La tribu quedaba relativamente cerca del bosque, a unas dos horas de caminata siguiendo el curso del río. Era una comunidad pequeña y primitiva, con chozas dispersas cerca unas de otras y sin ningún tipo de muralla defensiva alrededor de las construcciones. Quienes me encontraron parecían ser los cazadores de la tribu, llevando animales muertos al hombro y portando armas rudimentarias como lanzas y arcos.
Es importante destacar que las armas eran confeccionadas principalmente de madera y piedra. Según pude observar, en esta tribu no se utilizaba metal ni bronce. Las chozas, construidas con madera, tenían una forma redonda, pequeñas ventanas y puertas. En lugar de vidrio, se empleaban pieles para cubrir estos espacios.
La vestimenta de la tribu estaba hecha completamente de piel y se utilizaba únicamente para cubrir partes específicas del cuerpo. Dada la temperatura y la intensidad del sol, era comprensible la escasa cantidad de ropa.
La civilización parecía tener un enfoque patriarcal, ya que no se veían muchas mujeres en el pueblo, y los integrantes de la tribu que participaron en la caza y me recogieron eran exclusivamente hombres.