Max quien estaba durmiendo se despertó cuando pudo sentir como caía un poco de nieve en su cara.
Usando su mano limpió su rostro y se levantó de su pequeño refugio mientras estiraba su dolorido cuerpo.
"Parece que la ventisca duró toda la noche, aunque pude descansar el dolor en mi brazo y cara no ha disminuído.
Lo único bueno es que mientras no se infecte, el dolor lo puedo aguantar y las cicatrices serán un buen tema de conversación.
Supongo que para recuperar nutrientes tendré que empezar preparando un caldo de carne oso."
Tras decir esas palabras, Max tomó algo de madera, alcohol y su pedernal, para poder empezar a encender una fogata.
Mientras esto sucedía Sven y el resto de guerreros tomaron todas las cosas del campamento y siguieron a Eskol para buscar el bosque.
"Deberíamos estar a unas dos horas de camino por lo que deberíamos llegar mucho antes del mediodía."
Sven solo sostuvo su ballesta en sus manos y caminó con el resto del grupo a travesó el paraje cubierto de nieve.
El camino fue algo complicado pues sus pies tenían que caminar sobre una capa de nieve que casi llegaba a sus rodillas.
A pesar de esto, los dos pequeños oseznos que estaban sostenidos por cuerdas no sufrían por la nieve.
Ya que cómo cachorros estaban contentos de poder jugar con la nieve.
Tras un tiempo caminando Eskol quien estaba siendo la vanguardia se detuvo y levantó su mano "Tenemos a un oso adulto a lo lejos."
Sven sonrió y empezó a caminar a donde estaba Eskol, cuando llegó pudo ver al oso blanco que tenía el pelaje de la boca lleno de sangre.
Con algo de incomodidad apretó el agarré de su ballesta y volteó a ver a los guerreros "Preparen sus armas y la formación de batalla.
En este pequeño enfrentamiento sólo podrá disparar la primera línea y deberá ser en la cabeza.
Si el oso no muere entonces todos tienen permiso de llenar de virotes el cuerpo del oso."
Todos los guerreros asintieron y con la guía de Eskol empezaron a formar tres filas.
Una vez que todos estaban alineados Ansgar un guerrero joven de cabello castaño sacó su pequeña flauta y empezó a tocar una pegajosa melodía.
Mientras estaba tocando la flauta todos empezaron a avanzar de manera ordenada hacia donde estaba el oso.
El oso blanco que se encontraba caminando hacia su madriguera pudo escuchar un ruido agudo por lo que levantó su cabeza.
Fue entonces que pudo ver a unos extraños seres que caminaban en dos patas y que parecían acercarse a dónde él estaba.
Sven miró como el oso blanco levantaba la cabeza y los miraba con curiosidad por lo que preparó su mano para dar la orden de detenerse.
Cuando el oso blanco sintió que aquellas criaturas estaban acercándose peligrosamente a él, decidió levantarse para mostrar que ese era su territorio.
Al ver al oso blanco levantarse en señal de enojo, Sven levantó su mano y todos se quedaron quietos mientras tomaban sus posiciones.
El oso blanco al ver que su muestra de poder había funcionado se dispuso a regresar a su madriguera.
Sven aprovechó que el oso parecía querer retirarse y ordenó disparar.
Cuando los virotes salieron volando estos atravesaron la cabeza del oso quien solo pudo dar algunos pasos antes de caer al suelo.
"Ese oso parece estar muerto pero no podemos estar seguros hasta que nos acerquemos.
Ansgar, toma a tres guerreros y empieza a desmontar el oso, nosotros continuaremos nuestro camino al bosque.
Una vez que lleguemos mandaré a un guerrero para venga por ustedes."
Ansgar asintió y caminó hacia dos guerreros para después sacar de su pecho una daga de hierro.
"Derick y Elof, ustedes cubrirán mi espalda mientras busco rematar a el oso blanco.
Recuerden tener su ballesta en el hombro y siempre estén preparados para disparar al rostro del oso."
Derick y Elof hicieron el saludo militar que habían aprendido en los entrenamientos de la madrugada con Einar.
Tras esto los tres empezaron a caminar por la nieve hacia el oso blanco que se encontraba en el suelo.
Max por su parte tenía sus manos llenas de sangre pues se encontraba quitando la piel del oso la cual estaba un poco pegada en los músculos del oso pues se había empezado a congelar el cadáver.
Mientras estaba arrancando la piel pudo escuchar un grupo de ruidos raros que parecían ser gritos, por lo que Max tomó su ballesta y miró el lugar de donde venía el sonido.
Cuando la ballesta de Max apuntó a uno de los árboles pudo ver salir de entre la nieve un grupo de zorros blancos delgados que parecían estar dirigidos por un zorro de color azulado.
Al ver a los pequeños animales, Max bajo su ballesta y tomó su cuchillo para cortar un pedazo de carne del oso blanco.
Con la carne en la mano se agachó y espero a ver qué es lo que hacían los pequeños zorros.
El zorro azulado quien tenía curiosidad por la carne en la mano de Max, caminó con precaución sobre la nieve hasta que llegó cerca de Max.
Max entonces pudo ver cómo el zorro azulado le daba una mirada de agradecimiento antes de morder el pedazo de carne y llevarlo hacia su manada.
Una sonrisa se formó en el rostro de Max "Creo que no sería mala idea adoptar a estos zorros y llevarlos a nuestra tribu.
Una granja de zorros puede darnos un suministro de pieles y si en el futuro introduzco conejos podría mantener la población de ellos controlada."
El pequeño zorro azul que estaba comiendo el pedazo de carne levantó su cabeza con precaución buscando de donde venía el sentimiento de peligro.
Cuando Sven y el resto de guerreros llegaron al bosque entraron con bastante cautela pues no sabían si se encontrarían con algún oso blanco.
Sven que estaba algo preocupado solo caminó por entre los árboles hasta que pudo oler el aroma a carne quemada por lo que caminó junto con el resto de guerreros a donde provenía el aroma.
Max quien estaba mordiendo un pedazo de carne hervida miró a los pequeños zorros que estaban atrapados en su refugio que había convertido en una pequeña jaula.
"No tengan miedo, pequeños zorros, su futuro es ser alimentados y podrán reproducirse como conejos.
Para que al final de sus vidas su piel sea aprovechada al máximo."
La manada de quince zorros solo miró sin entender a Max y siguieron comiendo la carne caliente que había en el suelo.
Cuando Max estaba por meter otro pedazo de carne en su boca pudo escuchar el ruido de pasos por lo que tomó su ballesta y se preparó para lo que fuera a salir de entre los árboles.
Sven quien salió de entre los árboles pudo ver a Einar sosteniendo su ballesta, pero lo que llamó su atención fue ver el rostro de su hijo.
Ignorando todo a su alrededor caminó hacia Einar y le dió un abrazo.