El hombre bajo y gordo se llama Héctor González, en vida fue el hermano mayor de un poderoso señor de la droga, todos los caprichos que tenía se le cumplían, su hermano menor lo quería por sobre todas las cosas y siempre lo complacía con cualquier cosa que deseará.
Héctor vivió muchos años a costillas de su hermano, sin embargo, un día mordió la mano que le daba de comer. Su hermano menor había dejado el recinto, Héctor vio que era la oportunidad perfecta para espiar a sus sobrinas mientras se bañaban, mientras Héctor se deleitaba con los cuerpos desnudos de sus sobrinas, la mujer de su hermano lo descubre. Ella que sentía celos desde hace mucho tiempo, decidió grabarlo para luego delatarlo.
Héctor se percató de ello, por su mente solo fluía la idea de que perdería todos los lujos con los que vivía. Desesperado, ataca a su cuñada, uno de los guardias del recinto se da cuenta de lo que sucede. Desenfunda un arma y apunta al hermano de su señor.
No obstante Héctor no se detiene y sigue golpeando a su cuñada, sabe que los guardias tienen prohibido atacarle. Pero unos segundos después siente un dolor insoportable en su costado derecho, cae al suelo liberando a la mujer de su hermano, palpa su costado y se da cuenta de que hay sangre, mucha sangre, alguien le había disparado.
Voltea buscando al responsable y se queda helado al darse cuenta de que quien le había herido, era su propio hermano.
Con todo el amor que sentía hacía su hermano hecho pedazos, siguió disparando una y otra vez hasta que acaba con la munición, llora por lo que acaba de hacer, pero sabía que Héctor era un ser caprichoso que era capaz de herir a quien fuera con tal de satisfacer sus gustos, alguien que ya se había entregado al hedonismo.
La vida de Héctor había culminado, al llegar ante LeNaguah, optó por la habilidad de controlar la mente de quién quisiera.
Su habilidad funciona como una emisora de radio, enviando señales hasta que son captadas por una persona con la que establece un vínculo el cual es más fuerte mientras más cerca esté.
No obstante, su habilidad tiene 2 inconveniente.
No puede ordenar a una persona que se suicide, y su habilidad además de depender de que tan cerca o lejos este, también hay que tomar en cuenta la fortaleza mental de la otra persona, como si la mente de los demás fuese una caja fuerte, para Héctor resultaría imposible controlar a alguien como Alexander, el cual posee una temple incomparable, sin embargo, las palabras que dijo, rompieron en un instante la cordura de Alexander.
Volviendo a la historia actual…
Alex está completamente inmóvil, lágrimas caen de sus ojos y su labios tiemblan.
El hombre bajo solo se ríe, el alto tiene la mirada perdida.
-¿Por qué? -Alcanza a decir Alex- ¿Por qué me atacas a mi?.
-Oh, ¿El señor Vólkod recobra la compostura? -Dice el hombre gordo- La verdad no hay una razón aparente, Madeleine fue la primera persona que logré controlar y quise probar mi maravillosa habilidad. Sin embargo -Su tono se vuelve muy grave- Me di cuenta que te volverías una molestia más adelante, así que decidí eliminarte con Watson, pero no conté con tu astucia, por eso estoy aquí, admito tu valor, por eso tomare control de ti.
Alex no dice ni una palabra, solo llora.
¿Cómo puede existir alguien tan despreciable?.
-¡Así que comencemos! -Dice emocionado el hombre gordo.
Alex empieza a temblar, las lágrimas dejan de caer de sus ojos, ya a sido controlado.
¿Qué hago?, Debo tomar a Eria y salir corriendo de aquí, no quiero dejar a Alex pero ya no queda nada que hacer.
Alex voltea a verme y sonríe, mientras avanza hacia el hombre gordo. Alex no ha sido controlado, ¡Tiene un plan seguramente!.
-¡Bien mi pequeño esbirro, ahora dame el agua curativa!
Alex la entrega, ya debe estar a punto de ejecutar su ataque, Alex no caería ante ningún control mental, me lamento de haber dudado de él, me acerco a Eria y le susurró al oído lo que está pasando, ella contiene la emoción, pronto Alex acabará con los 2 y nos pondremos ir. No importa que Alex se haya equivocado, lo hizo para protegernos, nunca lo culparíamos.
-Ahora dime señor Vólkod -Dice el hombre bajo- ¿Quién te ordenó que te movieras de donde estabas?.
El hombre alto realiza un rápido golpe dirigido hacia la cabeza de Alex, Alex logra bloquearlo con su brazo derecho.
Pero, el brazo de Alex fue amputado con un solo golpe, sale volando y cae en la nieve manchando con sangre el inmaculado blanco.
Alex grita de dolor, cae al suelo adolorido, no puede hacer más que revolcarse del dolor.
-Veo que por más golpes que recibas tu mente seguirá siendo impenetrable- Dice el hombre bajo.
El hombre alto se acerca a Alex, pisa su rodilla derecha, al igual que su brazo, su pierna es separada de su cuerpo, Alex solo deja salir gritos de dolor, ¿Por qué no se defiende?, ¿Por qué no usa una barrera?.
Eria llora, sin querer dejo escapar lágrimas, Alex va a morir.
El hombre alto pisa la rodilla izquierda de Alex, fue por un breve instante pero pude oír como las barreras de Alex se rompía, la pierna izquierda de Alex fue separada igualmente.
Tengo que hacer algo, todavía tengo mi agua curativa, no puedo dejar morir a Alex, tengo que hacer algo por una vez en mi miserable existencia. Corro hacia Alex pero cuando estoy apunto de llegar chocó con algo, es una de las barreras de Alex.
No puedo pasar, ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿¡Por qué demonios Alex hace esto!?.
Alex no para de gritar, pero aún en todo su dolor, solo piensa en los demás antes que en si mismo, el hombre alto se dirige al brazo izquierdo de Alex.
-¡Váyanse de aquí de una maldita vez! -Grita Alex en su dolor!.
Llorando, lo único que hago es correr hacia Eria, la tomo de la mano y me dispongo a correr, Eria está llorando no quiere dejar a Alex, yo tampoco quiero hacerlo, pero no nos queda de otra.
Escucho un crujido seguido de los gritos de Alex, su brazo izquierdo a sido amputado también, ya no queda nada que podamos hacer, soy un inútil, no puedo hacer más que llorar.
En ese momento recibo un golpe en el estómago, caigo al suelo y levanto mi mirada.
Es Theo, tiene la cabeza sangrando, ¿Acaso el también fue controlado?. Esto es malo, vamos a morir, no pude hacer nada al final, lloró desconsolado, Ería también llora, ni siquiera pude proteger mi propia vida.
-Un hombre de verdad, nunca abandona a sus compañeros -Dice Theo.
Toma de mi mano el agua curativa y empieza a correr hacia Alex.
Alex había puesto su barrera sobre mi, por ello Theo debería cruzar sin ningún problema.
El pie del hombre alto se alza sobre la cabeza de Alex, puedo escuchar la respiración forzosa de Alex, está asustado. Por suerte Theo logra rescatarlo antes de que su cabeza fuera destruida.
Theo le da de beber el agua a Alex.
-Tranquilo, ya perdí una mano y la pude regenerar con el agua, estarás bien en un momento -Dice Theo.
-G-Gracias -Dice Alex antes de caer inconsciente ante el dolor.
Theo salvo a Alex, Theo que nos estaba atacando hasta hace unos instantes, acaba de salvar la vida de Alex.
-Dime -Dice Theo enfurecido- Anciano regordete, ¿Fuiste tú el que tomo control de mi durante la pelea?.
El hombre gordo se ríe mientras afirma con la cabeza.
-Bien -Dice Theo- Ya sabrás que tus trucos mentales no funcionarán en mi, ¿Cierto?.
Al parecer el hombre no se había percatado de su situación, traga saliva al darse cuenta que no puede usar su control mental.
-Parece que ya lo entendiste -Dice Theo mientras se acerca.
-¡Aléjate de mi! -Grita el hombre bajo.
El hombre alto se acerca a Theo y dice:
-Yo me encargo.
Antes de que nos diéramos cuenta la cabeza del hombre gordo había sido arrancada de su cuerpo, el hombre alto la tenía entre sus manos.
¿Cómo pudo hacer ello con tanta facilidad?.
-Mi nombre es Cristóbal Santana -Dice el hombre alto- Cada vez que mató a alguien transformó su fuerza y velocidad en mía, esta es la sexta persona que mató, en total tengo la fuerza y velocidad de 6 hombres más la mía, en agradecimiento por haberme liberado de este hombre no los tocaré, váyanse en paz.
-¿Qué te hace pensar de que puedes amenazarme? -Dice Theo- Acabo de anular tu habilidad, ya no puedes hacer nada, sería mejor que acabase contigo de una vez, no pareces estar muy bien de la cabeza.
-Inténtalo -Dice Cristóbal.
Theo corre hacia Cristóbal, cuando llega a la distancia necesaria para darle un golpe, Cristóbal lo toma de su brazo y lo hace caer a la nieve.
Antes de que Theo lograse levantarse Cristóbal dirige un puñetazo hacia la cabeza de Theo, pero se detiene antes de impactar.
-Ya estarías muerto -Dice Cristóbal- Vete antes de que me retracte.
Theo se levanta y se aleja de mala gana.
Alex ya despertó, lo primero que hace es sentarse en inmediatamente empieza a llorar.
-¿Qué he hecho? -Grita Alex desconsolado.
Theo se dirige a el y lo mira de reojo.
-¿Qué demonios he hecho? -Grita Alex.
Solo pensar lo que debe estar sintiendo Alex es horrible, siempre habla de proteger a los demás, el le ofreció su ayuda a Madeleine, y a la vez el fue quien acabo con ella.
Theo le da una patada en la cabeza y grita:
-¡Ponte de pie miserable!, ¡Llorando no vas a traer a nadie de vuelta!, ¡Deja de estar jugando al Cristo y defiende a tus compañeros!.
Alex se seca las lágrimas y se levanta, nos observa a Eria y a mi y nos dice:
-¡Los protegeré aunque me cueste la vida! -Su voz se corta con cada palabra, por más que intenta dejar de llorar, no puede.
-¡Que deprimente! -Dice Theo mientras lo golpea en un costado- Nunca digas que protegerás a alguien aunque te cueste la vida. Di "Los protegeré y estaré siempre con ustedes".
Las palabras de Theo taladran en la mente de Alex.
-Eres un ser humano, todos somos imperfectos, cálmate y ve con tus compañeros -Dice Theo.
Alex traga saliva y dice aún con lágrimas en los ojos:
-Por favor, ven con nosotros Theo.
Theo arquea y dice:
-Quita esa cara tan deprimente y quizás lo piense.
Theo empuja a Alex hasta nosotros.
-Cuiden bien de él, los acompañaré de momento -Dice Theo.
No estoy seguro si podamos confiar completamente en Theo, pero el salvo a Alex, el no tuvo miedo de lo que le pasaría, tiene valor.
Eria me mira y dice:
-Hablemos con Alex.
Alex sigue llorando desconsolado, espero que se reponga pronto, yo no seré capaz de proteger a nadie, sin el, tanto Eria como yo estamos perdidos, todo lo hizo por nosotros, es injusto que este pasando por este trauma.
Eria y yo tomamos a Alex de las manos y le sonreímos.
-Alex, tu no podías saber lo que sucedía, nada de lo que pasó es tu culpa -Dice Eria.
-Eres nuestro amigo sin importar lo que pase -Exclamo.
Alex nos abraza mientras rompe en llanto.
Mientras tanto en algún lugar del universo…
Las estrellas del firmamento discutían entre sí, apostando entre ellas quiénes serían las 10 personas que llegarían a Terra Nova.
El gran LeNaguah irrumpió en la conversación y todas las estrellas guardaron silencio.
Todas sabían que LeNaguah era capaz de predecir quiénes serían los que ganarían.
-Como pueden ver -Dice LeNaguah- Se cumplió mi predicción de que esos 4 formarían una Alianza.
Todas las estrellas sabían que su creador se refería a los humanos conocidos como: Alexander Vólkod, Theo Bonavista, Eria Rizzo e Iván Salvatore.
-Como sabrán, ya predije el futuro de ellos 4 -LeNaguah hace una breve pausa- El hombre conocido como Theo Bonavista, los traicionará cuando más lo necesiten, los abandonará a su deriva, los otros 3 serán eliminados y el será uno de los 10 que llegarán a mi Terra Nova.
Cada una de las estrellas escucha atentamente las palabras de LeNaguah, el a predicho sin ningún error cada uno de los Purgatorios que se han disputado.
Y así fue profetizado el primer hombre que ascendería.