Chapter 12 - DESPERTAR

NOCHE

Un ruido de hojarasca y leña ardiendo logró sobre saltar a Elrick quien abrió sus ojos y giraba su cabeza de lado a lado. Los rayos se colaban en las ramas de los arboles lo que ocasionaba que sus ojos se entrecerraran para poder ver a su alrededor. Sus hombres estaban tratando a los heridos y unos cuantos estaban preparando lo que parecía ser un improvisado campamento.

--Veo que despertaste, te veías inquieto. Dijo Sir Jonas quien se encontraba a su lado.

-- No sé, todo parecía una pesadilla... y tal parece... que no ha acabado.

CHARLA

Alice contenía la risa, la figura de aquel joven no daba la impresión de ser un estudioso investigador y aparte de ello un creyente acérrimo de complots en historias de fantasía medievales. A ella le gustaban ciertas historias pero no a tal punto de convencerse de que eran reales.

-- Estas loco.

Se le salió mientras reía.

Él sonrío al verla.

-- Tal vez.

Le dijo con cierta picardía.

---Aún así , no dejó de pensar en ello, las consideraría más leyendas que cuentos.

Luego, hubo un silencio entre ellos.

-- Bueno, ¿Me imagino que tienes hambre? son casi las diez y no hemos cenado .

Se levantó hacia su modesta cocina y se puso a preparar algo.

--No soy experto pero me defiendo. Le dijo a la distancia.

Alice lo siguió con la mirada, luego miró hacia el escritorio y leyó susurrante el titulo de los libros que allí estaban.

--< Avalon: la tumba del Rey Arturo y el País de las Hadas> mmmmmm mmmmmmm mmmmmm < Las Eddas y las Sagas, mitología nórdica>mmmmmmm ... ahhh, <¿Y esto que será?>

Observó un libro, no pudo leer su titulo, a decir verdad no encontró en su memoria de idiomas y lenguajes a qué se le pudiera parecer... contenía unos símbolos extraños.

-- . Susurraba y movía la cabeza para sí.

Sencillamente no lo sabía, existían numerosas lenguas y escrituras qué era difícil imaginar su procedencia. Le llamó tanto su curiosidad que lo tomó en sus manos.

La tapa del libro era muy vieja recubierta en cuero grabado, cuando lo abrió, sus hojas que parecían más un pergamino estaban amarillas y tenían cierto olor a guardado y húmedo. No era agradable al tacto, pero era interesante tener en sus manos un libro tan viejo. Empezó a pasar las paginas y no entendía nada, se sentía como una niña que esperaba encontrar al menos un dibujo o algo para poder comprender de que podía tratarse. Unas cuantas hojas después encontró algo, era una imagen de una mujer que parecía ser obligada a dar a luz en un circulo de gente que cubría su rostro con mascaras, la escena era tan grotesca como escalofriante ya que el fondo mostraba una noche de tormenta.

---< Qué desagradable> Pensó

Su idea de cuento de hadas e historias fantásticas estaba lejos de aquella imagen tan horrorosa. Aun así se quedó observando a la mujer cuyo cabello largo, rojizo y rizado parecía ondear con el viento de la tormenta y como sí desde el cielo se abriera un camino.

---

Continuó pasando hojas, las letras, en pedazos del texto lucían más grandes y en otros más pequeñas, parecían saltar como si entonaran algo, como si musicalizaran una melodía. Nuevamente otra imagen, esta vez había un sombra alada que libraba una lucha con aquellos enmascarados, luego un bebé en brazos de la sombra gigantesca dirigiéndose a una luz en la tormenta.

-- Se dijo para sí.

---¿Qué estás haciendo?

Alice se sobresaltó al escuchar una voz firme muy cerca de su oído, si hubiera caído en ese momento un rayo ella hubiera gritado.

---¡Ahh...Espiando las cosas ajenas!. No pensé que fueras de esas. John se rió desvergonzadamente mientras le dijo

--Esas no son lecturas para niñas como tú.

Alice soltó el libro, le dio pena que la hubiera encontrado husmeando por ahí.

--Mira...preparé algo simple, no es gran cosa pero es comestible ... o eso espero.

Organizó una mesa pequeña, puso una vela en el centro, sirvió los platos que contenían espagueti con salsa y queso.

--- Si te sirviera vino, esta sería nuestra primera cita ¿Qué te parece?

-- A Alice le retumbó esa frase en el oído, jamás hubiera pensado que en las últimas semanas algo así le pasaría. Pero sí, en la lógica del comportamiento humano eso sería considerado una cita; ambos a la luz de las velas, sentados uno frente al otro, en fin, toda una escena de telenovela romántica.

DESCUBRIMIENTO

Los rayos de la tormenta eléctrica se colaban en lo espeso del bosque, muy cercano se escuchaba el correr de un rio . Un hombre de contextura delgada bajaba de su caballo y procedió a quitarle una pesada armadura.

luego dejó caer su cuerpo para beber un sorbo de agua.

---Maldita sea... esto no puede estar pasando.

Miraba su reflejo en el agua, sus ojos parecían rojos a causa de ira que tenia por dentro, no obstante al retirar su capucha para sumergir su cabeza en el agua, observó su rostro con detenimiento, era un rostro fino, delicado en su tez blanca, sus cabellos lacios rojizos, no tan largos, alcanzaban a cubrir parte de su cara, tapando con ello un tatuaje, una insignia en su mejilla derecha. Aquella marca lo condenaría a vivir oculto entre las sombras, aquella marca lo identificaba como descendiente de Avalon, como un pagano. Ahora él, hijo de una tierra oculta, huérfano en un mundo violento, debía seguir su destino.

¿Pero cuál sería este?... la manera de conocerlo era encontrando a la Norna que predice el futuro...

Todo indicaba que esta no estaba en la faz de la tierra conocida, sus invocaciones no llegaban a ninguna parte, eran tan solo engendros aberrantes carentes de alma y espíritu, seres cuyo comportamiento bestial no podrían ayudarlo a dominar y reconquistar lo que su pueblo había perdido.

---Seré un dios en la tierra. Con mi poder todos se arrodillarán ante mí. Lo repetía para si como si autoprogramara para hacerlo una realidad.

Sabía que algo le faltaba, pero ese algo ya lo había obtenido. Durante la batalla en el bosque, lo había hallado.

Muy dentro del cuerpo del aquel soldado, se hallaba oculto algo sobrenatural y que Cedric de un toque había extraído, para él era un misterio como había llegado allí, pero algo era claro y es que las cosas mágicas solo podían ser transmitidas y sentidas por los seres de Avalon.

---¿Qué será lo que tenías oculto Sir molesto?

Preparó una fogata en medio de unos símbolos que dibujó en la tierra, puso un campo de fuerza que detuviera la lluvia, luego posó su cayado cerca de la hoguera mientras cantaba en su lengua de origen.

Sus ojos se tornaron en un azul claro blancuzco, tanto que era difícil distinguir su color, subió sus manos a medida que su voz se hacía más alta.