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Chapter 6 - Capitulo 6.- Luz de una linterna

- ¡¡¡ AGUILAR !!! -

Un grito desesperado resuena por el lugar cuando Manuel que ve como el soldado que el sigue es atacado por una de las sombras con forma de arañas con cola caer en su cabeza y tirándolo al suelo. Al acercarse ve como esa cosa se aferra contra su cara y enrolla la cola alrededor de su cuello mientras las patas sujetan la cabeza.

- no te rindas, aguanta - dice Manuel mientras trata de ayudarlo tirando de esa cosa, tirando de las patas y la cola para quitársela de encima a Aguilar pero mientras mas jala mas se presiona.

- no te rindas Manuel - grita para si mismo poniendo mas fuerza en su agarre hasta que logra hacer que la piel de esa cosa se desgarre y comience a sangrar, allí es cuando no lo pudo soportar.

- ah... - Manuel retira sus manos cuando un ardor insoportable llega a sus palmas, y cae en el suelo gritando por el ardor.

- no, no puedo, no puedo, mis manos, ¿que rayos es esto? - Dice Manuel mientras ve como la vida del soldado Aguilar se va frente a sus ojos. El soldado a su lado saca un cuchillo y trata de cortar a esa cosa pero el cuchillo se derrite cuando apenas toca la sangre,

- capitán, capitán resista - Manuel se vuelve a acercar para intentar nuevamente tirar de esa cosa, pero cuando va a ponerle las manos encima Aguilar le detiene.

- capitán, por favor déjeme...

Manuel suplica porque le deje intentar, pero en eso mira como Aguilar arranca una cadena de su cuello y trata de dárselas a Manuel, él toma su mano para recibirlas y al mismo tiempo sujetársela.

- señor Aguilar, Capitán yo no...

Aguilar pone su mano restante sobre el hombro de Manuel, luego su apretón pierde fuerza, poco a poco Manuel puede sentir el como su vida se va, el apretón de Aguilar pierde la fuerza hasta hasta que ya no es capas de sostener la mano.

- capitán...

El soldado que queda y los 7 niños son testigos de su muerte, Manuel sujeta la mano de lo que ya no es mas que un cadáver.

El soldado que aun esta con ellos se acerca a Manuel y le dice - tenemos que salir de aquí niño -, pero Manuel ya sabe eso, el ya sabe todo eso, no es necesario que se lo digan.

Manuel se levanta y comienza a dar las ordenes diciéndole al niño mayor que fuera delante apuntando con la linterna de minero, luego que los demas que le sigan a su lado y que los mas pequeños en el centro, los niños le responden a las ordenes con un - si Señor - sin pensarlo. Puestos en formación el mayor de los 7 iluminaba el frente mientras que 2 mas a su lado le acompañaban, los mas chicos en el centro y Manuel guiándolos de ellos luego, el soldado solo observo todo hasta percatarse y quiso opinar para dar el las ordenes pero.

- espera niño, lo que debemos hacer es...

- tu ve detrás de mi y cubre la retaguardia ya que tienes el arma, yo me encargare del frente y nos sacare de aqui a todos esta claro - dejando de lado sus emociones y optando por una mentalidad mas fría tomo el mando sin mas. El soldado de acuerdo con Manuel toma su posición.

Siguiendo su camino por el pasillo ellos llegan hasta un cruce decisivo obligándolos a detenerse a pensar, al frente esta un elevador entre abierto y a los lados de este un par de letreros con forma de flecha señalando a cada lado, a la derecha cuarto de mantenimiento y a la izquierda cuarto de control.

Una desicion complicada y todos se detienen a pensar, Manuel se da vuelta hacia el soldado para preguntarle sobre cual tomar, pero al verle a la cara nota su miedo mientra mira detras de él.

Manuel se da vuelta y ve como el mayor de los niños que esta apuntando hacia ellos es rodeado por las mismas manos negras que se llevaron a Londoño.

- ¡NO!.

En el justo momento en el que Manuel grita que no, el niño y los dos que estaban a su lado simplemente son tragados por la oscuridad, quedando solo la linterna en el suelo.

Luego sin darle tiempo a reaccionar escucha los gritos y disparo detrás, dandose vuelta ve como la mitad inferior del cuerpo del soldado es tirada y arrastrada por un dubto de ventilación en cerca del suelo.

- resiste.

Manuel corre hasta el soldado quien parece estar siendo devorado, Manuel tira de el para tratar de sacarlo, pero lo que lo arrastra es mucho mas fuerte, el soldado grita de dolor mientras es jalado en dos direcciones, una tira muy fuerte de sus piernas quizás para devorarlo y la otra de sus hombros para tratar de salvarlo aunque le dice a Manuel que se vaya este no le hace caso y sigue tirando sacando fuerzas de donde no tiene para salvarlo, pero aparecen mas negras y lo sujetan enterrando sus garras comenzando a destriparlo, sangre a montones sale disparada como chorros de agua hacia la cara de Manuel quien ya no es capaz de sostenerlo devino a la sangre en sus manos que se resbalan sin mas y le hacen caer hacia de espaldas al suelo mientras escucha como el soldado grita al ser arrastrado por la ventilación. Los gritos atraviesan las paredes.

Desesperado y temblando de miedo al ver la sangre en sus manos Manuel regresa su vista hacia los niños, solo quedan 4 de ellos y al parecer ni ellos mismos se habían percatado de ello. Él se levanta y se dirige hacia ellos mientras toma la linterna de minero en sus manos, pero cuando les apunta ve que solo queda Naomi siendo rodeada por esas manos oscuras, tiene que salvarla pero hacia donde ir.

La elección apareció frente a el.

Saltar a la Izquierda o Saltar a la Derecha.

Como si se tratase de un juego de selección múltiple en donde solo una puedes escoger, Manuel debía tomar la decisión final.

Manuel salta hacia la derecha y rápidamente toma a Naomi del brazo y comienza a correr, el frió de la niebla le golpea el rostro y el sudor y lagrimas en el se comienza a congelar, junto con la sensación de ser acorralados, hace que Manuel ya no sepa que hacer.

- Corre, Corre, Solo corre.

Es lo único que pasa por su mente, Manuel se aferra a la idea de que algo los persigue aunque parece que ya no fuera así, solo eso es lo que le pasa por su mente, Manuel comienza a correr con mas fuerza, hasta que logra llegar al final del pasillo en donde se encuentra una puerta con el letrero de "cuarto de seguridad", Manuel al llegar empuja la puerta con una patada frontal, la puerta se abre y da apertura a un cuarto lleno con utensilios de limpieza.

- ¿Naomi?

Manuel dirige su vista hacia Naomi, sus ojos se llenan de terror, las nauseas llegan desde su estomago, junto con el mareo y necesidad de vomitar por lo que acaba de acontecer.

En su mano derecha, justo donde estaba sujetando la mano de la niña pelirroja de 4 años llamada Naomi, ahora solo eso queda, de la muñeca hasta el codo solo la mano de esa niña es lo que Manuel sujeta.

Que fue lo que paso, estaba justo detrás de él y ahora ya no esta, Manuel mira hacia el oscuro e infinito vacío frente a el, mientras aun sujeta el brazo de Naomi, ¿como fue que todo esto paso? Es seguramente lo que se debe preguntar, pero en su rostro solo hay terror.

Dejando caer el brazo de la pequeña niña en el suelo, Manuel entra dentro del cuarto de seguridad y cierra la puerta mientras apunta el arma que ni siquiera esta seguro de como usarla.

Manuel mira a su alrededor y encuentra un escritorio de madera, empuja el escritorio contra la puerta para bloquear la puerta.

El sonido de los pasos incesantes que aproximan causan que Manuel no sea capas de sostenerse en pie y caiga de rodillas al suelo.

La puerta comienza a sonar.

Golpes una y otra vez.

Manuel se recuesta en el suelo, tomando una posición fetal mientras abraza sus rodillas.

- Mamá, ¿donde estas? ¿porque tuvo que pasar esto? Señor ayúdame por favor, miedo, tengo miedo.

El llanto que él produce hace eco en la oscura habitación, la luz de la linterna en su frente comienza a fallar, las bacterias deben de estar en su limite, ya pronto se acabaran y así la oscuridad pronto lo terminara de engullir.

Manuel pierde la esperanza, su cuerpo y su corazón ya no son capaces de resistirlo, una vez mas es presa de la agonía, la agonía de las personas que aun se encuentran afuera, y el como es posible si la mayoría ya murió hace tiempo pero igual se escucha fuerte y claro, los gritos de agonía de las personas que fueron arrastradas a la oscuridad.

La intriga y pesar invaden su mente y corazón, acompañados de sentimientos constantes de culpa y lamentación, una fuerte melancolía que lo regresan a la realidad, mientras que lagrimas comienzan a brotar de sus ojos y su cuerpo comienza a temblar a causa del atormentador frió de ultra tumba.

- tengo miedo, no quiero morir, quiero salir, pero no puedo hacerlo. ¿porque? ¿porque paso esto? Dios por favor dime, ¿porque tubo que pasar esto?

Manuel se encuentra cubierto por un frió sudor que al instante se convierte en cristales de hielo, la causa, un extraño y siniestro frió que pareciera venir de la ultratumba. Sus manos tiemblan y su mente se hace añicos con los contantes gritos y suplicas del exterior.

Con el rostro congelado por las lagrimas, él usa ambas manos y cubre sus odios para no escucharlos, pero no sirve de nada, los gritos no paran.

- Señor mio, por favor... Solo... acaba con esto ya.

La luz de la linterna es cada vez mas débil, solo una débil luz es lo que lo mantiene lejos de la Fría Oscuridad.