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Desde el más allá

🇨🇱yisel_uribe
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Synopsis
Elizabeth, una chica sin amigos, envuelta en los problemas con su madre y alejada de todo lo que la rodea. Sus padres sin saber que hacer con ella se mudan, desde ese entonces le empiezan a suceder hechos paranormales, su mente empieza a jugar con ella y descubrirá la verdad del pueblo en el que habita. Además de esto descubrirá su verdadero amor, lo que desatará una serie de problemas con ambas familias debido a la maldición que el chico posee, encontrándose ambos jóvenes con verdades ocultas hace años, ¿Podrán estar juntos? ¿Se librarán de los problemas?
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Chapter 1 - Capítulo 1

Aun lo recuerdo, era un día nublado, negro, como cuando el cielo amenaza con llover, sin embargo, no daba señales de que sucedería. Se preguntarán porque lo sabía, pues llevaba varias horas sentada en el auto de papá ya que nos estábamos mudando de casa, sonaba algo desgarrador para mí, nunca he sido muy sociable, me cuesta conocer gente y hacer amigos, por otra parte, nos mudamos para que mi padre deje de preocuparse tanto. El cree que cambiándonos de casa podré conseguir amigos pero las cosas no son tan fáciles como parecen, simplemente no soy ese tipo de persona.

Nos mudábamos pero en ese momento no tenía idea dónde íbamos, resulta que la casa en la qe viviríamos era heredada, además parece que me la habían heredado a mí. Aunque no sé quien me la hubiese dado, ni el por qué, se supone que conocía a toda la familia y nunca había estado por estos lados. O al menos eso creo.

Bueno, como siempre mi papá iba manejando, mi mamá en el asiento del copiloto aunque no sabe conducir, es algo ilógico, ¿Verdad? . Yo por mi parte iba sentada tras de papá, consta decir que tengo dos hermanos que mas bien parecen animalitos salvajes, Rita y Junior, ella estaba sentada a mi lado y Junior tras mamá. Cambiando de tema, soy la típica niña que le gusta escuchar música para todo, creo que se debe a la soledad en la que vivo, escucho música ya sea para viajar, comer o ir al baño.

Claro hay veces cuando viajo que Junior y yo contamos los autos que pasan por nuestros lados, pero este no era uno de esos días, ellos estaban como hipnotizados con sus tabletas y celulares.

_Tengo hambre. -dije de pronto. - ¿Cuánto falta para llegar a nuestra nueva casa?

_Sé que tienes hambre Elizabeth. -dijo mamá, pero el tono en que lo dijo no me gusto.

_Ela o Beth mamá. -la verdad no me gusta mi nombre, es muy formal y bueno solo tengo 17 años, así que prefiero que me digan de esas maneras.

_Pues lo siento Elizabeth ese es tú nombre. -dijo ya sulfúrica, era tan fácil descubrir cuando está enojada porque su tono de voz cambia de manera drástica y lo más gracioso es que siempre lo niega.

_Bueno mamá, como digas. -dije alzando la voz.

_Sí. -dijo ella desafiante, como para saber si iba a responder nuevamente.

Me puse los audífonos y aunque este ardida por la pequeña discusión busqué la canción que más me gustara, por lo cierto era de desamor, no sé porque, ni siquiera tengo novio o ex, la verdad esas cosas no daban conmigo, soy muy tímida para eso. Simplemente no me veo hablando con alguien y después besándolo, no me atrevería.

_Ahí se ve un almacén. -dijo mi papá. -Pararemos aquí a estirarnos un poco.

_Papá, ¿Podemos pasar a comprar algo? -pregunté mientras me quitaba los audífonos. -De verdad tengo hambre.

_Sí Ela o prefieres que te diga Beth. -mencionó.

_Te quiero papá, gracias. -dije sonriendo y me fui al almacén.

Pasamos hacía dentro, al parecer el almacén era un restaurante que tenía el nombre de Rosternat, el nombre era extraño bueno que todo en este lúgubre lugar es raro, mi padre preguntó acaso había comida, la señora con la que estaba hablando era rellenita, mejillas rosadas, baja estatura, no sé porque me fijo en estas cosas, probablemente más nunca en la vida la vuelva a ver...

_ ¿Esa es su hija señor? -preguntó la señora de la barra.

_Sí, esta niña es mi pequeña hija. -dijo papá haciendo que mis mejillas se ruborizaran.

_No es tan pequeña ni tampoco una niña, ¿Cuántos años tienes? -dijo mirándome.

_Tengo 17 años señora. -dije, me miraba de una forma muy rara.

_Ya casi toda una mujer, supongo que falta poco para que cumplas la mayoría de edad, ¿Me equivoco?

_Faltan como cuatro meses para cumplir los dieciocho. -dije sincera.

Ya se me estaba haciendo un poco rara la conversación con la señora, que ahora sabía se llamaba Gladis. Entramos al interior de Rosternat, no sé porque lo repito, pero bueno, lo que me desconcertó fue que cuando me adentre hacía las mesas sentí unos escalofríos que nunca antes había experimentado, no eran los típicos a los que estaba tan acostumbrada.

Pues casi todos los días me dan escalofríos, tal vez por el frío o cambios de temperatura muy bruscos, pero esta vez era como si una ráfaga de viento helado se intentara meter dentro de mi piel, era una sensación extraña y quería averiguar de que se trataba.

Me senté en la mesa y me puse los audífonos, nuevamente volvió a sonar una canción de desamor, estaba tarareando la letra de esta, cuando mi vista se quedo en la mesa de enfrente, era un chico muy atractivo que estaba acompañado por una chica, un señor, una señora y... espera ese chico también. Eran dos chicos, una chica y creo que sus padres. Bueno, el primer chico no me parecía tan atractivo como el segundo, creo que lo estaba mirando de una manera poco disimulada, pronto me di cuenta que todos reían menos él, era tan serio, tan profundo, tan pálido, tan... creo que era perfecto.

Lo seguía apreciando de manera poco sutil pero aun así mis padres y hermanos no se daban cuenta, cuando de la nada vuelvo a levantar la mirada para seguir observándolo y me encuentro con su mirada sobre la mía. Rápidamente me di vuelta y no se me ocurrió nada mejor que tomar el tenedor para llevarme una papa a la boca, de verdad estaba riquísima.

_Que sabrosa esta la papa. -dije. Quería sacar tema de conversación para ver si el chico se daba la vuelta.

_Sabe igual que todas. -dijo Junior. -No tienen nada de especial.

_Bueno capitán aguafiestas, se llama intentar empezar una conversación. -trate de sonreír, creo que se conoce como sonrisa a medias.

Me di la vuelta nuevamente para ver a ese chico y resulta que aún me estaba mirando, me detuve en su mirada, era profunda, esos ojos grises, ese pelo negro y su cara pálida, todo mi cuerpo de pronto se estremeció, que me pasa, no me debo andar fijando en estas cosas, ¿Qué posibilidades hay de que me lo vuelva a encontrar o de que me atreva a hablarle o de que sepa que existo? Digo, soy horrenda, seguro está pensando que soy una psicópata. De pronto vi a mi hermana con la mayonesa, sabía que pasaría algo malo pero no le di importancia, en ese momento los ojos grises del chico me tenían atrapada, incluso se puede decir que hipnotizada.