Marcos caminó apresurado para encontrarse con el alcalde, quien se encontraba afuera de la habitación con una expresión de zozobra. El joven detective se detuvo por un instante al verlo de esa manera, por lo que decidió decidió acercarse cuidadosamente para evitar que se alterara más.
Al ver que su compañero había llegado con el alcalde, Clarissa se dio cuenta de sus intenciones, así que decidió detenerlo.
—¿Qué piensas hacer? —cuestionó angustiada.
—Sé que no es momento, pero es preciso que él sepa lo que hemos descubierto— respondió Marcos, con una expresión seria.
—Pero...
—No te preocupes —volteó a verla con una sonrisa— seré cuidadoso. Además, quiero prepararlo para lo que vendrá.
—Tienes razón —suspiró Clarissa— pero él ahora está sufriendo por su hijo, no podemos...
—Sí, pero él ante todo es la autoridad y debe proceder como debe, nosotros sólo somos investigadores contratados para dar resultados.
Clarissa no pudo refutar tal argumento, así que no le quedó de otra que seguir a Marcos. Cuando llegaron con el alcalde, éste se acercó mirándolos con preocupación.
—¿Pasó algo chicos?
—Alcalde... —comenzó a decir César— Necesitamos hablar en privado.
—Entiendo —suspiró Andrés, mientras su expresión se tornaba seria— vamos a mi despacho.
El alcalde se adelantó para guiarlos hacia su despacio, que estaba metros más adelante. Cuando llegaron, don Andrés se dirigió hacia su escritorio, mientras que Clarissa y Marcos tomaban asiento frente a él.
—¿Qué avances tienen?
—Alcalde —se adelantó Marcos— hoy llegaron los resultados de la prueba de paternidad, son negativos.
Esta noticia dejó estupefacto a Andrés, que casi se quedó sin habla.
—Ella... ¿no es mi hija?
—Eso indican los resultados —añadió Marcos— sé que está impactado con esta noticia, pero ahora más que nunca tiene que mantenerse sereno.
—Pero no entiendo... ¿por qué ella me engañó? —habló para sí el alcalde bastante afectado.
—Eso sólo lo sabremos cuando encontremos a Sofía.
Andrés se levantó intempestivamente, con una expresión sombría.
—¡Esa maldita! —exclamó furioso, pero luego volvió a preguntar— pero, ¿quién mandó a acribillar a mi hijo?
—A eso iba, César sospechaba que Alberto estaba detrás de todo esto, así que fue a entrevistarse con el mafioso conocido como "El Águila", para confirmar su teoría.
Andrés palideció al escuchar este nombre, ya que en ese momento recordó que ese hombre le había propuesto decirle la verdad, sin embargo no se atrevió a contactarlo, debido a que no quería tener relación alguna con ese criminal.
—¿Cómo? ¿pero ese sujeto qué tiene que ver con todo esto? Explíqueme —exigió Andrés.
Marcos guardó silencio, ya que no quería decir algo de lo que no estaba seguro. Para su fortuna, en ese momento apareció César respondiendo a la pregunta del alcalde.
—"El Águila" es un chivo expiatorio.
Todos miraron con incredulidad a César y de inmediato Clarissa lo confrontó.
—César, ¿qué cosas dices?
—Lo que acaban de escuchar —respondió, mientras caminaba hacia el alcalde—. Supongo que ya está enterado de que Claudia no es su hija, al parecer, y no me consta, Sofía tuvo algún tipo de relación con "El Águila", cuyo fruto de esa relación es la joven maestra de danza.
—¿Qué? —dijo atónito el alcalde.
—En el momento en que Sofía supo que estaba embarazada —continuó explicando César—, inmediatamente abandonó la ciudad por temor a que usted se enterara de que ella de su infidelidad con el mafioso de la ciudad. Sospecho que cuando Claudia creció, ella se enamoró de Manuel, pero como a Sofía no le parecía esta relación, intentó por todos los medios separarlos, hasta que ocurrió la muerte de la compañera de Claudia.
César hizo una pausa y luego siguió exponiendo su hipótesis.
—No estoy seguro, pero Sofía temió que su hija estuviera involucrada en ese crimen, así que vino a usted para pedirle que la protegiera. Fue así que ellas regresaron a la ciudad, sin embargo, Manuel desapareció misteriosamente. Claudia quedó devastada por esto, sin embargo pronto sabría de él por una serie de asesinatos que ocurrieron en años siguientes. La clave: los pies.
—¿Dónde está ese Manuel? —interrumpió el alcalde, desesperado por más respuestas.
—Antes de llegar a eso, quisiera preguntarle algo, ¿recuerda el robo de dinero a "El Águila"?
Andrés frunció el ceño tras escuchar esto, mientras trataba de recordar un hecho similar.
—Bueno, ese caso fue un tanto sonado. Incluso pensarán que no existe relación alguna entre los crímenes y el robo a un mafioso.
El joven detective suavizó su expresión y dijo muy seguro.
—Supe por "El Águila", que él había sido contratado para asesinar a Manuel, entonces envió a su mejor hombre para hacer el trabajo. Curiosamente ese mismo sujeto era quien llevaba ese dinero y fue "atacado" por presuntos enemigos, quienes le robaron el efectivo. Luego desapareció y ahora es parte de la Policía. ¿Acaso les suena el nombre de José Martínez?
Todos miraron a César, sorprendidos ante tal revelación.