Para todos ustedes
"Cuando se vean a sí mismos, entiendan que ven al inconmensurable cielo transformado en vida, así que cuando observen las estrellas, recuerden que también fueron vida y lo volverán a ser en algún punto del tiempo"
Volumen I
Capítulo I
Leonardo era un joven a quien la gustaba mucho recostarse a imaginar cosas plagadas de fantasía, mundos lejanos, viajes por la galaxia preguntándose cada noche mientras veía el cielo ¿Qué hay más allá? ¿Estamos solos en el universo? ¿Cuál es el verdadero origen de la humanidad? Así como estas había miles de preguntas que se hacía antes de dormir, usualmente soñaba que estaba en el antiguo Egipto, soñaba con la Atlántida; que navegaba por el mar en un antiguo barco o que viajaba como trotamundos en lugares remotos. Sin embargo, cada día al despertar volvía a la realidad y el terrible mal de la cotidianidad que poco a poco acababa con él; le gustaba mucho leer sobre ciencia ficción, pero mantenía muy oculto todas estas aficiones ya que cualquiera podría llamarle loco, sin embargo él no estaba conforme con la realidad ya que día con día, noticias sobre homicidios, guerras, pestes y hambrunas, accidentes, robos y política lo tenía seriamente harto, a tal grado que comenzaba a escribir sus fantasías, los viajes en sus sueños en una libreta, con fecha y hora; para tener un registro y posteriormente poder crear algún tipo de libro de fantasía, sería la única forma cuerda en la que podría compartir todo lo que él sentía sin que lo llamasen loco.
Su mejor amigo León sabia parte de sus disparates ya que de cierta forma él siempre se sintió ajeno a los gustos convencionales de las personas de su edad, a los 23 años, era común que visitara discotecas, que saliera de paseo y demás cosas; sin embargo, el apreciaba mucho leer, le atraía mucho la historia antigua, siempre para él fue un gran misterio el origen de la humanidad, él y Leonardo discutían mucho sobre las posibles hipótesis del origen de la vida, llegando desde la teoría de la creación bíblica hasta la posible panspermia.
Eran un par de intelectuales pero a diferencia de Leonardo, León tenía más puestos los pies en la tierra, sabía que no debía faltar a trabajar, sabía que su triste rutina cotidiana era la única forma en la que podría vivir, sin embargo estaba inconforme, sabía que había algo más en la vida, algo más grande que esa patética forma de vivir.
Ambos jóvenes se reunían al menos una vez por semana, con el objetivo de hablar de cosas interesantes, ya sea de lecturas; temas actuales o del pasado que aún no tienen explicación, como por ejemplo, si la humanidad es la única forma de vida inteligente en el universo. Sabían que podían hablar libremente de estos temas ya que ninguno de los dos era un creyente ferviente, sabían, que la religión y sus dogmas bloqueaban todo tipo de forma de libre pensar, sin embargo no significa que ellos repudiaran la religión, consideraban que era necesaria y siempre ha existido como factor común en todas las civilizaciones, desde los inicios de la humanidad hasta el momento, sin embargo se había distorsionado y había perdido su objetivo principal, hacer crecer espiritualmente a las personas.
Así mismo, León tenía en su círculo de amigos, algunos con los cuales podía hablar libremente sin temor a entrar en tabús ni en dogmas, consideraba mucho que la política, la moda y las demás cosas eran algo que amarraba y nublaba la visión de las personas a lo que realmente importaba, claro que no era perfecto ya que muchas veces el mismo aceptaba que caía en estas cosas, no era malo ya que servía para distraerse una poco y alejarse de los problemas cotidianos.
Leonardo por su parte era muy reservado, vivía en un pequeño apartamento en el que solo tenía una cama, una radio, un televisor; su escritorio y computadora y una pequeño estante con libros, trabajaba en su apartamento, tenía un blog en el cual escribía sobre los temas que discutía con León, era bastante popular en algunos círculos de eruditos ya que mediante varias hipótesis o teorías daba un poco más de sentido a temas que trataban dentro del blog.
Entre los temas que más le llamaba la atención eran las teorías de conspiración, ya que son cosas que gobiernos como organizaciones y hasta sociedades secretas trataban de guardar a modo que el resto de la humanidad no supiera, sin embargo, él sabía que nada está perfectamente oculto; había creado una fuerte cadena de contactos con los que podía intercambiar información sobre cualquier tipo de tema.
Cierta noche, mientras Leonardo escribía en su blog sobre el fenómeno OVNI, un tema muy desgastado para quienes son amantes de teorías de conspiración un comentario en su muro apareció un mensaje con una dirección electrónica, la cual indicaba que ahí había información suficiente sobre el tema. Dudó mucho en dar clic sobre el link, se desconectó del internet y apago su computadora. Tras unos momentos hablando consigo mismo decidió llamar a León.
-¿Qué piensas sobre el fenómeno OVNI?- pregunto toscamente sin rodeos
-Hola buenas noches mi amigo, ¿cómo has estado? yo bien muchas gracias, tratando de sobrellevar el día a día- Respondió sarcásticamente León.
-No tengo tiempo para eso, quiero saber qué idea tienes sobre eso- apresuro al conversación Leonardo.
-Pues a decir verdad, no mucho, me parece una bola de patrañas, pues cada vez que leo al respecto hablan sobre fuentes espirituales, planos de la quinta o sexta dimensión, cosas de chacras, despertar del alma, energías cósmicas y todo eso- respondió tajante y con un tono un poco burlesco.
-¿Entonces podrías decir que es una completa mentira?- pregunto Leonardo –No puedo decir que si, o no; simplemente yo no lo creo, al menos no todos los inventos sobre energías cósmicas y demás- respondió nuevamente su amigo.
-Simplemente no me lo creo, suena inventos de hippies locos, creo que podría creerlo luego de haberme inyectado algún tipo de súper droga alucinógena que me saque de la realidad y si existe quiero un poco- continuo León mientras soltaba una carcajada
Mientras hablaban Leonardo explicó que en su blog había surgido el tema sobre los extraterrestres, era algo muy común en ese tipo de sitios, en los que la gente puede hablar con libertad sobre cualquier cosa, sin embargo siempre existen personas escépticas que se niegan a creer, explicó que no comprendía por qué hablar del fenómeno OVNI, la gente siempre llevaba al tema la espiritualidad, la esencia, las energías cósmicas, fue cuando intervino una idea de León, - ¿Y qué tal si, simplemente no podemos comprender con nuestra escaza capacidad de raciocinio todo lo que engloba dicho tema?- pregunto a lo cual Leonardo asombrado dijo que tenía sentido si en tal caso fuésemos aun una raza muy primitiva para los niveles cognitivos que todo el tema podría abarcar. Inmediatamente agradeció a su amigo, prendió su computadora y continúo escribiendo su artículo.
Hay que reconocer que en más de algún momento de nuestras vidas hemos tenido curiosidad de saber más de estos temas, sin embargo es muy difícil creer en un mundo donde ahora no se sabe que es verdad y que es mentira, por esa misma razón León se negaba a creer ese tipo de cosas, claro que existía la posibilidad de que fuese verdad, como también de que fuese una gran mentira. Sin embargo era algo que no le quitaría el sueño así que su vida siguió como normalmente pasa con muchos de nosotros al encontrar un tema de nuestro interés.
Leonardo comento a su amigo que realizaría una investigación profunda sobre el fenómeno OVNI, advirtiendo que posiblemente no podrían verse una vez por semana como acostumbraban, sin embargo que le podría dar las primicias de sus hallazgos ya que tras haber ingresado a un sitio web muy interesante que contenía mucha información sobre contactos y demás cosas relacionadas a extraterrestres consideraba que había mucho material del cual extraer para su pr����xima publicación en el blog. Pasaron los días y Leonardo no llamo a su amigo, esto ya era signo de preocupación ya que León consideraba que era necesario que su Leonardo saliera a tomar un poco de aire, sin embargo él se negaba, afirmaba que su trabajo era muy importante.
Parecía extraño que un tema tan trillado y hasta risible invadiera de pasión a Leonardo, todas esas cosas de gente con sombreros de pirámides, hippies drogadictos y personas bailando tomados de la mano alrededor de un platillo volador no era una algo muy grato para el gusto de las personas particulares, pero era lo que había despertado el interés del joven. Nadie podía sacarlo de su extraño mundo ya, se había vuelto una obsesión, a tal grado que con tal investigación paso un mes sin ver a nadie.
La situación había alarmado un poco a León quien estaba preocupado por lo que le ocurría a su amigo, estaba bien que le interesara un tema, pero había dejado todo de lado por su nueva investigación, cada vez que trataba de hablar con él, lo único que tenía en la cabeza era este tema OVNI. Hasta cierto punto, el tema parecía ya molestar a León cada vez que su amigo hablaba del tema, por lo tanto trato las pocas veces que hablaba con el de abordar sobre su trabajo y así evitar una segura pelea.
Poco a poco Leonardo se perdía dentro del mar de información frente a su computadora, por las noches salía a la azotea del edificio de apartamentos y veía por horas el cielo nocturno, sin decir nada, regresaba y continuaba buscando información en la red. Con el paso del tiempo el reducía sus horas de sueño si no era en busca de información era en la noche viendo las estrellas. Poco a poco su amigo lo consideraba cada vez más fuera de la realidad y a un paso del manicomio pues comenzó a hablar de fuerzas malignas que envolvían al mundo, disparates sobre que existían al menos 57 especies de extraterrestres, que los gobiernos del mundo lo sabían y que era cuestión de tiempo para que algo grande pasara, sin embargo, entre más sabia al respecto, menos le creían sus contactos empezaron a dejar de seguir su blog y luego empezó únicamente a hablar sobre eso, se volvió una obsesión que ya no podía controlar.
Una mañana León fue a visitarlo a su apartamento, cuando llego se dio cuenta que no había dormido al menos por una semana, su rostro reflejaba un cansancio tremendo, ojeras muy pronunciadas y su voz débil hacía muy claro que él no estaba muy bien, lo obligo a ir a recostarse un rato, le dijo que no podía pasar más tiempo así; era necesario que descansara aunque sea un poco. Leonardo accedió ya que realmente estaba muy cansado, mientras dormía, León aprovecho para dar un vistazo a la computadora y lo que posiblemente había encontrado, descubrió que muchos de los documentos y archivos que había descargado provenían de la Deep Web y que su ordenador era completamente diferente a los programas o sistemas operativos convencionales, había descargado tanta información que en una computadora de última generación no podría caber. Reviso los registros de conexión y dio con varios sitios Web en los que detallaba cosas no sobre el fenómeno OVNI si no que informes relacionados a descubrimientos arqueológicos e historia antigua. Todo esto fue sorprendente ya que en las pocas veces que converso con él antes de la visita solo hablaba de extraterrestres y vida en otros planetas, pero para lo que había investigado, no había relación alguna, aprovecho para copiar en su teléfono algunos archivos que le parecieron interesantes.
Pasadas unas horas Leonardo despertó bastante reanimado y le dijo a León que era mejor que se fuera ya que debía continuar en su investigación y él lo distraería, a lo cual respondió que quizá podría ayudarle y le dijo que no estaba preparado para lo que podría llegar a encontrar, que mejor lo dejara solo.
-¡No puedo creer que digas eso!- Reclamó León mientras agarraba sus cosas y se disponía a marcharse.
-No es por el hecho que no necesite tu ayuda, es porque quizá no estés listo para lo que encuentre, pero cuando sepa lo que busco; te voy a avisar lo más pronto posible- respondió Leonardo aun con la voz muy débil mientras cerraba la puerta detrás de su amigo quien se marchaba ya no tan molesto.
La espina de la curiosidad se arraigó muy profundo en la mente de León quien aun con la duda de lo que realmente investigaba su amigo, ya que no tenía nada en absoluto que ver con el fenómeno OVNI, sin embargo esa noche tras una serie de conjeturas y de preguntas sin respuesta durmió esperando con ansias las posibles respuestas a todas sus incógnitas. Siempre se supo que Leonardo era alguien muy singular, sin embargo esa singularidad se había convertido en un poco de locura a los ojos de León, ya que todo el asunto de su investigación empezaba a verse un poco fuera de control ya que no era el mismo de antes, algo había hecho que la búsqueda de respuestas absorbiera todo el tiempo del muchacho, pero ¿Qué podría ser tan importante? ¿Qué es aquello a lo que se estaba acercando? y más importante aún ¿Preparado para qué?
-Ni siquiera sabe lo que busca- decía entre dientes mientras bajaba las gradas con cierto grado de disgusto en su rostro, - Además no se puede encontrar más allá de esas locuras sobre marcianos y hombrecitos verdes- se decía una y otra vez, sin embargo algo lo tenía con cierto interés ya que muchos de los archivos que encontró en la computadora no tenían nada que ver con extraterrestres sino más bien, con el origen de la vida y demás temas que rodeaban este misterio; pero algo que aún lo tuvo más intrigado fue el nuevo sistema de su computadora, ¿Cómo demonios hizo para conseguir algo semejante? nunca había visto algo así, algo definitivamente no estaba bien y llegaría al fondo del asunto, ¿Qué era tan importante como para dejar todo de lado?
......…
Pasaron al menos 3 meses en los cuales ninguno de los amigos se habló, el trabajo de León lo había absorbido casi por completo, él trabajaba en una empresa consultora de inversiones, y su último trabajo había resultado bastante oportuno con una serie de inversiones en programas de seguros a empresas de bienes raíces ya que en varias zonas del país había habido una serie de abandonos de propiedades por la situación de delincuencia que día a día aumentaba, pues las pandillas hacia unos años atrás habían cobrado fuerza y comenzaban a extorsionar a los habitantes de algunas residenciales y colonias, por lo cual incluyo en un proyecto habitacional un nuevo sistema de viviendas urbanas privadas a bajo costo ya que muchas de las personas eran de escasos recursos o posiblemente no tenían una gran capacidad adquisitiva, así que la empresa de bienes raíces que emprendió el proyecto se vio fuertemente beneficiada ya que viviendas a bajo costo, seguras y que aparte de que las familias paguen por completo su vivienda aun deberán pagar por los servicios de seguridad aumento los ingresos no solo de la empresa de bienes raíces si no que beneficio a una compañía de seguridad y a otra empresa constructora a largo plazo significaba que ganarían un 150 por ciento más de su inversión original lo cual resulto muy fructífero para la empresa a la que trabajaba el joven, quien fue recomendado para viajar al extranjero a una serie de capacitaciones sobre inversiones de alto riesgo. Fue un gran logro para alguien que con una idea logro tanto, pues idear cosas era una de las mejores virtudes de León, debido a esto él se esforzó durante el periodo de las capacitaciones, la cual tras un periodo de un mes termino.
La empresa para la que trabajaba le dio como bono una semana de vacaciones pagadas en Francia, pues de una u otra forma su jefe el Señor Vides había estado de acuerdo en que con un incentivo para el muchacho este respondería mejor, pues el proyecto que tenía en mente era expandir la empresa a nivel internacional y la mejor manera de hacerlo era llevando a los mejores consultores fuera del país a verificar un poco el terreno. Le��n no desaprovecho la oportunidad para ir a conocer el país, al menos la ciudad; pues era muy grande, como es lógico, provenía de un país pequeño el cual podía cruzarse de punta a punta en menos de un día. Acostumbrado a estas distancias cortas, le asombro mucho el hecho de que se necesitara ir en avión para viajar a otras ciudades, aunque el tren era otra de las opciones, le gustaba ver las posibilidades.
Aunque parezca cliché de las películas románticas conoció a una mujer mientras hacía de turista sin embargo su encuentro fue todo menos romántico. Caminando por las calles de París distraído por la belleza de la ciudad no se percató que una motocicleta se dirigía directo a él, el golpe era inminente sin embargo un brazo fuerte lo tomo por el pantalón y lo lanzo de regreso a la acera – ¡Putain de merde! regarde où vous marchez- gritó el motociclista reclamando a León por andar muy distraído por la calle.
-Deberías fijarte mejor por donde caminas, estas calles son muy concurridas- dijo una voz femenina bastante profunda mientras lo tomaba por el brazo, para su sorpresa, fue la misma que lo había sacado de la calle.
-No creía que tuvieras tanta fuerza- respondió mientras se incorporaba – Por cierto, muchas gracias, te debo la vida- agradeció a la mujer desconocida, quien por cierto era muy hermosa.
-No hay por qué agradecer, es mi… - calló rápidamente interrumpiendo lo que iba a decir.
-¿Perdón?- trato de continuar León.
-Nada, me cuesta un poco hablar español- Continuo la mujer.
-Por cierto me llamo León- se presentó con una afable sonrisa
-Claire- respondió recogiéndose el cabello – mucho gusto- continuó.
-Bueno, estaba pensando si podría invitarte a un café o algo- pregunto tímidamente León.
-No es necesario, gracias- respondió Claire - ¡Por favor! me salvaste del motociclista endiablado creo que es lo menos que podría hacer en agradecimiento- continuo insistiendo León.
Así pasaron la tarde conversando en un café de París, él le contó de cómo había llegado ahí, ella pareció bastante distraída, sin embargo había puesto atención a todo lo que le había relatado ya que comenzó a preguntar sobre algún plan a futuro o sobre sus pasatiempos, fue una buena y larga charla. Se despidieron y decidieron encontrarse al día siguiente en el mismo lugar del accidente. Claire era una mujer de metro setenta, cabello castaño claro, ojos azules y piel clara bien cuidada, de unos 25 años al menos, bastante atlética y manejaba muy bien el inglés y recién aprendió el español, conversaron sobre muchas cosas sin embargo algo que llamo mucho la atención de Claire fue que brevemente le comento que le gustaba mucho sentarse por las noches a ver el cielo, especialmente si este estaba despejado.
-Conozco un buen lugar para ver el cielo despejado- comentó Claire
-¿De verdad?- Pregunto sorprendido y emocionado León.
-Si hay que ir un poco a las afueras de la ciudad para poder ver mejor- le comento también que posiblemente se podría ver muy bien ya que esa noche no habría luna.
Al caer la noche se sentaron en el césped de un parque mientras observaban el cielo nocturno pudieron ver que claramente varias constelaciones y estrellas que normalmente en la ciudad no pueden apreciarse, pasaron contemplando el firmamento y mientras lo hacían, ella le pregunto si sentía que había algo más allá de lo que conocíamos, una pregunta muy familiar que le recordó mucho a su amigo Leonardo en sus reuniones en las cuales se sentaban a discutir, sin embargo él dijo que le gustaría creer eso, sin embargo esa sería una de tantas cuestiones que nunca podrían averiguar, ya que era algo muy complicado de discutir. Ella un poco desanimada desistió continuar tratando de hablar temas relacionados a lo que él consideraba como demasiado lejos de la realidad.
Claire notaba que había algo que ocupaba un poco la mente de León a lo cual ella pregunto si todo estaba bien –La verdad es que todo está bien, pero tengo un amigo que desde hace un tiempo atrás se ha obsesionado en busca de respuestas para una investigación personal que lleva a cabo- contó en voz baja y desanimada.
-¿Es eso malo?- pregunto Claire
-Pues al inicio no, pero luego empezó a dejar de dormir, ya no salía de su apartamento, pasaba horas y horas sentado leyendo cosas, buscando información, no sé, tenía un comportamiento bastante raro- continuo relatándole mientras veía hacia el cielo.
-¿De qué trataba la investigación?- pregunto tratando de averiguar el origen del problema de su nuevo amigo.
-Pues te va a parecer una estupidez- continuó tímidamente León
– Vamos, no creo que sea tan malo- interrumpió Claire.
-Pues trataba sobre el fenómeno OVNI, realmente no creo que llegue a ningún lugar, puesto que empezaba a ver temas sobre espiritualidad, energías, dimensiones; en fin, una sarta de patrañas que a mi criterio son puras idioteces- concluyo mientras fruncía su seño notándose que le molestaba ese tipo de afición que consideraba muy inverosímil.
-Te has puesto a pensar, que ¿Si fuera todo mentira, tu amigo no estaría tan obsesionado con eso?- cuestiono Claire mientras ella alzo su vista al cielo para ver las estrellas.
León quedo muy impactado ya que en cierta forma tiene mucho sentido lo que ella había dicho, se puso a pensar que algo había descubierto, sin embargo después de haber visto como era el estado mental de Leonardo en su última visita, aun ponía en duda la credibilidad de éste. –No creo que encuentra algo que por tantos años agencias de inteligencia y demás no hayan descubierto ya- continuo mientras se encogía de hombros y daba un suspiro de resignación.
-Creo que deberías dejar tu mente abierta a las posibilidades- concluyó Claire mientras sonreía y se incorporaba a ver las estrellas.
.........….
Tras haber pasado la semana de vacaciones, León tuvo que despedirse de Claire, acordaron mantenerse en contacto, pues le había parecido una persona muy interesante, reservada; pero fascinante. Mientras estaba en el avión, no dejaba de pensar en aquella mujer que le salvo la vida de un motociclista malhumorado que casi lo atropellaba, no la conocía como él deseaba, pero definitivamente, en su mente; ella ocupo la mayor parte del viaje.
Al aterrizar, rápidamente entro de nuevo en una posición en la que su trabajo ocupaba toda su atención, olvido a Claire y sus vacaciones, mientras el taxi lo llevaba de vuelta a su apartamento, pensaba en que otra estrategia de negocios podría funcionar, sin embargo se dio cuenta que no serviría planificar una si no sabe a qué situación se enfrenta, dejando de lado las preocupaciones rutinarias, decidió relajarse un poco antes de volver a su rutina, que a pesar de ser exitosa, sabía que era destructiva de una u otra forma, que existía algo más grande en algún lugar. Al llegar a su apartamento, dejo sus maletas en el piso, se tiró sobre la cama y trato de dormir un poco, pero las palabras de Claire daban vueltas en su cabeza ¿Qué había tratado de decir con eso? "Deberías dejar tu mente abierta a las posibilidades" -Quizá quería decir que de cierta forma todo es posible, o quizá…- mientras se restregaba la cara recostada en su cama inevitablemente quedo dormido, profundamente dormido.
......…
5:00AM la alarma de su despertador sonaba más fuerte que nunca, León se despertó bruscamente y una agudo dolor de cabeza lo ataco inmediatamente, con mucho esfuerzo se logró levantar de la cama, era una migraña considerable, pues el sentido del equilibrio le fallaba, fue al baño en busca de algún analgésico, mientras veía en el espejo, imágenes difusas venían a su mente, sin embargo no lograba distinguir, no podía pensar en eso, debía tratar su dolor de cabeza, tomo un par de píldoras y un vaso con agua, se volvió a recostar en la cama, esperando a que le pasara, luego de unos minutos, habían surtido efecto; se alisto para ir a trabajar, tomo un taxi y se dirigió a su oficina.
Al llegar a la recepción, se top�� con su jefe quien le preguntó si se sentía mejor, León imaginando que se refería a su migraña de la mañana, afirmo que ya estaba mejor y que no había necesidad de preocuparse.
-Me tome un par de analgésicos en la mañana, ya estoy mejor gracias- respondió afablemente
-¡Pero qué bromista!- replicó su jefe soltando una sonora carcajada
-¿Me perdí de algo?- pregunto León
-Sí un amigo tuyo llamo, dijo que no te sentías muy bien de salud- Explicó su jefe –Pero ya te sientes mejor ¿Cierto?- continuó mientras recogía unos papeles que la secretaria le entregaba.
-¿Un amigo le llamo?- pregunto nuevamente
-Sí, dijo que el viaje te había enfermado un poco pero nada grave- respondió su jefe, el señor Vides. –Parece que no estás hecho para los viajes largos ¿No crees?- continuo mientras se dirigía a su despacho.
-Eso creo- dijo León con una sonrisa mientras caminaba a su cubículo.
Desde pequeño León nunca ha tenido problemas con viajes largos, él lo sabía, continuamente viajaba a varios lugares con su padre y nunca tuvo problemas de mareo, pero quien le habría llamado al jefe avisando que se ausentaría dos días, y más importante aún era ¿Qué demonios había pasado en esos dos días? definitivamente, algo no estaba bien. Mientras hacia su papeleo y preparaba un informa, algo no lo dejaba continuar, ¿Qué rayos está pasando? no comprendía que había sucedido, lo único que recuerda era que regreso al aeropuerto y luego se durmió, pero ¿Cómo pude dormir dos días enteros? se decía a sí mismo una y otra vez, disimulaba su preocupación mientras trabajaba en su informe, sin embargo esas preguntas inundaban mucho su mente.
Al momento del almuerzo antes de salir, pregunto a Carmen, la chica de la recepción si la persona que había hablado por él, había dejado nombre.
-Sí- contesto Carmen- Fue un tal Leonardo- continuo -martes en la noche llamo alguien avisando que no te sentías bien de salud-
Pensativo y sorprendido, León agradeció la información y dijo que regresaría en una hora, al salir de la oficina, busco un taxi y de inmediato se dirigió a la casa de su amigo. Con mil preguntas en su cabeza, no podía pensar claramente, no entendía que estaba ocurriendo y definitivamente sabía que encontraría respuestas de lo que pasaba si hablaba con Leonardo. Al llegar a su apartamento se dio cuenta, que Leonardo no estaba, no contestaba la puerta ni su teléfono, mucho menos su teléfono celular, muy molesto, León se vio obligado a preguntar a uno de sus vecinos si había visto a Leonardo.
-El, hace tiempo que no vive aquí- dijo una tímida voz.
-¿Cómo?- volvió a ver León, era una señora de unos 67 años de edad que con la puerta entre abierta y con un poco de temor.
-Sí la persona que vivía ahí se metió en unos problemas con unos pandilleros de la zona, creo que huyo y posiblemente lo mataron- continuo mientras con mucho temor veía hacia todos lados como si alguien estuviera acechándola.
-Pero ¿Cuándo paso eso?- pregunto nuevamente León- ¿No sabe si se llevó sus cosas?- continuo tratando de sacar respuestas- ¿Sabe a dónde fue?- insistiendo mientras la señora le decía que era mejor que se fuera cerrando la puerta inmediatamente.
Ahora realmente confundido y molesto, no sabía qué hacer, no entendía, primero inconsciente por dos días, luego su amigo que en tres meses no veía llamaba para informar que se ausentaría esos dos días, y los únicos que sabían que llegaría el martes en la noche era el jefe y los sujetos que trabajaban en la aerolínea. Algo definitivamente no encajaba en esta escena, decidido a llegar al fondo del asunto, bajo las gradas del edificio, pensando en la forma en la que resolvería este asunto, no se percató que alguien lo estaba observando.
-Empieza sacándote el teléfono "morro"- dijo una tosca voz interrumpiendo sus pensamientos y bajándolo a la realidad de golpe.
-¿Cómo?- pregunto desubicado León
-¡Qué te pases el celular y la billetera!- respondió de forma violenta un individuo armado con pinta de pandillero cortándole el paso de las gradas.
-Ok, ok, tranquilo, aquí está todo- respondió muy nervioso entregando todo lo que tenía.
-Mejor te vas pegando al zafada "hijueputa"- le indico el pandillero mientras le arrebataba sus pertenencias- si no andás ganas de que te demos plomo entre todos- continuó diciendo mientras león bajaba rápidamente las gradas.
-Si llamás a la policía vamos a ir por vos y te vamos a dar corte "hijueputa"- grito el pandillero mientras León lleno de pánico intentaba ver hacia dónde dirigirse para estar a salvo.
Pasada una media hora después del percance, León muy molesto, pro todo lo que había pasado; no había perdido si impulso de averiguar lo que había pasado con él, con Leonardo, sin embargo no paraba de maldecir a aquel sujeto y sus acompañantes que lo habían robado, sin embargo no podía hacer nada, tenían su identificación y dirección, hasta cierto punto sabía que su vida corría peligro en caso de que intentara tanto avisar a la policía como tomar acción por su propia cuenta, primeramente no tenía el valor, segundo, las autoridades no podían hacer nada, desde que en 2014 aprobaran una ley en la que permitían matar para defenderse a sí mismos el gobierno y los cuerpos de seguridad nacional tácitamente afirmaban que era una situación que ya no podían controlar y era cada ciudadano por su cuenta. El recordó entonces lo mucho que aborrecía ese lado de su país, la delincuencia se hacía más fuerte cada día y recordaba cuando en sus días en la Universidad hablaba sobre algún día poder cambiar las cosas, la situación muchas veces y aun hoy en día lo hacían creer que matar a todos los criminales, a todos los pandilleros; en ese momento odiaba hasta a su propia sombra.
Mientras maldecía a la sociedad, a los asaltantes, a las autoridades, al gobierno, al presidente y a la ardilla que en ese momento pasaba sobre una rama en el árbol que estaba a la par de él, no tenía idea de dónde empezar o que hacer en ese momento. Camino por una hora y media hasta llegar a su trabajo, Carmen, de la recepción pregunto:
-¿Estás bien?-
-De maravilla- contesto molesto León.
-Pareciera como si te asaltaron y te toco regresar a pie desde Dios sabe dónde- continuo mientras bromeaba Carmen.
-¿Verdad?- Contesto con un tono sarcástico mientras se dirigía a su cubículo -Voy a terminar el informe para el señor Vides ok-.
Inmediatamente se ubicó y llamo al banco para informar del robo de su tarjeta de crédito y luego a la compañía de teléfono para que hicieran el procedimiento de bloqueo respectivo, luego hablo con el jefe quien le prestó un poco de dinero para regresar a casa, no sin antes avisarle que tendría el informe listo para mañana, luego regreso a su cubículo. Sentado en su puesto, no se percató que el tiempo pasó, trabajo en su informe y reviso varios documentos hasta el cansancio a tal punto que era el último en quedarse, eran únicamente él y el conserje quienes estaban en todo el edificio, a excepción de los guardias de seguridad.
......…..
Al fin, termino su informe para entregar, el reloj marcaba las 11:00PM y ahora definitivamente era hora de irse, sabía que puesto que la situación era algo peligrosa así que volvió a pedir un taxi de regreso, en el camino, pensativo sobre todo lo que había pasado en un solo día, consideraba que era demasiado para molestarse a meditarlo, pero un pequeño inconveniente; el dinero no alcanzaba para dejarlo exactamente donde vivía.
-¿Qué?- pregunto alarmado León.
-Sí joven, mire que si lo dejo hasta su casa le voy a cobrar $7 extra- explico el conductor.
-¡Pero si me dijo que no había problema!- reclamo León.
-Mire le dije que lo dejaría cerca y aquí está cerca- dijo molesto el conductor
-¿Y si le pago cuando lleguemos?- pregunto el joven
-¿Acaso cree que soy estúpido?- contesto el conductor
-Bueno- titubeó León antes de continuar.
-¡Bájese de mi taxi ya!- exclamó el conductor molesto mientras León igual de molesto se bajaba azotando la puerta del taxi. -¡Imbécil!- grito el conductor mientras se alejaba a toda velocidad.
Estaba en un barrio oscuro, con pinta de peligroso y debía atravesarlo para llegar a la zona donde vivía, caminando con un poco de miedo por esas calles, a paso largo; sabía que estaba completamente expuesto, veía hacia todos lados, vigilaba las esquinas mientras caminaba, constante mente miraba hacia atrás, a pesar de que no había nadie, no descartaba el hecho que podrían volver a aparecer asaltantes o pandilleros en cualquier momento, ya que era un blanco fácil. Algo que definitivamente no pretendía volver a dejar que ocurriera sin embargo nadie puede controlar o saber qué es lo que va a pasar, de manera que mientras él veía para atrás asegurándose que no lo siguieran una voz rompió el silencio de la calle.
-¿No sabes que ya es tarde para andar en la calle?- dijo una voz extraña
-Si, por eso ya me voy a mi casa- contesto León sorprendido y asustado nuevamente
-¿Te llevamos?- dijo el dueño de esa voz extraña quien resultó ser un pandillero para sorpresa de León –Nunca te habíamos visto por aquí, no andas con la otra ¿Verdad?- pregunto el sujeto en alusión a la pandilla rival.
-No, no para nada- respondió con la voz temblorosa mientras seguía caminando evadiendo a los sujetos.
-¿Para dónde vas?- pregunto nuevamente-No hemos terminado de hablar- dijo otro sujeto que le seguía.
-Ya no tengo nada, me asaltaron temprano y me quitaron todo, no tengo nada que darles ya- respondió León ocultando el miedo, sabía que si les demostraba que estaba asustado lo acosarían más, quizá en ese momento no lo pensó, pero los pandilleros sabían que la gente les tenía miedo, estaba decidido a hacer algo al respecto, pero justo en su posición, no había ninguna posibilidad de ganarles si se enfrentaba, además probablemente ellos estaban armados y obviamente el no.
-Se me hace que estás con los de la otra- dijo el pandillero aferrándolo del brazo- Hay que picarlo todo para que entiendan- argumentaba su compañero mientras sacaba su arma.
-¡Qué no soy marero!- gritó León mientras empujaba al que lo tomo por el brazo, el grito fue muy fuerte y las luces en la zona donde estaban empezaron a encenderse, algunos curiosos se asomaban por la ventana para ver que estaba pasando, en ese preciso momento, el otro pandillero apuntaba su arma hacia León, quien al ver la acción tomo por el brazo al que lo tenía sujetado por el brazo poniéndolo frente a él como escudo. – ¡Les dije bola de pendejos que no soy marero!- gritó León a los sujetos que lo amenazaban.
-Hoy si te vas a morir "hijueputa"- dijo el pandillero a quien había tomado por el brazo León.
-¡Te voy a dar plomo carbón!- grito el pandillero que le apuntaba con el arma.
León no podía creer lo que estaba pasando, era una situación en la que sabía que moriría, cerro fuertemente los ojos, esperando el disparo, resignado a que ya no podía hacer nada, molesto, frustrado, todo parecía ya no tener sentido, la sensación de que la vida pasa frente a los ojos de uno era exactamente la mejor descripción de lo que en ese momento pasaba por su mente, trataba de recordar algo antes de que su momento llegara, otro pensamiento llego a él, cuando era niño recordó que deseaba tener algún súper poder para combatir el crimen, pero sabía que era imposible, solo pasaba en historietas y películas, sin embargo algo vino a su mente, y su cerebro reprodujo todos los impulsos instintivos que en ese momento explotaron dentro de él.
-¡POLICIA!- gritó mientras se inclinaba hacia adelante.
-¡Mierda!- exclamo el pandillero armado mientras veía para atrás por la posible patrulla que estaría en la esquina de la cuadra.
Un empujón al pandillero que tenia del brazo León lo descolocó mientras el otro que estaba armado y se había distraído viendo hacia atrás reaccionaba, únicamente vio una mano acercándose a él, León, había reaccionado de una forma que ellos no esperaban, golpeando la cara del pandillero y con la otra tomando la mano con la que sostenía el arma la cual se disparó por la reacción del mismo, un movimiento rápido y violento tumbo al individuo que soltó el arma, en ese momento no sabía si correr o quedarse y pelear, nunca imagino que llegaría tan lejos, mientras se decidía si huir o pelear, uno de los pandilleros se abalanzaba sobre el arma, a lo que León respondió con una fuerte patada al rostro, tomo el arma y salió corriendo en dirección a su casa, los pandilleros gritaban llamando a sus amigos para que atraparan a León quien sab��a que si seguía corriendo en esa dirección, darían rápidamente con él, de tal manera que corrió bruscamente en otra dirección con la intención que los pandilleros lo vieran, corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a un pequeño parque, un poco desubicado, trato de ver hacia dónde dirigirse, corrió hacia el norte, estaba quizá a 10 minutos a pie de su casa, pero no se arriesgaría a que lo siguieran y lo encontraran, calculaba sin pensarlo todos los riesgos y posibilidades que podrían ocurrir, corrió y corrió, por el barrio hasta que llego a unos edificios multifamiliares, inmediatamente vio el alto riesgo que podría significar que los pandilleros también tuvieran presencia en él, por esa razón cambio de dirección, corrió hasta las afueras de la zona hasta llegar a una carretera, cuando se vio fuera de peligro camino, fatigado y sin aire, descanso unos minutos, considerando que podría estar bien ahora pero considero también que podrían haberlo seguido en vehículo así que empezó a ver de qué forma salía de la carretera, camino en durante la noche un buen tramo hasta que vio una gasolinera.
Sin más que poder hacer se quedó tras el establecimiento, escondido entre unos automóviles viejos en mantenimiento, paso ahí lo que quedaba de la noche, agotado del terrible día, pensaba una y otra vez ¿Por qué? ¿Por qué estas cosas le pasaban a él? y más importante aún todo en un solo día, en definitiva estaba más aliviado, ese había sido un día en verdad muy largo que le había dejado más preguntas que respuestas, cansado de tantas cosas que no podía entender, quedo completamente dormido mientras se apoyaba en la pared de la gasolinera.
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Mientras dormía, soñó que manejaba un automóvil, cruzaba el barrio peligroso del cual había escapado, a la vez disparaba al pavimento para llamar la atención; realmente un sueño muy vivido, incomprensible pero a la vez liberador, es como si la rabia dentro de él se soltara mientras dormía, pues dentro de sí sentía que era invencible, que los pandilleros y todo aquel que se le enfrentara no eran rivales pero luego despertó. Estaba en su apartamento, sucio, cansado y sin comprender que había pasado.
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