Ellos cruzaron todos los alrededores de Groenlandia parando en todas las ezquinas con el fin de preguntar a unos de los habitantes si ya habían oído de una isla que se llama Rhodendron, pero sin mostrar a nadie el mapa místico. El capitano prohibió a los expeditores mencionar a los extranjeros algo del mapa para proteger al secreto del hombre fallecido antes de descubrir el sentido de su mensaje.
Los viajeros estaban al principio muy deprimidos que no sabían dónde se localizaba la isla desconocida. Pero, durante la busqueda conocieron a muchos paisajes diferentes que hechizaron a todos los expeditores y especialemente al hijo de los expeditores. Solo unos kilómetros separaron los fiordos con flores de los disiertos helados y de los fuentes calientes en los que se pudo bañarse en cualquiera estación del año. [ Desde hace 2,7 millones años en la isla aparecieron los disiertos helados debido a las rocas calientes que elevan desde el Mante Terrestre debajo de Islandia ]
Algunos de los expeditores no perdieron el tiempo y pasaron un momento corto pero muy relajante en los fuentes calientes y burjeantes para reunir su energia después del viaje largo hacia este sitio. Moritz observaba entretanto todo muy detalladamente: cada piedra, cada flor, cada animal,... con ojos grandes como de un búho. También, aguzó las orejes para poder oír todo y no perder nada. Desde lejos aparecieron los animales regionales, como por ejemplo, osos o zorros polares con piel dura y hambrientes. Pero, ellos no hicieron daño a nadie, ni amilanaron a los visitantes. Los animales adultos se ocuparon de los recién nacidos y intentaron quedar en sitios en los que los depredadores no pudieran encontrar ni molestar a los cachorros. Evidentemente, se podría observar a muchos pescadores trabajando todos los días para captar a peces y venderlas en toda la isla.
Así pasaban los días y los viajeros buscaban la isla informándose de la isla y los alrededores. Los ciudadanos eran muy amables y contaban todo lo que sabían. Unos que querían vender algo contaban de su trabajo, otros contaban de la economía, de la falta de escuelas buenas en la isla y unos se quejaban del cambio climático del que tenían mucho miedo y de que la isla que querría ser independiente pertenecía a Dinamarca. Muchos ni sabían qué podría provocar este cambios climáticos.
Los expeditores supusieron que muchos de los habitantes tuvieran miedo de luchar y cambiar el mundo por la falta de la educación básica y por la falta de fuerza de los trabajadores en la política.
[En Groenlandia existen escuelas, pero por la escasez de niños y la distribución de las familias en la isla no se puede ofrecer las mismas posibilidades que existen en Europa para fomentar a los alumnos. El sistema educativo de la isla fue adaptado al sistema educativo de Dinamarca. La enseñanza obligativa es 10 años. Después, muchos se deciden de estudiar o trabajar en Dinamarca o otras partes de Europa. ]