Chapter 11 - 10

—Entonces... ¿Nos vemos el lunes?

—Claro, Tae. Nos vemos...

Taehyung tiró su teléfono a la cama después de haber cortado gritando y chillando de la emoción.

La semana después de la fiesta había ido bastante bien, se hablaban casualmente, se besaban a escondidas, se dedicaban sonrisas y mensajes.

Su relación iba bastante bien, nadie sabía que mantenían una relación así de cercana pero se sentían cómodos así, manteniéndolo todo en secreto. Jungkook decía que lo hacía más peligroso, más excitante.

Y Taehyung no podría estar más de acuerdo, siempre que llegaba a la sala de clases después de haberse besado a escondidas con Jeon, sus piernas temblaban y no podía coordinar bien sus movimientos. Se sentía tan bien esa sensación de que lo pudiesen descubrir.

Se sentía satisfecho con lo conseguido con Jeon, iba bien. Iban lento, iban a un ritmo cómodo. Jungkook había demostrado estar realmente interesado en él, con sus cartas sin editar en su iPhone desde el 2013.

Era demasiado difícil creer que tu crush finalmente te correspondía.

Estaba en un sueño del que definitivamente no quería despertar.

Su corazón le decía que no podía confiarse, sabía que algo iba a pasar. Era algo tan común. No puedes ser feliz sin sufrir antes.

Tenía pánico.

Se sentó en la cama y abrazó sus piernas. Miró la pared y su mente se perdió, divagando en recuerdos antiguos.

Él no quería sufrir de nuevo. No quería sufrir más consecuencias, él no había tenido la culpa de haber nacido así, claro que no. Él solo quería ser una persona normal, encajar sin ser discriminado.

La presión en su pecho lo ahogó y sus ojos se llenaron de lágrimas. Se sentía estúpido buscando la aceptación social.

Se levantó y apagó las luces y cerró la cortina, dejando la habitación sumida en la oscuridad.

Se acostó en la cama, abrazando la almohada en la que estuvo Jeon recostado.

Rápidamente se paró y casi corrió hasta su baño en busca de la sudadera que Jungkook había olvidado.

El olor a su perfume de Giorgio Armani, mezclado con su delicioso aroma natural. Su expresión facial relajándose y sus muslos juntándose por inercia. Se colocó la sudadera y se volvió a recostar en la cama. Su corazón dañado.

Tenía miedo de que Jungkook estuviese fingiendo todo. Casi caía en sus miradas sinceras, en sus palabras y sus gestos.

Definitivamente estaba más que enamorado y la idea le asustaba.

Su teléfono comenzó a vibrar y su corazón se aceleró, reconociendo el tono de llamada.

—¿Kookie?

—Perdón que moleste TaeTae pero... ¿puedo ir a tu casa? No puedo esperar hasta el lunes para juntarnos, cariño...

—S-Si... Si puedes, Kookie...— se escondió entre las sábanas y cortó la llamada.

Cerró sus ojos y esperó a que Jeon llegara. Su teléfono vibró; "estoy afuera, cariño".

Bajo las escaleras perezosamente y le abrió la puerta a Jungkook, estaba con una vestimenta casual pero que le quedaba demasiado caliente.

—¿Tae...?— sus ojitos brillosos mirando la carita de pena de Taehyung.

Taehyung lo abrazó y le dio un beso en la mejilla.

—Hola, Kookie. Pasa, mis papás no están... Ya sabes.

Jungkook entró confundido a la casa.

—No es necesario que te quites las zapatillas.— Taehyung se encaminó hasta su habitación sin esperar una respuesta.

Jungkook le siguió el paso rápidamente y luego habló —: Tae, cariño, ¿qué pasa?

Taehyung no respondió y se acostó en su cama, encendiendo la televisión.

—¿Me estás ignorando?— no recibió respuesta.

Jungkook suspiró y caminó hasta la cama molesto, tapando la televisión.

—¿Puedes decirme qué ocurre, por favor?— se posicionó encima de Taehyung, sin llegar a aplastarlo.—¿Qué ocurre?

Taehyung, con sus preciosos ojos azules, lo miró a los ojos.

—¿Me quieres?

—Sería un idiota si no te quisiese.

—¿De verdad lo haces? ¿Aún después de nacer así?

—Quizás te parezca una promesa vacía porque recién nos estamos conociendo, quizás te parezca falso a juzgar por nuestras edades pero en mi vida había visto a un ser tan hermoso como tú y que me den esas ganas de jamás soltarte y tenerte guardado en una cajita que diga que eres frágil.

Jungkook cerró sus ojos y respiró lentamente, mezclando su respiración con la contraria.

—¿Qué pasa, entonces, cariño?

—Me-Me pongo más sensible de lo normal cuando... Em... Cuando yo estoy...— Taehyung lo miro con sus ojitos temerosos y después señaló su zona baja.

—¿Cuándo...?

—Cuando menstrúo...

—Ay, cosita linda...— Jungkook arrugó su nariz y su sonrisa de conejito en todo su esplendor, sus ojitos negros achinándose.—Me hubieses dicho antes para haberte traído dulces y algunos medicamentos si sientes dolor, ahora solo quiero mimarte, demasiado.

—Tú no estás molesto-

—¿Qué dices? ¿Por qué estaría molesto? Es un proceso natural...

—¿No te molesta que sea así?

—Tae, por favor, comprende que me encantas tal cual... No me importa si engordas, si te pones más flaco si cambias de color de cabello, si decides cambiar de género, no me importa cariño, es tu decisión; yo siempre te apoyaré en todo. No sé qué hiciste para cautivarme, es que te miro y pienso que estoy en el cielo.

—¡Ju-Jungkook!

—Perdóname si estoy yendo demasiado rápido pero es que he estado tanto tiempo alejado de ti que ahora no soporto no poder tocarte, mirarte, besarte, acompañarte, mimarte.

Taehyung tímidamente empujó el cuerpo de Jeon hacia el suyo apoyándolo dulcemente contra su delicada figura.

El contacto era íntimo y solo estaban ellos dos disfrutándose.

Taehyung lo atrajo a sus labios y lo besó dulcemente, agradeciéndole por ser une bella persona.

—Oh, cariño perdón. Ne-Necesito ir al baño...— Jungkook prácticamente corrió al baño de los nervios, dejando su teléfono en la cama.

Taehyung nunca fue curioso y tampoco se metía en las conversaciones ajenas pero el mensaje que había llegado hizo que su corazón se tensara.

"Jungkook, por favor, repitamos... Estuvo bastante delicioso".

Jungkook salió del baño feliz y cuando tomó su iPhone para dejarlo en el velador su corazón latió más rápido, sus manos tensándose al igual que su mandíbula y sus facciones definitivamente habían endurecido, demasiado caliente.

Jungkook marcó el número importándole poco la presencia del menor.

—Deja de mensajearme, ¡lo qué pasó entre los dos fue hace más de cuatro meses!

Jungkook colgó y se sentó al lado de Taehyung.

—Leíste el mensaje.

—Y-Yo no-

—No me mientas cariño... De todas maneras, esa persona no es importante y tampoco vale la pena. Es pasado.

Jeon respiró lentamente y sus labios chocaron dulcemente contra la mejill ma del menor.

—¿Te apetece ver series en Netflix mientras te mimo, cariño?

Taehyung chilló de la emoción y le agradeció con beso en la boca.

—¡Claro que si, Kookie!