Escuchaba murmurar a mis compañeros
-Es tan fea, como se atreve a sentarse en la mesa de mi amorcito?
-Si pues, pero sabes que con ella no nos podemos meter
-Maldita rata de biblioteca
En realidad nunca me ha importado lo que los demás dicen de mi, saque mi libro para adelantar algunos deberes para mañana.
El profesor llegó, después de eso las clases pasaron como el agua.
Por la tarde, me fui caminando a casa, estaba un poco alejado pero siempre me ha gustado caminar, además después de mudarnos no he realizado al cien por cierto mis rutinas de ejercicio, pase por un centro comercial, se me antojo hacer unos cupcakes, los postres son mi fuerte.
Llegué a casa y como siempre mamá no está, a veces cuando ella me dice sobre la sobrecarga de actividades que tengo me dan ganas de hablarle sobre su carga de trabajo, pero bueno.
Ahora estoy preparando unos cupcakes, le dejaré unos también a ella. Hice algo para comer, quería ordeñar pizza pero tengo que cuidar lo que como. Terminé los deberes de la escuela. Practicare un rato algunas rutinas de ballet, mamá escogió una linda casa, hay un salón espacioso donde puedo practicar rutinas y si se me antoja ensayar algunas notas. Después de tomar una ducha, prepare un tentempié que comeré mientras leo un libro esperando a que mamá llegué, puede que no esté mucho tiempo con ella durante el día pero seguro que llega a la cena. Estaba por terminar el capítulo cuando escuché que abrían la puerta, obviamente mamá había llegado
-Cariño, llegué -Me hablo cariñosamente
-Voy mami -le conteste, termine de leer y salí corriendo a su encuentro. Me dio un beso en la frente y yo le di uno en la mejilla. La cena ya estaba servida, cada día voy mejorando en su preparación, aunque no se iguala con las delicias de mamá, se que pronto lo lograre.
-Y dime, que tal el primer día -Me dijo mientras tomaba un poco de su jugo
-Pues la escuela es genial, el patio es enorme -comenze a contarle sobre cómo era la escuela
-Y tus compañeros, hiciste amigos ya? Hay algún chico guapo en tu salón?
-Mamá! -levante un poco más voz riéndome lo que mamá imitó -Sabes que no me importa mucho hacer amigos, y si se trata de chicos ni lo menciones - la razón por la que he aceptado la apuesta de papá es porque ahora no me interesa nadie. Seguimos platicando sobre la escuela y su nuevo trabajo.
Comienza un nuevo día, me he despertado y para mí sorpresa mamá no está, me ha dejado una nota diciendo que le ha surgido un imprevisto en la oficina y tuvo que irse antes. Desayuné, ahora voy de camino a la escuela, el transporte llego rápido, por el pasillo de la escuela iba algo distraída buscando en mi mochila que llegando a los casilleros no me di cuenta y choque con alguien.