Si la ignorancia es el peor castigo entonces lo mío es el mayor don; o eso se supone, no una condena.
El círculo que se traza en el momento que naces en el seno de una familia es el primero en afectar; si el círculo se rompe o desintegra: Te afecta; Si se agranda o se achica también lo hace.
Ese círculo es tan crucial como el agua para un pez puesto a que crea la base de nuestra psique. Lo gracioso del caso es que aunque huyas de él, siempre una pequeña parte suya se queda contigo.
Las primeras palabras y acciones de un bebé son las que ha escuchado y visto repetir constantemente; y eso aún con el pasar de los años sigue sin cambiar.
Somos pocos los que nadamos en dirección contraria a la corriente, a los que la sociedad castigar con miradas desaprobatorias, somos nosotros de los que los familiares con mente cerrada se avergüenzan; creandonos una identidad falsa en frente del resto con el objetivo de hacernos parecer personas "normales" o al menos dentro del estereotipado concepto de normalidad.
Intentando cambiar cada pieza del rompecabezas que nos forma, cambiando letras y columnas de un crucigrama para convertir nuestra supuesta:
A
N
O
R
M
A
L
I
D
A
D
En:
N
O
R
M
A
L
I
D
A
D
Aunque eso suponga deformar cada letra, igual; con un mundo superficial ¿Que importa lo de dentro?
Para complacerlos o al menos intentarlo debo recuperar la senda derecha y abandonar la siniestra, pero, si la derecha se perdió ¿como buscarla?.
Si hasta los mismos párrocos lo dicen: "No es posible retroceder en tu camino".
Sin darse cuenta que hay personas distintas que no pensamos en que vestido usaremos mañana para la conferencia, sino, que mente usaremos mañana para la conferencia.
Y así el mundo no puede seguir, nos estamos destruyendo a nosotros mismos, usando como separador los estereotipos, en los que ser inteligente llega a verse repugnante. Donde vale más una cara bonita que una mente brillante.
Y lo hacemos sin darnos cuenta.