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Chapter 272 - Acorralados

--- SASHA ---

Los tres estábamos en la sala de la casa, las luces estaban apagadas y las entradas cerradas, en caso de que quisieran ingresar. En el ambiente se podía sentir la tensión, Rocky estaba recostado en mis piernas y aunque no habíamos comido nada, ninguno de los tres tenía apetito, mi estomago estaba revuelto.

- Todos ya llegaron a sus posiciones, a partir de ahora nos avisarán si hay algún movimiento extraño. Solo debemos aguantar hasta que lleguen los demás con refuerzos, todo saldrá bien. - Ethan nos contó la situación después de estar intercambiando información por un rato con los demás.

- Mis tíos y mis amigos -

- Ellos están siendo protegidos, no te preocupes. Tenemos gente cuidándolos. - Axel me calmó mientras sonreía.

- Gracias. - Me sentí aliviada pero no podía bajar la guardia, esto solo era el comienzo.

- Duerman un rato. Haremos turnos para vigilar. - Ethan nos pasó un par de mantas, no nos negamos porque sabíamos que era necesario que por lo menos uno de los tres estuviera espabilado.

Fue un poco difícil el conciliar el sueño, pero al final terminé cerrando los ojos y relajarme, aunque duró muy poco tiempo porque Rocky me lamió el rostro haciendo que me despertara, la puerta del frente estaba abierta y yo me encontraba sola en la sala. Inmediatamente me levanté y con extremo cuidado comencé a buscar a los chicos.

- ¡Shh! Ven por aquí. - Ethan me cubrió la boca mientras me llevaba a la última habitación de la primer planta.

- ¿Viste a Axel? - Ambos nos agachamos mientras manteníamos a nuestro lado a Rocky.

- No, cuando desperté la puerta estaba abierta y solo estaba Rocky. - Murmuré y él asintió mordiéndose el labio.

- No podía dormir, así que le dije que me daría una ducha. Después de eso me quedé dormido en una de las habitaciones, cuando escuche que alguien se acercaba me asome y eras tu que caminabas en la oscuridad con la puerta abierta. - Asentí mirándolo fijamente por la poca luz de luna que se filtraba por las cortinas.

- Tenemos que buscar a Axel o por lo menos saber que le pasó. - Susurré aferrándome a su sudadera con temor.

- No te preocupes, yo iré a buscarlo por los alrededores. - Sujetó mi hombro para tranquilizarme.

- Tu deberías quedarte aquí con Rocky. - Asentí mientras acercaba a mi al perro y lo abrazaba.

- No te muevas, regresaré en unos minutos. - Se levantó y yo sujeté su mano.

- Cuídate mucho, si ves algo raro escóndete en donde puedas, yo estaré aquí. - Ethan me miró y asintió, dejé su mano libre y él salió de la habitación. En cuanto escuche que salía de la casa y sus pasos se perdían en la lejanía me dejé caer por completo en el suelo, mis piernas temblaban al igual que mis manos.

Acerqué mi mano a mi nariz y la olfateé, el ligero olor a pólvora y tierra húmeda invadió mi nariz. Mordí con fuerza mis labios para evitar llorar y perder el control de mis emociones, el sabor metálico se extendió por mi boca.

"No hay tiempo, Ethan regresara pronto."

Me puse de pie y caminé hasta la puerta, le puse el pestillo a la puerta y la tapé con unos cuantos muebles para atrancarla. Me acerqué a la ventana y con extremo cuidado vigilé que el camino estuviera despejado. Me acerqué a las camas y busqué debajo de ellas, arrastré con dificultad una mochila que le pertenecía a uno de los chicos. La abrí y tomé una muslera en donde coloqué mi arma. Sam me había enseñado lo suficiente como para saber como usar las cosas de la mochila. Me puse una chamarra con bolsillos y puse un par de granadas cegadoras y balas. Mis manos temblaban pero fui capaz de regresarla a su lugar original, me levanté y mandé un mensaje de texto a Snake en donde el único contenido era "Ethan". Tomé un bolígrafo y papel y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón.

- Rocky, vámonos. - Susurré y lentamente abrí la ventana.

Saqué la cabeza y después de asegurarme que el área estaba despejada cargue a mi amigo peludo y lo saqué. Me apresuré a salir y cerré la ventana lo mejor que pude aunque mi estatura no ayudaba por completo.

- Silencio. - Le ordené a Rocky que estaba inquieto e intentaba gruñir.

- Buen chico. - Acaricié su pelaje y a hurtadillas corrí hacía el bosque del acantilado, cuando llegue me escondí tras los arbustos, parecía que no había nadie.

Continúe caminando procurando hacer el menor ruido posible, me dirigía hacia el bote pero unos murmullos hicieron que me acostara en el suelo, acerqué a Rocky que se coloco en la misma posición que yo.

- Tranquilo, no ladres bebé. Por favor. - Supliqué aferrándome a él. Las voces y los pasos se acercaron.

- ¿Estás seguro de que le disparaste a ese tipo? -

- Te digo que sí, fue buena idea el hacer que viniera conmigo aquí. Desgraciadamente le perdí el rastro, pero no llegara lejos, se desangrará a cada paso que de. - Rio Ethan de manera terrorífica y burlesca.

- Jamás pensé que te ganarías la confianza del viejo de Snake. - Dijo otro tipo un tanto sorprendido.

- Fueron casi diez años los que traté de ganármelo, solo era un crío, esa fue mi mayor ventaja. - Alardeó riendo ruidosamente.

- Buen trabajo, Trevor te pagará dinero extra. Solo necesitamos llevarle a esa mujercita. -

- Por supuesto que me pagará, todo mi esfuerzo al ganarme a esa mocosa y a esos idiotas debe ser recompensado. En verdad deberían de haberla visto aferrándose a mi cuando le dije que iría a buscar a Axel. ¡Si lo encuentro esta vez me aseguraré de callarle la maldita boca de una vez! -

- En cuanto la amarremos debemos ir a buscarlo. No podemos arriesgarnos y dejar algún cabo suelto. Será difícil el deshacernos de Snake y de Daniel. -

- No te preocupes, ya nos encargaremos de esos tipos, por su culpa la policía limitaron nuestro negocio y casi desaparecen la organización de los bastardos de los Durand. -

- ¡Cállate! Si te llegan a escuchar los lame botas de Trevor te van a aniquilar y de paso a nosotros. - Grito Ethan con gran molestia.

- Quedan menos de quince perros que trabajan para ellos. - Se burló uno de los tipos.

- Démonos prisa. Quiero irme de una vez, la policía puede llegar en cualquier momento. -

- Ya terminé, déjame darle la última calada. -

Poco después, escuché unos pasos que pasaron a unos metros de mí, en cuanto desaparecieron, me puse de cuclillas. Anoté lo más relevante en un pedazo de papel y lo metí entre la hebilla del collar de Rocky. Traté de buscar un camino lleno de arboles y arbustos para esconderme en caso de que hubiera más tipos como ellos. Caminé a tientas, tropezando con las raíces de los árboles.

Cuando al fin llegué al bote me aseguré que no estuviese nadie y corrí hasta el. Intenté encenderlo pero era inútil, el olor a gasolina era tan fuerte que podía imaginar la razón por la que venían de aquí. Se aseguraron de que no tuviera un medio por el cual escapar. Apreté con fuerza los puños, no tenía escapatoria, lo único que me quedaba era esconderme y aguantar hasta que llegara Snake.