...Mis hermanos me advirtieron que no manejara hasta al horas de la noche, puesto que ésta ciudad está llena de alborotadas hormonas que se respiran en el aire, y delincuencia que va sin correa por la calle.
Creía que estaban exagerando y que sólo me lo decían para tenerme bajo llave por el resto de mi joven vida. Sin embargo, ésta vez mis hermanos tenían razón, ya que me encuentro conduciendo hacia el hospital con un desconocido alcoholizado y semiconsciente, que al parecer le robaron todo lo que traía consigo, y no hablo figurativamente. El pobre hombre sólo lleva puesto una camisa de vestir azul, que al parecer lleva la parte inferior derecha manchada de sangre. Solo espero y que no sea de él...
-La vida es hermosa y joven, hay que vivirla con mucha vida y felicidad- balbucea con un acento extranjero- Te digo un secreto hada madrina - se acerca a mi oído o eso cree él que hace
-Se supone que me tienes que pedir un deseo, no decirme tu secreto, pues soy tu hada madrina- le digo siguiéndole el juego, ya que la gente fuera de sus cinco sentidos son realmente divertidas
-Jijijijiji... hip... Cierto- se vuelve a su asiento con brusquedad. Esperaba un quejido de su parte, para así poder saber si se encontraba herido o no, pero lleva más alcohol que sangre en las venas, anestesiando cualquier tipo de dolor, o eso escuche que hace el estar ebrio.
-Sabes hada madrina eres más joven de lo que pensaba- dice una vez estacionado el auto a las afueras del hospital.
-Bien, llegamos al hospital- salgo de mi auto para ir al otro lado del mismo, ignorando lo que dijo hace unos segundos atrás
-Pero no estoy enfermo!- protesta como niño pequeño aferrándose a la puerta impidiendo que la abra
-Si bajas prometo darte lo que quieras- gracias a Dios que está hasta el tope de alcohol o mis palabras serían tomadas de una manera indecorosa
-Okey, you convince me- Suelta la puerta, para que yo pueda abrirla y quitarle el cinturón de seguridad. Al presionar el botón de cinturón, sin querer levante su camisa y pude ver con horror la enorme herida en su costado ...CARAJO!!!...La vuelvo a comprar para que el sujeto no la viera, cosa que no funciono pues trata de levantarse la camisa- Qué estabas mirando?- logra levantase la camisa y observa con asombro su herida- Oh vaya!!!- suelta una risita- Esto sí es un tatuaje hiperrealista!!!- me mira con orgullo.
-No creo que eso sea un tatuaje- digo mientras lo saco del auto, con mucho cuidado. Me mira descomcertado
-Quieres decir que es una herida de verdad!?- su voz ahora suena sobria y muy alterada-어머나, I'm going to die!?- me mira con terror y sus ojos cafés se intensifican haciéndose cada vez más oscuros-와 함께, Tu eres mi hada madrina, you can save me!?- se suelta de mi agarre, mientras se queda quieto a mitad del camino
-Qué estás haciendo!?- grito confundida
-Waiting!- frunzo el entrecejo
-Esperando qué!?- ...Esto me está empezando a frustrar!!...
-Tu magia- dice obvio, respiro ondo
-Lo haré, pero necesito a mis compañeros para hacerlo- le sigo el juego y lo tomo otra vez del brazo, colocándolo de nuevo sobre mis hombros, para que vuelva a caminar.
-Creía que tenías una varita mágica como en Blancanieves y decías ''Open the goat"- mueve su mano izquierda como si de una varita se tratara
-En primera, es en Cenicienta. En segunda, es '' Bidibi Badibi Bu'', no 'Abracadabra', ni mucho menos 'Open the goat'. Y en tercera soy una hada moderna que hace que otros hagan magia, mientras yo observo desde muy lejos- vuelve a reír como ratoncito
-Jijijijiji... hip... cierto. Te han dicho que eres muy inteligente- me miran fijamente, haciéndome sentir incomoda. Sin embargo, aquel sentimiento fue reemplazado con uno de preocupación cuando la cabeza de mi acompañante me hizo los honores de abrir la puerta del hospital. Su piel comenzaba a transpirar y palidecer cada vez más de como lo encontré. Y es ahí en dónde el pánico cayo en mis pantalones.
-Ayuda por favor!!!- las manos me tiemblan mientras le aplico los primeros auxilios que aprendí en los talleres de la preparatoria. Las enfermeras recurren a mis gritos, trayendo consigo una camilla para subir aquél desconocido, mientras que una de ellas me pide ir a recepción para llenar unos formularios
-Pero no sé quién es!?- digo, o mejor dicho le grito
-Tranquilícese. Vaya a recepción y dígale todo lo que sabe, entendido?- hago lo que se me dijo y voy a recepción.
Una vez ahí, no pude evitar saltar toda la letanía que guardaba en mi interior a la amable y tranquila enfermera
- Encontré a un tipo en la calle semidesnudo, alcoholizado, casi inconsciente con mucha sangre alrededor de su torso. Minutos atrás se encontraba bien, bueno no tan bien, decía incoherencias y que yo era su hada madrina, y que su tatuaje...- tuve que dejar de hablar para tomar una inhalación muy profunda, y fue la oportunidad perfecta que la enfermera buscaba para poder ella hablar
-Tranquila querida. Inhala. Exhala.- hago lo que me pide, logrando calmarme- Ahora, qué es lo que pasó? - vaya que saben cómo lidiar con personas como yo
-Encontré a un tipo en la calle ensangrentado, ebrio, semidesnudo e inconsciente- digo serena o eso creo yo
-Dices que semidesnudo- asiento- No tenía consigo su móvil- niego- Ni tampoco una identificación- estoy a punto de volver a negar pero recuerdo ver algo en el bolsillo de su camisa
-No estoy segura de lo que era, pero vi algo en el bolsillo de su camisa- la enfermera se pone de pie, va hacia un mueble de metal de dónde saca dos papeles que supongo son los formularios
-Bien cariño, llena estos documentos mientras yo obtengo respuestas, vale?
-Espero no haberlo traído demasiado tarde
-Has hecho bien en traerlo, mucha gente lo hubiese dejado ahí- dice la enfermera dedicándome una sonrisa llena de tranquilidad. Camino hacia la sala de espera y tomo asiento, empezando a llenar los papeles.