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Chapter 19 - Capitulo 17 - Visitando la ciudad

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En una habitación amplia dentro de una cama matrimonial descansaba una mujer pelirroja plácidamente, en su rostro se plasmaba una sonrisa suave como si tuviera un buen sueño, pero su ropa desordenada creaba un extraño contraste dándole un ligero toque erótico.

Esto fue porque la joven solo llevaba una pequeña blusa que habia sido levantada mostrando su hermoso busto, por otro lado, en su cadera no habia un solo trozo de tela que cubriera su jardín privado, tristemente esta fantástica vista no pudo ser observada por nadie ya que la única otra residente de la habitación habia escapado momentos antes.

Naturalmente me refería a Samantha, quien, al despertar escapo en pánico, pero no sin antes dejar una nota para evitar preocupar a su compañera... o eso hubiera hecho si supiera escribir, pero debido a su deficiente dominio del idioma opto por hacer lo mismo que haría un niño y garabateo en un pedazo de tela.

Dentro de una tela gris que probablemente se usaba como un pañuelo quedaron un par de dibujos negros hechos con carbón, estos fueron un corazón, una niña con cola y una lanza, y al final una especie de estructura que parecía un templo... pero cualquiera que viera sus dibujos dudaría si le dijeran que no fue hecho por algún niño de 5 o 6 años de edad y en cambio lo hizo una joven de 18 años.

La chica dormida sobre la cama se llama Liza y sin duda estaría asombrada al descubrir que su pareja escapo al amanecer dejándole una extraña nota, sin embargo, por ahora podría disfrutar de un pacifico sueño después de estar con la mujer que ama.

Por otro lado, en las afueras del edificio se podía ver a Samantha quien caminaba un poco extraño... además se veía inquieta dando vueltas por las calles como si pensara profundamente en algo, pero no se dio cuenta que su apariencia atraía bastante la atención.

Samantha estaba vestida con una camisa holgada de Liza, pero debido a la diferencia de tamaños su busto destacaba claramente en su ropa, si bien ambas tenían una altura similar nadie podría negar que Samantha era dueña de un abundante pecho a diferencia de los más modestos de Liza.

Y para terminar debido a su prisa por salir tomo unos pequeños shorts de entrenamiento que no dejaban mucho a la imaginación, incluso ahora después de andar deambulando por más de una hora no se dio cuenta de las intensas miradas que recibió constantemente.

"Sigh. Siento que he perdido algo muy importante... mi orgullo masculino está en crisis así que debo aumentar mi virilidad..." - Se mantuvo murmurando mientras intentaba encontrar un punto de equilibrio en su mente, esto provoco que no mirara frente a ella y pronto colisiono contra un pobre transeúnte desprevenido.

¡Bang! el golpe la desconcertó por un momento, pero no tardó mucho en darse cuenta de lo que habia causado por su descuido, además el dolor en su cabeza por haber chocado con la otra parte también ayudo.

"L-lo lamento, no estaba mirando por donde iba" - con vergüenza se disculpó.

"E-está bien, también ha sido mi culpa y no me causaste daño..." - El otro involucrado en la situación era un hombre alto, quizás cerca de 190 con un cuerpo delgado y podría ser considerado muy [hermoso]. - "Nuestro encuentro bien puede ser una fortuna, deberíamos tomar algo."

El hombre estaba confiado de sí mismo cuando invito a Samantha, después de todo su apariencia bien podría clasificarse entre los mejores 10 hombres de la ciudad, en los alrededores algunos espectadores suspiraban en secreto al sentir que la joven pronto seria atrapada en las garras del tipo.

"No gracias, y si todo está bien entonces me retiro" - con tranquilidad Samantha respondió antes de dar la vuelta y volver al camino, aunque ya no caminaba tan distraída.

El hombre en cambio se crispo por un momento antes de fruncir el ceño con molestia al ver que habia fallado su movimiento.

"Disculpe señorita, ¿no cree que fue un poco brusca?" - no queriendo rendirse el hombre se colocó frente a Samantha para bloquear su avance. "Después de todo estoy invitándola sinceramente y usted no lo está apreciando."

"¡Oh mí! pero que descuido de mi parte..." - Samantha reacciono sorprendida antes de asentir como si entendiera algo.

El hombre sonrió son aire de suficiencia como si expresara que era natural, pero las siguientes palabras de Samantha borraron la sonrisa de su rostro.

"Creí que hablaba con un hombre... pero solo era una mujer muy fea... fufufu parece que lo hice de nuevo y hablé sin pensar..." - Las palabras de Samantha provocaron una serie de risas entre los espectadores. - "Lo lamento señora no quise ofenderla, pero tengo cosas que hacer así que me retiro."

Después de volver a disculparse, simplemente rodeo al hombre y continuo con su camino, aunque esta vez sin más interrupciones, pronto llego a la avenida principal de la ciudad donde la gente era más abundante, pero de igual manera pudo localizar muchos edificios con estructuras familiares.

"Sigh. los gremios, supongo que no estoy tan lejos de mi destino." - caminando por la amplia calle observo con atención los distintos puestos y tiendas que habia en la zona, incluso deteniéndose durante un momento para apreciar lo que era una tienda de armas y armaduras, pero solo suspiro con decepción al ver que no se comparaban al equipo hecho por Trish.

Cuando estaba por llegar a la plaza una pequeña conmoción llamo su atención, entonces siguiendo el origen del tumulto pronto llego a lo que parecían carpas de circo en el borde de la plaza, afuera de las mismas pronto detecto que habia una tarima elevada en la cual se encontraba parado un hombre mostrando a una mujer con un collar en el cuello.

"Esclavistas." - Comento al notar que la conmoción era por los nuevos productos adquiridos a través de la difícil situación de los refugiados que ahora se subastaban.

Si bien era deprimente ver como estas personas eran comercializadas como productos tampoco era el deber de Samantha hacer algo, menos aun cuando muchos de los esclavos se habían vendido ellos mismos o tenían contratos que evitaban que cayeran en la peor situación.

Los esclavos en el continente podrían clasificarse de tres maneras, la primera es sobre aquellos que han cometido crímenes de guerra, así como los bandidos y ladrones, estos no poseen derechos por lo tanto no importa como los traten su dueños no habrá repercusiones, muchas veces son usados como carne de cañón en guerras.

El segundo es el de aquellos que acumularon bastantes deudas y para salir de su situación decidieron venderse voluntariamente, generalmente poseen un contrato especifico que los protege de ser abusados o explotados mas allá de cierto punto, estos esclavos son los más comunes ya que trabajan en casi todos los sectores de la sociedad.

El ultimo tipo de esclavo son los criados, estos nacen siendo esclavos y mantienen ese estatus hasta que compren su libertad o sus dueños los liberen, aunque no son tan raros generalmente solo se usan por la clase alta como sirvientes o acompañantes.

Los presentados en esta subasta pertenecían al segundo tipo, ya que al ser refugiados y no tener un ingreso o medio para vivir decidieron venderse como esclavos y esperar tener algo de suerte.

Samantha se quedó mirando por unos minutos hasta que vio subir a una mujer mayor quizás cerca de los 30 o 40 años, lo cierto es que estaba desnutrida y algo demacrada así que su aparentaba más de 50 años con facilidad, pero eso no fue lo que llamo la atención de Samantha, sino que sintió una extraña energía de la mujer, esto en sí mismo no era normal ya que Samantha no podía sentir la energía en general.

Ante la extraña situación Samantha decidido inspeccionar a la mujer.

[Ria Dríada Corrupta Nv 30]

Aunque su nivel no era bajo cualquiera podría ver que esta mujer estaba en un estado decadente, pero esto no explicaba porque sintió esa extraña energía de esta mujer...

Pronto el esclavista noto que no estaban interesado en la mujer y la mando al fondo, agitando su mano hiso que subieran a su lado una enorme jaula cubierta.

"Jajajaja, lo siento amigos, el anterior fue un desatino... pero esta vez les mostrare... ¡¡mi mejor esclavo de guerra!!" - dos asistentes se coordinaron y pronto quitaron la manta dejando al descubierto a una figura alta que resulto muy familiar hacia Samantha.

"¡¡Una Orco!! y no solo eso, sino que esta mujer tiene experiencia en combate y se acerca a su tercer rango." - pronto los espectadores aplaudieron y comenzaron a inquietarse preparándose para pujar por la mujer. - "Muy bien la puja inicia con..."

"¡¡Alto!!" - la voz furiosa de Samantha detuvo el inicio de la puja, pronto todos los presentes miraron con molestia a la causante de tal interrupción, pero muchos se sorprendieron en diferentes grados cuando vieron a la mujer que lo hiso.

"¿Qué es lo que quieres niña? Espero que tengas una buena explicación o podría hacer que los guardias te arresten por esto." - aunque el esclavista sonaba indignado muchos pudieron ver la codicia en su mirada mientras observaba a Samantha.

"¡¡Bastardo!! Ella es mía, ¿cómo te atreves a intentar venderla?" - con furia en su voz pronto grito sus palabras causando una pequeña conmoción entre el público, el esclavista incluso se veía consternado como si no entendiera las palabras de la chica.

"Parece que estas confundida, esta mujer orco fue obtenía por mis hombres del Líder del Gremio de Comerciantes Duncan, quien la capturo afuera de la ciudad, o ¿acaso insinúas que Sir Duncan te ha robado?" - Con burla en su mirada cuestiono a Samantha, ya que solo algunos en la ciudad tienen la capacidad de enfrentarse a Duncan y esas personas eran bastante conocidas.

"!!Claro que si infeliz!!, tengo los documentos e incluso puedo llamar a la iglesia para someterme a juicio." - El estrés de los últimos días sumado al delicado estado mental de Samantha por la noche anterior provocaron que se quebrara y liberara todos esos sentimientos reprimidos en el pobre sujeto frente a ella.

El comerciante al ver que la chica no retrocedía a pesar de saber que era respaldado por Duncan y más aún al querer involucrar a la Iglesia (templo), sintió que esto no era tan simple como se vio, ya que esta mujer debe tener un gran respaldo o ella misma ser alguien importante, con esto en mente el hombre decidió comprometerse y comprobar la situación antes de hacer algo irreversible.

"Muy bien, si lo que dices es cierto entonces podemos comprobarlo." - con una señal sus hombres se retiraron rápidamente en dos direcciones distintas, uno hacia el gremio de comerciantes y el otro hacia la iglesia, al final quería cubrir todas sus opciones.

Samantha pronto se acercó hacia Bella quien no solo estaba dentro de la jaula, sino que estaba esposada por todo el cuerpo, brazos, piernas, cintura e incluso cuello, y para terminar también tenía una mordaza para evitar que hablara, pero no era todo ya que Samantha pude ver que su cuerpo estaba cubierto de una gran cantidad de heridas y moretones.

"¡¡¡Hijo de puta!!! ¿Cómo te pudiste...?" - la ira aumento con rapidez hasta el punto en que el cuerpo de Samantha estaba temblando, el comerciante al notar su estado se alejó rápidamente con temor a ser atacado.

Y no estaba equivocado ya que si no hubiera retrocedido pudo haber sido asesinado por Samantha quien al examinar a Bella noto que en su delicado rostro faltaba algo... uno de los ojos de Bella desapareció... al principio no lo noto debido a la distancia y a que Bella se habia mantenido su cabeza agachada, pero cuando pareció reconocer la voz de Samantha levanto la vista mostrando la herida.

Samantha sabía que durante toda la batalla tanto con el Ciclope como lo que siguió aparte de ella misma ninguna de sus compañeras fue herida gravemente y mucho menos llegar a esto.

Llegando a un punto de quiebre la visión de Samantha se oscureció por un segundo antes de saltar contra el esclavista con intención de arrancar sus ojos en represalia, quiso aplicar la frase de forma literal "ojo por ojo".

"¡Deténganla! ¡No dejen que llegue al jefe!" - exclamo con ira uno de los guardias del esclavista cuando se apresuró a pararse frente al hombre para detener a la enloquecida mujer.

"¡Captúrenla! ¡Esta perra se atrevió a intentar asesinarme!" - al ver una oportunidad el esclavista ordeno a los guardias que capturaran a Samantha, siempre y cuando pudiera tenerla en sus manos todo habría acabado ya que la iglesia no se metería si la mujer ya era una esclava.

Cuando el guardia escucho la orden abandono su arma y se preparó para someter a la mujer con sus manos desnudas, Samantha por otra parte se enfrentó al guardia de la misma manera ya que no tomo ningún arma al salir de la habitación de Liza, por tanto, con sus manos desnudas se abalanzo contra su enemigo dando un zarpazo contra el rostro del guardia.

El guardia esquivo el ataque inclinando su cuerpo para atrás, pero esto lo dejo expuesto cuando un enorme dolor lo derribo... pronto el silencio reino el lugar cuando solo escucho el gemido del hombre antes de caer al frio suelo de piedra inmóvil, como si ya hubiera muerto.

Los hombres del lugar cubrieron por instinto su parte baja sintiendo empatía por el caído, incluso los otros guardias se distrajeron en esta situación y no se atrevieron a avanzar directamente.

"Perra, ¡no tienes honor!" - grito uno de los guardias con ira, pero no se atrevió a avanzar.

Samantha no se inmuto cuando volvió a correr contra el esclavista aprovechando que no estaba protegido, al llegar ante el estiro sus brazos con intención de tomar sus ojos, pero en ese momento su cuerpo se tensó y por reflejo salto a un costado mientras cubría su torso con ambos brazos.

¡Bang! el cuerpo de Samantha salió volando antes de caer nuevamente al piso, su rápida reacción le permitió salir con solo un poco de daño en su costado y ambas manos entumecidas, pero sintiendo que todavía habia peligro rodo por el suelo lo más rápido que pudo.

¡Crack! el lugar donde estaba Samantha un momento atrás fue hecho pedazos bajo el pisotón del intruso.

Cuando el polvo cayó al piso los espectadores vieron con asombro el resultado de la batalla momentánea, ya que la atacante ahora estaba a varios metros de su posición original, por otro lado, el esclavista y los guardias no se movieron de su lugar, pero frente a ellos un hombre estaba parado de forma casual con una pequeña sonrisa en sus labios.

"Muy impresionante, pensar que bloquearías mi primer golpe y esquivarías el segundo." - El hombre mostro una sonrisa burlona a Samantha con un pequeño toque de sorpresa. - "Pero hasta aquí has llegado niña, en tu próxima vida no te vuelvas mi enemiga."

Cuando termino sus palabras volvió a lanzarse contra Samantha... ¡¡¡Bang!!! el sonido más fuerte que la primera vez sonó, pero esta vez quien cayó al suelo fue el hombre y frente a Samantha dos mujeres de pequeña estatura estaban paradas lado a lado.

"¡Estas excediéndote Duncan!"/ "¿Acaso quieres morir?" - preguntaron al mismo tiempo, estas mujeres eran Trish y la líder del Gremio de Mercenarios cuyo nombre es Grace, dos mujeres de la raza enana.

"¡Mph! esta mujer no solo me ha difamado, también ataco a un miembro de mi gremio sin razón, está dentro de mi derecho castigarla por el daño ocasionado a mis hombres y mi reputación." - Comento de manera tranquila Duncan ya que sus palabras eran ciertas.

"No eres quien, para juzgar, además los miembros del Templo se dirigen aquí para encargarse del asunto." - Las palabras de Grace hicieron que Duncan mostrara una mueca mostrando intención de irse.

"Entonces deberíamos…" - cuando se preparaba para irse vio como un grupo de mujeres y hombres apareció rodeando la escena y a él en consecuencia.

"Sigh. no puedo creer que no han pasado más que unos días desde que nos pusimos de acuerdo y ya están peleando a plena luz del día." - Comento la Sacerdotisa Sandra quien lideraba a sus hombres.

"Ok, ¿Quién me dirá que paso?" - Pregunto liberando su presión y provocando que la atmosfera se enfriara repentinamente.