Alexandra se quedó inmóvil por un segundo, miró fríamente a la criatura frente a ella y su sonrisa se volvió cada vez más helada.
Fuuu-
Clamp-
Sin mediar otra palabra alguna, Alexandra lanzó un cuchillo bastante afilado directamente al rostro de Lía, pero la criatura era ágil y pudo esquivar a tiempo, el cuchillo rozó apenas su mejilla, creando un arañazo sangrante, después el cuchillo siguió en dirección al tronco de un árbol detrás de Lía. El sonido de la madera perforada fue bastante claro para ambas.
Hizzz-
Alexandra extendió su mano en el aire y el cuchillo voló de regreso a su mano, creando un sonido de aire silbante. Al tener otra vez el cuchillo en su mano, Alexandra lo guardo en algún lugar detrás de su espalda.
- Ja... todavía tienes muy mala puntería - después de recuperarse del shock de ver a Alexandra Snowy viva ante sus ojos, los ojos opacos de Lía se llenaron de burla y desdén.
- No te estaba apuntando a ti. Estaba apuntando al árbol detrás de ti - Alexandra se encogió de hombros y su sonrisa se desvaneció gradualmente.
- ¿Qué... ? - Lía se dió la vuelta para descubrir que había un extraño símbolo de color violeta en el tronco del árbol, la luz que se desprendía de él era lila y daba una extraña sensación de frío. El rostro de Lía se desencajó con terror e ira.
Alexandra una vez más volvió a sonreír suavemente, al segundo siguiente el cuchillo volvió a volar en dirección a otro árbol, nada detuvo la dirección del proyectil y se clavó directamente en el centro del símbolo de conjuro, que al instante comenzó a brillar de color azul opaco.
- ¿Qué intentas hacer? - Lía entrecerró los ojos e intentó dar un paso para alejarse, pero se dió cuenta de que no podía mover sus piernas por más que lo intentará "¡Esta maldita mujer me lanzó un hechizo para inmovilizarme!"
- Pronto lo verás. Descuida, no te dolerá mucho... Al menos no tanto como quemarte vivo y permanecer consciente hasta el final - los ojos de Alexandra brillaron fríamente, lanzó una vez más el cuchillo, dando una vez más en el blanco.
- ¡Sueltame, maldita! - Lía lucho una vez más, pero la mirada de Alexandra le quitó hasta la capacidad de hablar. "Se ha vuelto más poderosa... Temo que no podré escapar de esta..." las pupilas de Lía se contrajeron y sus dientes castañearon.
- Shhh... No es así como se trata a tu anfitriona, ¿acaso Adagio no te enseño a comportarte? - Alexandra clavó el cuchillo en el suelo con un mínimo esfuerzo. Después saco otro cuchillo idéntico al anterior y lo lanzó a otro árbol de manera relajada. Después de tener el cuchillo una vez más en su mano comentó: - Debes tener una razón para estar aquí. Ya que no sabias de mi persistente existencia, ¿a qué has venido?
Lía no respondió, sólo podía quedarse parada con el cuerpo rígido, como un muerto.
- Ya veo. Desconexión de intenciones, buen plan... pero aunque ya no lo supieras yo sé exactas por qué Adagio te ha enviado a esta zona - Alexandra giró el cuchillo un par de veces en sus manos antes de lanzarlo una vez más. Confirme iba lanzando el cuchillo, ella se movió lentamente para salir por la dirección contraria.
La piel del cambiador empezó a tornarse negra y escamosa, su figura seductora se volvió en una enfermamente delgada en la que se distinguían claramente los huesos. Sus ojos se volvieron completamente negros y vacíos de vida.
- Pero te daré un obsequio de despedida. Conocerás a tus jefes del infierno... irás de vuelta al lugar que nunca debiste dejar - Alexandra lanzó una vez más el cuchillo. Seis símbolos fueron penetrados por la punta del cuchillo, los seis empezaron a irradiar luz en colores fríos, formando un hexágono. El cuchillo en el centro del hexágono también empezó a brillar pero con una luz roja demoníaca.
Alexandra se dio la vuelta y lanzó el cuchillo por sobre su cabeza, aunque no viera hacia donde lo lanzó, el arma blanco se enteró justo al lado del primer cuchillo, al instante despidió una luz rojo sangre.
- ¡¡AAAAHHHHHHHGGGGG!!
Un chillido bestial se escuchó cuando el demacrado cuerpo del cambiador empezó a incinerarse en un fuego negro.
Alexandra se alejó lentamente, tres minutos más tarde Stella regresó a recostarse sobre su hombro de manera relajada.
- Es demasiado ruidosa - Anthony se acercó desde los matorrales y frunció el ceño con desagrado.
- Ya acabó. Pero no es el único imitador que ha estado utilizando Adagio - Alexandra se encogió de hombros e hizo un mohín con sus labios - Sin embargo... ese era el más poderoso.
- El siguiente paso debería ser limpiar el Concejo Luna Azul - Anthony desvió su mirada hacia el cielo.
- Lo haremos gradualmente. Vámonos, tengo hambre - Alexandra agarró el brazo de Anthony y lo instó a caminar rápidamente.
- Espera... - Anthony le agarró el hombro y la detuvo. Podía escuchar rápidas pisadas que se acercaba desde la dirección de la aldea - Alguien viene. Son dos personas.
Anthony empujó a Alexandra detrás de él, sentía un aura fría y dominante, y otra aura misteriosa y fría. Instintivamente quiso proteger a Alexandra.
Minutos después, en la penumbra, dos sombras tomaron forma. Caminando lado a lado, estaban un hombre imponente y una mujer indiferente.
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N/A:
Solo quiero saludar.
Desconexión de intenciones quiere decir que Adagio le quitó la capacidad de pensar al cambiador. Si se preguntan que estaba pasando con Adagio en ese preciso momento, les diré que lo primero que le pasó fue que vomitó sangre en el momento en que Los fue inmovilizada. El resto se los dejo a su imaginación.
Saluditos
(づ￣ ³￣)づ