[ale PDV]
- ¿en serio debo estar en una cena navideña cuando mi esposa está en peligro?- dije ayudando a Lupita con los trastes sucios mientras los demás estaban en la sala divirtiéndose.
- lo hacemos por tu bien, Ale.
- lo sé. Lo agradezco, pero, no estoy de ánimos.
- la navidad siempre da ánimo.
- será a ustedes- dije mientras ayudaba a llevar algunas botanas a la sala de estar-.
- bueno, bueno, ya están aquí las botanas y ahora sí, que empiece esta fiesta- dijo mientras ponía la música a todo volumen. Si antes no quería estar acá, ahora menos.
Viernes, 25 de Diciembre, 0:00
Dejé a los demás en la sala para subir a la habitación. Estaba harta de todo ese ambiente festivo y me enojaba saber que todos estuvieran tan tranquilos y felices.
Me quité la ropa y me puse una blusa como pijama, me recosté y me puse audífonos.
Me gusta ponerme audífonos. Escuchar música.
Llegó nuestra canción favorita, recuerdo que cuando me la dedicó solo nos acostamos a olvidarnos del mundo
"- ¿qué pasa bebé?- dijo mi ángel girando su cabeza para verme.
- pasa que te amo demasiado, y nunca me gustaría perderte- giré también para verla a los ojos.
Ella posó una mano en mi mejilla tranquilizándome y secando una lágrima que bajaba por ella.
-me encanta que nos acostemos a olvidarnos del mundo- rió un poco de aquella manera en la que me encantaba.
-si... a mi igual pequeña- me acerqué a besarla.
- te amo tanto. Eres mi razón de vida. Te amo.
- perdamos el tiempo juntas amor- dijo antes de subirse en mi y abrazarme dulcemente.
- ¿persiguiendo coches?- dije y ella rió
- si... y olvidándonos del mundo- nos besamos y se recostó en mi pecho."
- olvidémonos del mundo mi pequeña
- ¿Ale?- esa voz me despertó.
- ¿qué pasa?
- estabas hablando dormida, así que vine a ver si estabas bien- dijo sentándose en la cama.
- estoy bien, sólo déjame dormir- dije dándome la vuelta.
- está bien...-dijo Lupita y cerró la puerta
Me quedaba dormida cuando sentí que alguien se sentó en la cama. Se acostó y me abrazó desde atrás.
- Sólo acuéstate a olvidar el mundo, mi pedacito de cielo.
Sentí un pequeño beso en mi mejilla, la cual se mojó por mis lágrimas.
- ¿amor?
- shhh, todo está bien cariño, estoy bien.
Estiré una mano para tocar algo más que mi propio hombro. Sentí su mano. La mano de mi pequeña. ¿Esto es un sueño?
[****]
-¡maldita sea, más les vale que me la revivan ahora porque la necesito, necesito a este fenómeno vivo!- gritó el mismísimo jefe de esta operación a los médicos a los cuales se les había pagado para no decir nada.
Hacían compresiones en el pecho de aquella chica que ya se veía pálida.
.
Me desperté en un lugar lleno de nieve pero no sentía frío.
-¿dónde estoy?, ¿qué hago acá?
Una luz me cegó completamente y cuando pude ver estaba en... ¿mi habitación?
Confundida volteé a ver y pude ver a mi novia durmiendo en la cama, nuestra cama.
Decidí acercarme y tratar de hablarle.La abracé desde atrás.
- Sólo acuéstate a olvidar el mundo, mi pedacito de cielo- pareció oírme.
Pude sentir como una lágrima mojaba su rostro.
-shhh, todo estará bien, estoy bien cariño- ella me tomó la mano y no pude evitar soltar una lágrima.
Antes de poder decir algo más sentí un dolor en el pecho y vi de nuevo la luz blanca.
Esta vez estaba en una camilla y al parecer había estado... ¿muerta?
- Gracias por sus servicios, recuerden no decirle nada a nadie- escuché a Phillip hablarle a alguien.
- ummm?- traté de moverme pero estaba atada a la camilla.
- corriste con suerte- dijo acercándose hacia mi. Moría de miedo.- ¡Debí dejar que te murieras por haberme robado el teléfono!- recibí una cachetada fuerte en mi rostro. - ¡pero para mi mala suerte te necesito con vida!- volví a sentir otro golpe.
-¡p-porfavor para!- dije sollozando y lo aparté con aquel grito como si algo lo hubiera jalado hacia atrás. Aquel hombre me miró con una sonrisa canalla en sus labios, luego me calló con otro golpe.
Se alejó de mi para buscar un pedazo de metal que parecía hervir al rojo vivo.
- ¿q-qué harás?- dije mientras temblaba y trataba de sacarme las ataduras.
- demostrarte que aquí se siguen las malditas reglas y marcarte para que no te me pierdas de vista.- tomó aquel metal y lo acercó a mi pierna desnuda- toma esto, maldita.
Sentía mi piel arder de dolor. Era insoportable.
Tan insoportable que deseaba no haber despertado.
- ¿¡te gusta esto?!- dijo retirando el metal de mi piel- eres demasiado ruidosa- sacó un trapo y lo amarró a mi boca para evitar que gritara.
Rompió mi blusa y acercó aquel pedazo de metal hacia mi de nuevo. Lo puso en mi pecho.
- p-por favor para- dije llorando y gritando, pero la mordaza hacía bien su trabajo. apenas podía hablar y sentía que me iba a ir de nuevo en cualquier momento.
- por hoy es suficiente- dijo y quitó el metal.
Salió de la habitación y me dejó en la camilla amarrada y amordazada mientras lloraba.
[ale PDV]
¿Qué mierda fue eso?
Estaba sentada en el suelo del baño tratando de procesar lo que había pasado y si había sido sólo un sueño.
¿Qué quiso decir con "todo estará bien"? Joder estoy empezando a alterarme.
Me metí a bañar para tratar de aclarar mis ideas y despejarme un rato de todo.
Se sintió muy real.
- se sintió demasiado real- una lágrima resbaló en mi rostro- salí de la ducha un momento y puse nuestra canción de nuevo- muy real- otra lágrima resbaló pero esta vez no me pude resistir y comencé a sacar todo lo que tenía dentro de mi mientras el agua caía en mi.
Los recuerdos regresaban.
- te amo, cariño- dije mientras besaba su nuca bajo el agua.
- yo te amo mucho más- pasaba mis manos por sus hombros y por todo su pecho, delicadamente mientras ella decía que me amaba mucho más.
- no lo creo bebé- contesté mientras mis manos bajaban hacia su intimidad . Ese precioso momento se quedaría en mi mente por siempre, como un cuchillo muy afilado.
Salí de mis pensamientos y de la ducha, me vestí para ir a la estación de policía, ya eran las diez de la mañana pero mientras llegara mucho antes mejor.