Adam Lébedev
Son las 6:45 de la mañana, tarde para ir al instituto, pues mi despertador se encuentra en la taza de baño
...Talvez se estén preguntando el porqué mi despertador se encuentra ahí dentro? No se preocupen, que yo tampoco lo sé; pero lo que sí sé, es que si no llego a tiempo a la clase de Biología, seré vetado del equipo de fútbol y no puedo permitir que me roben el título "Brazo de oro", no señor...
Salgo de la habitación, bañado y cambiado con una polera negra holgada, un pans negro, unos tenis blancos y el cabello desordenado como de costumbre. Salgo de la fraternidad de Odisea, subo a mi Suzuki Hayabusa GSX-1200R color negra, y al encenderla, el motor ruge provocando en mi espina dorsal un cosquilleo excitante lleno de adrenalina y libertad. Una vez caliente— la moto— dejó que el demonio que vive en mí invada mi ser.
Son las 6:55 y ya me encuentro en los pasillos del instituto, pero una escena nada grata detiene por un segundo mi caminar. Mi supuesta novia y un jugador de baloncesto se encuentran besándose. Cuando se separaron para tomar un poco de aire, sus ojos color miel me miraron con terror y vergüenza; fue ahí cuando mi cuerpo y mi cerebro volvieron a trabajar juntos, y seguí con mi camino.
Miro mi muñeca izquierda en dónde se encuentra mi reloj. La clase ya ha empezado. El salón está a unos diez pasos de mi. Me acerco a la puerta, giro la manija y la abro con mucha cautela, asomo mi cabeza para ver en dónde se encuentra el profesor, y gracias a Dios está explicándole a una chica hasta el fondo del salón. Abro más la puerta para que mi torso y piernas entren. Nadie nota mi presencia ya que todos están platicando de su fin de semana. Tomo asiento en el único lugar disponible que hay. Saco el libro, la libreta y una pluma para comenzar a tomar apuntes.
A los cinco minutos el profesor nota mi presencia dejando de lado la clase para enfocarse en mí, ocultando una cara de asombro al igual que el tipo a mi lado.
— Señor Lébedev, dónde estaba que no lo vi entrar junto con sus otros dos compañeros y porqué está sentado al frente de la clase?— volteo hacia donde esos dos idiotas están, mientras que ello sonríen con inocencia.
— Ya era hora de un cambio de aires productivos, es por eso que no notó mi presencia, que ha estado aquí desde que inicio la clase— lo digo con mucha seguridad, más el profe me mira con desconfianza— Si no me cree, pregúntele a mi compañero— el nombrado me mira con recelo, sin comprender a un lo que está pasando.
...Ja, perdedor...
— Es verdad eso señorita Castillo?—... Esperen señorita?
— Supongo que es cierto— dice con duda. El profe un poco inconforme vuelve a la pizarra
— Gracias— sonrío coqueto
— De qué?— dice indiferente sin despegar sus ojos de la pizarra
— Por mentir— voltea sin expresión alguna
— No lo hice— dice sin más para luego volver a escribir
— Entonces cómo se le llama a lo que dijiste?!— digo burlesco. Rueda los ojos con fastidio
— Técnicamente no menti, ya que no estaba prestando atención a lo que pasaba a mi alrededor— toma su corrector con fastidio
— Por mi culpa— levanto la ceja con diversión
— Por tu culpa qué?— frunce el seño ...Ja, es fácil hacerla enfadar...
— No tienes que fingir no ser una admiradora mía cuando en realidad te traigo loca— toca su frente con exasperación ...Este será un año interesante!...
— En realidad, nunca en mi vida te había visto en este salón ni en ningún otro lado— ...Wow! No esperaba eso, ni que el profesor volteara de nuevo...
— Entonces lo quiero ver ahí sentado por lo que resta de este año joven Adam...
— Pero!!??— decimos y nos paramos al mismo tiempo, lo cual me sorprende pues cualquier chica estaría feliz de estar a mi lado
— Hay algo de lo que quieran retractarse?— la miro con preocupación, ya que si habré la boca estoy fuera. Mas no lo hace, simplemente niega y se sienta de nuevo. La sigo. El profe continúa escribiendo ...Eso fue extraño, pero nadie puede resistirse a mis encantos... Estaba a punto de hablar pero fui interrumpido
— Si quieres seguir aquí niño bonito, es mejor que pares de hablar y comiences a apuntar— ...Bonito!?...
— Bonito!!??— ...A un chico como yo jamás se le dice BONITO!!...
— Juro que si vuelves a hablar te meteré está goma en la boca, te queda claro?— amenaza sin pelos en la lengua ...Vaya chica!...
La clase terminó y la chica a mi lado se pone de pie. Empieza a guardar sus cosas, pero pongo mi mano en su libro de Biología para tener su atención, lo cual logro, aunque no de la forma que esperaba
— Se te ofrece algo?— levanta las cejas
— Cuál es tu nombre?— vuelvo a sonreír coqueto
—Tan rápido te has enamorado de mi galán— sonríe con diversión. Las palabras se fueron de mi boca pues me he quedado en blanco
...Hmmm, esto es nuevo, porque siempre tengo algo que decir...
Tira de su libro, provocándome un desequilibrio momentáneo; y es ahí en dónde recobro la cordura pero es demaciado tarde ya que ha salido del salón.
...Qué demonios acaba de pasar, siempre soy yo quien las fija sin habla!?...
Salgo del salón con mochila.
— Adam podemos hablar— paro en seco al escuchar aquella voz chillona