Kaori corrió hacia mí y trató de abrazarme, pero me lastimó.
—Lo siento, mamá— me soltó y me agarró las manos—. ¿Cómo te sientes?
—Adolorida, pero bien — fijé mi mirada a Akira y se quedó quieto mirándome fijamente.
—¿Papá? — Kaori le habló, pero Akira no respondió. Se veía extraño, estaba algo distraído, me puse muy nerviosa al ver su actitud.
—¿Tú estás bien, Kaori?
—Sí, mamá, estoy bien. Los dejaré a solas para que hablen, estoy segura que tú y papá tienen mucho de qué hablar.
—Kaori… — se fue dejándonos a solas.
Caminé para el sofá y me senté, necesitaba hacerlo, me dolía mucho estar parada.
—Lisa, yo… — estalló en lágrimas y se arrodilló frente a mi, sus manos estaban temblando.
—Akira…
—Perdóname, perdóname, yo no quería esto, te juro que no quería. Yo te amo demasiado... — no se podía entender nada de lo que decía, su voz estaba entrecortada y su llanto no le permitía hablar con claridad. Al verlo así, sentí esa punzada en el pecho. Tenía ganas de llorar al verlo de esa forma. Recostó su cabeza en mi falda y apretó fuertemente mi traje.
—Yo sé que eso no iba para mí, yo sé que tú no querías hacerlo, fui yo quien me metí en medio, no tienes que sentirte así— acaricié su pelo.
—Casi mato a lo único valioso que tengo. Te prometí que jamás te haría daño y lo hice otra vez. Perdóname, por favor. Tenía tanto miedo de que me dejaras solo, yo no quiero perderte, lisa. Perdóname.
—Akira, todo está bien, aquí estoy.
—Nada está bien, lisa.
—No podía permitir que mataras a nuestro hijo, por eso lo hice; al menos serví de algo.
—No digas eso nunca más, lisa.
—Es la verdad, pude evitar que cometieras un error; un error del que te hubieras arrepentido después.
—Yo no quiero volver a vivir esto. Yo no puedo estar sin ti, lisa. Te amo como nunca he amado a alguien y no quiero una vida si no es a tu lado. Nos casamos para estar juntos siempre, ¿Lo olvidas?
—Hay cosas que no se pueden arreglar, Akira.
—No puedo aceptar eso, porque nos amamos mucho. Yo puedo cambiar, yo quiero cambiar — levantó su rostro y me miro—. Vámonos lejos, vámonos con nuestra hija, empecemos juntos otra vez. Te juro que dejaré el negocio, que me dedicaré a ustedes, te juro que no volveré hacer nada malo. Dame una oportunidad de estar contigo de nuevo, de poder cuidar de ti y de nuestra hija, por favor.
—Akira las cosas no son así de fáciles. ¿Por qué sacas a Lin a otra parte? Él también es nuestro hijo.
—No, lisa, no lo es. Aunque te cueste admitirlo, él no es nuestro hijo. Solo me quiere lastimar, por eso se metió con Kaori. Date cuenta de una vez.
—Es cierto que cometió un error, pero estoy segura que lo está pagando muy caro.
—No, él no ha pagado nada.
—¿Te das cuenta? ¿Así dices de que vas a cambiar?
—Lisa, entiéndeme. Kaori y tú son lo más que amo en la vida. No le haré nada, pero esto es algo que no lo voy a perdonar ni olvidar nunca.
—¿Cómo ha estado nuestra hija? ¿Por qué se quedó contigo? Lin me dijo que prefirió quedarse de tu lado.
—Quiere que estemos todos unidos, pero Lin no quizo quedarse. Ellas nos necesita, y yo las necesito a ustedes dos. Lisa, regresa conmigo y vámonos juntos. Prefiero darme por vencido con la venganza y quedarme con ustedes, yo no quiero y no puedo estar sin ti. Ese infierno de no tenerte a mi lado, no lo quiero vivir nunca más— me agarró ambas manos y las besó, no tardaron en humedecerse con sus lágrimas—. Te lo ruego, dame una última oportunidad, mi amor. Te juro que buscaré la forma de enmendar todo lo malo que he hecho. No mataré a nadie más. Te juro que cambiaré y las haré feliz, así como siempre soñamos. Aún estamos a tiempo de cambiar el futuro; ese futuro del que tanto hablamos juntos. Déjame amarte, déjame demostrarte que por ti y Kaori puedo cambiar, te lo ruego, mi corderito.
—Akira, ¿Por qué haces todo tan difícil?— pregunté en lágrimas. Sentía un nudo en mi garganta y las lágrimas bajaban por mis mejillas.
—Acepta, mamá, sé muy bien qué quieres hacerlo. No permitas que nada te detenga para estar con la persona que tanto amas.
—Kaori…— me sorprendí al ver a Kaori acercarse a nosotros.
—Yo quiero irme con ustedes, quiero empezar de cero con ustedes y mi hijo. Somos una familia, y aún nos amamos. Seamos los mismos de antes y luchemos por esta familia. Dejemos nuestras diferencias a un lado y olvidemos todo lo que ha pasado hasta ahora. Comencemos de nuevo, porque aún podemos reconstruir esta familia. Sé que hemos pasado muchas cosas, pero mientras haya amor, todo se puede. Guardo la esperanza de que será así, seamos la familia que éramos, los cuatro juntos contra el mundo, ¿Si?