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Chapter 6 - Capítulo 6: el origen de mi lado oscuro parte 4 " el funeral "

Narra el asesino

Era la mañana siguiente, mi madre se había quedado dormida a mi lado toda la noche, pero aún no me atrevía a despertarla además hoy iban a enterrar a mi hermano, pero por suerte el psicólogo me recomendó no ir así que estaré en casa o caso de que el macho de mi padre quiera que vaya con la cara de arrepentido. Sonó la alarma mi madre se levanto y me saludó -hola ¿Cómo dormiste? -espero no preocuparla el día de hoy

-bien y supongo que hoy harán los arreglos para el funeral -dije. -iba a tratar de ser más paciente y no caer en provocaciones, aunque el día este lleno de sorpresas

-sí, además tu tienes que ir a tu cita con el psicólogo -mencionó. -se notaba algo diferente al día de ayer, tal vez las cosas están mal pero trata de aparentarlo

-lo sé, pero me ordenó que no fuera al funeral -le comenté. -estaba tan feliz por no asistir

-no te preocupes por eso, hijo -indicó. -ella solo tenia una leve sonrisa, supongo que a partir de ahora me va a cuidar como nunca lo hizo antes.

Después de hablar, fuimos a la cocina mi padre me dijo -ve a poner te algo negro, porque irás al entierro -habían pasado cinco minutos de no molestarme, pero a este tipo le encanta echar más leña al fuego

-no quiero ir, además supongo que toda tu asquerosa familia ya sabe que lo mate con mis propias manos y dudo que deseen que este presente -conteste. -odiaba pelear tan temprano, pero mi padre era muy orgulloso a la hora de pelear

-¡vas a ir! Ya me tienes harto con tu maldito comportamiento, pero sé que eso no se va a remediar tan fácilmente… Después de todo ya mataste a mi único hijo -contesto muy fuerte. -estaba vez estaba muy molesto al punto de menos preciarme como su hijo, aunque tiene razón... Maté a su único hijo

-¡jodete, maldito hijo de perra! Tu y tu maldito odio hacía mi, me tienen harto -respondí. -al final termine enojado, esperaba que las cosas fueran mas tranquilas pero no lo fue.

Mi padre se levanto de la silla, estaba dispuesto a dar me una paliza, pero mi madre le dijo -acuerda te que no sabe lo que esta haciendo por su enfermedad -por suerte mi falta de cordura justificaba mis acciones tan horribles para mi padre

-tienes razón, el pobre chico ya no tiene ninguno sentido de cordura -menciono mi padre. -solo se estaba riendo de mí, parecía algo ridículo lo que hacía

-bien, ya deja lo un rato -le indicó mi madre. -por ahora ya no me molestarán más y eso es algo bueno

-esta bien, pero tendrá que ir al funeral con nosotros -recalcó mi padre. -al parecer quería humillarme en el funeral de su propio hijo, pero no le daré el gusto.

Mientras mis padres conversaban, yo sólo estaba sentado sin decir nada o de plano les valía un maldito bledo mi opinión, después de desayunar; me fui a mi cuarto y esa voz volvió a hablarme y me preguntó -¿cómo pudiste hacer eso? -estaba muy sorprendido de mi manera de actuar frente a mi padre

-sólo necesitaba un motivo para hacerlo -dije. -y todavía me falto más por decirle

-aún así, irás a su funeral con tu cara de hipocresía ante todos -menciono. -me hacía sentir mucho peor por asistir

-mi padre me obligó a ir, así que no tengo muchas opciones -dije. -otra vez estaba molesto, pero no tanto para llegar a insultarlo por ahora

-¿crees que ya toda la cuidad sabe lo que hiciste? -me volvió a preguntar la voz. -había días que prefería no decirle nada, ya que no conoce muy bien la vida en la ciudad

-claro que sí, hasta la puta de mi vecina chismosa lo sabe; porque la cuidad no debe enterarse -respondí. -se que era muy tonta su pregunta, pero aún así le conteste

-allá tú, sí quieres que te digan de cosas las personas por tu venganza -recalcó. -pensaba que era mi idea se que yo asistiera al funeral

-¿qué parte de la palabra "me obligaron a ir" no entiendes? -conteste muy enojado. -había perdido la paciencia con la voz

-tranquilo, niño -dijo serenamente la voz. -ya estaba algo molesto, sin embargo creo que estaba relajado

-bien, supongo que debo dejar de enojarme -dije muy aburrido de hablar. -por suerte me había olvidado mi enojo.

Luego de haber hablado con la voz, me puse algo negro y puse mi mejor cara de hipocresía que tenía, después bajé a la sala había mucha gente, todos me observaban con mucho odio, desprecio, rencor, vergüenza, etcétera. Por suerte nadie se atrevía a hablarme (eso era lo mejor para mí), me senté en la orilla del cuarto; cuando alguien me preguntó -¿por que estás aquí, con tu cara de hipocresía? -y así se termina mi paciencia otra vez y es momento de derramar la bilis

-porque me obligaron a estar acá -conteste. -seguía estando sereno al conversar y no perder mi postura

-y eso que todos sabemos que tu lo Asesinaste, pero aún así tienes el valor de estar en el funeral, me das lástima -respondió esa persona. -en ese momento mi lado gentil había desaparecido y comenzaba mi odio hacia ellos

-me importa un maldito bledo, sí me tienes lástima -dije. -ese era el primer paso para alterar a todos en el funeral, de seguro hasta el mismísimo Daniel ha de estar molesto porque estoy en su funeral, pero el sabe que me obligaron a venir

-oye, ten más respeto por tus mayores -indico la señora. -ahora he desatado el caos en el funeral

-me da igual, después de todo la mayoría que vino al puto funeral es la familia del maldito bato que se hace llamar mi padre, así que por mí se pueden ir al demonio -comente sin censura. -ya no me importaba sí los demás me miraban, esta muy molesto y esta vez no podré ocultarlo.

Todos me miraban muy sorprendidos al oírme hablar de esa manera tan fea, pero aún así era honesto mi padre se acercó a mí y me preguntó -¿que diablos te pasa? Te dije que no hicieras un escandalo -supongo que ya me he ganado otro castigo más

-nada, solo estaba platicando con los parientes de manera tranquila -dije. -hasta mi maldito sarcasmo es tan hipócrita

-entonces ya deja de ofender a todos -me ordenó mi padre. -al parecer entendió muy bien mi referencia

-vete al infierno, hijo de puta -conteste. -ahora así lo ofendí de la peor manera y enfrente de su familia.

Mi padre se molesto mucho y me corrió de la sala, entonces volví a mi cuarto, cerré la puerta con seguro y me senté en el piso, luego la voz me dijo -¡eres un asesino! ¡eres un asesino! -ahora la maldita me iba a estar atormentando para controlarme

-¡ya calla te! -grité con todas mis fuerzas. -ya me tenía harto, era idéntico a mi familia

-¡eres un asesino! -seguía repitiendo la voz. -escuchaba que se reía de mi al verme muy solo y más que mi familia me odiaba.

Sin mucho pensarlo me levanté del piso, me acerqué a mi escritorio y lancé bruscamente todas las cosas que había al piso y así seguí varios minutos con el resto de mi cuarto, hasta que todo estaba destruido completamente, pero no necesitaba desahogar me entonces fui al baño, rompí el espejo con mis puños y estos empezaron a sangrar pero eso sólo fue el comienzo, porque unos minutos después se me dificultaba respirar, necesitaba a alguien que me ayudará pero había cerrado la puerta así que nadie vendría a verme... Entonces con mis últimas fuerzas me dirigí a la puerta y la abrí con algo de dificultad, trataba de ver claramente a mi madre y le trataba de hablar pero no podía y después sólo me desvanecí...

Minutos antes de que ocurriera lo anterior.

Narra la madre

Después del escándalo que realizo mi hijo, todos murmuraban de porque se había vuelto muy malo y esas cosas, luego mi suegra me preguntó -¿porqué dejas que actúe de esa manera tu hijo? -no estaba de buen humor para contestar

-esta enfermo de su mente, por eso actúa de esa manera -conteste. - justificando su forma de actuar

-ya lo creó, pero por que no lo encerraron en un manicomio -menciono. -debí haber hecho caso a mi intuición y encerrarlo cuanto antes

-su hijo no quiso que lo dejáramos ahí -dije. -y se me hizo extraño que se negará, ya que era el que más lo odiaba

-nunca aprenderá mi hijo -recalcó mi suegra. -hasta ella sabía que su propio hijo estaba mal.

Después de hablar con ella; se empezaron a oír ruidos en la parte de arriba de la casa, como sí alguien estuviera tirando todas las cosas y por último como si algo pesado cayera al piso, entonces mi esposo se acerco y me preguntó -¿quién esta haciendo ese ruido?. -seguía molesto por lo sucedido hace rato

-tu hijo, de seguro ha de estar su desastre -conteste. -espero que este bien y solo sea un desacomodo de su habitación

-pues ve a verlo y inyecta le el tranquilizante para que se a plaque el mocoso -me indicó. -no me agradaba mucho que le tenga que ponerle una droga, ya que nunca había consumido o eso creo

-esta bien -respondí sin opción alguna. -espero que se deje inyectarse y no me cause problemas.

Entonces me dirigí hacía las escaleras, subí con algo de calma y cuando llegué al segundo piso, ahí estaba este ***** tirado en el piso, me acerqué rápidamente y trate de que se levantará, sin embargo no podía, sólo decía que no podía respirar hasta que dejo de hablar así que grité -¡ayuda! ¡ayuda! -empecé a llorar a verlo todo pálido y apunto de irse

Algunos de los invitados vinieron incluyendo a mi esposo y este me preguntó -¿que sucede? -él solo me miraba perplejo

-este ***** no respira -conteste aguantando las ganas de llorar. -no era tan fuerte para aguantar verlo de esta manera

-llamaré a la ambulancia -indicó mi cuñado. -solo miraba a mi esposo y no sentía que le interesaba sí mi pequeño seguía vivo.

Mi esposo no hacía nada, simplemente miraba con su cara de asombro y de seguro piensa que es otra forma de suicidio de mi hijo, pero no es así. Después de unos minutos llego la ambulancia, por suerte mi hijo estaba vivo pero aún así agonizaba y se lo llevaron al hospital, entonces decidí ir con él para saber si estará bien o sino tendría que organizar otro funeral.

Actualmente

Narra el asesino

Abrí mis ojos, estaba acostado en una camilla del hospital, tenía una mascarilla de oxígeno, varios cables conectados en mi pecho, estaba muy débil, así que me quite la mascarilla, ahí estaba una enfermera y dijo -al fin despiertas ¿quieres que tus padres sepan que estas consciente? -al parecer llamé mucho la atención en ese horrible funeral

-en este momento no, prefiero estar sólo -conteste más relajado. -no deseaba que me regañaran por arruinarle la fiesta

-¿porqué? -me preguntó. -supongo que era la primera vez que alguien no deseaba tener su familia

-es que no les importo sí estoy vivo, sólo quieren tener a mi hermano muerto de regreso y que yo estuviera muerto -respondí la pregunta. -era honesto con todo lo que ocurría en mi vida

-bueno ¿alguien más que quiera saber si estas bien? -mencionó nuevamente. -sé que trataba de hacerme sentir mejor, pero ya no me quiero ganar el odio de más personas

-sí, necesito ver al mi psicólogo con mucha urgencia, su numero esta en mi teléfono -indiqué. -preferí llamarlo, ya que me haría sentir mucho mejor

-esta bien, le pediré que le llamen -contesto la enfermera. -ella era una buena persona y realmente espero que no se llegué a enterar de como soy realmente.

Después de media hora, llegó el psicólogo y mencionó -lo siento por mi tardanza, es que tenía un paciente, pero cuando me llamaron del hospital vine lo más rápido posible y ahora dime ¿Cómo estás? -estaba feliz de verlo, ya que necesitaba hablar un poco

-bien, supongo que desahogarme en pleno funeral me hizo bien -dije. -a lo mejor ya mis padres le habrán contado sobre lo que hice

-y ¿de salud? -me preguntó. -sí que estaba preocupado por mi

-pues casi me moría en el propio funeral, descubrí que soy asmático, perdí el uso de la razón y más cosas -conteste fríamente. -por suerte me alegraba haber escapado de la muerte otra vez

-esta bien, ***** ahora cuenta me que hacías antes del ataque de asma -me indicó el psicólogo. -saco su libreta y empezó a anotar todo sobre mi

-estaba destruyendo mi cuarto por todo lo que pasé cuando fui al funeral, además la voz me decía que yo era un asesino, pero yo trataba de que no siguiera diciéndome de cosas... -le expliqué todo lo que había pasado. -además odio a esa voz por torturarme en ese momento

-¿fuiste al velorio? ¿verdad? -se preguntó. -me olvidé que me pidió que no fuera, pero a mi padre le valió un maldito comino

-sí, sólo que me obligaron a ir -respondí. -era cierto, solo pensaba que fue mala idea

-eso fue una causa de tu ataque de irá, pero creo que tu padecimiento va creciendo muy rápido cuando ocurre una situación mala para ti, así que trata de no estresarte y otras cosas que desaten eso -me recomendó el psicólogo. -me miraba, estaba muy preocupado por mi salud

-esta bien, por suerte ya descubrí que tengo una enfermedad y eso es bueno -dije. -no todo era malo para mí y supongo que tendré cuidado con mi salud

-¿algo más que quieras decir me? -me volvió a preguntar. -supongo que debería contarle todo, ya no planeo hacer daño a los demás por ahora

-no mucho, pero sabe ya detestó a la mitad de mi familia, que a veces quisiera olvidarme de ellos de una buena vez -comente. -por suerte ya no me volverán a molestar

-puede que ellos te digan tantas cosas que te molestan, pero aún así te quieren -me comentó el psicólogo. - necesitaba hacerme sentir mejor, pero para mí no funciona eso

-sí me quisieran, ahora mismo estuviera encerrado en un manicomio -recalqué nuevamente. -realmente me harían un favor enorme estar encerrado.

El psicólogo ya no dijo nada, y sólo apunto en su libreta algunas cosas sobre mí, al parecer creó que les dirá que me dejen en el manicomio y eso sería fantástico, luego de unos minutos me contestó -te recomiendo que no vayas a la secundaria, para evitar más problemas para tu salud mental -supongo que a mi padre no le agradará mucho la idea

-gracias por alegrarme el día -dije tan contento. -nunca me sentí aceptado en la secundaría porque nadie me hablaba a pesar de que era amable

-nos vemos y por favor ya no te enojes -se despidió. -solo sonrió y se miraba muy feliz al verme.

El psicólogo salió de la habitación, finalmente podía respirar y concentrarme en no caer al borde del suicidio, pero eso es inevitable con esos imbéciles, nadie de mi familia le interesa sí estoy bien, sólo quieren que mi hermano reviva y yo muera (aún que lo irónico de esto, es que estoy de acuerdo con ellos).

Narra el psicólogo

Había salido del cuarto donde se encontraba el chico, pero aún no lograba entender su odio tan profundo hacía su familia sin embargo ya es mucho que a nadie le preocupe su salud; entonces me acerqué a sus padre y les dije -¿saben lo que le ocurre a su hijo? -supongo que no hicieron caso a mis peticiones

-otra vez usted, no me diga que también trabaja en este hospital -menciono el padre. -no estaba nada contento al verme

-no trabajo en este hospital, además su hijo ya despertó, me mandó a hablar y es tiempo de que hable con ustedes -conteste. -era el momento de imponerles que no se olviden de su hijo

-¿de que nos acusó el chamaco ese? -pregunto de mal humor su padre. -notaba que el padre era el que lo evitaba a toda costa

-nada, pero los odia a ambos profundamente que desearía estar en otro lugar que con ustedes -respondí. -trataba de hacerles entender que deben dejar de excluirlo y ser más pacientes con él

-¿y le ha dicho porque nos odia? -preguntó la madre. -por suerte esta Ariadne estaba entendiendo que su hijo necesitaba ayuda

-no, parece que prefiere evitar decirme la verdad sobre su odio hacía ustedes dos -dije. -espero hacer que entren en razón y debo averiguar de cual es la causa de su odio tan desmedido a sus padres

-entonces, sí nos odia debe tener un motivo personal -menciono su madre. -había algo que me ocultaba esta Ariadne y eso puede ser una de las causas que provoca que este ***** haga todo eso

-tal vez, pero no les puedo asegurar nada, porque eso puede cambiar -les mencione. -espero hacer cambiar todo y que todos sean felices

-¿y ahora que? -preguntó el padre. -solo quería quería salir corriendo del hospital y dejar la conversación

-necesita que no lo aíslen de la familia, no forzarlo a situaciones de estrés y hablen con él -les recomendé. -espero que me hagan caso esta vez

-esta bien -contesto la madre. -lo bueno que su madre estaba dispuesta a ayudar.

Después de hablar con los padres del chico sabía que esto sólo era el comienzo de un problema más para ellos.

Narra el asesino

Habían pasado dos días después del funeral de mi hermano, ya me encontraba en casa, pero todo cambio porque la emplea doméstica sólo me me traía la comida a mi cuarto y se iba; mis padres me dejaron de hablar desde que terminé en la clínica, la voz no volvió a molestar me y eso que no les he dicho que no he ido a la escuela. Ya que mi vida es algo rara y contraproducente les digo esto Todos aguardamos secretos, que algún día se descubrirán...