- Veamos una película juntos. - Sugerí tratando de romper el silencio en la sala.
- Si. - Respondió Louis con una leve sonrisa.
- ¿Te parece bien esta? - Señale mientras leía la trama de la película.
- Es de suspenso, me gusta. - Asintió tranquilamente.
La película comenzó y ambos nos centramos en mirar el televisor. Cuando la película llegó al clímax no pude evitar acercarme a él con algo de miedo, a pesar de que en la descripción decía que era se suspenso en realidad era de horror. No tenía mucho problema con esa clasificación, pero en verdad era terrorífica.
Louis me abrazó y beso ligeramente mi cabello, volviendo a prestar atención al televisor.
- Buenas noches. - Se escuchó una voz tras de nosotros causando que los dos nos asustarnos
- No era mi intención, pensé que me habían visto. - Rio Tommy nerviosamente.
- Buenas noches. - Contestamos Louis y yo al unísono recuperándonos.
- Te dejamos helado en la nevera y comida en la bolsa. - Louis señalo la mesa y Tom fue directamente por las cosas.
- Gracias. - Dijo Tommy mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.
- Voy a subir a terminar mi tarea. - Asentí y vi como subía las escaleras.
- Continuemos. - Louis despauso la película y la terminamos de ver.
La película había sido muy entretenida pero el final me dejo un mal sabor de boca, Louis me compartió lo que pensaba y ambos coincidimos en que pudo haber sido mejor. Continuamos hablando por un rato más, hasta que un auto pitó frente a la casa. Al fin había llegado Ashley, Louis se despidió de las dos y salió. En el automóvil lo esperaba Joseph que me saludó con una sonrisa. Vimos como se alejaron y mi mirada se desvió a las flores que sostenía mi amiga con una sonrisa enorme.
- ¿Estas babeando? - Pregunté bromeando mientras le pasaba mi mano por su boca.
- Oye. - Gritó con una sonrisa que no tardó mucho en borrarse, el vendaje de mi mano le había llamado la atención.
- ¿Qué te pasó? - Se acerco y con cuidado tomo mi brazo.
- Trate de sacar un libro de un estante pero me corté. - No tenía caso el mentirle, se veía algo preocupada.
- Ya me limpié la herida, solo fue un rasguño pero salió algo de sangre. -
- ¿Por eso el jefe se cambió de ropa? - Asentí mientras nos adentrábamos a nuestro hogar.
Estábamos algo cansadas, por lo que nos contamos lo más relevante que había pasado en el día mientras nos preparábamos para ir a la cama. Ashley se sorprendió y alegró al escuchar que ya habíamos encontrado casi todos los libros. Por otro lado, me contó lo divertida que fue su cita y lo lindo que había sido Joseph con ella. El ver su sonrisa llena de felicidad me hizo sentir aliviada, estaba recuperando aquella luz que había perdido hace un tiempo.
Tan pronto como nos recostamos en la cama caímos rendidas, nuestro día estuvo lleno de actividades y fue desgastante.
Al día siguiente Ashley fue hasta su estudio para trabajar, mientras que mis tíos nos llevaron a Tom y a mí a nuestros respectivos destinos. Me despedí de ellos y con un poco de dificultad abrí las puertas de la biblioteca. Dejé mi bolso en la habitación de seguridad, encendí las luces y comencé con el trabajo que desde hace un tiempo no había podido realizar.
El transcurso del día fue lento, habían pocas personas y yo me encargue de revisar toda la biblioteca en busca de el último libro, pero parecía que no tendría la misma suerte que ayer. Me senté resignada en las escaleras de la biblioteca pensando en que otros lugares podría investigar.
- Hola. - Tommy me saludo con una sonrisa, cargaba su mochila y se ajustaba sus lentes.
- Hola. - Avancé algo perezosa hacia él.
- ¿Cómo te fue? - Peiné su cabello que estaba algo desordenado.
- Bien, fue un poco cansado porque tengo exámenes, pero siendo sincero creo que tendré buenas notas. - Alardeó mirándome con ojos expectantes.
- Ese es mi Tommy. - Lo abracé mimándole como niño pequeño.
- Soy bastante diligente. - Continuo enalteciéndose manteniendo la barbilla levantada, definitivamente estaba orgulloso.
Iba a comenzar a molestarlo pero mi celular comenzó a vibrar. Revisé y tenía un par de mensajes de Mateo.
"Te veo en la cafetería de siempre, creo que encontré algo."
"Llegó en 10 minutos, será breve porque tengo una junta dentro de una hora."
- Saldré por un rato, veré a Matt. - Le avisé a Tom en caso de que Ashley pasará a la biblioteca. Fui hasta la habitación de seguridad, necesitaba mi bolso.
La habitación se encontraba un poco oscura por lo que encendí las luces. Tomé mi bolsa y me di la media vuelta, pero me detuve al ver el calendario que colgaba a un lado de la puerta. Justo en una de sus casillas estaba encerrado un día en rojo, un pinchazo en el pecho me hizo darme cuenta de que el cumpleaños de mi madre estaba a un par de días.
"¿Así que ya pasó otro año más?"
Sonreí torpemente, respiré hondo y me dirigí hasta el archivero de la esquina, abrí el ultimo cajón con una llave y abrí una caja de madera. Dentro habían fotos de mi madre, rebusque entre estas hasta que encontré una tarjeta con un número de cuenta. Traté de agárrala con mi mano vendada pero al intentar tomarla un leve dolor provocó que la tarjeta cayera en otro compartimento del archivero. Cerré la cajita de madera y trate de sacar la tarjeta, mi mano deslizó un par de hojas de su lugar hasta que obtuve lo que quería. Sin embargo un leve destello llamó mi atención. Era una esquina de un libro que tenía un marcó dorado. Guardé la tarjeta en mi bolsa y me apresuré a sacar el libro del fondo. Al levantarlo mi corazón se aceleró. "¡LO TENGO!"
Era el ultimo libro que hacía falta. Cerré el archivero bajo llave y me levanté, me aferré al libro con mi brazo. Cogí mi bolso y salí apresurada hacia la cafetería en donde me vería con Mateo. Con la respiración algo agitada y la adrenalina al cien ingresé a la cafetería en donde ya me esperaba mi amigo, al hacer contacto visual le sonreí.
- Lo encontré. - Me senté y puse el libro en la mesa.
- Yo también. - Su mirada se fijó en otro libro que estaba justo frente a mí.