Regresamos al hospital y lo llevé a su habitación.
—Akira, ¿Cómo te descuidas de esta manera? ¿Quieres que se te abra y se te infecte la herida? — preguntó el doctor en un tono molesto.
—No es para tanto, además no volverá a pasar.
—Lo siento, fue mi culpa, doctor. Me voy a asegurar de que no se vuelva a desarreglar— bajé la cabeza.
—Esta vez tuviste suerte, pero no siempre la tendrás. Debes descansar y no vuelvas a levantarte de esa manera y a salir de la clínica como si nada. Es por tu bien. Por otro lado, tuve que calmar las aguas por aquí con lo que sucedió. Tengan más cuidado y no me traigan más problemas en la clínica — dijo el doctor antes de salir de la habitación.
—Amargado de mierda— soltó Akira.
—Lo siento, fue mi culpa. Si no hubiera entrado a la habitación cuando estabas con Keita, no hubiera pasado esto.
—Tonta, ven aquí— me acerqué.
—No era algo que hubiera esperado. La realidad del asunto es que fue mi culpa, me confié demasiado y te puse en riesgo otra vez. Era parte de mi familia, ¿Cómo hubiera imaginado que iba a traicionarme así? Quería confiar en su inocencia, pero ya ves, nada salió como quería. Perdóname por siempre hacerte pasar por este tipo de situaciones. Ya ves que no sirvo ni siquiera para protegerte.
—Cállate, Akira. De no haber sido por ti, ahora mismo estaría muerta. No tienes la culpa de haber confiado, la culpa la tiene él por haber traicionado la confianza que depositaste en él. Sé que debe de ser difícil para tí esta situación, pero tienes que poner de tu parte para recuperarte pronto y salir de aquí. ¿Acaso no piensas cumplirme tu promesa?
—Claro que sí. No veo la hora de salir de aquí para poder estar en la casa contigo y nuestro hijo.
—Entonces espero dejes de ser gruñón y me hagas caso—Akira frunció el ceño, fingiendo estar molesto.
—Entonces espero que puedas cuidar de mí muy bien — sonrió.
Después de todo el susto que pasé con Keita, agradezco el no haberme convertido en una asesina. Aún no entiendo muchas cosas de las que me dijo Keita, pero no es algo en lo que quiera pensar ahora. Solo quiero seguir teniendo más momentos con Akira y olvidarme del resto.
Jefferson
—Yo sabía perfectamente que eras tú el maldito traidor. ¿Creíste que podrías salir de esto sin pagarlo?
—Tú, al igual que Akira se pueden morir, viejo imbécil — dijo Keita forcejeando.
—Lo único que veo es que el que va a morir aquí eres tú, pero antes vas a cantar todo lo que sabes. De igual manera de aquí no vas a salir vivo. Me encargaré personalmente de cobrar todas las lágrimas que le causaste a lisa y en especial por la traición que le hiciste a mi hijo.
—Tendrás que matarme viejo, porque no diré ni una sola palabra.
—Así dices mientras tienes cojones, pero cuando no los tengas, vas a cantar largo y tendido— reí.
—Mr. Jefferson— mi empleado se acercó.
—¿Qué pasa?
—Pudimos salvar algunas cosas del dispositivo; entre videos, fotos y llamadas. Este hombre es un depravado, señor.
—Tenemos que rastrear las llamadas, alguna de ellas deben de dar con sus aliados.
—Le pido que vea esto. Estás imágenes son las que le enviaron en aquel sobre de la amiga de la señorita.
—Ya ves que sabía que había algo extraño en todo esto. No es la primera vez que conozco un traidor.
—Hay unas fotos que me llamaron la atención, pero no parece ser la misma chica de las otras fotos.
Al ver las fotos reconocí la cara de Lisa.
—¿Esta es…? ¡Maldición! ¡Eres un hijo de puta! Tras de traidor, ¿violador? No sabes lo que te espera por esto. Debería matarte por ponerle tus sucias manos a mi nuera, pero Akira lo hará por su cuenta. Sería un desperdicio que no sufras luego de esto— le di un puño en la cara.
No sé si deba decirle esto a Akira. Él no está en buen estado para lidiar con esta situación, pero si me encargo yo de ese hijo de puta, Akira no me lo perdonará.
—Eres la peor clase de traidor que pueda existir. ¿Traicionar a Akira por una mujer? Sí que das lástima. Te quedarás ahí y haré que vivas una eterna pesadilla por todo lo que le hiciste a mi hijo y su esposa.
Será mejor que vaya a ver a Akira. No sé cómo lo tome, pero no le voy a ocultar las cosas.
Lisa
—Ahora abre la boca — acerqué la cuchara a su boca.
—Me tratas como un bebé. Tal parece que disfrutas de esto. Creo que me deberé enfermar más seguido.
—Si dejaras de ser tan gruñón, lo haría con mucho gusto todos los días— besé su frente y arqueó una ceja.
—¿Qué tipo de besó diabólico es ese?—frunció el ceño.
—A los bebés no se pueden besar en la boca— me burlé.
—Entonces no quiero ser un bebé— entrelazó su mano en mi pelo y me haló hacía él para besarme.
—Tienes que comer, deja de estar haciendo este tipo de cosas. Se va a enfriar.
—La comida es lo único en esta habitación que se puede enfriar— sonrió.
—¿Ni siquiera estando así puedes calmar tus hormonas? Eres un pervertido.
—No creo que tú quieras que deje de serlo, ¿o si?
Tocaron la puerta y entró Jefferson.
—Permiso. Akira, tenemos que hablar— Jefferson lucía molesto.
—Cómetelo todo, Akira. Permiso—salí de habitación.
Akira
—¿Qué ha pasado con Keita?
—Muchas cosas. Pudimos confirmar nuevamente que sí era el traídor, Akira.
—Eso no es nada que no sepa.
—Habíamos encontrado un dispositivo móvil en la casa donde llevó a lisa. Pudimos recuperar varias cosas de ese teléfono.
—¿Algún número?
—Sí, también confirmamos que él fue quien mató a la amiga de la señorita.
—Desgraciado.
—Pero hay algo aún peor. El cuerpo de la víctima muestra que fue abusada sexualmente. Todo indica que pudo haber sido él también.
—No lo mates, Jefferson. Lo quiero vivo.
—Aún hay algo más; no estaba seguro si debía decirte y quiero pedirte que en lo que puedas intentes guardar la calma. Sé que será algo difícil, pero debes recuperarte primero. No quería decírtelo porque te conozco, pero no puedo tampoco hacer de cuenta que nada pasó.
—No le des más vuelta al asunto y suéltalo.
—Encontramos en ese dispositivo un video y unas imágenes que ese desgraciado había tomado de tu esposa.
—¿Qué mostraban?
—Había distintas fotos, al parecer llevaba tiempo acosando a la señorita en silencio. Eso no es lo peor; existen videos e imágenes de ese desgraciado abusando sexualmente de tu esposa.