En una habitación oscura Max pudo ver la silueta de su hija quien estaba parada frente a él "Papá no es tu momento de morir."
Tras decir esas palabras Erika puso su dedo en la frente de Max y este despertó.
Con su visión borrosa Max usó su mano para limpiar la nieve con sangre de su rostro.
No sabía cuánto tiempo había perdido el conocimiento pero podía estar seguro que no llevaba más de una hora pues el cuerpo del oso seguía caliente.
"Está vez salvaste de nuevo a tu padre Erika."
Resistiendo el dolor en todo su cuerpo y el ardor ocasionado por las quemaduras provocadas por la nieve.
Max tomó algunos troncos y ramas gruesas cercanas, las cuales acomodo en el suelo para formar una arcaica palanca la cual colocó a un lado del cadáver del oso.
Tras poner un pedazo de madera en su boca, empezó a presionar la palanca y cuando el cadáver del oso se empezó a levantar.
Cuando Max usó su mano herida para empujar su cuerpo lejos del cadáver del oso blanco, solo pudo morder el pedazo de madera por el dolor que sentía.
Pero a pesar de todo no se detuvo hasta que pudo sacar sus pies, una vez liberado soltó con cuidado y muy lentamente la madera con la que hizo palanca.
Al quedar el cadáver del oso en el suelo, lo primero que hizo Max fue escupir el pedazo de madera que le había lastimado sus dientes para después sacar su cantimplora de agua y enjuagar la sangre que había en sus ojos.
Debido a esto su vista que estaba borrosa volvió a la normalidad, aprovechando que ya podía ver mejor le dió un trago a su cantimplora de hierro.
La fría agua recorrió su seca garganta y esto ocasionó que Max sintiera que volvía a la vida aunque fuera por algunos segundos pues el dolor de su mano le hizo querer escupir el agua.
Tras resistir el dolor por algunos minutos y haber recuperado fuerzas, Max decidió quitar la armadura de su brazo izquierdo para poder ver el daño ocasionado por la mordedura del oso.
Usando su mano desabrocho los agarres de cuero de la armadura de su brazo, cuando el último agarre se soltó la armadura cayó al suelo.
Sin la armadura Max pudo ver las horribles marcas de seis dientes que atravesaban su piel, soportando el dolor movió el brazo y lo reviso para saber si tenía alguna vena atravesada.
Para su fortuna los dientes solo habían dañado el músculo de la mano, por lo que con su mano ilesa empezó a buscar su pequeño morral de cuero.
'Tengo que desinfectar y suturar los agujeros de los dientes pues de otra manera es posible que muera por alguna infección.'
Al encontrar su morral sacó del interior un cuerno que tenía una tapa de madera, usando sus dientes quitó la tapa, dejando salir el aroma del alcohol.
Aprovechando que estaba mordiendo la tapa de madera vertió en las heridas de su brazo alcohol.
La sensación de sentir la piel siendo quemada por el alcohol hizo que Max casi perdiera el conocimiento, pero a pesar del dolor no se detuvo y para asegurar que no quedará suciedad dentro de los agujeros.
Limpió uno de sus dedos con agua y alcohol, para después usarlo para tallar las heridas por dentro.
Cada vez que su dedo tocaba el interior de una herida, algunas lágrimas salían de sus ojos, al igual que algunos quejidos ocasionados por el dolor.
Tras limpiar su brazo dejó el cuerno con alcohol en sus piernas para después sacar de su morral un hilo de cáñamo y una aguja de plata que tenía una forma curveada.
Sin perder el tiempo empezó a coser sus heridas de la mejor manera posible pues no quería que se abrieran después.
Cuando acababa de coser una herida usaba su daga para cortar el hilo y empezar con otra, esto duró durante algunos minutos que para Max fueron eternos.
Al acabar limpio su brazo con agua y un jabón que tenía en su morral, para después cubrirlo con una venda para evitar que se congelé por el frío.
'Bien acabe la parte fácil, ahora tengo que preparar un fuego para cubrirme de esta estúpida ventisca.'
Pensó Max mientras sentía el frío aire que venía del exterior y veía hacia las copas de los árboles que se movían por el fuerte viento.
Lo primero que hizo fue caminar hacia el cadáver del oso de dónde tomó su hacha que estaba enterrada en el ojo de la bestia.
Al sacarla solo la sacudió para quitarle la sangre y pedazos de ojo y hueso que tenía, tras esto empezó a cortar algunos troncos y ramas gruesas para poder hacer su pequeño refugio.
Con el viento soplando con más fuerza Max empezó a acomodar la madera para formar una estructura triangular en la cual acomodó la piel del animal que tenía cubriendo su cuerpo.
En el suelo del pequeño refugio puso algunas hojas y su pequeño morral de cuero lo usó como asiento mientras encendía un pequeño fuego usando alcohol como combustible para encender los trozos de madera y hojas que había juntado.
Tardó un poco en encender el fuego pues la nieve había humedecido los materiales.
Con el fuego calentando su cuerpo Max decidió ver el daño en su rostro por lo que tomó su hacha de hierro y empezó a limpiarla.
Una vez está quedó limpia de sangre la uso para poder ver su rostro, aunque su reflejo era algo borroso pudo ver su rostro enrojecido por la quemadura de la nieve como sucio por la sangre que había salpicado el oso blanco.
Max usó su mano para poder sentir la herida en su rostro, a pesar que le dolió suspiro de alivio pues la herida no era tan profunda ya que el casco y la cota de malla de su rostro lo habían protegido.
Pero aún era peligroso dejar la herida sin tratar ya que al estar en su rostro podría traerle problemas.
Cuando se quitó el casco lo primero que hizo fue usarlo para poder derretir nieve.
Mientras esperaba que el fuego derritiera la nieve, Max mordió un pedazo de pescado seco y miró el cuerpo del oso blanco que estaba cubriéndose con nieve.
"Supongo que en este lugar solo somos nosotros dos, no te culparé de mis heridas pues los dos peleamos apostando nuestras vidas.
Pero puedes estar seguro que daré un buen uso a tu cuerpo ya que comeré tu carne y tu piel la usaré para hacer un hermoso vestido para Kassia."
Cuando la nieve se derritió y el agua empezó a hervir, Max sacó el casco del fuego y esperó a que el agua estuviera a una temperatura templada.
Después de un tiempo y ya con el agua templada uso el jabón para lavar su rostro procurando dejarlo lo más limpio posible.
Con los ojos cerrados y resistiendo el dolor, Max lavo por completo su rostro hasta dejarlo lo más limpio posible.
Tras acabar de lavar su rostro agarró su hacha y el alcohol para empezar a desinfectar la herida.
Sven quién estaba algo preocupado por Einar solo pudo beber un poco de licor mientras veía el fuego de la carpa.
"Cuando la ventisca cese saldremos para buscar a Einar, tengo la sensación de que puede estar en peligro."
Eskol quien estaba aún lado de Sven solo le dio una palmada "Estará bien ya que Einar ya no es un niño.
Pero si algo le ha pasado yo me haré responsable."
Sven sólo exhaló y recargo su cabeza en sus manos "No dudo de su capacidad de sobrevivir pero tú mismo sabes que a pesar que los osos se reúnen en este lugar.
Por lo general mueren de hambre pues no hay muchos alimentos que puedan alimentarlos.
Es por eso que son más peligrosos que los osos que hay en los tímpanos de hielo en el mar."