Chapter 113 - 113

Akira

—Lory, ¿Qué te trae por aquí?

—Ha pasado mucho tiempo, Akira. Estaba deseando volver a verte.

—Así es, ha pasado mucho tiempo. ¿Viajaste desde tan lejos solo para eso? ¿Cómo supiste dónde encontrarme? Nadie sabía de este lugar.

—El que busca siempre encuentra. Me casé con uno de tus socios. No pensé que te encontraría aquí.

—Es mucha coincidencia, ¿No crees, Lory?

—¿No me has extrañado?

—¿Por qué habría de hacerlo? Lo nuestro se acabó hace años. No sé por qué te molestas en buscarme.

—Mis padres ya no son un problema. Hice lo que tanto querían, no creo que ahora haya algún impedimento entre los dos.

—Si los hay.

—¿Cuáles son?

—No me gustas, Lory.

—Sigues igual de honesto, no has cambiado en nada.

—Cuando algo no me gusta, simplemente no me gusta. Si eso era todo lo que querías decirme, será mejor que te vayas, tengo asuntos que atender. No desatiendas a tu esposo.

—Akira, espera...

Lisa

—Que mucho tarda, Akira. Hace mucho frío en este lugar. Será mejor que entre—iba a entrar, cuando de pronto tropecé con alguien

—Disculpe, no estaba prestando atención— tropecé con alguien, y todo por no prestar atención

Dañé su ropa, pues se derramó el vino encima.

—No se preocupe, señorita—dijo el desconocido, sacudiendo su traje

—Permítame buscar una toalla o algo. No se vaya — busqué un mesero para que me brindara alguna toalla

Si no estuviera pensando en Akira, nada de esto estaría pasando.

—Aquí tiene. De verdad lo siento— bajé la cabeza

—No es para tanto, yo tampoco estaba pendiente por donde iba. Estoy buscando a mi esposa, pero no la encuentro por ninguna parte.

—Casualmente también estoy buscando a mi esposo. ¿Quiere que busquemos juntos? Es lo menos que puedo hacer, luego de lo que hice.

—Se lo agradecería mucho, señorita. ¿Es de por aquí?

—Si, llevo poco tiempo por esta área, ¿y usted?

—No, estoy en un viaje de negocio. Me convertí en el socio del fundador de este Hotel. Estoy invirtiendo en negocios por todo Nueva York— Ah, entonces conoce a Akira

—Interesante. Espero que todos sus negocios prosperen— dije, amablemente

—Es muy amable de su parte, señorita— sonrió

—Espero tengamos suerte de encontrar a nuestras parejas— sonreí

—Lo mismo espero. Gracias por acompañarme, señorita.

—No hay problema.

Akira

—Sé que pasaron muchas cosas entre nosotros, pero aún no dejo de amarte. No sabes cómo deseaba poder verte.

—Ya me acabas de ver, ¿Satisfecha?

—No seas tan frío conmigo, Akira. ¿Acaso tienes a alguien más?

—¿Y de cuando acá tengo que darte explicaciones? Deberías dedicarte a tu esposo y dejarme tranquilo.

—¿Estas celoso, Akira?— se acercó

—Eres tonta, ¿Verdad? ¿Por debería sentir celos de ti? Si quisiera estar contigo, me hubiera quedado contigo, pero no me interesa en lo más mínimo. Para tu información, ya tengo una esposa y una hermosa hija, no me interesa nadie más. Así que mantén tu distancia y comportate como la mujer casada que eres. ¿Qué pasaría si tu esposo te ve abalanzadote sobre otro hombre?

—Eres muy cruel.

Lisa

—Mi amor, ¿Dónde estabas? Te estuve buscando—dijo el desconocido, a la que al parecer era su esposa

¿Qué hacía Akira con esta mujer?

—Vamonos de aquí— Akira me agarró la mano, y me llevó a otro lugar

—Me lastimas. ¿Qué sucede?

Parece como si estuviera huyendo de ahí. ¿Qué razón podría tener?

—¿Qué hacías con otro hombre?— preguntó

—¿No es esa la pregunta que debo hacer yo? ¿Qué hacías con esa mujer a solas? Estaba muy cerca de ti.

—Es mi ex pareja. Ahora dime, ¿qué hacías con ese hombre?—no esperé que me respondiera la pregunta

—Fue un accidente. Cuando te estaba esperando por ti, me tropecé con él, y bueno él estaba buscando a su esposa así que vinimos juntos a buscarlos. No esperé que fuera tanta la casualidad de que tu ex sería la esposa de él. Tienes buenos gustos, Akira— desvié la mirada

Ella era realmente bonita

—¿Estás celosa, corderito?

—Un poco—crucé las manos a mi espalda

—De algo bueno sirvió entonces.— me encaró

—No soy la única que está celosa, ¿No crees?

—¿Encontraste a ese hombre tu tipo?

—Puede ser, parece un buen hombre. 

—Creo que debo castigarte por lo que acabas de decir.

—¿Y si te digo que no?

—Has estado toda la noche comportándote extraña y provocándome, así que no creo que digas no, ¿Me equivoco?— me sujetó por la cintura, acercándome a él

—Será porque me hace falta mi esposo.

—Estas muy diferente hoy, y eso me gusta.

—Tal parece que mi esposo está caliente hoy.

—Tu me pones así, ¿Sabes cuánto tiempo llevó conteniendome?

—Estamos en un lugar público, debes dar un buen ejemplo a tus empleados al ser el dueño.

—Hay muchas camas aquí, podemos estrenar una de ellas.

—¿Tantas ganas tienes?—me acerqué a su cuello, y lo besé

Escuché un suspiro tierno de parte de él

—No juegues con fuego, corderito.

—¿Y si lo hago que?— alcé una ceja

—No creas que vas a escapar ahora— Akira me subió a sus hombros sin previo aviso, para llevarme a una de las habitaciones del Hotel

Me bajó y cerró la puerta con llave.

—Ahora no vas a poder salir de aquí, corderito— con una sonrisa maliciosa, mostró las llaves en sus manos y las guardó en el pantalón