Chapter 118 - 118

-Mamá -Akira se detuvo y fijó su mirada a ella.

-¿No entiendes lo que significa un no?

-Buenos días, señora-Akira le respondió, como si no hubiera escuchado la pregunta. Mi cara de vergüenza no sabía dónde ponerla. Mi madre estaba visiblemente molesta.

-No puedo entender cómo mi hija pudo enamorarse de alguien como tú.

-No digas una sola palabra más, mamá.

-¿Qué pasa, lisa? ¿No puedo decirle las verdades a tu esposo?- antes que pudiera responder, Akira habló.

-Adelante, la escucho - Akira prestó toda su atención a mi madre. Si esto se sale de control no sé cómo reaccione Akira.

-No puedo creer que mi hija le guste esta clase de hombres. Has sido una desgracia para lisa, le has causado tantas lágrimas a mi hija y después de todo eso, no sientes nada de arrepentimiento. Si realmente te importara mi hija, hubieras terminado con ella cuando te dije, evitando que siguiera pasando por más. Estoy segura que la tienes amenazada para que se mantenga a tu lado. Mi hija jamás se revelaría en mi contra y mucho menos por alguien como tú. Eres una persona egoísta. Nunca te ha importado el bienestar de mi nieta, ni mucho menos el de mi hija. Debiste haberte muerto, y así le ahorraría todo el sufrimiento a mi hija.

-No digas una sola palabra más, mamá. ¡Te lo prohibo!- interrumpí molesta.

-¿Seguirás defendiendo a este monstruo? ¿Te das cuenta, hija? Por su culpa casi me matan. Sus enemigos seguirán buscándolos, hasta que los encuentren y será tarde de arrepentirte. No sigas arriesgando la vida de tu hija, lisa.

-Recuerdo haber tenido una conversación con usted sobre eso, pero parece que no le ha quedado claro-Akira caminó, y se paró detrás de mí. Lucía muy serio y conociéndolo, debía estar sumamente molesto.

-Eres un criminal y no dejaré que se quede con mi hija y mi nieta -Akira rio.

-Creo que eso no es algo que lo decida usted, ¿No cree?-Akira puso sus manos alrededor de mi cuello, sin ejercer ninguna fuerza.

-¿Qué es lo que está haciendo?- preguntó mi madre.

-¿No dijo que le parecía que la estuviera amenazando para quedarse conmigo? ¿Ahora lo parece que lo hago? - sonrió.

-Akira, ¿Qué estás haciendo? Estás empeorando las cosas- le dije nerviosa.

-Suelta a mi hija, maldito desgraciado.

-Ella misma puede soltarse si quiere y no lo ha hecho. ¿No cree que es muy claro, señora?

-Mamá, vete de aquí.

-No me iré sin ti, lisa.

-Voy a dejarlo claro nuevamente, ya que al parecer no lo fuí la última vez. No voy a dejar a su hija, no tengo porqué hacerlo. Ella es la madre de mi hija y mi esposa. Le he causado mucho daño, está en lo cierto, que soy lo peor, está en lo cierto también, y que soy egoísta, ni se diga, pero está preciosa que está aquí me pertenece. No voy a dejar que ni usted ni nadie me la quite. El día que ella quiera irse por su voluntad, puede hacerlo, pero mientras ella quiera quedarse en mis brazos no la dejaré ir. Si sé reveló en su contra como dijo, ¿No será una prueba de que está haciendo las cosas mal? ¿No se supone que una madre apoye y respete la decisión de su hija? La vida es de ella, no suya. Ella decide con quién pasar su vida, no lo decide usted. El bienestar de mi hija me importa y es por eso que las tengo en este lugar protegidas todo el tiempo, y brindándole el amor y el cariño que se merecen, ¿Qué tipo de hombre sería si las alejo de mí? Siento mucho no haber muerto como lo deseaba, pero verá que aún tengo cosas que hacer como velar por su hija y su nieta. Es también triste y lamentable, que por mi culpa la hayan querido matar a usted, pero ¿no cree que es muy raro y obvio lo que está pasando aquí?- mi madre se quedó en silencio-. Creo que alguien más está poniéndonos en peligro y no se ha dado cuenta. ¿Por qué no me dice el porqué lo hizo? ¿Cree que soy muy imbécil, señora? Desde que llegó lo supe, pero quise que se quedara para que acompañara a su hija, aún sabiendo que es una traidora.

-Akira, ¿de que estás hablando?- soltó mi cuello, y me abrazó.

-Creo que será mejor que lo escuches por tu cuenta, anque realmente no quiero que lo hagas; a pesar de todo sigue siendo tu madre.

-¿Qué fue lo que hiciste, mamá? ¿De qué habla Akira?- mi madre estaba pálida, no se atrevió a decir ni una sola palabra.

-¿Qué es lo que sucede aquí?- Mr. Jefferson entró a la cocina. El ambiente estaba cargado y era más que claro que algo anda mal.