Quinn Ophyris
Las enseñanzas el día de hoy duraron más de lo usual, la sacerdotisa de la tribu nos llevó hacia el bosque para que viéramos algunas plantas comestibles y medicinales. A mis compañeros no les interesa mucho estos temas, sienten que mientras tengan carne que comer, no necesitan consumir nada más. No entienden que en cada invierno la comida en la tribu escasea y debido a las bajas temperaturas no hay forma de ayudar a ninguna familia. Cada invierno nuestra población disminuye y las mujeres en la tribu no son lo suficientemente fértiles para crear nuevas crías rápidamente.
La única forma de solucionar este problema es volviendo nuestra dieta más variada y con yerbas medicinales que mejoren la salud, fortaleza y fertilidad de los miembros de la tribu. O bueno eso es lo que creo, mi hermano gemelo piensa que tengo mucha imaginación y que mis ideas no son realistas.
Al llegar a la tribu, esta tiene un olor diferente, se puede observar que los cazadores ya volvieron con suficiente carne para alimentar a la tribu por un tiempo. Los cazadores son los que tienen uno de los papeles más representativos en la tribu, ya que ellos además de buscar comida, se encargan de eliminar a los animales salvajes, peligrosos que pueden atacar la aldea y observan si hay movimientos de otras tribus.
Mi padre, el jefe de la aldea, siempre dice que debemos de estar preparados para el ataque de cualquier amenaza. Hay momentos en los cuales me gustaría ser como mi gemelo y mi padre. Fuertes y decididos a la hora de atacar y matar. Sin embargo, soy más del tipo de hombre que piensa en estrategias para la supervivencia de la tribu a largo plazo.