Finalmente habíamos llegado a Starling, era una cuidad tranquila, todos se conocían. Mientras tanto yo me sentía extraño al estar acá, pero me tenía que acostumbrar a este nuevo cambio en mi vida y comenzar de nuevo. Después de unos minutos de camino, llegamos a la casa de mi abuela (nunca la había visto en mi vida o eso recuerdo yo) era una gran casa, era de dos pisos, un gran patio, etcétera. Por suerte ya nos esperaban así que bajamos del coche y entramos a la casa era muy grande en su interior, además había muchas decoraciones muy modernas y luego apareció una señora y nos saludó -¡Ariadne! Es un gusto que estés aquí -yo solo fingía una gran sonrisa frente a mi familia
-hola, mamá me alegra estar de vuelta -respondió mi madre. -ella sí parecía contenta al ver a su propia familia
- y ¿Dónde están tus dos hijo? -preguntó. -había llegado el momento incomodo para ambos
-bueno... Este Daniel murió hace dos meses, pero sólo me queda mi pequeño ***** -contesto algo nerviosa. -a mi madre no le agradaba hablar sobre la muerte de mi hermano
-¿como murió? -le preguntó mi abuela a mi madre. -mientras que yo seguía divagando en mis pensamientos
-es algo complicado de explicar y no quiero que él este presente -dijo. -creo que fue algo bueno llegar a un lugar en donde no te odien
-bien, luego hablamos hija y este tierno chico de por acá no habla -menciono mi abuela. -solo me miraba, por suerte aun no sabía lo que había hecho
-sí, pero es un poco tímido además no tienen ningún amigo -contestó. -supongo que es menos humillante que mi abuela sepa que no tengo amigos
-bueno, ya tendrá tiempo de conocer nuevos amigos acá -le aseguro mi abuela a mi madre. -notaba a Ariadne algo nerviosa, ya que la idea de la abuela era muy mala
-y ¿Cómo has estado? ***** -me preguntó. -hasta que finalmente me han notado
-bien... Pero desconozco todo aún -respondí. -trataba de no llamar mucho la atención y fingía ser una buena persona
-no te preocupes te gustará estar aquí -me aseguro mi abuela. -ella estaba tan feliz de verme, pero todo lo bueno tiene que terminar.
Yo nomas sonreí tímidamente, sin embargo sólo pensaba en no conocer a nadie por el temor de que yo lo asesinará o peor y nada más; pero trataría de socializar un poco para que no sospechen nada sobre mi lado psicópata. Mi madre me dijo -puedes ir a conocer la casa, si quieres -era la clásica señal que debía irme para que hablarán a solas
-genial, así lo haré -mencione. -por suerte había entendido la indirecta de mi madre para que me fuera y espero que no la rechacen por mi culpa.
Luego de hablar con mi madre, decidí hacerle caso pero sabia que hablaría con su madre sobre la muerte de mi hermano y presiento que me van acabar odiando más.
Narra la madre
Después de que ***** se fuera a explorar la casa, decidí contarle a mi madre sobre la muerte de mi otro hijo, esperó que no odié a ***** por eso y lo vengan dejando sin familia. Mi madre me preguntó -¿porque tu hijo esta muerto? Y ¿Quién lo mató? -era el momento de la verdad y espero que no suceda algo malo
-es que fue la venganza de *****, ya que este Daniel lo molesto, golpeo, humillo, hasta el punto de casi asesinarlo en varias ocasiones y entre otras cosas más. Además él quería nuestra atención porqué siempre lo ignoramos -respondí algo nerviosa. -realmente espero no lo vayan a dejar solo
-no me digas que ese chico fue capaz de hacer eso -mencionó. -sabía que era difícil de creer, pero era la verdad
-sí, pero también tiene una enfermedad mental y problemas de socializar, psicológicos y más. Pero ya estamos tratando ese problema -le terminé de contar la verdad
-¡dios mío santo! Fue tu propio hijo que lo mato -dijo mi madre muy sorprendida. -tenía todo el derecho de estar asustada de él y lo comprendo
-sí, pero ya se esta comportando normal -le aseguré. -desde que ocurrió su venganza, ya no ha hecho nada malo
-¡es un monstruo! -gritó muy fuerte. -seguía asustada por lo que le conté
-shhh... No quiero que oiga que te conté la verdad, ya de por sí la familia de este José no lo quiere porque los insulto en el funeral -dije. -traté de hacer que dejará de gritar, para que este ***** no se diera cuenta que le había contado
-no se que decir sobre lo que me contaste, pero no lo quiero ver a ese niño -mencionó mi madre. -estaba muy molesta y mi plan de que lo aceptarán se había ido a la basura
-madre... No lo rechaces tu también, por eso él hizo todo eso porque lo dejaron sólo, además trato de que tenga una vida social y el cariño de su familia, pero todo se desmorona -le conté. -espero que mi suplicas la hagan entender
-pero... Yo tampoco puedo quererlo sí es un loco psicópata que busca matar a cualquier persona de la nada -recalcó mi madre. -creo que fue mala idea contarle la verdad
-por favor... Dale una oportunidad, sé que él hará lo mejor y no hará nada malo -le supliqué. -realmente buscaba que le dieran otra oportunidad
-esta bien, sólo porque tu me lo pides -respondió. -al final cedió y eso era algo bueno ya que les demostraría que mi hijo aun es buena persona
-gracias, mamá -conteste con una sonrisa en mi cara. -estaba muy feliz y no podía dejar de llorar
-y otra cosa, tu hermana va a venir a verte Ariadne y espero que no terminen en pelea ustedes dos -mencionó mi madre. -tenía tiempo que no la miraba y me hizo recodar la venganza de *****
-bien... Ya tengo que verla después de mucho tiempo -dije. -nunca nos hemos llevado bien, sin embargo, ante los ojos de los demás hemos sido grandes hermana.
Pasaron unos minutos, hasta que llego mi hermana menor, su nombre es Karen puede que sea odiosa conmigo, pero trato de sobrellevar las cosas con ella. Entonces me vio y saludó -querida Aria, es genial volver te a ver -trataba de estar feliz al verla
-hola ¿Cómo has estado? -la saludé. -era tan difícil fingir sentimientos que no tienes con esa persona
-bien, todo va de maravilla en mi vida y ¿a ti? -me preguntó. -Karen se notaba tan feliz, realmente había cambiado
-pues... Todo esta algo complicado por nuestros hijos, sin embargo mi relación con José va bien -contesté. -espero no contarle la verdad, aunque este ***** no le agrada mucho mi hermana
-y hablando de eso ¿Dónde están mi sobrino favorito y su otro clon? -menciono muy feliz esta Karen. -ella tenía a su sobrino favorito y para ironía del destino, era Daniel
-uno de ellos esta muerto... Y el otro esta bien -dije. -no lo pensé en decirlo
-¿muerto? ¡No puede ser, sí todos los querían mucho! ¿Cómo paso? -respondió mi hermana. -estaba muy sorprendida por la maestra
-es algo complicado de explicar, pero así pasaron las cosas y ahora sólo me queda este ***** -mencioné. -esta vez no quise contarle nada por ahora, tal vez hará que mi madre lo saqué de la casa
-que mal pero bueno, ahora te presentaré a mi novio querida Aria -dijo esta Karen muy feliz. -aunque fuera mi hermana, ella tenía mala suerte en conseguir pareja y por eso esta urgida en encontrar antes de que llegue a los 40
-¿quién es? -pregunté con tantas ansías. -era de las pocas veces que tenía pareja, recuerdo cuando me casé primero con José a los 17 (aunque me haya casado con él a esa edad, a mis dos hijos los tuve cuando tenía 24 años) esta Karen me odiaba, ya que ella siempre le gusto, pero él me había elegido a mi ante ella.
Antes de que Karen me respondiera apareció su novio, entonces me quede sorprendida porque era ese chico que yo amaba hace mucho tiempo, el padre verdadero de *****. Jamás creí que volvería a verlo en mi vida, pero ahí estaba. Honestamente no sabia como reaccionar ante él, pero ese no era mi único problema sino que él no sabía que tiene un hijo conmigo. Y sólo fingí una sonrisa mientras mi hermana nos presentaba. -bueno Agustín te presentó a Aria, pero su nombre es Ariadne, mi hermana mayor -dijo tan feliz. -yo trataba de fingir no conocerlo, pero mis sentimientos eran otros
Él sólo me miraba algo sorprendido, prácticamente se quedó en shock por varios segundos hasta que contesto -es un gusto conocer te, Ariadne -por suerte él también fingía no conocerme
-igualmente y ¿Cómo se conocieron tú y Karen? -le pregunté con un poco de curiosidad. -solo trataba de no verme como una pésima hermana
Antes de que él me contará, Karen me dijo -pues... Nos conocimos en la facultad, todo fue muy rápido sin embargo nos fuimos poco a poco con nuestra relación, por que él todavía estaba muy confundido por habernos conocido, pero al final nos gustamos y decidimos estar juntos -ella realmente estaba emocionada, aunque solo miraba a Agustín y se notaba nervioso
-que bueno, me alegra mucho -respondí. -yo solo seguía con mi sonrisa
-¿como van las cosas con tu marido? -me preguntó Karen. -supongo que lo preguntaba por envidia
-pues tratamos de sobrellevar la muerte de Daniel, los problemas y manías de *****, pero estamos bien -contesté. -en mi cabeza se escuchaba como la familia perfecta
-excelente y ahora ¿Dónde esta tu pequeño hijo? -mencionó. -ya me había olvidado de que ***** estaba escuchando todo o a lo mejor hizo el recorrido por la casa.
Antes de que pudiera responder, este ***** apareció, se quedaba mirando muy extraño. Creó que odia toda la convivencia y sólo esta ahí fingiendo alegría; aunque este triste por dentro.
Narra el asesino
Mi madre me miraba con algo de duda sobre mi actitud, sin embargo no puedo culparla porque ya no confía en mi desde ese día. Entonces mi madre me dijo -ven acá, saluda a tu tía -mi madre trataba de hacerme sentir mejor con la familia
Yo sólo fui hacia allá, y mi tía me saludó -hola... ¿Cómo has estado? -en su voz se oía algo de nervios y miedo al mismo tiempo, pero no debo culpar la. Es de siempre que todos me teman
-bien, gracias por preguntar y ¿Quién es él? -le pregunte. -durante este tiempo que llevo, había visto a la tía Karen con muchos novio
-es mi novio, tal vez sea tu futuro tío -contestó. -era la decima vez que oigo esto (sí que tiene muy mala suerte)
-como sea, al cabo que estas desesperada en casarte y escoges a cualquier tipo, sé que no quieres terminar soltera -mencioné cruelmente. -realmente alguien lo tenía que decir
-¡más respeto! Mocoso estúpido -gritó. -estaba molesta por mi inocente comentario, pero es la realidad de las cosas
-no es una falta de respeto, sino la verdad querida tía, pero para ser más honesto le tienes envidia a mi madre, porque se casó más antes que tu y por eso la odias, que irónica puede ser la vida... Pero no siempre podemos obtener lo que queremos -le mencioné tan atentamente posible. -me divertía tanto hacerla quedar en ridículo
-¡maldito imbécil! ¡Calla té de una jodida vez! -gritó fuertemente mi tía. -no pude evitar reírme más, ya que las cosas se pusieron muy divertidas.
Antes de que pudiera seguir con sus verdades, mi madre gritó -¡ya basta! Y deja de estar de grosero por una vez en tu vida -estaba molesta por humillar a la tía Karen, aunque le estoy haciendo un favor.
Yo la ignoré y le enseñé el dedo del medio a mi tía; mi madre se acercó a mi y me dijo -sí vuelves hacer eso, te juró que te daré una paliza, maldito chamaco del demonio -me hizo recordar al maldito de mi padre
-vaya, eso lo esperaba de mi padre que de ti. Sin embargo siempre existen posibilidades que que ocurra, al cabo que de todos modos me golpearán uno de ustedes dos -conteste sarcásticamente. -para mi sorpresa, mi madre ya había olvidado su amabilidad conmigo aunque yo provoqué que ocurriera.
Mi madre se acerco y me dio una cachetada muy fuerte. Y solo contestó -eso es para que aprendas a no ser grosero -solo puse mi mano en donde me golpeo y solo lloré
-no importa sí soy grosero, nunca les importó en su miserable vida -dije. -solo le recordé sus malditos tratos que recibí de ella en todo este tiempo
-¡vete de aquí! Y deja me sola maldito estúpido -gritó mi madre entre lágrimas. -si que estaba muy molesta conmigo, mi momento de diversión se había arruinado
-vayan se al infierno todos -conteste. -sé que lo sucedido estaba mal, aunque no entiendo porque mis padres quieren mejorar su relación conmigo después de todo lo que me hicieron.
Después salí de la casa, me senté bajo un árbol y para mi mala suerte la voz me volvió a hablar -por lo visto tu no aprendes a cerrar tu boca ante los demás -mencionó muy tranquilo. -no tenía tantas ganas de hablar con él
-ya tuve un día de regaños, ahora sigues tú -le comenté. -era idéntico a mis padres, pero por suerte no existía
-jamás entenderé porque insistes que las personas se alejen de ti, sí tu eres un chico tímido e inofensivo -recalco la voz. -había cosas que la voz no entendía sobre mi
-¡deja de decir eso! Ya no soy ese chico inofensivo que todos pueden humillar -grité. -estaba harto de que todos me vieran de esa manera.
La voz ya no dijo nada, entonces el novio de mi tía Karen se acerco y me saludó -hola ¿Cómo estas? Después de lo que te hizo Ari -al parecer no le afecto mucho que ofendiera a su mujer
-bien, como siempre y ¿Por qué le dices Ari a mi madre? -le pregunte. -era algo muy extraño, tal vez conocía a mi madre antes
-es su apodó, sé que tu madre es algo impaciente pero aún así no debes de tener un poco más de paciencia y no hacerla enojar -contestó Agustín. -él no parecía mala persona y no me juzgaba por lo que hice
-lo sé, pero a ella nunca la ofendí sólo dije algunas verdades de mi tía y todavía me faltaba mucho más -mencioné. -solo empecé a reírme de lo sucedido
-pues en cierta parte, me agrada que me dijeras eso y haciéndola que se enojé -comento. - Agustín trataba de evitar la risa
-me alegra mucho que te agrade que haya sido honesto sobre tu novia y sabes no suelo decir mucho esto pero me agradas -dije. -era de las pocas veces que me sentía a gusto con una persona
-tu también me agradas mucho, podemos ser amigos sí quieres -me sugirió. -era la primera vez que hablaba con una persona que le agradaba como yo era
-esta bien, jamás he tenido un amigo hasta ahora -mencioné. -estaba feliz, realmente nunca esperé tener un amigo
-me alegra mucho que seamos amigos y tu hermano ¿Dónde esta? -me preguntó. -supongo que no sabe nada sobre mi venganza
-esta muerto -dije felizmente. -no me incomodaba mucho hablar sobre la muerte de mi hermano
-a ok... Y ¿Quién lo mató? -volvió a preguntarme. -estaba tan atento escuchándome
-yo lo maté -conteste fríamente. -solo ruego que esto no impida ser amigos.
Agustín sólo me miraba algo muy sacado de onda. Sin embargo era la verdad y no le mentí, entonces me dijo -sabes creó que lo que me dices es algo tan raro y poco inusual, pero sí lo mataste ¿Por qué no estas en la cárcel? -por suerte no me odiaba como toda mi familia
-pues tengo esquizofrenia y no puedo ser juzgado por ese crimen, podían internarme en un manicomio; pero mi padre no quiso y acá estoy -le expliqué. -uno de los motivos de no estar en la cárcel
-bueno y ¿Qué paso después de haberlo matado? -dijo. -me alegraba que alguien estuviera interesado en saber de mi
-mis padres y toda la cuidad me odian, me corrieron de la secundaria, no tengo ningún amigo y nos mudamos a Starling -conteste. -no se escuchaba tan mal en mi mente
-que cambio tan fuerte -mencionó Agustín. -seguía sorprendido al contarle la verdad
-si, pero ya me acostumbre a todo eso -le aseguré. -solo tenía una sonrisa en mi cara.
Después de varios días que estuvimos en la casa de mi abuela, fueron muy estresantes para mi gusto. Sin embargo no tenía muchas opciones de quejarme, luego mi padre vino y nos llevo a mi madre y a mi a nuestra nueva casa, después de establecernos mi padre estaba decidido a meterme a la escuela y así lo hizo, honestamente no me negué a ir, sólo con la condición de que actuará normal y no matará a nadie en el camino.
Primer día de clases
Hoy era el primer día que entraba a la preparatoria, estaba algo nervioso porque podría hacer lo mismo nuevamente, pero trataría de controlarme un poco. Ya en la escuela todos me miraban, yo tenía una leve sonrisa en mi cara, pero aún así estaba algo nervioso por el simple hecho de que no conocía a nadie ni mucho menos ellos conocían ese oscuro pasado mío. Iba caminando por los pasillos de la prepa, cuando me tope de frente con una persona y hice que su libro cayera al piso; entonces lo miré de frente y era una chica, era muy linda, algo tímida y no tenia mucho que decir sobre ella. Luego me disculpé con ella -lo siento mucho, esta muy distraído... Deja me ayudarte -al principio me propuse a ser gentil con todos y ya no cometer los mismos errores
-no te preocupes, sólo fue un descuido mío -me aseguró. -se notaba algo nerviosa al verme, supongo que es la primera que habla con un chico
-esta bien, pero de verdad lo siento -dije. -mientras recogía su libro del suelo
-bueno... ¿Eres nuevo? -me preguntó la chica. -yo solo trataba de esconder mis nervios frente a ella
-sí, apenas me acabo de mudar a esta cuidad -respondí. -solo tenia una leve sonrisa en mi cara
-que bien, esperó que te guste estar aquí y por cierto mi nombre es Elizabeth Anaís -se presentó. -ella era muy linda conmigo y me hacía sentir aceptado
-es un gusto conocerte, soy ***** -mencioné. -mis nervios habían desaparecido
-genial, te puedo mostrar la escuela sí quieres -menciono Anaís. -era muy buena persona y se notaba que no juzgaba a las personas, pero no estaba seguro de contarle mi secreto
-esta bien, además no quiero perderme en estos instantes -dije. -aun era tímido para hablar, pero siento que me gustará estar aquí.
Anaís sólo se río de mí, y yo estaba un poco nervioso pero creó que podré lidiar con eso. Después de ese día ella y yo fuimos amigos trataba de que conociera lo bueno de mí y no lo malo, al parecer había comenzado de nuevo... Pero eso es el reflejo que todos miraban, porque en mi mente era otra cosa, siempre quería que ella estuviera bien y sin ningún problema así que trataba de proteger la de cualquiera que le quisiera hacer daño. Hasta que un año después de conocerla, yo creo que estaba empezando a obsesionar me con ella, porque... Pensaba que... Estaba... Enamo... De ella. Hasta para mi era difícil a similar que llegará en estas circunstancias de amarla tanto que haría cualquier cosa por ella, me sentía débil, mi lado malo se calmaba cuando ella estaba conmigo, era buena persona y la voz nunca me molestaba en esos instantes que pasaba con Anaís... Pero un día todo cambió para mí y fue lo peor que me ha pasado.