-Umm muy bien, tocara realizar el experimento. Ahora dime, ¿por qué le echaste limón a la comida? -
-El limón al igual que el fuego hace que la comida te haga enfermar menos, además de que es importante comer frutas y verduras de vez en cuando. -
- ¿Por qué? -
-Sin no comes frutas o verduras, te puedes enfermar gravemente, te pueden hasta sangrar las encías. -
- ¡Como no lo pensé antes! La enfermedad de las encías sangrante se cura comiendo limón. Entonces, ¿Por qué no comer limón diariamente, para así evitar ese riesgo? -
-Si, definitivamente eres una bendición de la diosa, tienes mucho que aportarnos. Debemos de agradecerle a la diosa por traerte a nosotros. Debemos santificarla. -Continúo diciendo el sanador.
- ¿San… santificarme? -
-Si hermana, al ser santificada toda la tribu entenderá tu importancia, es mas si alguna vez te llega a pasar algo, todos los miembros de la tribu irán a ayudarte. - Dijo Quinn
Al parecer ser santificada es equivalente a tener un seguro de vida. Definitivamente ser santificada es una oportunidad que no quiero perderme.
- ¿En verdad soy digna? - Dije tratando de lucir tímida.
- ¡Definitivamente lo eres! Yo nunca me equivoco. - Dijo el sanador muy emocionado.
-La ceremonia será en dos semanas. -
No pude evitar sonreír al escuchar esas palabras, no tendré que depender de los deseos de los gemelos nunca más. Tendré al fin un lugar donde pertenecer.
Puede que me allá exaltado demasiado, ya que Quinn empezó a verme con el ceño fruncido con desconfianza.
- ¿Qué… que pasa Quinn? -
- ¿Eres una bendición o nuestra maldición querida hermana? -