Chapter 199 - 199

—Yo no quiero escuchar nada que venga de ustedes. Los dos son unos traidores, todo lo que me pasó fue culpa de los dos y de mamá. ¡Los odio!— su mirada estaba llena de odio hacia ambos.

—Ódiame todo lo que te dé la gana, pero quieras o no vas a escucharme— Akira la jaló por el brazo, haciéndola sentar en el sillón—. Si quieres que te amarre lo haré. Te quedas quieta o tendré que tomar medidas drásticas y no vas a querer eso, créeme.

Me levanté del sillón y agarré a Lin para sacarlo de ahí.

—Escúchame, mi amor. Necesito que te quedes con Kaori y la cuides mientras resolvemos este asunto, ¿Podrás hacerlo, cariño?

—Si, hacer, pero tenemos que ayudar a ese hombre — señaló al hombre de Akira que estaba en el suelo al lado de la cama. ¿En qué estaba pensando mi hermana?

—Si, vamos a ayudarlo— caminé a donde él y lo ayudé a levantarse. Todo indica que recibió un golpe en la cabeza, aunque aún está respirando. Lo senté en una silla y acosté su cabeza encima de la pequeña mesa. No reaccionó por más que le hablé y lo moví. Será mejor que lo deje quieto.

—Ahora quédate con Kaori, por favor— acaricié su cabeza y asintió. Me fui de vuelta con Akira y mi hermana.

—No puedes culpar a tu madre y a tu hermana por algo que decidió tu padre. Él mismo me pidió que le ayudara para salir de ti, le di un contacto que fue quien te recibió. Todo lo que quería era pagar sus putas deudas el viejo de mierda. Yo no conocía quién eras y realmente en ese momento tampoco me importó. Fue la peor decisión que pude haber tomado, aunque no fui yo quien directamente hizo las cosas, tuve algo que ver. Ni tu madre ni tu hermana sabían lo que había ocurrido contigo. Tú padre ocultó eso, hasta antes de morirse.

—No quiero escuchar más — mi hermana intentó levantarse y Akira la empujó nuevamente al sillón.

—Akira, no la trates así— le pedí. Estaba muy molesto y no quiero que haga una estupidez.

—Si te vas a quedar no interfieras, lisa— respondió molesto.

—Es mi hermana.

—Y yo voy hacerla entender a la buena o a la mala. No interfieras— me miró molesto. Entiendo que tiene que sacarse eso del pecho, pero aún así creo que está siendo muy cruel con ella.

—Tu madre y tu hermana sufrieron mucho luego de tu desaparición. Todos te habían dado por muerta. Cuando supe que había una posibilidad de que estuvieras aún viva, busqué la forma de buscarte por cielo, mar y tierra. Ella estuvo ahí a mi lado rogándome que te encontrara. No sabes todo lo que pasamos para encontrarte. Sé muy bien que has debido sufrir mucho, eso no lo quito, pero ella también lo ha hecho y está ahí apoyándote. Deberías de ser un poco más considerada. Si quieres odiar a alguien que sea a mi y no a ella, ni mucho a tu madre. Los únicos culpables fuimos tu viejo y yo.  

—¡No quiero escucharte! Los dos son unos traidores. Con tantos hombres en el maldito mundo, mi hermana se casa con el único culpable de mi desgracia. ¿Qué tipo de hermana es ella?— me miró con desprecio. Estoy consciente que tiene algo de razón.

—Yo la obligué a estar conmigo porque tú maldito padre quería salir de ella también y hacerle lo mismo que te hizo a ti. Ella estuvo viviendo conmigo, y bueno las cosas surgieron luego de eso. Ella no estaba enterada de lo que yo había hecho, cuando le confesé lo que hice, ella me rechazó. Casi la pierdo, pero supongo que el amor que estábamos sintiendo era bastante grande como para sobrepasar esa prueba que nos pusieron. Aunque sabía que no podía remediar o enmendar el error, quise buscarte. No solo lo hice por ella, lo hice por mi y por ti. Casi pierde a nuestro bebé para tratar de salvarte, ¿Y aún crees que no le importas? Puso a nuestro bebé en riesgo para atrapar a mi padre y por buscarte. Sí, a ese viejo que te lavó el cerebro. No sé qué mierdas te dijo, pero te puedo asegurar que tuvo que haber sido mentira; así que ya te dije, si vas a odiar o culpar a alguien que sea a mi, pero no hagas sufrir más a lisa con tus suposiciones o lo que te hayan dicho. Ella al igual que tu madre desearía poder tenerte de vuelta. Todas desean tu bienestar y felicidad.

—Yo las vi, estaban ahí ese día que mi padre me llevó. Mi madre se la llevó para que me llevaran a mi. La preferida de la casa siempre fue ella— su comentario me hirió y tuve que responder.

—¡Mentira! Jamás estuve ahí, el día que nos enteramos de tu desaparición fuimos a la policía para buscarte. Buscamos por todos los lugares. Sufrimos tu desaparición como no tuviste idea. Guardamos las esperanzas de que aún estuvieras viva. Siempre te recordamos y no sabes la falta que nos hiciste. Jamás haríamos nada que te causara daño. Eres muy estúpida si crees algo como eso, Inka. No sabes lo que sufrimos, las noches en vela esperando alguna noticia. Escuchar a mamá gritar tu nombre y llorar todos los días, tener pesadillas, que siempre que salíamos todos nos recordaba a ti. Teníamos esperanza de que te encontraríamos, aún luego de haber pasado tanto tiempo. Tú recuerdo fue un martirio en la casa, ¿Sabes por qué? Porque no soy ni la mitad de lo que eres tú. Al parecerme tanto a ti físicamente, me causó tantas frustraciones, no sabes todas las cosas crueles que me decía mi padre, solo por parecerme a ti. No creas que la pasé bien también luego de que desapareciste. Me culpaba por todo, todo el peso cayó sobre mi. Buscaban la forma de compararme contigo y siempre eras tú quien resaltaba. Eso dolía porque sabía que jamás podría compararme contigo. Siempre fuiste más inteligente, adorada por todos, eras perfecta. Yo te amaba, te respetaba y te admiraba, eres mi hermana a pesar de todo. Jamás deseé ser la preferida de nadie, con haber estado con mi familia unida me era suficiente, pero nada de eso pasó. Te jodieron la vida Inka y créeme que me duele saber por todo lo que has debido pasar y quisiera poder hacer algo para evitar todo lo que pasó. Hubiera querido haberme dado cuenta antes para poder hacer algo por ti, pero fue demasiado tarde. De nada vale ahora decirlo porque ya el daño está hecho y no pude hacer nada. Es cierto, me casé con él y no me arrepiento, Inka. Quizás no era la persona correcta, pero pasó. Eso no significa que no me importes o que no me duela lo que te pasó. Una cosa no tiene que ver con la otra. Él cometió un error, pero todos lo cometemos. Él se está esforzando por ayudarte, aún sabiendo que ya no podrá evitar lo que pasó. Todos somos culpables aquí. De alguna forma u otra nos equivocamos y no te pido que nos perdones, pero por lo menos déjanos ayudarte— Inka estaba llorando, pero estaba en negación.

—Yo no quiero su ayuda, no la necesito. No voy a ir a ese lugar que planean llevarme, no estoy loca.

—Ese lugar no es para eso, Inka. Te ayudarán mucho, al menos acepta esa ayuda. Te juro que si luego no quieres saber más de nosotros, de mamá o de mi, vamos a desaparecer y respetar tu decisión, pero por favor, acepta esta ayuda.  

—Sácame de aquí, lisa— me rogó.

—Por favor, no hagas todo más difícil, solo acéptalo.

—¿Quieres ir a otro lugar y no dejar que te ayuden? — preguntó Akira.

—Si, no quiero ir a ese lugar.

—Esta bien. Tan pronto bajemos del avión, dejaré que escojas tu misma el camino.

—Akira, ¿Qué estás diciendo?— pregunté.

—Ella no quiere nuestra ayuda, lisa. Prefiere quedarse odiando y no razonar, eso lo escogió ella. Dejaré que hagas lo que quieras. ¿Quieres irte? pues vete.

—No, Akira. ¿Cómo le dices eso?

—Ella escogió eso, lisa. No podemos obligarla hacer algo que no quiere. Acéptalo de una vez.

—Ella es mi hermana.

—Ella no le importa eso. Si no puede hacer algo tan simple como dejarse ayudar solo por orgullo, aún sabiendo la verdad, será mejor que haga lo que quiera. Espero que lo que hayas decidido sea lo correcto, Inka. No dejaré que le causes más daño a mi esposa por tu maldito orgullo, eso no te llevará a ninguna parte. Te dejaremos solas mientras llegamos a nuestro destino, espero pienses las cosas bien mientras tanto — Akira me jaló el brazo llevándome con él.

—¿Qué es lo que estás haciendo Akira? ¿Cómo le dices eso?

—Eso la ayudará, aunque no lo parezca. Solo espera y verás. Si no reacciona de una puta vez, entonces no vale la pena seguir intentando hacerla razonar, lisa. Ahora siéntate aquí y quédate conmigo. No te atrevas a buscarla, ella necesita estar sola y pensar— Akira me sentó en el sillón y se acostó nuevamente en mis piernas. ¿Cómo puede pensar que lo que le dijo le ayudará en algo? Ella está afectada y no puede reaccionar de una buena manera.

Pasó un tiempo hasta que llegamos a nuestro destino. Akira despertó y se levantó.

—Vamos a bajar las cosas— se fue a bajar las cosas. Kaori y Lin estaban durmiendo juntos todavía. El hombre de Akira ya había despertado y se fue a ayudar a Akira. Mi hermana no la vi y no quería ir a buscarla o molestarla. Levanté a Lin junto a Kaori para que bajaran. Llevamos todo al auto que nos estaba esperando y los subí. Me quedé en las escaleras del avión esperando que Akira bajara junto a mi hermana.

Akira

—¿Qué decidiste, niña?— le pregunté. Luego de un rato en silencio respondió.

—Aceptaré ir a ese lugar, pero con una condición.

—¿Condición?

—No quiero que le digas nada a lisa sobre esto.

—¿Por qué?

—No quiero estar cerca de ustedes más.  

—Entendido. Te mandaré con uno de mis hombres, al que golpeaste por cierto, para que te lleve. Espero que puedas pensar todo muy bien ahí. De lo contrario no quiero tampoco que te acerques a ella. ¿Trato?

—Si— se alejó de mi.

Lisa

Vi a mi hermana bajar del avión y quise hablar con ella, pero me evadió.

—Vámonos, lisa— dijo Akira.

—¿Y mi hermana?

—Ya escogió lo que quería. Espero respetes su decisión, lisa.

—¿Qué? Tú no puedes permitir esto, Akira.

—Súbete al auto— ordenó Akira.

—No puedes permitir esto, por favor.

—No me hagas repetirlo, sube al auto— mi hermana estaba caminando junto al hombre de Akira a otro lugar. No sé a dónde se dirigían. No puedo dejar que se vaya sola.

—Ella necesita ayuda, Akira. No la puedes dejar ahora.

—Ella necesitará pensar y estar sola. Respeta su decisión y no interfieras. Sube al auto — Akira me agarró el brazo y me subió al auto.

—Quiero despedirme al menos.— no podía parar de llorar.

—Déjala. No te atrevas a bajar del auto—  me miró molesto—. Podemos irnos— autorizó al chófer a irnos.

—No me hagas esto, por favor.

—Lo siento, corderito, pero es lo mejor. Cuando ella se sienta bien y piense las cosas, nos buscara, ahora sólo respeta su decisión y acéptalo. No llores más, todo pasa por un propósito. Al menos ya no está en peligro, ahora está sola por decisión propia. Ya acéptalo.

—No puedo aceptar algo como esto.

—Me duele verte así en este momento, pero me dolería mucho más permitir que te siga afectando por más tiempo. Ella escogió su camino y no hay nada que puedas hacer— Akira me besó sin aviso—. Empecemos los cuatro una nueva vida en este lugar. Tenemos derecho a ser felices también, lisa. Mira a Kaori y mira a Lin. Por ellos tenemos que seguir adelante. Aunque duela lo que está sucediendo, era algo que tarde o temprano iba a suceder. No estás sola, lisa, nos tienes a los cuatro. Kaori, Lin, Aoi y a mi. Date una oportunidad de ser feliz, por favor.  

Me dolía mucho el corazón. No haber podido despedirme de mi hermana y saber que aún me sigue odiando, duele aún más. Quisiera poder hacer tanto por ella y termino en no hacer nada. Sé que debo respetar lo que decidió, pero duele mi pecho. Siempre fuimos unidas y en esto se a convertido nuestra vida ahora. ¿Cómo puedo aceptar que haya escogido su camino? Cuando todo lo que deseaba era que volviéramos a ser como antes. No sé cuándo la pueda volver a ver. Solo me resta desear que haya sido una decisión correcta y que pueda recuperarse para que vuelva con nosotras.

—No quería hacer esto aquí, pero ya que tengo de testigo a Lin y Kaori lo voy hacer. Ya que estamos todos reunidos les quiero hacer una pregunta—hizo una pausa y continuó—. Lin, ¿Amas mucho a lisa, ¿Cierto? ¿Te gustaría que Lisa dejara de ser tu hermana para convertirse en tu mamá?— ¿Qué es lo que está diciendo? —. ¿Quieres ser parte de nuestra familia, Lin? ¿Podrías permitirme la oportunidad de tener un hijo como tú?

—¿Hijo? ¿Tú mi papá? — preguntó confundido Lin.

—Si, y Lisa tu mamá. ¿Qué te parece? — Lin se quedó pensando. Él lo debe tomar a juego, pero Akira no lo está haciendo.

—¿Mi hermano estaría de acuerdo en ser parte también?

—Él mismo me lo dijo. Él quiere mucho a tu mami, por eso te dejó con nosotros para que tengas una familia. Amas a tu hermanita Kaori también, ¿Cierto? ¿Te gustaría protegerla como lo has hecho hasta ahora?

—Si, me gustaría— Lin respondió, sin pensarlo dos veces. Su relación con Kaori en tan poco tiempo se a convertido en algo muy valioso para él.

—Entonces, ¿Aceptas ser parte de nuestra familia oficialmente?

—Si, si — respondió animado y sonriendo. Se veía muy feliz. Si entendiera el significado que eso tiene, no sé si haya aceptado tan a la ligera.

—No quería hacer esto aquí, pero dado el caso que tenemos de testigo a nuestros hijos, lo haré ahora — Akira sacó una pequeña caja de su pantalón y la abrió. Contenía un anillo muy bonito de color oro y el diamante era en violeta—. ¿Quieres casarte conmigo, preciosa? — me tomó con la guardia baja. Su pregunta tan repentina me sorprendió. ¿Cómo podría negarme? Ya estamos casados, pero aún así siento la misma emoción que sentí cuando lo hizo por primera vez. Lin comenzó a reír y me miró fijamente.

—¿Qué esperas, mamá?— sonrió al decir esa palabra. Casi muero de escucharlo. ¿Acaso estos dos se pusieron de acuerdo?

—Si, acepto, Akira— Akira sonrió y sacó el anillo de la caja para colocarlo en mi dedo, junto al otro que tenía puesto.

—Bien, significa que gané— no había entendido su comentario, hasta que caí en cuenta. Le había dicho que no me casaría otra vez con él hasta que dejara a un lado ese orgullo que tiene, y acabo de aceptarlo. Que buena memoria tiene —Ahora no escaparás de nosotros, corderito. Tienes muchas responsabilidades ahora, ¿Cierto?

—Si, mamá— Lin asintió con lo que Akira dijo.

—Tienen razón — acaricié la cabeza de Lin y me acerqué a besar a Akira.

—Ahora somos una familia— Akira sonrió.

—Si, una familia...