Todo parece estar tranquilo tras pasar un par de horas, a pesar de que ya ha oscurecido y los destellos causados por las reparaciones tienen mas de 1 hora que terminaron, la multitud presente parece estar mas calmada.
"esta muy oscuro afuera, deben ser mas de las siete" Manuel revisa su la hora en su teléfono y resultan ser mas de las 8 pm. Por la ventana y solo puede verse aquella espesa cortina blanca que obstruye la vista del exterior.
"son mas de las ocho, creo que partiremos mañana, si es que la niebla deja ver"
Dejado salir un suspiro y abriendo su mochila saca un termo de 20 centímetros con agua para darle un poco a los niños que tenían sed.
- te llevas bien con los niños ¿no? - Dice Aguilar quien esta sentado a un lado.
- eso parece, pero la verdad no me agradan mucho, son muy ruidosos y siempre termino con dolor de cabeza.
- pero estas haciendo un buen trabajo con ellos.
- si tienes razón, ellos son diferentes.
- serias un buen niñero, creo que mi hijo y tu se llevarían bien je je je.
- ¿cuantos hijos tienes?.
- solo uno, tiene 21 y esta en el ejercito, en este momento debe de estar en la base de Caracas.
- ¿y no piensas tener mas?
- no, no creo, mi esposa murió hace 5 años y ya estoy viejo para buscarme una mujer.
- mi tío siempre decía que nunca se es muy viejo o demasiado joven, Josue comenzó a dirigir a Israel cuando tenia 80 y David venció a Goliat a los 16.
- tu tío es un hombre sabio.
La conversación es interrumpida cuando de repente así sin mas ocurre un apagón dejando a todos a oscuras. Los niños gritan asustados y Naomi salta a cuello de Manuel del susto.
Manuel de inmediato alza la vista, dado que todo esta oscuro.
- capitán, porque esta oscuro, no se supone que este aeropuerto tiene una planta eléctrica.
- precisamente para que esto no pase, si - responde Aguilar antes de que Manuel terminara de hablar.
- entonces, ¿porque esta tan oscuro?
La muchedumbre se alarma, los nervios los invade al ver todo el lugar esta a oscuras y sin poder ver nada, Manuel baja su mochila y revisa con cuidado hasta encontrar lo que busca, una linterna es sacada de su mochila verde con bolsillo extra amarillo atrás, rápido esta es encendida e ilumina su alrededor a los niños que están con el.
Las siluetas de las demás personas se pueden ver mas allá, mientras estas sacan sus celulares y internas para poder iluminar sus alrededores.
- quédense cerca de nosotros niños, no te alejes niño - dice Aguilar al grupo de niños, y mirándole fijo le dice que no se aleje a Manuel quien asiente para confirmarle.
" esto es demasiado oscuro hasta para las linternas, sera mejor que haga algo rápido" Manuel piensa en la mejor solución para evitar que los niños se separen y dirigiéndose a ellos les ordena tomarse de las Manos. Todos hacen caso inmediato a sus ordenes y tomándose de las manos forman una cadena
El silencio domina junto con el parloteo de todos los civiles, los minutos pasan, todos estamos a la respuesta de las luces, pero nada que regresan, las personas alrededor alumbran son sus teléfonos y linternas, las sobras se ven por todo el lugar.
Manuel observa a los demás niños mientras les apunto con la linterna, todos están asustados e incluso hay algunos que están comenzando a llorar.
- haa, niños por favor vamos a calmarnos no hay nada que temer solo es un apagón, no se asusten por favor, miren si se portan bien les daré un dulce a cada uno.
Los niños al escuchar lo de los dulces comenzaron a calmarse un poco, los mas pequeños dejaron de llorar y todos comenzaron a colaborar para que no se separara ninguno. Pero justo cuando creyó que podría calmarlos, el suelo comienza a temblar pero de una forma muy extraña.
bum, bum, bum. Temblores temporales o algo muy grande se acerca. Esos no son movimientos de tierra, algo los esta provocando.
- oye niño.
- WHAAAAA.
Mientras pensaba en lo que podría estar causando esos extraños temblores, una mano toca su hombro causando que el gritara del susto, lo que causo que los niños también gritaran.
Volteando y apuntando con la linterna se percata de que es Aguilar.
- oye, no me asustes así.
- tu eres el mayor aquí, colabora un poco y tranquilízalos.
- es mas fácil decirlo que hacerlo. Pero.
Manuel apunta la linterna hacia el techo y mira como si algo estuviera arriba.
- que sucede niño - pregunta Aguilar al ver su cara preocupada.
- no le parecen raros los temblores -
- a decir verdad, me preocupan un poco, pero puede que sean parte de la niebla, desconocemos por completo este fenómeno así que solo podemos asumir eso.
Una explicación corta pero coherente sale de su boca, pero eso no calma las sospechas de Manuel quien presiente que es algo diferente.
- puede que sea algo mas. Es como si algo grande estuviera caminando cerca de aquí.
Como si algo estuviera caminando, se escucha el eco de pisadas acercándose.
- capitán creo que podría ser algo grande acercándose, algo muy grande como para hacer temblar la tierra.
Aguilar se comienza a preguntar lo mismo que Manuel, a la vez se le ve una notable preocupación en su rostro. "¿es posible que algo tan grande exista?" se pregunta mientras observa a su alrededor a los civiles y sus hombres.
- capitán, usted dijo que siempre se perdía contacto con todo lugar al que la niebla llegara, y que incluso los grupos de reconocimiento y exploración también perdían comunicación e incluso jamas regresaron - agrega Manuel para empeorar su situación y estado emocional.
- ¿que estas queriendo decir? - pregunta Aguilar a Manuel y al verle tan asustado es mas que obvia la respuesta.- tal vez no sea nada, y solo lo este causando la niebla.
- eso espero - dice Manuel con notable miedo en su voz, cosa que hasta los niños se dieron cuenta.
Los pasos son cada vez mas fuertes causando un eco cercano de que algo cae al suelo una y otra vez, los niños se asustan, Manuel trata de mantenerse calmado a pesar de estar nervioso comenzando a sudar frió por el miedo, Naomi se sujeta su mano con fuerza.
Los temblores y el eco son cada vez mas y mas fuertes, hasta el punto en el que pareciese que lo que los provoca estuviese justo sobre ellos.
Los civiles al igual que los soldados, todos están callados guardando silencio esperando que lo que sea que fuere esa cosa estuviera sola mente de paso. Los niños se refugian detrás de Manuel y aferran a su mochila.
- tranquilos, sea lo que sea esa cosa, debe de estar de paso, no creo que nos este buscando...
Esas palabras, esas palabras que el mismo dijo fueron lo que pusieron alerta a Aguilar y el. Esa cosa, si es una posibilidad de que nos este buscando. Aguilar y Manuel se miran a la cara estando seguro de pensar lo mismo, de esta forma Aguilar le hace una seña indicando que se dirigiera hacia los pasillo, Manuel asiente y tomando en brazos a Naomi comienza a guiar a los niños que le siguen detrás sujetándole la mochila.
- señor Doragon, tengo miedo - dice Naomi con una voz tambaleante, casi al punto de llorar.
- ya, ya tranquila, no te asustes. - dice en voz baja acariciando su cabeza.
Manuel logra calmar a Naomi ella aun esta aferrada a el, pero no esta tan asustada.
Los temblores cesan dejando todo en silencio, un siniestro silencio que pone mas tensión en el ambiente, las luces apuntan hacia los lados, todos están a la espera, sin saber que esperar. Y justo en ese momento el ruido de las ventanas y paneles de cristal del aeropuerto siendo rotas desde afuera.
La multitud acude al pánico y todos comienzan a corren sin saber a que dirección como hormigas tras echarles agua.
Manuel se asoma por la espalda de Aguilar solo para ver como al frente destellos de luz a la vista junto con el sonido inconfundible de balas siendo disparadas de los cañones, rifles de asalto AK74 siendo portados por los soldados.
Los soldados en el frente comienzan a luchar contra algo que desconocen por completo.
"¿que esta pasando?" esas palabras son lo único que pasa por la mente de Manuel al ver como el pánico crece conforme a los gritos abundan, los destellos de los disparos, las linternas encendidas y el flash de las cámaras hacen suficiente luz como para detallar las extrañas siluetas que saltan por los alrededores, esas sombras caen sobre los civiles.
- ¿que es esto? - Gritan los civiles
- rápido disparen - gritan los soldados.
- maldita sea están por todos lados - dice Londoño.
Con ocho patas como si fuera una araña junto con una cola estos caen sobre los rostros de las personas sujetándose fuerte con sus patas y enrollando su cola alrededor del cuello para estrangular, frente a Manuel y el grupo de niños cae un muchacho como de unos 24 años con una de esas cosas en la cara, no se puede ni escuchar sus suplicas por estar siendo estrangulado.
- kyaaa - grita Naomi aterrada. Manuel la cubre para que no vea.
La escena es demasiado, Aguilar ordena a sus compañeros que escolten a Manuel junto con los niños. Acto que es seguido con un "si señor" de parte de Manuel quien arranco a correr con los niños.
La multitud comienza a correr como loca por todos lados, dado que las personas cuando están en pánico no son capases de pensar con claridad, muchos tropiezan y son aplastados por la misma gente, aquellos cercanos a las ventanas son los mas rápidos en caer.
Escoltados hacia el pasillo por las escaleras, Manuel junto con los niños logran escapar de la multitud la cual queda atrapada en el pánico mientras los soldados ponen a salvo a los niños, las escaleras se vuelven como una lata de sardinas.
Manuel corre mientras sujeta el brazo de Naomi, los demás niños siguen al chico de mochila verde, se aferran a esta como una cadena y continuar así corriendo por el pasillo sin siquiera mirar atrás.
La carrera sigue varios metros adelante hasta que Manuel de da vuelta percatándose de que quienes los escoltaban ya no se encuentran con ellos.
- que rayos, ¿donde están los soldados? - con el cuerpo bañado en sudor sus pupilas tiemblan al observar el negro vació que dejaron atrás.
- ¡niños conmigo! -grita, mientras apunta con su linterna a los alrededores, los niños se agupan alrededor de Manuel que apenas y puede pensa un poco en que hacer, dado eso él se fija de las escaleras que están al frente.
- rápido niños.
Los niños asustados le siguen sin importarle nada. Llegando a la escalera Manuel se asoma por entre la esquina antes de adentrarse por las escaleras, visto que no encuentra nada los conduce por las escaleras siguiendo el camino que él supone pueda ser la torre de control, deteniéndose cada 10 metros para revisar el entorno por cualquier actividad hostil.
Todo parece calmado, pero la multitud sigue gritando justo detrás de ellos, incluso se pueden escuchar gritos fuera del aeropuerto, al parecer a causa del pánico muchos salieron, o tal vez los arrastraron fuera.
Los niños se encuentran llorando y algunos hasta parecen estar en shock por los acontecimientos.
- chicos, tratemos de calmarnos, no debemos dejar que el pánico nos gane.
Manuel trata de calmarlos mientras les frota la cabeza.
- por favor niños, guarden silencio, tenemos que estar en silencio.
La voz temblorosa al igual que sus manos, Manuel ya parece estar llegando al limite de su soporte mental. En eso Naomi se aferra a su espalda ayudando a recupere un poco la compostura.
- Dragón, ¿que vamos a hacer? - pregunta naomi asustada.
Manuel se voltea hacia ella y observa como sus brazos tiemblan y las lagrimas no paran de brotar de sus hermosos ojos.
- los soldados que nos cuidaban, ellos ¿donde están ellos?
Manuel la abraza y ella se aferra con fuerza.
- Señor Doragon Tengo miedo.
Mirando hacia los niños, todos ellos están asustados, acorralados, mirando a Manuel con esperanza de que el sepa que hacer. Él les dice que no se separen mientras revisa su mochila para sacar una linterna de minero y ponérsela en la frente, le entrega la otra a uno de los niños, para poder así cargar a un pequeño de 2 años.
Luego de llegar al segundo piso, Manuel se asoma por las esquinas de las paredes, y asegurarse de estar seguros.
- bien, vamos - susurra mientras hace una señal con la mano.
Corriendo por otro largo y oscuro pasillo, la niebla comienza a entrar por las ventanas revelando que las ventanas de allí también están rotas, en eso una luz al frente parece acercarse a ellos, Manuel y su grupo no se detiene y continúan avanzando, el carga al niño con su izquierda mientras comienza a cargar su puño derecho para lanzar un golpe.
- niño, en serio eres tu, uwooooohh.
Una voz resuena entre lo oscuro, pero Manuel ya había lanzado el golpe que logra acertar en el rostro de del soldado que le ordeno cuidar de los niños.
- señor Aguilar es usted, me alegra verlo.
- aiiii, golpeas fuerte niño.
- no, solo hueso duros, a propósito perdimos a los soldados que nos...
- que mas da, solo corran - no le deja terminar cuando ya le esta diciendo que corran, la razon, Manuel apunta con la linterna detrás de Aguilar y ve a los compañeros que corren hacia ellos con varias sombras detrás de ellos,criaturas con cuerpos delgados, forma humanoide, piel negra y una cola casi tan larga como sus cuerpos, Manuel un deyabu ocurre cuando Manuel las ve.
- ¿eh? esas cosas en mi sueño.
Siendo exactamente iguales a las criaturas oscuras que se encontraban muertas junto a los cadáveres de los soldados en aquel campo de batalla.
- Manuel no te distraigas - le grita Aguilar al verlo distraído.
- eh, si, corran niños con todas sus fuerzas y no se detengan ¡ya!
Con un fuerte grito, la orden es dada por Manuel y todos comienzan a correr, los mas pequeños corren como pueden pero su velocidad no es muy buena, los soldados tomaron a todos los que pudieron y siguieron corriendo.
El movimiento constante de las linternas no permiten iluminar el camino correctamente, y todo empeora cuando la niebla comienza a entrar dentro del complejo.
Siendo malas noticias para ellos, dado que no podían ver mucho la niebla solo vino a empeorarlo todo bloqueándoles la visibilidad casi por completo
- rápido por las escaleras - grita Aguilar para que lo sigan ya que el dirige el camino.
Manuel mientras corre es capas de escuchar como si algo caminara por las paredes y el techo al mismo tiempo, como si los comenzaran a rodear el sonido de un millón de bichos caminando y siendo aplastados al mismo tiempo toma el control del lugar.
Manuel aun con sus audífonos puestos y a causa del movimiento esto causo que el mp3 se encendiera y reprodujera una canción de su lista Whisper in the Dark de Skillet.
La oscuridad solo hace que Manuel se asuste mas, junto con el frió de ultratumba que comienza a sentir su carrera solo se acelera mas logrando rebasar a los soldados a pesar de estar cargando al pequeño de dos años junto con Naomi a pesar de que nunca fue un chico atlético, fuerte o resistente para los deportes físicos el justo ahora corre como jamas lo había hecho, siendo impulsado por el miedo y el sentimiento de proteger a Naomi él no es capas de rendirse.
. Los soldados disparan a sus espaldas mientras corren con la esperanza de que no los alcance lo que sea que los persigue.
La oscuridad, el sonido de los paso alrededor como si estuvieran rodeados, el frió de ultratumba junto con los gritos de los niños causan que el pánico dentro de Manuel se revele, haciendo que lagrimas comienzan a salir desde el fondo de su ser mientras aprieta con mas fuerza al niño de 2 años y a Naomi, mientras gritos de dolor vienen de atrás, uno de los soldados fue alcanzado y sus gritos se expanden por todo el lugar, gritos que desaparecen después de una explosión.
Sentir como algunas gotas tibias caen sobre su espalda junto con trozos de tierra y escombro le revelan que los soldados se volaron a si mismos corre tanto como puede, pero solo siente que camina en una oscuridad infinita.
Todos llegan hasta las escaleras, que se dirigen hacia los estacionamientos en el sótano, los ruidos de patas moviéndose por todos lados ya no están y Aguilar le dice que a todos que se detengan, justo debajo de las escaleras.
El grupo hace un recuento de los que llegaron, en el momento en que se encontraron el grupo de Manuel y la unidad de Aguilar habían 7 soldado y 20 niños, cuando todos hicieron el recuento se percataron de las perdidas, Aguilar y otro soldado fueron los únicos que lograron llegar y por parte de los niños solo quedan 7.
Sin saber cuanto fue lo que corrieron, Manuel se acerca a los niños para tratar de calmarlos cuando el miedo lo termina de invadir por percatarse del resultado
- ¿pero que?..... ¿que rayos?
Los ojos de Manuel se abren como platos, mostrando el blanco de sus ojos por el pánico que agarro.
- Q-Q-Q-Qu-¿Que rayos paso?
Aguilar observa el estado de Manuel y solo puede callar.
- niños, ¿donde están los demás? ¿porque solo están ustedes? ¿que fue lo que paso?
Su mente empieza a colapsar, su estado mental decae mientras observa a los niños y los cuenta una y otra vez con una vaga esperanza de que este equivocado del numero pero el resultado sigue siendo el mismo, solo hay dos niños.
Los niños al ver el estado de Manuel caen igualmente en pánico y comienzan a llorar pero ellos saben que no pueden hacer ningún ruido así que tapando sus bocas solo dejan salir gemidos en ves de llantos, con lagrimas a chorros por el terror, no miedo, terror puro que están sintiendo en ese momento, los demás que les acompañaban ya no están con ellos y el que les cuida perdió su batalla ante el pánico.
Manuel cae de rodillas mientras recuenta y pronuncia los nombres de los niños susurrando varias veces, Manuel por primera vez en su vida a comenzado a perder la calma y no tiene ni idea de que hacer, Aguilar no es capaz de soportarlo así que se acerca a el para ayudarlo a reaccionar, dandole un golpe en la cara para hacerle regresar.
- escucha soldado, no puedes dejar que esto te gane, debes de ser valiente ante esta situación.
Manuel pareciera que a pesar de salir de su trance no logra escucharlo, el solo comienza a recitar el salmo 23 de pies a cabezas, y en ese estado se queda por mas de 3 minutos hasta que un segundo golpe cae sobre su mejilla izquierda nuevamente y le rompe el labio.
- haaaahaa, eso duelo señor...
- que te pasa soldado, te deje a cargo de estos niños y tu deber es protegerlos, no dejes que por perder a algunos te atormente, trata de salvar a todos los que puedas -le dice gritando mientra lo bate con fuerza pare despertarlo si no lo estaba.
- s-ss-s-i-s- si Señor.
Manuel limpia sus lagrimas tas recibir la reprimenda de Aguilar y con vos tartamudeada por el miedo, Manuel le responde con firmeza.
- muy bien, te necesito soldado, no puedes dejar que estos niños te vean así de acuerdo.
- si señor.
- bien niño, prepárate para pelear.
- Pero no soy soldado.
- ahora lo eres niño - le dice Aguilar entregándole una pistola glock de 11 balas.
- si señor - Dice Manuel mientras sujeta el arma, Aguilar le explica como usarla, los niños se acercan a Manuel y conteniendo las lagrimas le entregan una sonrisa, dando a entender que le entregaron toda su confianza.
- no se separen, debemos de estar mas alerta - le indica Manuel a los niños.
Bajando las escaleras mientras Aguilar va al frente y les guía hacia el estacionamiento para usar cualquier vehículo y salir a toda velocidad de la ciudad, pero el único contratiempo de su plan es poder llegar a salvo hasta el estacionamiento subterráneo.
En eso justo a su lado llega un soldado de piel oscura, es Londoño uno de los miembros del pelotón de Aguilar.
- Londoño, ¿te encuentra bien? ¿que paso con los demás?
- no lo lograron.
Londoño guarda silencio, el se encuentra bastante agitado debido a que corrió solo por el lugar.
- dígame Capitán, usted sabe algo de lo que ocurre aquí.
- estoy igual que tu amigo, no tengo ni la menor idea, pero, debemos buscar un vehículo y salir de aquí con los niños lo mas rápido posible.
- concuerdo con el capitán debemos....
Su conversación es interrumpida por el mismo sonido de hace un rato, cientos de pasos alrededor que se desplazan por todos lados.
Los dos soldados apuntan en todas las direcciones, Manuel de inmediato cubre a los niños y comienza a apuntar a todos lados, pero la niebla no permite tener buena visibilidad.
La sentir sensación de ser rodeados regresa, junto con el frió. Atrapados en una encrucijada, el grupo apunta hacia los lados buscando cualquier objetivo.
"7 niños que debo cuidar, soy el mayor, soy el líder, debo cuidarlos, ya perdí a 13 no voy a perder a ningún otro" mientras que su cuerpo reacciona por instinto la mente de Manuel divaga.
Londoño apunta en todas las direcciones, Aguilar decide comenzar a avanzar, todos le siguen lentamente, hacia la derecha, directo a las escaleras principales.
"No se que piense hacer Aguilar, solo espero que sepa lo que hace" en su mente Manuel sin tener idea de que hacer decide confiarle todo a Aguilar.
Tras caminar solo un par de metros logran llegar al pasillo, que lleva al estacionamiento.
De repente se distingue el sonido de alguien quejarse, Londoño se asoma por las escaleras y ve a una mujer se arrastra por estas.
- ella sigue viva - dice Londoño. El sale corriendo hasta la mujer, para tratar de ayudarla pero sus piernas ya no están, aun así él quiere ayudarla.
- por favor resista, si hago un torniquete quizás pueda detener el sangrado.
- no, mi hijo por favor mi hijo....
Londoño observa bien a la mujer y ve una herida por su espalda que pareciera ser muy profunda.
- señorita.
Londoño le habla pero ella parece haber muerto, entre sus brazos un bebe alrededor de 7 meses que comienza a llorar al sentir el frió de su madre.
- prometo que lo sacare de este lugar - dice Londoño al cadáver mientras toma al pequeño en brazos y regresa con el grupo donde Aguilar le recibe con una pregunta.
- ¿seguro que puedes cumplirla?
- tengo que capitán, tengo un hermano pequeño de su misma edad, es como si lo abandonara a el.
- tienes razón, bueno debemos continuar no sabemos que hay por aquí, debemos apresurarnos a salir de este lugar.
Aguilar toma su arma y apunta en otra dirección, Londoño sujeta al niño, y mientra se acomoda para sacar su pistola pero.
- Londoño - dice Manuel mientras ve como algo de entre la oscuridad aparece, unas manos negras con dedos largos y afilados como si fueran cuchillas, las manos salen desde detrás de el y tomándole de la cabeza, brazos y piernas.
El tiempo se detiene para Manuel, haciéndole ver con cada detalle como el rostro de Londoño cambia inmediatamente, el miedo de ver a la muerte a la cara, es como una pesadilla para su mente.
- Capitán - dice Londoño antes de ser arrastrado a la oscuridad si siquiera darle tiempo de gritar.
- ¡¡¡Londoño!!! - grita Aguilar luego de verle desaparece sin dejar rastro.
Manuel se queda paralizado con los ojos abiertos como platos mirando la oscuridad infinita que los rodea, no puede reaccionar ante lo que acaba de pasar.
Aguilar, trata de seguir a Londoño pero cuando dirige la linterna no logra ver nada, ni siquiera el cuerpo de la mujer que murió en las escaleras.
- niños corran, ¡corran! - grita mientras empuja a Manuel quien logra reaccionar gracias al empujó y le mira fijamente con la mirada inerte.
- niño despierta ya, tenemos que irnos - dice Aguilar a gritos lleno de desesperación.
- ¡¿a donde?! - grita Manuel en respuesta.
Aguilar mira a la cara a Manuel mientras esa palabra le hace eco en su mente. " ¿a donde? ", " ¿a donde iremos? ". atrapados en una encrucijada, completamente rodeados por una muerte segura, la respiración de todos es agitada y Aguilar se toma su tiempo para pensar, pero se olvido de estar atento. Una cosa parecida a una mano sale de entre la oscuridad y aterriza sobre la cara su cara aferrándose a su cabeza e impidiéndole reaccionar.
- ¡¡¡ AGUILAR !!! -