Viendo los resultados de la batalla me impresione, parecía que la zona había sido bombardeada continuamente... ignorando la caótica situación camine hacia el borde del pueblo, ahí pude ver que había una gran cantidad de jaulas en las cuales se habían colocado monstruos, lo curioso es que todos los capturados estaban heridos, pero no parecía haber sido hecho por humanos.
"Impresionante." - Exprese cuando me tope con las ultimas jaulas, a diferencia de las primeras que en su mayoría tenían Goblins, lobos y algunos otros animales, estas tenían monstruos de un rango superior.
Orcos... había cerca de 10 guerreros y 2 guerreras, todos median alrededor de 2.3 a 2.5 m por lo que aprendí sobre ellos serían considerados altos dentro de su raza, lo normal varía entre 1.9 a 2.5, aparte de eso tenían físicos similares con pequeñas diferencias, su piel era de color verde, aunque variaba el tono por individuo.
Su mirada era intensa y comencé a sentirme nerviosa, no entendía porque un grupo de hombres de otra especie tendrían un... deseo tan fuerte por mí, cuando me preparaba para regresar y fingir que no había visto nada uno de los orcos comenzó a hablar conmigo.
"D*** ***** ** ***********" - No entendía su idioma, parecía que estos orcos no acostumbraban hablar la lengua de los humanos, al ver mi expresión confundida se detuvo por un momento y hablo con una de las mujeres que estaban separadas en otras jaulas.
"P********* *** ** R**" - cuando termino sus palabras vi como la mujer volteo a mirarme por un momento, en sus ojos veía sorpresa y otras emociones, parecía que a diferencia de los hombres no habían notado mi llegada.
"Niña, el Jefe Cox pregunta por tu arma." - cuando termino sus palabras busqué mi espada por inercia, pero pronto me di cuenta que no se refería a eso, por el contrario, parecían ver la Maza que había tomado del orco muerto.
Esta era un arma contundente de dos manos, media cerca de 2 m y por lo tanto la cargaba en mi espalda, aunque no me era útil pensé que Trish podría sacarle provecho, me sorprendí cuando fui incapaz de balancearla usando solo una mano, no entendía como ese Orco la había manejado con tanta facilidad, solo pude suspirar al ver la suerte que había tenido.
"La tomé de un guerrero que vencí la noche anterior." - mis palabras la sorprendieron ya que sus ojos se abrieron y se veía agitada.
Pronto la mujer comenzó una conversación con los orcos, por mi parte examine con más detalle a las dos mujeres en las jaulas, ya que era la primera vez que veía mujeres de esta raza, más aún era extraño que fueran tan diferentes ambas.
La mujer que me hablo era visiblemente más grande, media aproximadamente 2.1 m y su cuerpo, aunque era más esbelto que el de los machos aun rebosaba de músculos, su rostro era más delicado y aparte de los colmillos en su mandíbula inferior no había tanta diferencia con los humanos, otro punto importante era que su piel se veía de un color más marrón en lugar de verde.
Si tuviera que decirlo era como si no fueran de la misma raza, su ropa era un conjunto tribal al igual que todos los orcos, lo cierto es que me ponía un poco nerviosa mirar su cuerpo ya que exponía demasiado y sus proporciones eran enormes... Ella tenía extrañas runas grabadas en su piel así que bien podría ser un chamán.
La última mujer fue la más pequeña del grupo, aunque diga eso seguía siendo enorme, quizás media cerca de 190 pero a diferencia de los demás era bastante delgada, poseía músculos visibles y un abdomen plano, pero lo cierto es que no era diferente de algunas aventureras, su físico era similar al de Claire.
Por otro lado, su busto era enorme quizás de copa E o F, aunque podría tener mucho que ver con su altura, su cara era delicada y sin gran diferencias con la de los humanos, podía ver dos pequeñas protuberancias en su labio inferior donde supuse estaban sus colmillos, sus ojos eran de un rojo intenso, y su piel de un tono verde claro.
Ella era la única que tenía un collar puesto.
"¿Tu lo mataste?" - me saco de mis pensamientos esa pregunta, cuando desvié la mirada vi que la atención de todos los orcos estaba en mí, incluso la más pequeña había girado su vista en mi dirección.
"Así es, junto a mi compañera, aunque tenía algunas heridas como las suyas." - respondí tranquilamente, pero cuando la mujer lo tradujo su reacción me sorprendió, pude ver como un bulto sobresalió de sus entrepiernas.
Di un paso hacia atrás, sentí peligro de manera instintiva, pude ver que incluso la última mujer se hacía un ovillo alejándose de la jaula de los orcos.
"Deberías retirarte." - me dijo la mujer en voz baja, así que tomando su consejo salí del lugar rápidamente.
Pronto volví a la plaza y me topé con Claire, parecía que era hora de volver.
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En una espaciosa sala dentro de la casa más grande del pueblo de cazadores, se celebró una reunión en la que participaban los principales encargados de manejar el ejército de monstruos invasor, se habían presentado cerca de 10 hombres y mujeres quienes poseían el mayor poder en la región.
"Así que eso paso." - Fueron las palabras de la mujer quien había llegado primero a la plaza central de la ciudad, una semi-elfa y frente a ella estaba Max.
"No estaban atacando, probablemente trataban de huir." - Fue la conclusión a la que llego un hombre canoso, quizás de 50 años, este portaba una armadura dorada con la insignia del Gremio de Comerciantes.
"Eso no importa, es necesario determinar el nivel de amenaza." - Quien hablo fue una joven bajita que parecía tener cerca de 15 años, era de la raza enana, así como la actual líder del Gremio de Mercenarios.
Todos sabían que el Gremio de Comerciantes quería hacerse cargo de los prisioneros, principalmente por lo valiosos que eran los orcos como esclavos de guerra, pero no era el momento de discutir ganancias.
"Los exploradores volverán pronto, sin embargo, no parece que traigan buenas noticias." - Hablo de nuevo la semi-elfa con resignación en su voz.
Todos los presentes guardaron silencio, no era la primera vez que había un caso de este tipo en el continente, lo desafortunado es que les había tocado a ellos...
"Sigh. Debemos comenzar la evacuación, notificare a todas las sedes." - La líder del Gremio de Mercenarios declaro antes de caminar hacia la salida.
"Si tenemos suerte serian solo algunos Nigromantes, en el peor de los casos será un Rey Lich, me mantendré en contacto contigo." - Dijo la semi-elfa hacia su compañera que salía por la puerta, después de lo cual también camino hacia la salida.
En poco tiempo todos comenzaron a salir uno por uno, dejando solo a un hombre en el lugar, Max pensó por un momento en la breve conversación que tuvieron en esta habitación, la impotencia lleno su cuerpo cuando noto que a la mayoría realmente no les importaba la situación.
"Al final se acabó mi tiempo." - Con tristeza salió del lugar, buscando los restos de su equipo para llevarlos a casa por última vez.
Al final la cantidad de palabras que intercambiaron no fue ni una décima parte del reporte de Max, todos tenían en mente sus propios intereses, las victimas solo eran daño colateral que podían ignorar.
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El tiempo paso lentamente desde la batalla del pueblo de los cazadores, cada día hay nuevos avistamientos de hordas de monstruos y animales huyendo desde el bosque del sur, además se está realizando una evacuación a gran escala y esto nos ha proporcionado una buena fuente de trabajo.
Algo que mencionar es que se ha sumado a nuestro grupo la joven sanadora, ella se llama Alex, su cabello está atado en una cola de caballo, es largo y de color negro, su cuerpo es esbelto… Si tuviera que dar un ejemplo más claro seria como el físico de una gimnasta, sus caderas eran amplias y sus piernas parecían las de una atleta profesional, por otro lado, su cintura pequeña y un busto modesto copa B le dieron un aire juvenil.
En fin, ha pasado una semana, Trish abandono la ciudad el día anterior, nosotras planeamos salir hoy, en este caso seremos escolta para un grupo de ciudadanos y comerciantes, somos uno de los últimos grupos de evacuación, atrás de nosotras solo quedan los líderes de los Gremios con poco personal.
"Sigh. Cuando llegamos a la ciudad no imagine que todo terminaría así." - Exprese viendo los carruajes que transportaban bienes y personas a mi alrededor.
"Mmm, en realidad es la segunda evacuación en la que participo." - Una mirada con un tinte de melancolía apareció en el rostro de Claire.
"Esta es mi primera vez." - Respondió Alex tranquilamente.
Éramos una caravana con cerca de 20 carruajes, de esos la mitad estaba llenos de provisiones y mercancías, los restantes eran transporte para los ciudadanos no combatientes de la ciudad, siendo en nuestro caso cerca de 100 ciudadanos, y por ultimo los mercenarios, guardias y aventureros caminando alrededor sumábamos cerca de 100 más.
"¡Atención! No salgan de la formación." - Exclamo el líder de la caravana, ese era un hombre mayor de quizás 50 años, pero su nivel era otra cosa.
[Krauss Paladín Rojo Nv 41]
La razón del porque fue enviado es que en nuestro grupo se encontraban 4 Orcos, estos eran 3 hombres y la que ahora sabia era una Medio-Orco, o Semi-Orco, básicamente es una una mujer con sangre de Orco y sangre de otra raza.
Curiosamente hay muchos medios de distintas razas, la mayoría nacen a partir de un humano y otra raza, pero los hay excepciones, los Orcos, Altos Elfos, y algunas tribus bestia solo dan a luz a su propia raza, es muy raro que lleguen a tener un descendiente con sangre mixta.
Por tradición, una mestiza debería haber sido asesinada, pero por algún motivo nadie mato a esta, no había manera de indagar más en el asunto por lo tanto lo hice a un lado, parece que la chica será vendida junto a los orcos en la próxima ciudad, su dueño actual es un comerciante de bajo nivel, parece haber invertido bastante para obtener derecho a los Orcos.
[Rick Comerciante Nv 15]
"Sam, tienes que estar alerta." - Claire me reprendió por no prestar atención, mirando a mi alrededor note que otros Mercenarios me daban miradas frías.
Asentí y me centré en el camino, después de todo la situación parecía ligeramente peligrosa.
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No fue hasta unas horas más tarde que sufrimos el primer contratiempo, frente a nosotros encontramos los restos de una caravana, parecía que los que partieron antes de nosotros encontraron problemas en el camino.
"La próxima ciudad está a 3 días, no es posible que hayan decidido seguir con semejante accidente." - Claire insinuó mientras preparaba su postura, era claro que todos tuvieron pensamientos similares ya que levantaron sus guardias.
"Orcos..." - Krauss dijo cuando miro la jaula destrozada en el camino, parecía que los compañeros de los Orcos habían atacado.
Aumente la fuerza en el agarre de mi arma, sentí como mi cuerpo se tensaba como si mi instinto me advirtiera del peligro, manteniendo mi vigilancia y al notar que no había sobrevivientes volvimos a avanzar por el camino, aunque nadie fue capaz de bajar su guardia.
Un tiempo después llego la noche, con los trabajos asignados pronto armamos un campamento, casi un tercio de los mercenarios se habían mantenido como guardias, cambiando su turno por otro grupo igual cada 3 horas, todo con el propósito de poder reaccionar a cualquier tipo de ataque.
Esa noche nos atacaron...
Cuando llego el cambio de guardia cerca de la 1 am, una lluvia de flechas llovió sobre todo el campamento, cuando las flechas se detuvieron aparecieron en la oscuridad, un grupo de más de 15 Orcos liderados por uno de los antiguos prisioneros, lo peor de la situación es que podíamos ver en la oscuridad como se movían más figuras.
"¡R****** * ******!" - grito palabras incomprensibles, poco después la misma mujer guerrera que conocí antes salió al frente y tradujo su mensaje.
Vi como Krauss avanzaba tranquilamente al frente, parecía poco impresionado por los Orcos, como si desde el inicio hubiera sabido que las cosas terminarían de esta manera, los mercenarios avanzaron desde sus posiciones y pronto se reunieron tras Krauss, por lo que observe casi no hubo bajas, los sanadores hicieron un buen trabajo.
Nos movimos a la parte posterior junto a las otras mujeres del grupo, era bien sabido los pasatiempos que tenían los Orcos, no fuimos capaces de escuchar la conversación que tuvieron al frente, pero podía oír la agitación de nuestros compañeros y pronto vi como desde el fondo liberaban a 3 Orcos.
"Muy bien, cumpliremos el contrato, ¿no quieren a la chica?" - Pregunto Krauss cuando libero a los prisioneros, pero el desdén brillo desde los ojos del líder de los orcos.
"No necesitamos a basura con nosotros, pueden quedársela." - Después de sus frías palabras dieron la vuelta y pronto desaparecieron en la oscuridad, pero eso no disminuyo el sentimiento de crisis dentro de mí, por el contrario, parecía aumentar poco a poco.
"¿Qué hacemos con ella?, su dueño ya está muerto." - pregunto un hombre cerca de Krauss, pero no pude evitar sorprenderme por sus palabras, yo vi a el comerciante vivo cuando aparecieron los orcos, ¿Quién lo mato?
"¿Y si la dejamos aquí?" - pregunto otro de los hombres con una mirada de asco, parecía que ninguno de los hombres tenía interés en acercarse a esa mujer.
Krauss comenzó a considerar la situación, pronto se paró sobre una plataforma y llamo la atención de todo el campamento.
"La mujer Orco, ¿alguien quiere comprarla y hacerse cargo de ella?" - Su mirada se dirigió principalmente hacia los pocos comerciantes en el grupo, pero estos solo evitaron su mirada, como si no quisieran tener que ver.
"Como líder de esta caravana reduciré la tarifa, solo necesito una moneda de oro y se las entregare." - redujo el precio, pero una moneda de oro era algo inaceptable para casi todos los presentes.
Al ver que nadie parecía dispuesto, Krauss desenvaino su arma y se dispuso a eliminar a la mujer, ella no reacciono incluso cuando la sacaron de la jaula, parecía haberse resignado a su destino.
"¡Espera! La comprare." - La atmosfera se congelo cuando la voz rompió la tensión, la sorpresa cubrió los rostros de los presentes.
"Mira aquí." - De una bolsa tomé una única moneda de oro y se la mostré a Krauss.
El no dijo nada, tomo la moneda y me entrego unos papeles junto a una pequeña piedra.
A mi alrededor la atmosfera cambio, pude ver diferentes miradas en mi dirección y me temo que no con buenas intenciones, Claire solo suspiro antes de acercarse y jalar a la mujer a nuestro lado.
Sabía que podía ser un error, pero sentía que era necesario, como si cada parte de mi gritara que era la única manera de salir viva, y el mensaje en mi visión lo confirmo.
[Salva a la mujer]
La tormenta apenas estaba llegando.