Autor:BlastingLoki
A lo largo del espacio mucho mas allá de las estrellas que eran casi tan grandes como los sueños y la esperanza. Mucho mas allá de cualquier sueño loco que podría tener una persona ordinaria acerca del universo.
En el inmenso cosmos un enorme cuerpo avanzaba. Este emitía un aura extraña se podría pensar que tenia vida propia.
Este extraño cuerpo aullaba con gritos de dolor mientras una fuerza lo aplastaba una y otra vez, lo que lo comprimió lentamente. La colisión entre la fuerza interna y externa de alrededor hicieron que el cuerpo metálico de la nave se calentara.
El ruido del metal al ser aplastado era feroz haciendo que las uniones dentro se desquebrajaran. El calor en su interior era infernal por lo que muchos de los tripulantes fueron quemados inmediatamente, solo esperaban a su muerte unos segundos después, dejando un rastro de carne quemada, viseras y sangre dentro de la nave.
Otros simplemente no contaban con un destino tan sencillo y no morían rápidamente, si no que eran aplastados tras cada colapso en la nave, conservando un pequeño rastro de conciencia permanecían allí recordando su vida, su nación, y a sus compañeros añorando aquellos pequeños segundos.
Preservando en el fondo de sus almas una pequeña esperanza de permanecer con vida y durante un corto periodo de tiempo podían oír a el resto de la tripulación morir quemada a su alrededor .
Alguien ya hacia de pie allí, preservándolos en su memoria. Cada uno de los tripulantes dentro de la nave no era inferior a un amigo, un camarada o un compañero.
Rastros de lagrimas eran visibles en su cara. Uno por uno los recuerdos y sueños de sus camaradas lo invadían cuando veía a sus cuerpos morir, cierta impotencia llenaba cada centímetro de ser. Ahí.
Un soldado con el rostro lleno de lagrimas le reportaba a su coronel.
Soldado 17 "Señor el numero de tripulantes es cada vez menor".
El Coronel estaba de pie frente a una de las ventanas de la nave alejado de todo el fuego. El aire de la muerte ya hace un tiempo que había cubierto todo el interior de la nave pero su expresión era fría, como si dentro de si, la muerte ya fuera parte de su existencia.
Coronel "Que continúen muriendo".
El comportamiento indiferente de su superior a la hora de darle esa respuesta hizo que lo inundara el sentimiento de rabia.
La innumerable cantidad de muertes en el campo de batalla era poca cosa para este soldado, para el, el verdadero precio de todo esto era el sufrir el dolor remanente que te hace incapaz de sentir, el perder y desprenderte totalmente de cualquier emoción, para el alma este era un castigo irreparable que incluso te acompañaría hasta en la muerte.
Este era un acuerdo que funcionaba como una transacción en un solo sentido y el precio de sobrevivir era la irrecuperable sensación de nunca llegar ha sentir paz plenamente, si esa paz fue conseguida a costa de la muerte de otros.
Una paz a base de la vida de camaradas y "Enemigos"; no era paz, solo un asesinato desmedido sin un objetivo pleno que solo se basaba en la avaricia.
Esto es algo que definitivamente el no quería. Lentamente mientras pensaba el sentimiento de dolor en su corazón por la perdida de sus camaradas era solapado por tristeza hacia su Coronel y poco a poco este sentimiento se convertía en lastima.
Después de estar tanto tiempo en la batalla el Coronel fue capaz de insensibilizarse, a pesar de esto no todo era así, de una u otra forma el único sentimiento remanente en su conciencia era la tristeza.
Mientras todo esto sucedía en su interior. En el exterior el cuerpo era atraído por la fuerza magnética de un planeta circundante, lo que no solo acelero a la reducción de su tamaño, sino que también hizo que su desplazamiento sea mas lento. Partes de el comenzaron a desprenderse aun mas rápido, este era perseguido.
Sin embargo a pesar de el lamentable estado en el que se encontraba seguía avanzando sin parar a toda velocidad. Estaba rodeado de luces arcoiris casi como un prisma siendo iluminado por el sol dejando un montón de hermosas luces de diferentes colores a su alrededor...
Trozos de si y placas que una vez formaron parte de su coraza metálica, ya hacían allí en el espacio, lo cual desprendía pequeñas luces fugaces que solo permanecerían allí por unos segundos antes de convertirse un montón de restos de basura espacial durante su huida.
No muy lejos de allí otro cuerpo se acercaba lentamente a gran velocidad.
Era mucho mas grande y veloz sin embargo este prefería mantener cierta distancia, casi como un depredador. Una víbora luego de clavar sus colmillos en su presa lentamente esperaría a que esta muriera.
Solo jugaría de vez en cuando con ella otorgándole una falsa oportunidad de sobrevivir. Sin embargo el veneno empezaría a hacer efecto y lentamente acabaría con su vida, luego simplemente seria cuestión de devorarlo una vez estuviera muerto, disgustandolo.
Saboreando aun aquellos pequeños rastros de la poca esperanza de sobrevivir que permanecía en el mientras moría.
La presa ya sabia que iba a morir, pero el cuando moriría era un regalo, un honor que le permitiría elegir. El elegir tu muerte es un destino atroz que tienen pocos, pero el sentimiento de saber como moriste es un destino que no se les concede a cualquiera por lo que tu conciencia no se pierde en el olvido.
En una guerra de desgaste entre una presa y su depredador esta perdería rotundamente.
En su interior.
Nave Beta" Nos acercamos a uno de los objetivos, asegúrese de cubrirnos adecuadamente"
Nave Gama"Reporte recibido, reportar cualquier inconveniente en caso de que la amenaza se mucho mayor a la esperada"
Nave Beta"Entendido" .