñetazo, rompiendo su brazo en el proceso, pero prosiguió dándole una patada a José con tanta fuerza que rompió la barrera detrás de él, recibiendo el daño consecuente. El impacto combinado lo mandó a volar hacia una tumba. Con la columna vertebral casi completamente rota, así como otros huesos del cuerpo, y vomitando sangre a borbotones, José estaba demasiado ocupado intentando no atragantarse con el líquido rojo como para poder pronunciar una palabra. No obstante, sí pudo concentrarse lo suficiente en su oponente lo suficiente como para notar que este ya estaba regenerando su brazo.
Simón: Sabes, antes me rompiste el cuerpo entero, pero te lo perdono porque dadas las circunstancias yo también habría hecho lo mismo. Incluso ahora entiendo tu deseo proteger a tu compañera, pues yo hago lo mismo por mi madre. Aún me siento culpable por arrastrarte a todo esto así llamaré a una ambulancia para que te recojan. Sin embargo, veo que eres alguien bastante terco, así que te lo diré por última vez: no interfieras o morirás.
José en ese momento no estaba prestando atención a lo que le decían. Tenía sus dudas de si era necesario sacrificar a alguien o no para salvar a otro, pero de lo que si estaba convencido era de que alguien tan egoísta como para sacrificar lo que fuera necesario por cumplir su objetivo era un monstruo que debía ser detenido a cualquier precio. Sin embargo, ya no le quedaban fuerzas ni idea de cómo vencerle. No podía hacer nada.
Simón: Ahora, si me disculpas, me llevaré a la chica.-Dijo mientras se acercaba a esta.
Justo cuando estaba a punto de agarrarla, sintió algo en su cara. Y ese algo eran dos puñetazos distintos.
???: ¡ARA!
???2: ¡Chachachá!
El impacto doble lo mandó unos cuantos metros. Para cuando se dio cuenta de lo que sucedió y se reincorporó, él y José quedaron atónitos ante la vista que tenían delante: dos adolescentes con sus stands invocados, uno que se veía como un artista marcial y otro que se veía como alguien en vacaciones.
Kevin: ¿Alguien aquí pidió un dueto cubano con un toque de salsa?-Dijo mientras un canción de salsa tocaba de fondo.
Jaime: Lamentamos la tardanza chicos, pero no se preocupen, déjennoslo a nosotros.
To Be Continued |\|