En una guerra de desgaste entre una presa y su depredador esta perdería rotundamente.
En su interior.
Nave Beta" Nos acercamos a uno de los objetivos asegúrese de cubrirnos adecuadamente"
Nave Gama"Reporte recibido. Reportar cualquier inconveniente en caso de que la amenaza se mucho mayor a la esperada"
Nave Beta"Entendido"
Dentro de la nave beta alguien estaba sentado de espaldas. Apenas en la pantalla se podía ver un leve reflejo de su silueta.
Por lo poco que se alcanzaba a ver . Se podría intuir que este tenia alrededor de unos 20 años poseía una extensa melena roja colgaba de su cabeza y vestía una armadura negra hecha de un cristal que se asemejaba a la obsidiana. Lamentablemente como era solo el reflejo de su silueta solo se podían distinguir algunas cosas. El aire tiránico que poseía la armadura fue capaz de manifestarse a través de su silueta.
El frio que era emanado de esta era tan atroz que solo a pesar de ser una vaga silueta aun se podrían ver que la rodeaban rastros de escarcha. Para muchos de sus enemigos el frio de muerte que emitía esa armadura seria lo ultimo que sentirían.
Sin embargo en su soledad este joven ya se encontraba con ojos cansados.
Desconocido"Me pregunto cuanto tiempo podrás seguir jugando este juego....."
Mientras aquel desconocido decía aquellas palabras. En un corto periodo de tiempo ya habían pasado 2 días .
La otra nave continuo escapando.
Antes apenas pudo escapar de ser destruida por el campo magnético de aquel planeta. Esto le permitió seguir avanzando y aunque no se encontraba muy lejos de aquel planeta había ganado algo de tiempo.
Dentro de la cabina de esa nave.
El Coronel se encontraba de piernas cruzadas con una expresión sombría. Por primera vez luego de todos estos años una nueva emoción distinta a la tristeza que ya era parte de su vida lentamente se manifestaba en este viejo Coronel.
Esta nueva emoción era la ira. Se encontraba enfadado ya que esa persona se negaba a dejarlo ir. Por lo que no pudo evitarlo y arrojo fuertemente su silla.
Coronel"Ya han sido 21 días. Sin embargo, aun sigo aquí. Mi vida debió haber acabado hace tan solo 19 días. Pero me he sobre puesto ante ti. Me he rebelado y no estoy dispuesto a ser atrapado con vida "
Los ojos del Coronel en estos dos días se habían vuelto rojos, no se había afeitado por lo que su barba ya tenia un par de días, seguía sentado allí esperando.
Sin embargo a pesar de su estado metal alterado y de estar totalmente cansado. Este se negaba a dormir. Tenia miedo de que fuera traicionado por algunos de sus soldados.
No es que ninguno de ellos no lo hubiera pensado antes pero ya sabían que se habían implicado en el asunto. La traición era castigada con la muerte.
La muerte del Coronel también seria su propia tumba. No importaba cuantos murieran el único consuelo de algunos al morir era que esta también seria la tumba del Coronel y el moriría con ellos. Lo cual ayudo un poco ha aliviar la tensión en la nave.
La incesante persecución ya había durado 21 días. El aura frio que tenia el Coronel antes lentamente se apagaba y su tristeza se convirtió en miedo. Le tenia miedo a la muerte. Aquellos cientos de soldados que alguna vez estaban a su mando se tornaron en unas pocas docenas.
Si se tratara de una pelea cara a cara el nunca se atrevería a luchar. A pesar de contar con un aura fría en su exterior y una tristeza en su corazón realmente todo esto cubría el hecho de que era un cobarde.
El lamentable estado de su nave y la situación de sus soldados complicaba cada vez mas su huida y a pesar de que sabia que tarde o temprano perdería, aun así. Este no se rendiría.
A pesar de que su nave se destruiría en el espacio. No se rendiría.
Aunque tuviera que doblegarse y convertirse en una escoria en el bajo mundo de la sociedad. No se rendiría. Este era el gran apego que tenia un cobarde por la vida.
Una cucaracha que se negaba ha aceptar ser aplastada. Se encontraba a unos pocos días de ser ejecutado y aun así. No se rendiría. Sin importar que el no se rendiría.