Terminé de ducharme y bajé a la planta baja para preparar algunos aperitivos que comeríamos durante el viaje que haríamos. Guardé lo necesario en una mochila pequeña y me puse un abrigo que Louis me había traído. Le mandamos mensaje a los chicos y a mis tíos que haríamos un pequeño viaje pero que regresaríamos pronto y estaríamos en contacto para que no se preocuparan.
Subí al auto de Louis y los dos emprendimos el viaje en busca de mi madre.
Mi corazón latía emocionado y algo en mi interior me hacia sentir inquieta, era como un sueño el pensar en volver a ver a mi madre mientras que a la vez millones de preguntas invadían mi mente. Me preguntaba el porqué mi madre no había vuelto, y me interesaba saber el cómo había pasado todos estos años sola.
La radio sonaba de fondo, ni Louis ni yo hablábamos, solo estábamos concentrados en el recorrido, miré fijamente por la ventana tratando de asimilar todo esto. El GPS nos daba instrucciones para llegar a la ubicación que Snake y los chicos habían mandado.
Después de varias horas manejando, el sol comenzó a salir a lo lejos, Louis giró con una mano el volante, doblando hacia la esquina en donde encontramos unos autos a unos metros de nosotros aparcados en la orilla. Alguien robusto e intimidante se bajó de uno de los autos, sonreí inmediatamente al reconocer aquella apariencia tan familiar.
- Creo que llevan tiempo esperándonos. - Habló Louis mientras se aparcaba y vislumbraba las gotas de rocío en sus autos.
- Me siento mal al pensar que pasaron la noche aquí, en medio de la nada solo porque les dije que quería venir inmediato. - Contesté apenada mientras salíamos del auto.
- Hola. - Snake me saludó con algo de torpeza, corrí hacia él y lo abracé con fuerza.
- Te extrañé mucho tío - Hablé con emoción mientras que él se encogía en mis brazos por el título familiar que le había dado.
- Yo también niña. - Me abrazó con torpeza pero sabía que estaba feliz.
- ¡SASHA ESTÁ AQUÍ! - Gritó una voz conocida desde una de los autos, e inmediatamente de ellos salieron muchos hombres que imponían respeto y podían intimidar a alguien que los viera por primera vez.
- ¡CHICOS! - Grité alejándome de Snake y corriendo hacia ellos para saludarlos y abrazarlos, al ver a Axel me emocioné al notar que estaba recuperándose satisfactoriamente.
- También vino el jefe Truswell. - Daniel avanzó hacia él y lo saludo amistosamente, los demás también fueron a saludarlo.
Me preocupaba el que Louis se sintiera incómodo con ellos pero creo que su colaboración en mi búsqueda los había acercado mucho.
- ¿Están listos para continuar? - Snake se acercó a nosotros, mirándome algo nervioso.
- Vamos. - Contesté algo más tranquila al estar rodeada por ellos.
- Ya escucharon a la niña, todos a sus autos. - Daniel comenzó a ordenar a los chicos y ellos de inmediato abordaron su respectivo auto.
- Sigue a Daniel, yo iré en el frente, hasta atrás irán los demás. -
- Está bien. - Louis comprendió las instrucciones de Snake quien no tardó mucho en liderarnos.
Subí al carro junto con Louis, el camino era un poco rocoso y el polvo se levantaba fácilmente, sumándole de que era un poco complicado el sendero, pasamos cerca de barrancas y curvas muy cerradas. Me ponía un poco nerviosa al ver la altura de el acantilado que estaba a mi lado, pero por fortuna todos eran muy buenos conduciendo.
- No veas hacia abajo, mejor mírame a mí. - Louis sonrió tratando de desviar mi atención de la ventana.
- No quiero distraerte. - Sonreí al verlo tan concentrado en el volante.
- Esto está muy retirado de la ciudad. - Comenté tras ver la hora en la pantalla del auto.
- Si, pero valdrá la pena. - Me miró rápidamente de reojo y continuo conduciendo.
- ¿Qué pasa si mi mamá no está ahí? - Pregunté tras unos minutos de silencio.
- Cariño, tengamos esperanza. Todo estará bien. - Respondió con tranquilidad mientras acariciaba mi cabello.
- Si, tienes razón. - Me recosté en el respaldo del asiento, por fin habíamos pasado por la zona peligrosa, ahora seguíamos por un sendero con muchos árboles. Comenzamos a subir por una pequeña colina en donde solo había un gran prado, Los autos se detuvieron antes de llegar a la cima y se bajaron.
- ¿Qué pasa? - Preguntó Louis bajando la ventanilla del automóvil.
- A partir de aquí debemos ir a pie, los autos no pueden subir hasta la cima. - Respondió Kai ajustando sus gafas oscuras.
- Vamos. - Louis abrió la puerta y bajó, tomé la mochila que estaba en el asiento trasero y me reuní con los demás.
- Tardaremos cerca de quince o veinte minutos en subir, una vez que estemos arriba veremos una escuela algo pequeña. Ese es nuestro destino. - Explicó Snake mirándome con atención, pude ver que él, al igual que yo estaba nervioso.
- Vámonos ya. - Gritó Gonzalo que ya nos había adelantado unos cuantos metros.
Louis tomó la mochila que yo tenía y la cargó en su espalda. Tomó mi mano frente a los chicos, quienes estaban sorprendidos al verlo actuar tan amorosamente.
- Ahora tengo algo de envidia. - Iván suspiró caminando a un lado nuestro.
- Deberías conseguirte una novia. - Alan continuo molestándolo.
- Las únicas mujeres que conozco son mi madre, la mujer de Snake y sus hijas. - Respondió Iván sonriendo alegremente.
- Ni se te ocurra. Te acercas a mis hijas y olvídate de ver la luz del día. - Snake lo miró fríamente haciendo que Iván se quedara quieto con algo de temor.
- ¿Tienes hijas? - Louis preguntó algo impactado por la noticia.
- Tiene tres. - Contestó Gonzalo inmediatamente.
- Físicamente no se parecen a él, pero si conoces a la mayor puedes ver que sacó la personalidad de Snake. - Liam fingió un escalofrío y segundos después un ligero golpe en su hombro lo hizo callar.
- Viven en la zona este, estudian la universidad en la Ciudad de Lennet. Sasha las conoció en una video llamada que tuve con mi esposa. - Snake comenzó a hablar, aquel aspecto feroz se vio aligerado cuando habló de su familia.
- Son muy lindas. Espero conocerlas físicamente pronto. - Dije al recordar aquellas cuatro mujeres que consentían a Snake.
- Las traeré en las vacaciones de invierno. - Respondió con una ligera sonrisa.
- Quién diría que Linna sería la causante de que este hombre dejara los malos pasos. - Daniel palmeó el hombro de Snake, ambos eran viejos amigos y se conocían a la perfección.
- ¡Estas siendo tímido! - Theodore lo señalo con la boca abierta.
Todos comenzaron a molestar a Snake y a bromear entre sí, el camino se acortó y poco después llegamos a una cerca de madera, frente a nosotros estaba una escuela rural, justo como Snake había dicho.