Chapter 339 - 136

Akira

—¿Tú me amas, papá?

—¿Qué tipo de pregunta es esa, Kaori?

—Responde.

—Claro que sí, eres mi princesa.

—Si te confieso algo, ¿No actuarás por tu cuenta?

—Depende.

—Tu honestidad no ayuda, papá.

—Lo siento, ¿Qué sucede, Kaori?

—Quiero que me prometas que no le harás nada a Lin. Si no lo prometes, no te diré nada.

—Tiene a lisa, ¿Verdad?

—Sí, papá. Se la entregó a Kanji.

—¿¡Qué!? ¿Dónde la tiene?

—No lo sé — me contó todo lo que le dijo Lin.

—Tu madre está en peligro, Kaori. ¡Tenemos que encontrarla ya! Kanji no es de confiar, yo sé porque te lo digo.

—¿Y qué se puede hacer, papá?

—Habla con Lin y dile que te quieres ir con él, estoy seguro que te llevará a donde está ella.

—Estaría traicionando a Lin, ¿Qué me asegura que no le harás nada?

—Kaori, no le haré nada. Lo más importante ahora mismo es tu madre.

—Esta bien, lo haré.

Lisa

—No puedo creer que me hagas esto, Lin. ¿Cómo puedes decir esa barbaridad?

—Así será, se acabó esto ya. Lo eliges a él, o nos eliges a nosotros.

—Si Kaori se quedó con él, es por una razón y quiero saberlo. Quiero hablar con Kaori y con Akira.

—No, ya te lo dije.

—Quiero hablar con Kaori.

—No sé puede, mamá. Hasta que ella no acepte venir con nosotros por su cuenta, no puedo hacer eso.

—Me quiero ir de aquí, Lin. Si lo entiendes bien, y si no también.

—¿Estás diciendo que no quieres quedarte conmigo?

—Si no puedes entender mi preocupación con mi hija, no puedo quedarme un minuto más aquí.

—Lo haces por Akira, no por ella.

—Llévame con ellos ahora, Lin.

—Estás muy delicada y necesitas descansar.

—Te acabo de dar una orden, Lin. No puedes tenerme en contra de mi voluntad aquí.

—Bien, hablaré con Kanji. Ya veo que prefieres a ese infeliz, antes que a tus hijos.

—Siempre vas a pensar lo que te dé la gana. Llévame con ellos. Si ellos me dicen lo que está pasando y no es nada grave, entonces hablaré con Akira para que nos deje ir a los tres. Él entenderá, pero quiero que sepan que estoy bien.

—Me matará, pero a ti no te importa.

—No lo hará. Si quisiera hacerlo, ya lo hubiera hecho, Lin. Además también en parte te has buscado todo esto. Si hubieras pensado las cosas antes de hacerlas, nada de esto estaría pasando.

—Lo estás defendiendo, mamá.

—Estoy diciendo lo que pienso. Si para ti eso es defenderlo, entonces eso es. Si hubieras querido el bien para esta familia, o para Kaori, no hubieras estado con ella. Ya no hay nada que se pueda hacer, la que está sufriendo más aquí, es Kaori; es por eso que debo estar con ella. Tu eres un hombre ya, ella me necesita ahora.

—Haz lo que quieras, pero de mi no vas a volver a saber—Lin salió del cuarto tirando la puerta con actitud.

Me duele mucho hacer esto, pero Kaori me necesita. Lin no está actuando correctamente. A la hora de la verdad, la más que está siendo afectada, es ella.

Lin

—Mándala de vuelta, Kanji.

—Sabía que esto pasaría, Lin. En primer lugar, no debimos traerla.

—Me molesta que todo esto lo haga por él.

—No hay nada que se pueda hacer, Lin. Si eso decide ella, no podemos hacer nada más.

—Quiero quedarme contigo, Kanji.

—¿Conmigo?

—Sí, ella será la única que va a regresar. A nosotros dos, Akira nos quiere muertos.

—Si eso quieres, yo no tengo ningún problema.

—Sabía que podía contar contigo, Kanji.

Lisa

Al día siguiente

A primera hora me llevaron al aeropuerto, Lin no me dio la cara, el único que estaba era Kanji.

—Espero que te vaya bien, pronto nos volveremos a ver. Enviaré a unos cuantos hombres para que te acompañen, será varias horas de vuelo. Espero hayas tomado una decisión correcta, lisa. Que te mejores — Kanji no dijo más, salió del avión y me quedé a solas.

Yo no sé si sea la mejor decisión, pero no puedo estar lejos de Kaori en este momento cuando más me necesita. Yo no quería que las cosas fueran así, pero no es algo que decida yo. Es extraño que me hayan dejado ir así como así, pero fue mejor que no me hicieran las cosas más difícil.

Me levanté en el avión sujetando mi herida, esta fue más dolorosa que la de mi hermana Inka. Esa sensación de presión que sentía, era desesperante. Me quité el suero y caminé por el avión por unos minutos, para que cuando me tocara bajarme, pudiera hacerlo sin problema. Me pregunto ¿Cómo estarán ellos?

El tiempo parecía eterno. Luego de varias horas de angustia y dolor, llegamos a nuestro destino. Esperaba que aún estuvieran aquí y no hayan regresado a la otra casa. Me estaba esperando un auto con un empleado de Kanji, quien iba a llevarme a la casa. Él pensó en todo.

Al llegar a la casa, habían varios hombres de Akira afuera. Me bajé del auto y caminé a la entrada, uno de ellos se acercó y me ayudó a caminar. Me reconocieron al menos.

—¿Esta Akira?

—Sí, señorita— me ayudó a entrar.

Según entré, Kaori y Akira estaban sentados en la sala. Al verme ambos se levantaron.

—¿Mamá?

—¿Lisa?