Mi día en el trabajo finalmente terminó, y yo me despedí de Mary para luego tomar el ascensor y bajar. Al salir del edificio, ví en el aparcamiento a Rob. Yo suspiré con una sonrisa.
- ¿y ahora qué haces aquí?- pregunté.
- Pues, te lo habría dicho antes, pero tu asistente me echó.- dijo, pensativo.
- Ya te lo dije, Rob. No puedes venir a mi trabajo. Mi jefe no lo permite.- dije yo.- ¿y qué haces aquí de todos modos?- pregunté.
- Iremos a casa de Chester.- respondió él. Yo reí.
- No lo creo, tengo que estudiar.- dije yo, negándome.
- ¡claro que no! Tus clases aún no comienzan, ¡relájate un poco!- dijo él, en tono calmo.
- No puedo, Rob. En serio.- me negué nuevamente.
- Vamos. Nos lo debes, por todos los años que pasamos sin verte.- dijo. Yo puse una falsa cara de sorprendida.
- ¿cómo te atreves? Eso es manipularme, Bourdon.- dije yo.
- Pero es verdad de todos modos.- dijo, levantando los hombros. Yo suspiré y me subí al coche.
- Ustedes van a hacer un desastre de mi vida.-
***
Llegamos a casa de Chester, y ambos bajamos del coche para entrar en esta. Yo saludé a todos con la mano. Todos se sentaron en el sofá frente a la televisión, y yo los observé con una sonrisa. Iba a sentarme en una de las sillas cuando ví a Mike caminar hacia el patio. Yo fruncí el ceño y lo seguí.
- Hey.- saludé, pero él no respondió.- ¿todo en orden?- pregunté, pero no recibí respuesta alguna. Yo me acerqué a él.- Mike.- llamé, pero él aún no hablaba. Yo sujeté su brazo, y él giró la cabeza, mirando mi mano, como si le molestara. Yo la retiré, para luego bajar la vista.- solo quería saber si estabas bien.- dije, en voz baja.
- No, Hannah. No estoy bien.- respondió finalmente. Yo volví a mirarlo.
- ¿por qué no? ¿qué sucede?- pregunté. Él suspiró, para luego negar con la cabeza.
- Nada, no importa.- dijo finalmente.
- Sabes que puedes hablar conmigo. Puedes contarme lo que sea.- dije, tratando de animarlo. Él me observó por primera vez en el día a los ojos, y yo fruncí el ceño, tratando de entender su mirada.
- Quisiera que eso fuera verdad.- dijo él. Yo volví a acercarme a él.
- Lo es, puedes contar conmigo.- insistí.- yo...- iba a hablar, pero un grito de mi nombre me interrumpió. Yo miré hacia la puerta que separaba la casa del patio, y luego volví a ver a Mike.
- Vé.- dijo.- seguro tu novio te está esperando.- añadió, en un tono demasiado serio. Yo suspiré, para luego volver a entrar en la casa.