Las dos mujeres fueron arrastradas por la corriente del rio, el problema era que el ardor en su piel por la alta temperatura no era su única preocupación, ya que constantemente golpearon algunas rocas en el camino que, provocando daños adicionales en su cuerpo, todo para terminar sufriendo por falta de aire una vez más.
"¡¡¡¡Ahhhhh!!!" - grito Bella quien se colgó de Samantha como un pulpo, sin duda la experiencia le resulto aterradora ya que no aflojo su agarre como si su vida dependiera de ello... lo único malo es que cada vez que salía del agua gritaba locamente antes de volver a hundirse.
Sin duda los pensamientos de la guerrera orco fueron que si tuviera que elegir de nuevo... se quedaría enfrentando a los enemigos desconocidos sin pensarlo en lugar de saltar a semejante trampa mortal, lo curioso es que Samantha al no ser la primera vez que pasaba por una situación similar, se mantuvo en calma con la única preocupación de sujetar su espada y las rosas.
No llevaban más que unos minutos cuando fueron golpeadas por un chorro de agua desde abajo, este las envió volando por el aire antes de volver a caer en el agua... así se mantuvieron durante 30 minutos más hasta que para su sorpresa terminaron siendo disparadas al fondo de un pequeño estanque...
"Agh... Siento que trague demasiada agua..." - Expreso Samantha después de salir a la superficie, pronto arrastro a Bella quien seguía pegada a ella y avanzo hasta la orilla del cuerpo de agua, el cual era un pequeño manantial en medio del bosque.
"Ya puedes soltarme... Estamos en tierra." - Indico Samantha mientras revisaba que las rosas siguieran en su sitio, después de todo su espada seguía en sus manos.
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De esta forma hemos regresado al inicio, donde ambas jóvenes descansaban sus agotados y maltratados cuerpos en la tierra, esperando que su fuerza regresara para volver a Cold Creek donde terminarían su misión.
Pero no lo consiguieron hasta pasada más de una hora, que fue el momento en que su cuerpo adolorido les permitió moverse sin desmayarse, entonces gracias al excelente sentido de orientación de Bella en poco tiempo regresaron al camino principal, desde el cual pudieron ver a unos kilómetros la ciudad.
En realidad, fue sorprendente que desde el ayuntamiento de la ciudad cerca del centro, terminaron viajando por túneles y al final incluso por un rio durante horas, por ende, recorriendo kilómetros.
"Bella... hay algo que quiero confesarte..." - Samantha rompió el silencio entre ambas aliviando un poco la tensión de su agitado viaje. - "En realidad... no se nadar."
Las palabras de Samantha causaron un cortocircuito en Bella quien la miro como un bicho raro durante minutos, solo cuando se dio cuenta que Samantha se alejó caminando decidió alcanzarla con prisa, sin embargo, en su interior miles de quejas intentaban explotar contra la joven despreocupada que salto a un rio sin saber nadar.
"¿Por qué saltaste si no sabes nadar... y como salimos de ahí?" - Sin poder contener todas las dudas en su interior, Bella decidió preguntar esperando que su Maestra sonriera y se riera diciendo que es una broma.
"Bueno, soy una hiena... pensé que nadaría por instinto, además hace algún tiempo salte de un risco a un rio y sobreviví." - Nuevamente Bella quedo en shock, pensando en cómo su Maestra era tan temeraria y ella no lo noto, pero pronto recordó que era ella quien los incito a escapar en medio de la noche del campamento y también fue ella quien se lanzó contra una Quimera para darles tiempo.
Bella se sintió en conflicto al pensar si era una fortuna tener a Samantha como su Maestra o al final se volvería un martirio, pero viendo a la valiente mujer caminando con orgullo pronto ese pensamiento desapareció... el hecho de que su ropa se pegara a su cuerpo mostrando su fascinante figura no influyo en la determinación de Bella...
Cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte lograron regresar a la ciudad, pero debido a su estado los guardias se sorprendieron ya que creyeron que las jóvenes fueron atacadas, sin embargo, su reacción fue fugaz ya que cuando vieron que las dos mujeres no eran humanas solo las ignoraron.
Después de que Samantha mostro su identificación y consiguieron entrar a la ciudad, se dirigieron rumbo a la academia, porque si bien aún quedaba tiempo para completar la misión, decidieron no arriesgarse sabiendo que la vida de esa mujer estaba en juego.
"¡¡Hey!! ¡¡Morgan!! ¡¡Sal a recibirme!!" - Grito Samantha en la entrada del edificio, al considerar la hora no creyeron que fuera prudente irrumpir sin al menos intentar anunciarse.
"S-señorita... ¿h-hay algo que necesites?" - pregunto muy confundido el pequeño quien salió corriendo del edificio, su rostro expresaba confusión por la aparición de las dos chicas tan tarde y en tal estado.
"¡No te preocupes por cómo nos vemos, llévanos rápido con tu madre!" - al ver la prisa en las palabras de Samantha, el pequeño accedió cuando guio el camino de las dos mujeres por el lugar, hasta que regresaron nuevamente ante la pequeña habitación donde la bella mujer yacía en la misma posición con un rostro aún más pálido que antes.
"Así que volvieron... no importa lo que digan... no puedo simplemente creerlo..." - las voz de la mujer sonaba cansada, como si cada palabra consumiera gran parte de su energía y sin embargo su expresión mostraba firmeza, dando a entender que no retrocedería en sus creencias.
"Mmm, no vine a convencerte de lo que ya sabes... vine a cumplir mi parte del trato con el pequeño." - Samantha la miro directamente, por algún motivo no deseaba verse inferior ante esta mujer enferma. - "Necesito que cooperes conmigo."
Samantha saco una pequeña rosa negra de su recipiente hermético, el cual aparte de estar un poco húmedo no acumulo ningún daño evidente, pero para su sorpresa al retirar el tallo de la rosa y acércala a los labios de la mujer, esta reacciono con disgusto escupiéndola lejos de Samantha.
"¡Aléjate! no necesito... tu ayuda..." - las duras palabras de Luvia mostraban que no estaba dispuesta a aceptar la ayuda de Samantha, incluso si eso significaba morir, pero ella no contaba con que Samantha era alguien más obstinada.
"¡Que sea por las malas!" - Tomando la rosa que fue escupida, la coloco dentro de su boca antes de saltar como un leopardo sobre Luvia quien no esperaba tal acción, pronto los labios de ambas mujeres se juntaron cuando Samantha uso el método boca a boca para que Luvia no pudiera expulsar nuevamente la Rosa.
Bella rápidamente tapo los ojos de Morgan cuando ella misma giro su sonrojado rostro pensando en que su Maestra seguía excediéndose últimamente, primero arriesgando sus vidas y esta vez robando los labios de una mujer.
Lo que Bella no noto fue que a pesar de que la Rosa ya fue tragada por Luvia, Samantha no se detuvo y por el contrario intensifico su acción cuando metió su lengua dentro de la boca de Luvia, ambas mujeres compartieron un caliente beso durante unos segundos hasta que Luvia se dio cuenta de la situación y utilizo la mejor forma de defenderse Samantha en la que pudo pensar.
"¡¡¡Ngh!!! ¡¡Me mordiste!!" - Separándose grito Samantha quien ahora tiene un rastro de sangre corriendo por sus labios, no obstante, su mirada estaba fija en el hermoso cuerpo de la mujer que se delineaba debajo de su ropa.
"¡¡Como te atreves a deshonrarme!! y todavía tienes el descaro de quejarte de mí acción." - los ojos de Luvia estaba llenos de ira a tal punto que no se dio cuenta que estaba hablando más fluido que unos momentos atrás.
"Está bien, tu ganas... la próxima vez esperare a que me pidas que lo haga antes de besarte." - una sonrisa feliz apareció en el rostro de Samantha cuando se limpió la sangre de la boca, entonces mirando al pequeño Morgan que estaba confundido después de que Bella lo soltara ella se despidió.
"Tenemos que irnos pequeño, me quedare con el fragmento... y te daré tu moneda de oro después." - Bella acaricio la cabeza de Morgan antes de caminar con dificultad a la salida, solo entonces Luvia noto la andrajosa vestimenta que llevaban las dos mujeres y esto la hizo cuestionarse de lo que tuvieron que pasar para terminar en tal estado.
Afuera de la habitación las dos mujeres caminaron lentamente hasta la posada, donde solicitaron la cena en su habitación y se refugiaron en el pequeño cuarto, una vez cambiadas tomaron una ligera cena antes de caer dormidas en sus camas.
Este fue uno de los días más agitados que tuvieron las dos mujeres por lo que encontrando consuelo en la seguridad del lugar durmieron profundamente, y no fue hasta que el sol estuvo en lo alto que despertaron de su largo sueño.
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El sol brillaba por la ventana de la habitación anunciando un nuevo día, Luvia se reincorporo en su cama un poco confundida por la somnolencia, ella tallo sus ojos por un momento antes de que su mente se aclarara...
"Así que era cierto..." - Murmuro Luvia cuando sintió que la incomodidad del día anterior se desvanecía de su cuerpo, por el contrario, ahora rebosaba de energía, pero debido a los prolongados días de incapacidad opto por no levantarse inmediatamente y en cambio tomarse las cosas con calma, no obstante, un par de corrientes de lágrimas rodaron por sus ojos y solo ella era consciente de si fueron por felicidad de curarse o por tristeza de la traición.
"¡¡¡Mama!!! No te levantes... podrías desmayarte de nuevo, yo hare el desayuno." - el pequeño niño se levantó poco despues de Luvia, su primera reacción fue detener a la mujer lo que le impido contarle al pequeño sobre su recuperación y en cambio acepto sus cuidados.
No fue hasta cerca del medio día que un hombre llego a visitarla, este era su amigo cercano al cual ha conocido durante más de 10 años y de quien estaba un poco enamorada, Rick.
"Buen día Luvia, ¿cómo amaneciste hoy?" - Pregunto el hombre mientras se acercaba a Luvia con una pequeña sonrisa en su rostro, sin duda su apariencia era la de un hombre preocupado por alguien muy cercano a él, pero a diferencia de días anteriores en lugar de sentir calidez Luvia sintió como un escalofrió recorrió su cuerpo.
"Mmm, estoy igual que ayer... temo que mi cuerpo no podrá resistir…" - Imitando sus acciones de días anteriores Luvia fingió su enfermedad mientras forzaba una sonrisa, esto pareció no causar ninguna onda en el hombre quien asintió antes de apoyarla para beber su medicina.
"Ngh... creo que me cuesta tragar..." - la actuación de Luvia sin duda merecía el Oscar y después de todo no era una completa mentira ya que realmente le costaba seguir bebiendo el veneno, más que nada ahora que su cuerpo se inmunizo este veneno le provocaba arcadas.
"Está bien, si la sigues tomando pronto mejoraras." - El hombre se aseguró de que tomara todo el medicamento antes de preguntar por las mujeres del día anterior casualmente y como todos los días se retiró poco después.
"Uack" - después de que el hombre se retiró, Luvia comenzó a vomitar dentro de un pequeño bote colocado a un lado de su cama, el contenido del vomito era un líquido espeso oscuro, lo cual no coincidió con el medicamento, pero se dio cuenta que era porque se combinó con saliva y sangre provocando que tomara esa forma.
"¡¡¡Mama!!! ¿qué te paso...?" - El pequeño escucho el ruido y se apresuró a la habitación, fue cuando vio la escena de Luvia echando la sustancia negra....
"Tranquilo... esto es lo que me estaba dañando... sí lo escupo todo estaré mejor..." - Ese fue el día que Luvia aprendió lo que era no ser capaz de conservar nada en su estómago, ya que la mayor parte del día la paso echando de su organismo el veneno acumulado, lo más curioso del asunto es que conforme su cuerpo expulsaba la sustancia su fuerza aumentaba y para el anochecer ella incluso sintió que su estado no era tan diferente de su mejor momento.
Morgan al principio estuvo en pánico, pero cuando noto que su madre recuperaba su fuerza se calmó, y pronto incluso deseaba que siguiera vomitando con tal de que mejorara más rápido.
Solo fue hasta el segundo día que volvieron a encontrarse con Samantha y Bella, quienes al igual que Luvia recuperaron la mayor parte de su estado, aunque no se atrevieron a consumir las rosas sin investigar más primero... ya que Samantha pensó que quizás haya una forma de aumentar más sus efectos.
Por ello decidieron enviar un mensaje a Sandra, en la cual le solicitaban una petición extravagante.
"M-Maestra... creo que es un poco excesivo pedirle eso a la Sacerdotisa principal..." - Comento Bella después de salir del gremio de Mercenarios desde el cual enviaron su carta, al final ella fue quien la escribió por lo tanto estaba nerviosa por el contenido de la misma.
"No te preocupes... esa mujer dejo que te lastimaran por su incompetencia, además permitió que Duncan se llevara nuestras posesiones durante un tiempo... así que nos lo debe." - aunque las palabras de Samantha no eran mentira, ella claramente se aprovechaba de la mujer, pero Samantha no era tan ingenua para no darse cuenta del porque Liza no la acompaño.
Esta era su pequeña forma de vengarse de la culpable de quitarle a su compañera, aunque sea temporalmente.
"Vamos, debemos ir a verificar la condición de Luvia." - Samantha apenas pronuncio sus palabras cuando una notificación apareció frente a ella.
[Misión Oculta: Salvando a la Damisela]
[Has conseguido con éxito la cura para el padecimiento de la mujer e incluso dejando una marca en su corazón.
Has actuado como un verdadero Héroe, salvando a la damisela sin condenar a inocentes.
Tiempo Restante: 00-00
Recompensa:
- Manipulación de Energía Nv 1
- Titulo [Pequeña Heroína]
- Ojos Demoniacos Nv 1...
Nota: Sigues siendo imprudente.]