Chapter 32 - hora del castigo

Esto era completamente horrible podía sentir como aquellos hombres comenzaron a tocar su cuerpo de maneras asquerosas, quería matarlos, trataba de liberarse, pero no podía hacer nada debido aquellas ataduras que estaban en sus muñecas las cuales sangraban ligeramente y aquella camisa de fuerza que no le permitía moverse, sólo se podía ver parte de su cuello siendo besado por aquellos asquerosos violadores.

el chico pálido se forcejeaba de manera inútil tratando de romper las sogas, todo era completamente inútil, sólo se lastimaba a sí mismo, aquellos hombres trataban de obligarlo a abrir la boca para meter sus asquerosas pollas, acaso esto podría estar peor?

el chico Moreno se encontraba en su oficina viendo por las cámaras de vigilancia lo que estaba pasando con el chico imprudente pálido normalmente estaría gustoso de ver aquella escena, pero estaba tan molesto por aquellas palabras que había escuchado hace unos momentos que hace que no pudiera disfrutar lo que pasaba.

-maldito insolente malagradecido.

Se preguntarán por qué mal agradecido, hace algunos años seokjin fue su pareja cuando apenas tenía 14 años de edad y estaba en la secundaria después de Acer entrado a su casa y causar que casi lo matará ¿porque está viendo eso cuando él quiere ser el que puede estarlo castigando?

Salió de su oficina y entro con un rostro completamente lleno de molestia quitándose el smoking que tenía puesto y aventarlo sólo con fuerza sobre el piso puesto en este momento se encontraba completamente molesto e hirviendo en rabia.

—¡LARGO!

Grito de manera fuerte observando como aquellos hombres de manera inmediata obedecían a lo que el mayor había dicho en ese momento y sin reproche alguno.

—Esta habitación completamente linda que te parece si a partir de este momento lo convertimos en nuestro cuarto de juegos, pequeña preciosura.

mencionado mientras acercaba de manera lenta hacia él para tomar aquella camisa de fuerza en sus brazos y romperle como si de una vez que se tratara, también eso es acta mente lo mismo con las sodas tomando sus manos con fuerza una vez te había roto las sogas para colocarles una esposa y ponerlas contra la cabecera de la cama.

—Es hora de recibir tu castigo, princesa.

—¿Castigo?

preguntaba el pálido tratando de mantener su corte de hombre valiente pero sin embargo de manera lenta al recordar todas las cosas que había vivido en el pasado con el aquellas cosas ligeramente traumáticas en su vida que causaron grandes roturas llegaba nuevamente hacia su mente aquellos recuerdos de los golpes y maltratos por parte de aquel Moreno que recibía antes le hicieron temblar ligeramente ahora solamente deseaba jamás haber dicho aquellas palabras y jamás haberlo hecho enojar definitivamente era preferible que aquellos hombres lo violaran a que él se encargará de él en este momento, el molino observaba el hermoso rostro de aquel pálido mientras pensaba que es lo que le haría hoy aquel insolente fijando su vista directamente hacia una de las hojas que se encontraban en aquel lugar la tomó y la partió a la mitad para comenzar a dar de manera mejor sus manos asegurando las aún más ya que en este momento saldría para buscar algo para jugar con aquel idiota de Seokjin.

—Simplemente te enseñaré a respetarme nuevamente, iré por algo espérame aquí, cariño.

Música de mientras caminaba hacia la salida de aquella habitación blanca caminando hacia la cocina donde saco la estantería de los cuchillos y tomó uno que recién acaba de afilar, lo tomo porque definitivamente había robado su atención.

—hermoso cuchillo Me pregunto cómo harás gritar al paliducho...

susurraba a aquel objeto punzante como todo un demente para después caminar directamente hacia la habitación donde tenía se obtiene quién estaba tratando de soltarse movía sus manos de manera desesperada solamente causando que se me cayera de las mismas y se enterrara en su fina y delgada piel.

—¿sabes qué le gusta hacer a los malditos infieles? ¿No? Los corto en pedacitos....

Susurro en su oído de manera lenta sintiendo como el cuerpo del pálido y temblaba ligeramente.

—¿es que acaso has olvidado aquella última charla que tuvimos sobre eso precioso?

su voz era completamente aterradora y lleno de psicopatía sentir cómo se acercaba de manera lenta hacia su cuerpo lo hacía temblar completamente.

—No...

Rogaba

—Por favor Kai, ya te expliqué.... Ya te expliqué que no fue porque yo quise....